Una vez que nos hemos acostumbrado a algo, seguimos con ello

Yu Lili lo empujó y volvió a su volumen original mientras lo amonestaba: "¡Pervertido! ¿Cómo puedes quererlo todo?"

Ou Ming se rió mientras la acercaba y respondía: "Porque eres tú".

Ante tal regreso, toda la ira en Yu Lili se disipó.

La sonrisa en el rostro de Ou Ming se profundizó, haciendo que sus ojos se curvaran para convertirse en dos hermosas medias lunas. Pero, sus ojos aún permanecían desenfocados y vacíos.

Yu Lili se sentó y preguntó con tristeza: "¿Sabes quién soy?"

"Eres mi Yu Lili", dijo.

"¿Quién es tuyo?" ella preguntó.

"Lo eres", respondió.

Yu Lili se molestó aún más con él y se burló. Al ver el vendaje alrededor de su cabeza, suavizó sus palabras y preguntó: "¿Todavía te duele?".

"Sí, me duele". Ou Ming respondió con sinceridad. "Pero, tengo mucha hambre. Vamos a comer".

Yu Lili resopló con incredulidad cuando se volvió para abrir las loncheras. "¿De verdad no has comido nada desde ayer?" ella preguntó.