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BAILE DE BENEFICENCIA II

Daniel les indica a su comité, la mesa en que se deben ir a sentar, los socios de Ishtar igual caminan hacia su mesa. Él le dice con un tono totalmente malicioso – No, no deberías negarme nada; aunque… ya lo has hecho. ¿Recuerdas?

Ish lo mira fríamente, y señala – que bien que hoy no habrá baile alguno que abrir. Además… la expresión solo fue por cortesía…

Daniel, con tono adulador dice –es una pena, me encantaría volver a bailar contigo. Y estoy seguro que ese vestido igual luciría increíble al vuelo.

Ish, le sonríe cortésmente – no lo creo.

Daniel –creo que está más amargado tu humor que la vez anterior.

Ish sin perder su sonrisa fingida, con los dientes apretados le susurra –no te imaginas…

Daniel – ¿Qué?

Ish, con el tono más firme pero amable posible –Sr Berman, por favor, seamos profesionales

Daniel, con un gesto de súplica le replica – podrías relajarte y disfrutar un poco

Ish en un susurro casi confesión, se queja –sí me preguntaran… en este momento, preferiría estar en otro lugar.

Daniel que le ha escuchado, con un tono de molestia y sarcasmo pregunta – y ¿Qué haces aquí? No exigí tu presencia

Ish alza una ceja con gesto de incredulidad y altivez – ¿en serio? Daniel, estoy aquí, porque me importa mi firma y la familia que he escogido; aun y cuando mi… -hace una pausa calibrando sus palabras, respirando profundo, compone- aun y cuando no me siento del todo bien.

Daniel – te veo mucho más delgada que aquella vez, también a pesar del maquillaje, estas pálida, tu mirada es… diferente…

Ish – no he estado en mis mejores días… pero sea por mi firma, mi familia, el presente y futuro de todos nosotros –alza su copa hacia Daniel- ¡salud! –le da un pequeño sorbo a su copa

Daniel, le riñe –no deberías beber, sí tomas medicamento o estás embarazada

Ish casi se ahoga con esas palabras de Daniel, evita escupir la champagne, por el asombro y la osadía de esas palabras; pero se suelta de golpe de él, deteniéndose en medio de las mesas; replica de inmediato con tono molesto – ¡perdón! –él pone un gesto sorprendido y apenado; como sí se arrepintiera también de sus palabras; Ish le dice duramente– Daniel, no tomo medicamentos, no estoy embarazada, y si estoy aquí, es porque me importa ISHMAR.

Daniel, la vuelve a tomar del brazo y sigue caminando con ella, lentamente por el salón – ya entendí; pero ¿porque no estarías aquí? No dijiste que preferirías estar con tu pareja –apunta– dijiste que en otro lugar.

Ish, evitando dar espectáculos, con su evidente arrogancia dice – es una simple expresión; solo no me siento perfectamente, para estar festejando.

Daniel –lamento someterte a esto, entonces.

Ish, ignorando las palabras de Daniel, acelera el paso– Vamos, te presentare al resto; ya que estarás una semana entera aquí estará bien que los conozcas.

Cuando llegan a la mesa, lo presenta, él se sienta un rato junto a Ishtar, y convive un poco con los socios y parejas de ellos; comentan sobre los temas del evento, las donaciones, el fin no lucrativo de la sociedad a la que irán destinadas las donaciones; temas de publicidad, y demás. Luego los interrogatorios obligados, de Daniel a cada pareja, desde el cuándo se conocieron, tiempo de relación, la existencia o no de hijos y mascotas, hasta las metas y objetivos personales y profesionales. Después de la "convivencia" se marcha a su mesa; para desde ahí, seguir el evento, degustar la cena, comentar detalles con su equipo y cualquier anotación, crítica o planeación que deban anotar y hacer, durante el tiempo que pasen en la ciudad.

Daniel regresa a la mesa de ISHMAR, ya va a lo último el evento, solo resta el tiempo dedicado al baile –bien ya que no tuvimos la primicia de abrir el baile, y veo que vienes sola, no me negaras una pieza… ¿verdad?

Antes de poder negarse, Josué la empuja, a que acepte; a pesar de la mirada recriminante de su esposa. Ishtar obligada acepta, sin más que decir; con fingido ánimo.

Daniel – vamos la última vez te divertiste

Ish – la última vez… -"no estaba sufriendo por amor, ni con miedos y ansiedades" piensa; manteniendo la sonrisa falsa; mientras comienzan a bailar-

Daniel le dice – no sé qué ocurra en tú vida en este momento, pero si puedo volver a hacerte sonreír, como aquella vez… - prendido de la belleza, talento, inteligencia, y sonrisa de Ish. Y ella ya no responde nada, solo se limita a bailar con él y lucirse, sonreír como diosa; no se queja, no protesta, ella no siente ya su cuerpo solo se deja llevar con la música, en los brazos de Daniel.

Varias piezas después, Daniel la conduce de vuelta a la mesa. -vez, no fue tan malo

Ish – no, creo que no -tropezándose, Daniel la sostiene para que no llegue al suelo, ella ríe – Ops, creo que estoy algo mareada, gracias, debería ir al baño y tomar un poco de aire

Sin que nadie esté en la mesa, Daniel le dice, gentil – te acompaño no creó que debas ir sola…

Ish hace una mueca no muy convencida pero no protesta, aun del brazo de Daniel, se dirigen hacia los baños, ella entra y él espera afuera.

Ish después de salir del toilette, se lava las manos, se observa en el espejo intentando reconocer a la persona reflejada en él; sin estar briaga se siente perdida, se moja un poco la cara y cuello para refrescarse; después de secarse escucha a Daniel preguntar sí está bien; por lo que menos mareada sale, con una sonrisa para confortarlo, y haciendo su máximo esfuerzo por estar bien y centrada, en el momento, sin pensar más.

Daniel – ¿todo bien?

Ish – si, solo creó que dimos muchas vueltas y me maree un poco, pero ya estoy mejor -llama a un mesero que pasaba y le pide un vaso de agua mineral con hielo

Daniel mirándola a los ojos y luego a su vientre – ¿estas segura de que…?

Ish en realidad no lo había pensado, por nada lo había considerado; pero estaba siguiendo un tratamiento, podría haber fallado; pero tampoco puede estar segura, dadas tantas emociones que estuvieron mermando su salud; se niega ante esa idea y le sonríe convincente – no, solo he tenido unas semanas difíciles y bastante estrés –él se conforma con esa respuesta, no muy seguro, antes de que pueda decir otra cosa, ella le pregunta – ¿y qué te ha parecido el evento?

Daniel le regala una brillante sonrisa orgulloso pero sincera– interesante, digo a la altura.

Ish – veo que tu hermano y mi hermana se han llevado bien -dice señalándolos, en la pista de baile

Daniel sigue la mirada de Ishtar, los ve sorprendido – creo que sí, nunca lo había visto bailar. Tu hermana parece una princesa, no dudó que sea la razón de que le haya sido imposible negarse.

Ish ríe – ¡claro! ¡Es mi hermanita!

Daniel – ¿cómo logras trabajar con ella?

Ish recibe su vaso de agua que agradece, luego lo mira y sigue observando a su hermana – en realidad ella se dedica a su área, solo convivimos en el lugar. Me gusta tenerla cerca y en la firma, pero...