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Interludio 2 parte final

La Reina Demonio miraba el avance de los dos Privilegiados con una ceja alzada. Ella no se molestaría con ellos si no aparecía el Héroe o una pista de su escondite, si su Autoridad no lo detecto significaba que estaba muy lejos del universo o en una dimensión muy superior. Lo que necesitaba de sus privilegiados, excepto Chinami y Finn que tenia como prioridad inspeccionar los sitios que no busco por que necesitaba el poder de su Autoridad, era cierto problema que amenazaba con destruir el piso.

"Clark no tiene rastros de Contaminación. La ruta que le di tiene gran importancia, no estamos tan mal como creí. Hay tiempo para prepararnos" reflexiono. Coloco al Black Cat en algunas rutas importantes donde recorrer las raíces del mundo para ver si la Contaminación se propago. Gracias al Privilegio que le otorgo y la habilidad de las Razas Cat que les daba un poco de autoridad en el inframundo, el mínimo contacto de Contaminación seria fácil de percibir. "Por otro lado, hay restos de Contaminación de segundo grado en Martha. Debo saber que parte de su ruta sufrió y desplegar mis contramedidas. Cuando tenga todo el panorama, dividiré mis fuerzas para resistir los dos flancos y buscar al Héroe, si no aparece".

La Reina Demonio luchaba con una encrucijada. La prioridad máxima era encontrar, pelear y matar o morir contra el Héroe. Cumplir el destino que ambos aceptaron eliminaría la amenaza que se cierne sobre el piso entero. Sin embargo, descuidarse por la victoria fácil podía costarle la vida de su gente y el piso entero. El surgir de un poderosos Presagio del Fin o la obtención sus verdaderas formas podía significar la derrota total.

Los dos Privilegiados se detuvieron al final de la alfombra y arrodillaron. Dieron sus respetos a la Reina Demonio y mantuvieron sus rostros agachados en espera de sus palabras. Ninguno fue capaz de descifrar los pensamientos de su Reina mientras recorrían la alfombra, por lo que no sabían como reaccionaria. Eran conscientes que ella estaba al tanto de sus resultados, sin siquiera emplear la Autoridad.

—Levanten sus rostros, Clark, Martha. Me alegran que regresaran sanos y salvo—hablo la Reina Demonio. Intercambio mirada con ambos Demonios y se apoyo en el trono.—Bien, cuéntenme como les fue. Soy consciente que no encontraron rastros del Héroe, no importa ahora. Quiero escuchar cualquier irregularidad que notaran.

Los dos Privilegiados fueron tomados por sorpresa y vieron a su Reina con duda. Después de confirmar que no había rastro de enojo, comenzaron a relatar su misión. La información provista por Clark fue la mas normal, su viaje fue tranquilo y sin complicaciones, el problema vino al cambiar a Martha. La experiencia que vivió en una de las mazmorras mas importantes del Clan White Tiger Demon centro la atención de la sala en ella.

—¡Hablas en serio!¡¿Como el Clan White Tiger Demon paso por alto una Contaminación de ese grado?!—exclamo alarmado Clark.—De no ser por ti, en menos de cinco horas habría nacido un Presagio del Fin y perderíamos esa mazmorra. ¿Que demonios pasa por la mente de su líder?

—La culpa no recae por completo en ellos. El líder me informo del nacimiento de la Contaminación en esa mazmorra y comento que se moverían mañana—explico la Reina Demonio.—Él y yo no contábamos que la Contaminación avanzara a una velocidad alarmante. Por eso le di la ruta a Martha, para que se encargara de erradicar el brote de Contaminación. Lo mismo iba para dos de sus compañeros. Ellos ya me han informado de algunos brotes que predije que nacerían y no van a poder reunirse con nosotros.

Los dos Privilegiados abrieron sus ojos en incredulidad. Por mucho que la Reina utilizara su Autoridad, predecir el nacimiento de la Contaminación no era posible. El propio Mar Primordial interfería en la detección de un brote de Contaminación. La única razón de que la Reina tuviera las capacidades de ubicarlas, pese a la poca y gran interferencia que el Mar primordial tiene permitido, es debido a la poder de la Autoridad de ella.

>>Veo en sus ojos el escepticismo, no los culpo. Ustedes han visto un poco de mi Autoridad y sus capacidades. Les he dicho que puedo descubrir brotes y no predecir sus nacimientos. Quería guardarlo para mi misma. Hubiera sido mejor que yo sola lo supiera<<dijo resignada la Reina Demonio. Revelar ese secreto señalaba lo critico de situación y las pocas opciones que le quedaban.>>Por desgracia, los giros del día de hoy no me dejan opciones. Necesitare sus compromisos con mi causa, y para ello, debemos estar en confianza y sin secretos.

—¡Mi reina, no tiene que hacerlo si no quiere! Nosotros le servimos sin importar sus razones o acciones—exclamo Martha. Había un interés por conocer ese secreto, pero si la Reina dudaba no quería forzarla. Era su Reina y la servía con todo su ser.—Nadie de nosotros, los Demonios, la obligara a contestar esa pregunta. Usted se ha preocupado por nosotros y sabemos que tiene sus motivos para ocultarlo.

—¡Estoy de acuerdo con Martha! Mi Reina, usted ha dado mucho por su pueblo. Nadie más que usted se ha preocupa tanto por la seguridad de los Demonios—agrego Clark. Le debía la vida a la Reina, por salvar la vida de su hermana y él. Daría todo por proteger a la demonio que le brindo la mano y un camino.—Estoy seguro que los otros opinan lo mismo. No la seguimos por ser la Reina Demonio, le servimos por ser usted.

La Reina Demonio sonrió con amargura por tener gente tan buena en sus filas. Ellos dan todo de si por ella y no es capaz de cumplir su rol, matar o morir contra el Héroe. El descuido de aquel momento inesperado los condujo a un camino muy cercano a la destrucción. Fallo como Reina Demonio y Gobernante. Sin embargo, su pueblo confiaba en ella y no los defraudaría. Conseguiría evitar la destrucción del piso y salvar la vida de aquellos que confían sus vidas a ella.

—Agradezco sus palabras, Clark, Martha, me hacen feliz. Yo estoy orgullosa de ser la Gobernante de los Demonios. Los dos me han demostrado lo capaz que es mi gente y no puedo evitar estar mas orgullosa de ambos.

—Mi Reina/Mi Reina—pronunciaron felices.

—Agradezco su preocupación, pero merecen la verdad. Enviare a cada uno de los Privilegiados a cumplir misiones con alto riesgo de morir. Quiero que sean los primeros en ver el peligro que sufre el piso y el costo de perder—explico la Reina Demonio. Sonrió por la convicción en los ojos de sus dos Privilegiados. Escogió bien quien poseería el Privilegio que creo con la Autoridad.—Bien, es todo por el momento. Hablare con los demás de la situación y nos reuniremos cuando estén todos presentes. Pueden ir a festejar con los demás o descansar en sus habitaciones. Gracias por su arduo trabajo.

Los dos Privilegiados asintieron y se marcharon de la Sala del Trono. La conversación con la Reina los dejo pensativos y se cuestionaron la relación entre la batalla de la Reina Demonio y el Héroe con el repentino brote de Contaminación. Estaba claro que la renuncia del Héroe tuvo que ver. Además, la mención de una amenaza capaz de arrasar el piso presagio un futuro muy oscuro.

—¿...Que harás, Clark?—pregunto la Oni al escuchar como la puerta se cerraba.—Iras con tu hermana o te quedaras.

—Iré a pasar unos momentos con ella. Prefiero despejar mi mente para mas tarde. ¿Y tu?

—Me quedare en mi habitación. Un poco de sake y carne de Venado Multicolor me relajara.

—...Ya veo—pronuncio. Se mantuvo unos segundos sin decir una palabra, antes de verla marcharse y comentar:—¿Crees que el Héroe conocía el impacto de su desaparición?

—...No lo sé. Él es un buen humano. Si la amenaza que caerá en el piso es peligrosa, regresara. Él...No se que vida tuvo para llevarlo a tomar esa decisión, solo sé que volverá. No permitirá que sus decisiones afecten a inocentes.

Después esas palabras, los dos se separaron. Descansarían a su manera, presentían que la siguiente reunión romperían sus mundos y sumergiría en una nueva y peligrosa tierra. Mientras aceptaran la realidad que aprenderían de la Reina Demonio lo mas rápido posible, ellos rebajarían el peso en los hombres de la Reina y se prepararían mucho mejor a las futuras amenazas.

Adentro de la Sala del Trono, la Reina Demonio se recostó en el trono exhausta. Mantener la calma ante el peligro inminente con tanta información y súbditos tan leales la agoto. El trabajo que tenia por delante era duro y con una esperanza de supervivencia cercana al cero punto uno porciento. Al menos que cumpla su destino antes de entrar al punto sin retorno o regrese el Héroe para ayudar adentro de este, duda de la sobrevivencia del piso.

—Sigues en tu dilema. Te aseguro que mortificarte rebajara la esperanza de victoria—dijo una voz masculina.—Enfócate en entrenar a tus Privilegiados y a ti misma. El Héroe regresara de una u otra forma.

—Por fin te dignas a aparecer—hablo hacia una columna de su lado derecho.—Espero que vengas motivado. Estaremos ocupamos por un largo tiempo, Rory.