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El Coleccionista.

El protagonista es muy OP desde el comienzo. Viaje por distintos mundos de películas, series, manga, libros, novelas ligeras, juegos, etc. Es reencarnación con cumplimiento de deseos y un gran inmenso harem. Escribo por placer y cuando tengo tiempo. Los capítulos antiguos, los voy a ir editando poco a poco, pero como me cuesta mucho hacerlo, le doy más prioridad a escribir nuevos capítulos. Se que a mucha gente no le gustará esta obra, no obligo a nadie a leerla y no pido piedras ni hago demandas de donación. Gracias por leer y espero que disfrutéis de lo que escribo.

PABC · Others
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240 Chs

Capítulo 45

En la cabaña.

Ayla y yo estamos desayunando felices, parecemos una pareja recién casada.

Por mi percepción espiritual, noto que en el poblado están reuniéndose otra vez para debatir si se unen a mi o no.

Muchas de las mujeres que tenían dudas ahora están a favor de seguirme, las que rescaté también quieren unirse solamente hay 10 de ellas que piensan que puede ser una trampa.

Pero también están muy tentadas a unirse.

Después de desayunar, me voy con Ayla a dar un paseo por la isla.

La exploramos casi entera, ya que no es muy grande, lo más complicado es un volcan que está inactivo en la isla.

Hay varios tipos de animales que llaman la atención de Ayla.

Como cangrejos enormes e iguanas, no los atrapó por el momento, ya que no se si eso es usar mis habilidades.

Seguimos paseando y llegamos a una playa.

Allí me desnudo y entro en el agua.

Ayla también se desnuda, sin vergüenza de que vea su cuerpo desnudo y entra al agua conmigo.

Jugamos alegremente en el agua, con las olas.

Viendo el horizonte desde la playa donde estamos, noto a lo lejos un avión que está flotando a la deriva.

Creo que será mañana cuando lleguen los soldados.

Si estoy de buen humor mañana, los ayudaré a volver a casa con algún regalo.

Durante todo el día varias de las mujeres del poblado nos han estado espiando a ver si estamos tramando algo contra ellas.

A la hora de la comida he encontrado un nido de algún tipo de ave parecida al pollo pero más grande.

Ahora tengo a los dos adultos atados a una palmera para que no se escapen y he preparado los huevos para comer con Ayla.

Son huevos bastante grandes y son muy sabrosos.

Después de comer los huevos de estos pollos grandes nos tumbamos para dormir la siesta abrazados.

Ayla esta tratando de seducirme de alguna manera, pero es bastante obvio y es un poco torpe.

Ella está frotando con sus nalgas y caderas con mi entrepierna.

De momento la voy a ignorar y voy a disfrutar del momento.

Después de ver que no tengo mucha reacción a sus intentos, decide que no es el mejor momento y se relaja y acomoda entre mis brazos para dormir.

Ella está un poco triste y está empezando a pensar que no la veo atractiva.

Una lagrima se le cae por la cara rodando.

Le susurro al oído.

"No debes tener prisa, tenemos todo el tiempo del mundo, disfruta del momento, ya llegará el tiempo de dar el siguiente paso." (yo)

"Eres muy hermosa, te quiero y no te voy a dejar ir aunque quieras huir de mi." (yo)

Ella esta feliz por mis palabras y se abraza más fueste a mi pecho.

"Nunca me separaré ni huire de ti." (Ayla)

"Eres una buena chica, ahora descansa un poco, si sigues tentandome, no se si podré resistir en comerte." (yo)

Ella se ronroja y entierra su cabeza roja como un tomate en mi pecho.

Por la tarde después de la siesta, me doy una ducha y hago un poco de meditación para ver en qué estado se encuentra el cultivo.

El refinamiento corporal va por buen camino y todo los cuerpos cada vez son más fuertes poco a poco.

Es un proceso más lento pero no necesito juntar y rehacer los cuerpos con cada avance.

Sólo uno de mis cuerpos necesita cultivar cada aspecto y poco a poco el resto de mis cuerpos se van adaptando.

Las mente y el espíritu también se van desarrollando poco a poco.

El cultivo marcial ha subido más de una fase completa.

Es posible que con mi fuerza actual solo del cultivo podría destruir esta isla solo de un puñetazo.

Me quedo solamente con la parte inferior de mi ropa y empiezo a hacer ejercicios de gimnasia en la puerta de mi cabaña.

Flexiones, sentadillas,y todos los ejercicios que recuerdo para fortalecer los abdominales y para lucir mis músculos.

Los hago en rondas de 30 y series de 4 en total 120 repeticiones de cada ejercicio.

Poco a poco voy teniendo público, que babea igual que ayer con la carne de la barbacoa, pero ahora quieren otro tipo de carne.

Las ignoro y sigo haciendo ejercicios, en menos de media hora, todas las mujeres del poblado me están mirando, Ayla también me mira desde la cabaña.

Mis músculos crujen cuando los hago funcionar, y se abulta con el ejercicio, dando una visión muy espectacular.

La sensación que dan es que son más duros que las piedras y el cuerpo está muy en forma y tonificado.

No parezco un culturista que está abultado por todas partes, sino que con mi complexión musculosa esta completamente y perfectamente desarrollada.

Mis músculos están perfectamente desarrollados sin llegar a ser grotescos como los súper culturistas.

Mi cuerpo, mi fuerza y mis músculos, darían envidia a Goku de DB y a Saitama de OPM.

Cuando entro a la cabaña me encuentro a Ayla sudando y respirando pesadamente enfrente de la ventana de la cabaña, parece que es ella la que ha estado haciendo ejercicios y no yo

Creo que la estadística de encanto que conseguí en la última lotería es más fuerte de lo que imaginaba.

Esta noche va a ser muy larga y difícil para las mujeres del poblado, que ahora tienen calores internos y deseos por satisfacer.

Abrazo a Ayla, la llevo a la cama y la doy un masaje para que se relajé.

Ella está muy excitada y está con los pezones duros como piedras y su raja está dejando salir un poco de jugo de amor.

El aroma es muy estimulante pero no quiero lanzarme como un lobo sobre una pobre oveja desprotegida.

Con mi masaje en su espalda, su cuello y sus muslos ella termina relajándose y se queda dormida.

No se cuanto podre resistir el comérmela.

Me acuesto sin siquiera cenar y me abrazo a la dormida Ayla.

Duermo hasta que siento que alguien se está acercando a la cabaña con mi percepción.

Es la jefa del poblado, Myra, Sandra y otras siete mujeres.

Vienen de forma sigilosa y sin hacer ruido, quieren ver si estoy ocupado con Ayla y si soy un hombre lujurioso.

Alguna de ellas está deseando que sea lo suficiente para poder complacerlas a ellas también.

Me levanto de la cama sin hacer ruido y me escondo para que no puedan verme.

Ding.

Misión diaria completa

Recompensa: Almejas de carril vivas x50

Las envío directamente a mi mundo.

Ding misión diaria actualizada.

Restaura el avión para que los soldados puedan volver a su país, pero haz que la enfermera decida quedarse contigo sin esclavizarla antes.

Las nueve chicas que están intentando espiar en las inmediaciones de la cabaña, no consiguen ver nada más que a Ayla durmiendo en la cama.

Me transportó a fuera de la cabaña y le tocó el hombro a Sandra.

Ella se gira para ver quien la está tocando en el hombro y me ve a mi.

Ahhhhhhh.

Ella grita asustada.

"No te voy a morder, es tarde, no hace falta que grites" (yo)

"Perdón, me asustaste" (Sandra)

¿Queréis algo, venís a la cabaña a estas horas por algún motivo?

"Nosotras, esto, umh, estábamos dando un paseo por la noche, porque no podíamos dormir y hemos acabado viniendo aquí y nos preguntábamos, si estarías dormido." (Sandra)

Ayla esta durmiendo, vamos a hablar a otra parte para no despertarla.

Las nueve mujeres me siguen en la oscuridad.

Son bastante confiadas, no me estraña que a algunas las secuestraran.

"Mañana lo más seguro es que nos marchemos Ayla y yo de vuelta a nuestro hogar, necesitaré una respuesta para antes del mediodía de mañana si queréis venir." (yo)

"¿Mañana?, ¿tan pronto?" (Myra)

"Ya hemos prolongado el viaje más de lo que quería, mañana regresaremos" (yo)

"Pero aún no hemos podido decidir todas si vamos a ir o no." (Sandra)

"Pues debéis daros prisa en decidiros." (yo)

"Por cierto, no me gusta que me intenten espiar, no tengo la necesidad de ocultar nada, si queréis ver algo o preguntar, hacerlo libremente, no voy a mentiros." (yo)

"Si tenéis dudas sobre mi masculinidad y mi resistencia, puedo deciros que ni todo vuestro poblado junto es rival para mi en una noche." (yo)

Después de decir eso me despido de las incrédulas mujeres, que piensan que estoy exagerando, me meto en la cabaña y me tumbo junto a Ayla nuevamente, que me abraza al sentirme a su lado.

El avión a la deriva llegará mañana después del mediodía a la costa, si todo va bien, ya habré capturado a todas las mujeres de esta isla.

Por la mañana cuando sale el sol preparo un desayuno continental para Ayla y para mi y se lo llevo a la cama en una bandeja.

Ella se despierta con el olor del café y se sonríe cuando ve que la traigo el desayuno.

"Seguramente hoy nos vayamos de esta isla, ¿quieres volver a casa o vamos a otro lugar primero?". (yo)

"Me gustaría seguir viajando contigo, pero tampoco me importa volver a casa si estoy allí contigo." (Ayla)

"¿Crees que se van a unir a mi voluntariamente?" (yo)

"Si, si no lo hacen es porque son ciegas o algo no les funciona bien en la cabeza, vi como te miraban ayer." (Ayla)

Mientras desayunamos en la cama y hablamos, en el poblado, tienen una reunión de emergencia para decidir que hacer.

Casi todas quieren venir conmigo pero algunas no quieren abandonar sus vidas, sin tener la certeza de cómo serán sus vidas después de seguirme.

"Nos ha dado de plazo para decidir si vamos o no con él, hasta hoy al mediodía, que él se marchará con la mujer Ayla que lo acompaña." (Sandra)

Las mujeres se ponen nerviosas y empiezan a pensar que van a perder la oportunidad, en especial las que fueron salvadas.

Yo después del desayuno, voy con Ayla y llevo a mi mundo a los pájaros que ayer nos comimos sus huevos, vamos a por los árboles frutales de los que conseguí la fruta del desayuno de ayer y muchos otros que me encuentro por el camino.

"Parece que se han decidido, vamos a ver que dicen." (yo)

Vamos andando hasta el poblado y están allí reunida las 84 chicas.

"Hemos decidido ir contigo, pero no sabemos nada de que necesitamos llevar o como vamos a ir." (Myra)

"Podéis llevar lo que queráis conservar como recuerdos, las cosas útiles y de uso para vivir no son necesarias, puedo daros de todo." (yo)

"Las camas y las herramientas que usáis a no ser que sea un recuerdo precioso que queráis recordar de algún familiar, no es necesario que lo llevéis, puedo llevarlo si queréis pero no es necesario, en mi reino vais a dormir en las camas más cómodas que podáis soñar." (yo)

Aún con mis consejos sacan casi todo lo que tienen en sus casas para llevárselo.

Juraría que han amontonado hasta piedras de la montaña.

"¿Estáis listas para irnos?" (yo)

Ellas asienten con más o menos entusiasmo.

Guardo todo lo que tienen para que me lleve, hasta las piedras.

Esclavizar y capturar... X84

Empiezan a desaparecer en esferas de luz y poco a poco van quedando menos de ellas, hasta que todas han sido atrapadas.

Voy con Ayla a la playa a esperar a que esté más cerca el avión a la deriva, ahora visible a simple vista.

Cómo no me gusta esperar, lo traigo con telekinesis flotando a unos centímetros del agua hasta que lo dejo sobre la orilla.

Los soldados, el piloto y la enfermera que están dentro del avión, al notar el cambio de estar ahora en tierra firme, se bajan del avión averiado y miran alrededor.

Nos ven enseguida y se dirigen hacia nosotros.

Los soldados nos apuntan con sus armas mientras se acercan.

"No me gusta que me apunten con un arma, aunque no pueda lastimarme." (yo)

"Además no es forma de tratar a quien os ha traído hasta la orilla y puede arreglar vuestro avión para hacer que vuelva a volar o si se cabrea mandaros a todos de vuelta al mar para alimentar a los peces." (yo)

Los soldados se ponen nerviosos con mis palabras y se muestran más amenazadores y se acercan con más precaución que antes.

El soldado más mayor, que tiene pelo blanco y bigote.

Se acerca y me saluda.

"Soy el capitán de estos hombres y hemos llegado a esta playa tras varios días a la deriva en el mar en nuestro avión averiado." (capitán)

"Yo soy Pedro, un dios viajero y está es mi esposa Ayla y estamos en esta isla de viaje." (yo)

Los soldados detrás del capitán se ríen de mis palabras, y dicen entre ellos que soy un loco, que me ha dado mucho el sol en la cabeza.

La enfermera y el capitán no dicen nada pero tampoco creen lo que digo.

"No tenéis por qué creerme, pero al reíros de mis palabras y llamarme loco, habéis perdido mi buena voluntad, a partir de ahora si queréis que os ayude, ya no lo haré de forma gratuita." (yo)

Con Ayla de la mano voy a mi cabaña y guardo cualquier resto que pudiera haber del poblado, las casas, herramientas y todo lo que podría dar a conocer que había un poblado aquí.

Ahora solamente hay un solar enorme.

No quedan ni las piedras.

Saco una mesa de madera y dos sillas cómodas y una sombrilla, una para Ayla y otra para mi.

Pongo dos vasos y saco dos latas de zumo de piña para beber con dos pajitas.

Pongo el zumo en los vasos y la pajita en cada vaso.

Luego guardo las latas en el inventario.

Retiro un poco la silla para que pueda sentarse Ayla más fácilmente y después de ayudarla, me siento yo.

Los soldados, el piloto y la enfermera, están haciendo un reconocimiento de la isla y asegurando una fuente de agua potable y un lugar para dormir.

Cuando están haciendo el reconocimiento y la búsqueda de agua potable en la isla, ven mi cabaña y nos ven sentados bajo una sombrilla bebiendo tranquilamente.

El capitán y el resto se vuelven a acercar a nosotros, ahora al menos sin apuntarnos con sus armas.

"¿Su nombre es Pedro? ¿Podría decirme cuanto tiempo llevais viviendo en esta isla?" (capitán)

"¿Cómo ha conseguido las herramientas y todo lo que ahora tiene en esta isla?" (capitán)

"Si, mi nombre es Pedro, llevo en esta isla apenas dos días y medio, y las cosas que tengo, las he creado yo mismo, por que soy un dios." (yo)

Hago aparecer otra silla de la tienda e invito a la enfermera a que se siente.

"Si le apetece a la dama sentarse, será mi invitada mientras esté en esta isla." (yo)

Todos se asustan cuando ven aparecer una silla de la nada.

La historia de que soy un dios, ya no es tanta locura, ante la visión de mis habilidades.

Los soldados ahora me están volviendo a apuntar.

"Será la última vez que repita de forma amable, que no me gusta que me apunten." (yo)

"Vuestras armas de fuego, son inútiles contra mi pero, lo considero irrespetuoso y me molesta." (yo)

"Si me permite conocer su nombre, señorita y gozar de su agradable compañía, estaría muy complacido." (yo)

Hago un gesto con la mano, señalando la silla que se separa de la mesa para ayudar a que se siente la enfermera.

"Soy la enfermera Míriam kaylor, perdón por la descortesía que hemos podido mostrar, pero es la primera vez que estamos en la presencia de un dios, pensábamos que su existencia eran sólo mitos y cuentos." (Míriam)

"Usted está perdonada y goza de mi buena voluntad, su capitán no lo está pero tampoco me ha ofendido, sin embargo sus otros acompañantes, no estoy a gusto sus modales." (yo)

"¿Que le gustaría beber?, Ayla y yo estamos disfrutando de un maravilloso zumo frio de piña." (yo)

"Eso mismo estará bien." (Míriam)

Hago aparecer un vaso como el mío lleno de zumo de piña.

"Señorita Míriam, sino es indiscreción, ¿es usted soltera o casada?"

"Soy soltera, pero con que motivo podría preguntar por mi estado civil, usted es un dios y ya está casado con una hermosa mujer, Ayla aquí presente." (Míriam)

"Es cierto que estoy aquí con mi hermosa mujer, Ayla, pero eso no quiere decir que sea mi única mujer y tampoco que vaya a ser la última." (yo)

"Le recuerdo que soy un dios, y esas tradiciones humanas de tener solo una mujer no se me aplican." (yo)

Los soldados se están enfadando con mis palabras y aún no están convencidos de que yo sea un dios.

Uno de ellos, que se siente atraído por la enfermera y escucha como estoy hablando con ella sobre ser mi mujer.

Me vuelve a apuntar con el arma y me amenaza.

"Manténgase alejado de la enfermera Míriam, lunático, o le voy a disparar." (yo)

No le hago caso de inmediato, miro a la enfermera y luego al capitán y el resto de soldados, a ver como reaccionan.

La enfermera trata de calmar y tranquilizar al soldado y el capitán le ordena que baje el arma.

El resto de soldados no saben bien como reaccionar y tratan de convencer al soldado que me apunta de bajar el arma y disculparse.

Me pongo de pie y me acerco lentamente al soldado.

"Ya he avisado varias veces que no me gusta que me apunten con un arma." (yo)

"Ahora ya no voy a ser tan amable." (yo)

El soldado esta nervioso al ver que me estoy acercando y cuando estoy a 1 metro de él, me dispara a la cabeza.

"Ahora estoy enfadado." (yo)

El soldado esta en sock y el resto también.

No pensaban que me iba a disparar y tampoco creían que si me disparaban no me harían daño.

Viendo que un disparo no ha tenido éxito, vuelve a disparar, y continúa disparando hasta que se queda sin munición.

Llegó a donde esta el soldado y le agarró de una mano, y le digo.

"Voy a ayudarte a volar hasta el mar de donde viniste." (yo)

"El capitán me mira y me dice."

"Por favor, perdonale, esta equivocado y ya le castigaremos nosotros mismos." (capitán)

"No es que no me fie de vosotros, pero soy un dios de palabra, y dije que si me volvían a apuntar los mandaría al mar, a alimentar a los peces, y siempre cumplo mis palabras." (yo)

Con un fuerte tiros de mi brazo, lanzó al soldado a gran velocidad a volar, muy alto y muy lejos, lo suficientemente para que salga de la isla y caiga su cuerpo a más de varios kilometros de la costa.

Ahora todos me miran con miedo.

Me sacudo las manos y me vuelvo a sentar.

"Por dónde íbamos, antes de que nos molestaran."

"Ahora recuerdo, le estaba preguntando si era una mujer soltera o casada, y me dijo que era soltera." (yo)

"Debo decirla, señorita Míriam, que estoy bastante interesado en usted y me gustaría que se uniese a mi como mi mujer." (yo)

"No se precipite con su respuesta, se que ahora mismo me ve como un monstruo que acaba de matar a un hombre, pero también soy su única esperanza y le ofrezco que les arreglaré su avión y lo pondré con un tanque lleno de combustible y volando de regreso a casa en cuanto decida unirse a mi como mi mujer." (yo)

Después sigo bebiendo mi zumo y acaricio amorosamente la mano de Ayla.

La enfermera se pone de pie y se despide.

"Es algo que debo pensar antes de decidir." (Míriam)

"Ya sabes donde encontrarme, pero no tardaría demasiado, no soy un dios al que le gusta estar mucho tiempo en el mismo lugar." (yo)

"Puede ser que mañana ya no esté aquí." (yo)