webnovel

Capítulo 129.

Acompaño a Miu y Kenichi a la escuela, pero contrariamente a las expectativas de Kenichi, Miu esta actuando muy cariñosa conmigo y no suelta mi mano por ningún motivo.

Cuando llegamos a la escuela, al igual que cuando me despedí de Shigure en el dojo, Miu y yo nos damos un beso y le digo que luego vendré a buscarla.

Vuelvo al dojo a entrenar y puedo ver que mis estadísticas han crecido un poco más de lo esperado.

Decido cambiar las tobilleras a veinte kilos cada una ya que apenas estoy sintiendo el peso extra que tengo actualmente.

No se si ha sido una buena idea aumentar quince kilos de golpe en total, pero esto hace que cueste un poco realizar los movimientos habituales.

Pongo en el cinturón del traje de kárate otros cinco kilos y dos kilos y medio más en las muñecas, en cada una.

Ahora tengo 50 kilos muertos en el cuerpo.

Mi velocidad se ha reducido y parece que hago el entrenamiento a cámara lenta.

Hayato me está mirando mientras bebe té, supongo que se ha dado cuenta de los cambios en mi velocidad.

Es curioso lo que puede influir el aumento de peso en los ejercicios que realizas de forma habitual.

Hoy tardo en hacer el mismo lote de ejercicios que ayer casi el doble de tiempo y termino agotado, casi arrastrándome a la hora de la comida.

Los maestros me ven agotado, pero salvo Hayato deben pensar que me he esforzado más.

Ir a buscar a Miu es mi rato de descanso, pero con el peso aún me cuesta ir a la misma velocidad que voy habitualmente.

Cuando llego, aún no han salido ninguno de los dos.

Voy a buscar a Miu, que supongo que aún está en sus clases de gimnasia.

Le pregunto a un estudiante por el gimnasio y después de mirarme de arriba a abajo, me indica el lugar.

Entro en el gimnasio sin hacer ruido y me quedé en una esquina esperando sin hacer ruido.

Veo a Miu en su maillot rosa, usando la cinta y veo al resto de las chicas del club mirando su actuación.

Contando a Miu, son 23 chicas en este club.

Todas tienen buenos cuerpos, pero no se acercan al nivel de Miu ni de lejos, la que más se acerca es una chica con un maillot azul marino, con el pelo negro recogido en una coleta a la espalda.

Si no recuerdo mal, era la mejor gimnasta del club hasta que ha llegado Miu y tiene celos.

Puedo escuchar por las conversaciones del club, que se llama Chihiro Takashima.

La esclavizo, a ella y a las otras 21 chicas del club.

Una chica del grupo me ve y no puede evitar dar un pequeño grito de sorpresa, que hace que todas las demás se paren a mirar en mi dirección.

Algunas no pueden evitar decir que soy guapo y cosas así.

Supongo que es comportamiento típico de anime.

"Lamento mucho la interrupción señoritas, no era mi intención molestarlas, vengo a buscar a Miu Furinji, pero como estabais en medio de la actividad del club no he querido interrumpir y me he quedado mirando." (yo)

Se oyen voces diciendo que tienen envidia que Miu tenga un novio tan guapo.

Chihiro ahora tiene mas envidia de Miu, por tenerme como pareja.

Antes de que Miu pueda irse a cambiar para venir conmigo, Chihiro la detiene.

"Miu, ¿no vas a presentarnos a este chico que acaba de llegar y viene a buscarte?" (Chihiro)

Miu viendo que Chihiro lo hace para intentar acercarse a mí, decide hacer una presentación que me sorprende hasta a mí.

"Chihiro, chicas, os presento a Pedro God, el es mi prometido." (Miu)

Todas se quedan con la boca bien abierta.

"Es un placer conocerlas señoritas, cuiden bien de Miu." (yo)

"Kyaaaaaaaa." (las 21 chicas del club)

Veo a Chihiro hacer una mueca.

Espero a que Miu se cambie y vamos a buscar a Kenichi.

Volvemos al dojo y los tres entrenamos en técnicas con los maestros todo lo que queda de la tarde.

Tengo que conseguir un traje de entrenamiento para Miu, el que usa es demasiado ajustado y resalta demasiado sus atributos femeninos.

También tengo que conseguirle a Shigure una cota de malla de mithril, adamantium, vibranium o algún otro metal mejor que los que hay en este mundo.

Habiendo ahora dos discípulos en el Ryozanpaku, no se a quien le dará el anciano los protectores de puño y brazo.

El día trascurre con normalidad, entrenando, cuidando el huerto y después de la cena tenemos un trío en la habitación, al igual ayer, follamos sin contenernos en absoluto, dejándonos llevar por el placer, con la barrera no tengo miedo a que nadie se entere o nos moleste.

Seguramente en el dojo, los maestros lo saben o lo sospechan hasta cierto punto.

Por la mañana, he encontrado en la tienda ropas de entrenamiento y de batalla cómodas y adecuadas para que usen en lugar de sus habituales vestimentas.

Kensei y Kenichi son los únicos que están en contra de los cambios de vestuario, porque ya no es tan sugerente y revelador.

Durante toda la semana, la vida es más o menos tranquila.

Kensei nos pone a abanicar los brazos y tenemos que andar por todo el vecindario, como si quisiéramos aprender a volar, no me preocupa en absoluto hacer el ridículo.

Durante el paseo por la ciudad mientras entrenamos este movimiento, nos encontramos por casualidad a Koga, uno de los tres que buscan a Kenichi, junto a ocho de su pandilla.

Reconocen a Kenichi y nos rodean.

No tengo intención de intervenir, sino es necesario.

Koga cree que Miu es la novia de Kenichi y quiere usar la situación para poder aprovecharse y pasar un buen momento con Miu.

"Te estás confundiendo pequeño, ella es mi mujer, no es la novia de Kenichi y si intentas algo gracioso, no seré indulgente y después de que ella te de una paliza, yo te haré desear no haberte levantado esta mañana." (yo)

Koga se ríe y no toma en serio mis palabras.

Para dar énfasis a mis palabras, me quito las pesas de las muñecas y las dejo caer al suelo produciendo ruidos pesados por el impacto.

También me quito la de la cintura y al dejarla caer el ruido es mucho más fuerte y evidente.

Por último me quito las tobilleras y al dejarlas caer cerca de los que nos rodean el ruido es fuerte.

Los dos que están más cerca de las tobilleras, las intentan levantar para ver porqué han hecho ese ruido al caer, pero les resulta complicado, no imposible porqué solamente pesan 20 kilos cada una, pero al darse cuenta de que llevaba eso en cada tobillo sin problemas, deciden mantener una buena distancia de seguridad y dejan que Koga se enfrente solo a Kenichi.

Miu me mira y me pregunta.

"¿Has aumentado el peso?, ¿ahora también usas peso extra en la cintura y los brazos?" (Miu)

"No demasiado, únicamente llevo cincuenta kilos en total y la mayoría está en las piernas." (yo)

Los que no han probado a levantar las tobilleras, piensan que estoy exagerando, pero al ver que los dos que si lo han hecho no dicen lo contrario, dudan.

Justo en ese momento pasa por el lugar en el que estamos Sakaki, corrige la postura de Kenichi y se marcha diciendo que nos divirtamos.

Recojo todos mis pesos extras y mientras me los estoy volviendo a poner, Miu esta algo distraída viendo la pelea de Kenichi, y uno de ellos, que lleva un gorrito rojo, no ha tomado en serio mis palabras, ve su oportunidad y agarra a Miu por detrás en un descuido.

Si eso no es suficiente, además aprovecha la oportunidad para agarrar y palpar la teta de Miu, mientras dice que es un accidente y que se le ha resbalado la mano.

Los otros siete, que se han dado cuenta de mi mirada y mi cambio de expresión, retroceden y le dejan solo, como si no lo hubieran visto nunca y no tuviesen nada que ver con él.

Termino de ponerme las pesas y me acerco a él lentamente.

Miu ya le ha golpeado y lo ha dejado en el suelo.

Me acerco a él, lo levanto y lo golpeó varias veces en sus partes privadas hasta que me quedo satisfecho.

El resto se cubre de forma instintiva.

Cómo estoy cabreado, miro al resto y les doy una paliza rápida y dolorosa, que va a hacer que hoy duerman en el hospital.

Kenichi derrota a Koga por casualidad, golpeando en su barbilla.

Koga va a pedir ayuda a su pandilla, pero ve que los he golpeado a todos y que estoy sentado sobre una pila de cuerpos inconscientes.

No he dado tiempo a Miu a que golpee a ninguno aparte del que la sujeto y le toco la teta.

Esta tan enfadada, que no se ha centrado en ninguno más.

Aunque ahora siente pena por el estado en el que ha quedado y en especial su entrepierna.

No se lo quiere ni imaginar.

Saco mi móvil y hago que IA llame al hospital más cercano de forma anónima para que vengan a buscar a los 8 delincuentes inconscientes.

Koga huye diciendo que soy un monstruo o algo similar.

Tiene unas piernas rápidas y se aleja corriendo a toda velocidad.

Se que se va a encontrar con Kisara y que va a ser regañado.

Ya lo volveré a ver en el futuro.

Seguimos con el entrenamiento y volvemos al al dojo.

La semana termina sin más novedades, salvo un pequeño enfrentamiento de Kenichi con el primer abusón del club de kárate.

Daimonji, va al club de jardinería buscando derrotar a Kenichi junto con otros dos, destrozan el club de jardinería y Kenichi vence sin problemas a Daimonji.

Cuando llega el fin de la semana Kenichi deja de vivir en el dojo y vuelve a entrenar solo a media jornada.

No estoy seguro, pero creo que no ha vuelto a hacer ningún tipo de pago por las enseñanzas ni por los gastos de pensión de los últimos días.

Se lo voy a preguntar a Miu esta misma noche, no es que me importe mucho, pero me parecería bastante dejado por su parte.

Mis entrenamientos avanzan a buen ritmo, mis estadísticas aumentan varios puntos diarios y el ki también progresa adecuadamente.

Mis estadísticas físicas ahora están en los 65 de media, he superado con creces el rango de discípulo, y estoy por encima del experto, aunque no llego a maestro.

Creo que voy a acelerar ligeramente la trama, no quiero esperar el mes que Kenichi juega al gato y el ratón con el grupo de Takeda y Ukita.

El lunes cuando los lleve a la escuela encontraré a esos dos.

Durante la cena, se nota la ausencia de Kenichi y todos se ven algo deprimidos.

"Mañana va a volver, tiene una familia y también necesitan verle de vez en cuando." (yo)

Parece que eso los despierta y la cena se anima.

Después de cenar, en la habitación antes de empezar mi rato de meditación, le pregunto a Miu.

Efectivamente, no ha vuelto a pagar desde la primera vez y en ese momento solamente dio 5000 yenes, que equivaldría a 38 euros o 46 dólares americanos.

Eso por una enseñanza de un mes de varios maestros de artes marciales, totalmente ridículo.

No me extraña que en la serie original el dojo esté en bancarrota y solamente sobreviva por los ingresos de Kensei y Akisame en sus respectivas clínicas.

El domingo, Akisame me dice que lo acompañe a comprar algunas cosas y me hace llevarlo sobre el neumático y la cuerda.

Ya estoy acostumbrado a hacerlo con el y con Apachai y no me da vergüenza.

Nos cruzamos con varias chicas haciendo deporte y las esclavizo por reírse de mí.

Mientras estamos por la ciudad, vemos a tres gánster acosando a dos chicas y a medida que nos acercamos, reconozco a Yuka Izumi, la compañera del club de jardinería de Kenichi.

Esclavizar.

Esclavizo a la otra chica, que aún no se su nombre y le digo a Akisame.

"Esas son compañeras del instituto de Kenichi y Miu, y parecen estar en problemas, voy a ir a ayudarlas." (yo)

Akisame me dice que está de acuerdo y también se acerca pero se mantiene a cierta distancia.

Según me acerco, uno de los gánsteres que me ve, me dice que me pierda y que esto no es asunto mío.

Yuka Izumi, que me ve, dice mi nombre y me pide ayuda.

"Creo que te equivocas, si es asunto mío, ya que son mis conocidas y me han pedido ayuda." (yo

"Te vas a arrepentir de no haberme escuchado." (gánster #1)

"No soy una persona violenta, si dejáis a las chicas tranquilas, ambos podremos irnos sin necesidad de enfrentamientos." (yo)

"Habéis oído eso, este niño nos está amenazando." (gánster #1)

Los otros dos se ríen.

"Vamos a vender a estas dos colegialas a un burdel después de disfrutar de ellas y a ti te vamos a dar una paliza, que no te va a reconocer ni tu madre." (gánster #2)

Cuando el gánster más cercano me pone la mano en el hombro, se la retuerzo, rompiendo todos los huesos de su muñeca con un ruido desagradable y lo arrojo contra el cubo de basura más cercano.

Los otros dos sueltan a las chicas y vienen hacia mi.

Les doy unas patadas bajas en sus piernas y se las rompo un poco, luego los golpeo hasta dejarlos rápidamente inconscientes y los arrojo sobre su compañero caído previamente.

Todo ha sido muy rápido y las dos están asustadas.

"¿Estáis bien?

Yuka está muy nerviosa pero me dice que si.

También me presenta a su amiga, que se llama Makoto Himeno.

Akisame ha comprobado que los tres matones pese a tener alguna fractura, sus vidas no corren peligro y sabe que me he contenido bastante.

Ambas me dan las gracias muchas veces, me dicen que me deben un gran favor, que deben compensarme de alguna forma y después de despedirnos, las dos se van corriendo.

Akisame me felicita y me corrige en distintas partes de mi actuación.

Llega el resto del grupo de gánsteres y su líder un hombre grande enmascarado.

Akisame me da una clase práctica de cómo enfrentarse a alguien más grande usando jiujitsu y después una demostración de cómo usar violencia extrema sin dañar permanentemente a los que golpeas ni matarlos.

Es realmente instructivo y esclarecedor, quedan en peor estado que los tres que golpeo yo antes.

Volvemos al dojo tras hacer las gestiones de Akisame y algunas compras.

Veo a Shigure enseñando a Kenichi con unos periódicos enrollados como si fuesen espadas.

Les miro y le pregunto.

Resulta que Kenichi tiene miedo a las armas, ya que un pandillero le ha sacado una navaja mientras estaba yendo con Miu a un recado y se ha quedado acojonado.

Hay cosas que no cambian.

Hoy Kenichi vuelve a su casa para la hora de la cena y se que se volverá a encontrar con el mismo que le sacó la navaja por la mañana.

Miu me pide que lo vigile hasta que llegue a su casa y lo sigo sin que se entere.

Veo que vence al tío de la navaja y llega a su casa sin más problemas.

Vuelvo, cenamos y después de la meditación tenemos una buena sesión de caricias y sexo entre los tres.

Cuando nos despertamos y ellas van a limpiarse y a vestirse para sus actividades diarias yo limpio la habitación y voy a ver el huerto.

Después de desayunar, acompaño a Miu a la escuela mientras hablamos un poco del futuro y que planes tiene.

Me cuenta que quiere vivir en una casa con un gran jardín en medio de la naturaleza donde cuidar a los hijos que tengamos.

El aura rosa a nuestro alrededor mientras vamos a la escuela pone celosos a todos los que nos cruzamos.

La noticia que Miu es mi prometida, se ha extendido por la escuela como la pólvora y todos los alumnos de la escuela lo saben, incluso Kenichi.

Miu va a sus clases y yo me dedico a dar una vuelta para ver si encuentro a Takeda, Ukita y Koga.

No tardo demasiado en encontrarlos cerca de las instalaciones de la escuela.

Koga me reconoce y me llama monstruo, pero Takeda y Ukita, lo detienen y se acercan.

"Hola, vosotros debéis de ser los que buscan a Kenichi, no es que me preocupe demasiado, pero me gustaría saber porqué, ya que soy su sempai en las artes marciales." (yo)

"Sabes donde está Kenichi, nos han mandado buscarlo." (Ukita)

"Está en la escuela, pero quiero saber ¿Quién lo busca y con qué motivo?" (yo)

"Si no te apartas te haremos daño." (Ukita)

"Debería tener miedo de un cobarde, un lisiado y uno que sólo sabe como agarrar y arrojar a la gente." (yo)

"Tu, ¿Cómo te atreves?" (Ukita)

Takeda sujeta del hombro a Ukita y me mira.

"¿Cómo te has enterado?, no se lo he dicho a nadie." (Takeda)

"Es evidente por los movimientos inconscientes que deberían producir tu brazo al andar y que solo hace tu brazo bueno, y tu postura entre otras cosas." (yo)

"Tsch, eres realmente un monstruo como dice Koga." (Takeda)

"Pero estás de suerte, estoy de buen humor esta mañana, así que te voy a llevar a conocer a uno de mis maestros, que es experto en recolocar huesos y aunque te puedo asegurar que te dolerá como el infierno, podrás volver a usar ese brazo otra vez." (yo)

"Déjate de bromas, he visto a muchos médicos y me han dicho que no tiene solución." (Takeda)

"Tienes dos opciones, vienes andando por tus medios o te golpeo a ti y al grandote y luego os arrastro hasta allí." (yo)

Koga, aprovecha el tiempo de conversación para escabullirse y escapar.

Ukita se enfada al oírme y carga contra mí.

Me agarra y trata de lanzarme, pero no consigue levantarme bien.

"¡Qué demonios!, ¿estás hecho de plomo o algo así?" (Ukita)

"Eres débil, únicamente llevo 50 kilos extras sobre mi cuerpo." (yo)

Le golpeo un poco en el abdomen y se doble como una gamba, y cuando agacha la cabeza, le doy un golpe en la cabeza que le deja inconsciente.

Takeda viene en defensa de su compañero y trata de darme un puñetazo, pero en comparación con Apachai, son a cámara lenta y no me cuesta esquivarlo.

Le esquivo, me lanza varios golpes más, pero ninguno me golpea.

Le doy una patada baja y después un puñetazo en el estómago, que le deja sin respiración y cae al suelo como una gamba, mientras se sujeta la tripa.

Espero cinco minutos para que se despierte Ukita y ayudo a los dos a ponerse en pie.

"Ahora vais a seguirme o debo golpearos más, tengo algo de prisa y puede ser que la siguiente vez me contenga menos." (yo)

Los dos me siguen hasta la clínica Koetsuji junto al dojo y allí está Akisame.

"Te traigo un cliente, es uno de los que persigue a Kenichi, creo que tiene problemas con los nervios de su brazo." (yo)

Akisame se acerca a Takeda y lo examina mientras le pregunta y hablan.

Ukita detrás de Takeda no dice nada pero observa la situación de su amigo.

Yo también me quedo mirando.

Akisame aprieta varios lugares del brazo y el hombro de Takeda, lo que hace que de un grito de dolor.

Takeda levanta su brazo para alejar las manos de Akisame de forma involuntaria, sin darse cuenta hasta después de hacerlo, que ha podido mover el brazo.

Ahora está muy contento y no puede creerlo.

Realmente su lesión tiene una cura.

Takeda y Ukita están muy contentos, tanto que están llorando.

Takeda le pregunta con poca esperanza a Akisame.

"Yo, podría seguir boxeando." (Takeda)

"¿Boxeo?, ¿estas de broma?" (Akisame)

Takeda se deprime un poco, pero no tenía demasiadas esperanzas.

"Con tus brazos cuando termine el tratamiento podrás entrenar para ser campeón mundial de lucha con los brazos." (Akisame)

Takeda esta muy sorprendido y feliz, hasta que le dice que el tratamiento es inventado por el mismo y que solamente sentirá dolor las primeras 732 veces.

La doy una palmada en el hombro y le digo.

"Ánimo, ya te lo dije, te dolería como el infierno." (yo)

Me despido de Akisame diciendo que tengo que volver a entrenar, que voy con retraso y me voy.

Puedo escuchar los gritos de dolor de Takeda a mis espaldas.

En otro lugar, Kisara ya se ha enterado por el cobarde de Koga del encuentro de Takeda y Ukita conmigo y de su derrota.

Otro rival hace su entrada, es musculoso y tiene el pelo largo y despeinado.

Se llama Shinnosuke Tsuji y también pertenece al grupo Ragnarok.

Pasan un par de días en los que sigo con mi rutina.

Los del grupo Ragnarok y los que persiguen a Kenichi, parecen haber dejado de buscarlo y hora están más interesados en mí, el chico misterioso que ha derrotado a los tres del grupo Ragnarok.

Kenichi lo ha notado y está agradecido de la tranquilidad, pero se puede ver que ha empezado a flojear en el entrenamiento.

Sus principales motivaciones de la serie, han desaparecido, la primera y principal era Miu y al ser mi prometida ese camino ha sido cortado, y su segunda motivación era defenderse de los abusones que lo persiguen y ya parecen haber dejado de hacerlo.

Creo que va a seguir viniendo al dojo, al menos por una temporada, pero no me extrañaría que en algún momento lo deje.

Hoy, han pasado cuatro días desde el encuentro con Takeda y Ukita y al volver de acompañar a Miu a la escuela, Shinnosuke Tsuji esta esperándome en el camino que uso habitualmente, con varios delincuentes juveniles a su alrededor.

"Eres Pedro God, el sempai de Kenichi Shirahama, Ragnarok te está buscando y quieren acabar contigo, únete a mi banda, se mi subordinado y te protegeré." (Tsuji)

"En primer lugar, no sé quién eres ni me interesa, ya que no eres una mujer, en segundo lugar no soy subordinado de nadie y nunca lo seré y en tercer lugar no tengo miedo de Ragnarok o como se llame ese grupo de delincuentes aburridos." (yo)

"Serás cabrón, como te atreves a despreciar mi invitación, si te derroto en un combate serás mi subordinado y si me derrotas dejaré de molestarte." (Tsuji)

"Esta bien, tomaré esto como un calentamiento, y te hará darte cuenta de la diferencia entre alguien que se toma en serio las artes marciales y entrena cada día y alguien que solo busca peleas para satisfacer su ego." (yo)

Menos hablar y más luchar.

Dejo que me ataque con todo lo que tiene y simplemente desvío sus puñetazos y patadas usando el mínimo esfuerzo.

Igual que si estuviera jugando con niños.

Esto le enfada y cada vez actúa más violento.

"Deja de esquivar y desviar mis golpes, y lucha." (Tsuji)

Le doy un golpe en el abdomen y le dejo sin aire, después le doy un golpe en la nuca que lo deja inconsciente.

Miro a sus dos subordinados que siempre le acompañan y les digo.

"Decirle que si quiere una revancha, primero encuentre un buen maestro y que entrene adecuadamente antes de buscarme." (yo)

"Gracias por no ser demasiado duro con él." (Sus dos subordinados profesionales)

Vuelvo al dojo y los maestros están reunidos discutiendo sobre algo, la atmósfera parece sería, por lo que decido cambiarme de ropa y entrenar por mi cuenta hasta que terminen la reunión.

En la reunión están discutiendo el futuro del dojo y los discípulos, han visto como Kenichi al no tener la motivación ha empezado a bajar el ritmo y el esfuerzo.

Por otro lado ven como cada día me hago más fuerte y aprendo lo que me enseñan como si fuera una esponja.

Por no hablar, que mis cuotas de enseñanza han cubierto y asegurado los gastos del Ryozanpaku en su totalidad, para más de medio año.

Van a ofrecerme ser un discípulo oficial del Ryozanpaku y empezar a entrenarme adecuadamente.

Es una lástima para Kenichi, pero en el estado en el que está, no cumple con los requisitos para representar al Ryozanpaku y solamente sería una deshonra hacerlo un discípulo oficial, si no se toma en serio las artes marciales.

Salen de la reunión y todos están extrañamente amables conmigo durante todo el día.

Shigure directamente me lo dice, ventajas de que sea mi mujer.

Me llaman los maestros y Hayato me dice.

"Queremos que seas un discípulo oficial del Ryozanpaku, desde ahora tus acciones nos representarán como tus maestros, para lo bueno y para lo malo." (Hayato)

"También te vamos a empezar a entrenar de forma adecuada, piensa que lo que has hecho hasta ahora es solamente calentamiento." (Akisame)

Akisame me pregunta por el peso que llevo y cuando le digo que ha subido a 50 kilos, asiente y me hace subirlo a cien kilos en total.

Treinta en cada pierna, veinte en la cintura y diez en cada una de las muñecas.

Voy a mi habitación para hacer que las cambio y vuelvo con unas más grandes y evidentes, para que no se sorprendan de aumentar el peso y no el volumen.

Ahora realmente me cuesta bastante hacer los movimientos cotidianos, por no hablar del entrenamiento.

Lo primero que me mandan hacer es correr por la ciudad tirando de dos neumáticos, en los que están sentados Akisame y Apachai.

Realmente vamos muy lentos, a esta velocidad Kenichi me ganaría en su entrenamiento habitual.

Después de dos horas corriendo sin descanso, regresamos al dojo y practico golpes y técnicas con el maestro Sakaki y después con Kensei.

Es realmente agotador pero en cuatro horas, mis estadísticas han mejorado más que en las últimas dos semanas.

Durante la comida les pregunto a los maestros, si por ser un discípulo oficial, las tasas de enseñanza que tengo pagar son mayores o se mantienen como hasta ahora.

Todos miran hacia otros lados para no tener que responder a esa pregunta y después de unos momentos, me dice Kensei, que ese tema lo tengo que hablar con Miu, que es la que se encarga de administrar el dojo y las finanzas.

Hayato no está en el dojo, ya que ha tenido que salir a algún viaje.

Después de comer y un entrenamiento más ligero con Shigure, voy a buscar a Miu y a Kenichi al instituto.

Cuando consigo llegar, ya me están esperando en la puerta y me ven sudando y cansado.

Durante el trayecto hasta el dojo me preguntan el motivo por el que voy tan despacio y parezco cansado.

Cuando se enteran que ahora soy un discípulo oficial me dan la enhorabuena y cuando se enteran que ahora llevo cien kilos extra, Kenichi no puede creerlo.

Me subo una de las piernas del pantalón.

Me quito una de las pesas que ocupa desde el tobillo a la rodilla, envolviendo por completo la pierna y se la paso.

"Eres realmente un monstruo, has venido cargando cien kilos extra para buscarnos." (Kenichi)

Recojo mi pesa y la vuelvo a colocar en la pierna.

"Realmente estoy en mi tiempo de descanso, en el dojo es más difícil." (yo)

"No creo que vaya a ser discípulo oficial, estoy seguro que si tengo que hacer algo así moriría en el proceso." (Kenichi)

"Cada uno tiene sus propias metas y propósitos, yo por ejemplo debo ser más fuerte que nadie para poder proteger a las personas que amo, si algún hombre intenta llevarse a Miu, tendré que ser fuerte para protegerla." (yo)

Miu me abraza y pega sus tetas en mi costado y mi brazo.

Kenichi se queda en silencio pensando en lo que realmente quiere para el futuro.

Llegamos al dojo y entrenamos con los maestros, aunque de los tres, ahora soy el más lento y el que más golpes recibe.

Por la tarde el dojo recibe una llamada y resulta ser de la escuela.

Este domingo, van a venir los profesores para hacer una visita y revisión de la familia de Miu, porque les han llegado rumores.

Miu se pone muy nerviosa y trata de organizar toda una estrategia para que el dojo parezca una familia normal.

Viendo que es imposible, me pregunta por mi opinión.

"No tienes que alarmarte, no hay ningún problema, esto es un dojo y como tal, es normal que haya maestros de varias disciplinas distintas y no hay ningún problema en decir que somos prometidos, ya que cuando pueda vencer al anciano, querré que te cases conmigo, por lo que es cuestión de tiempo." (yo)

Se pone roja como un tomate y mira a ver lo que dicen los demás, pero todos están esquivando la mirada y silbando para disimular.

A estas alturas todos en el Ryozanpaku, menos Kenichi saben que las dos son mis mujeres, aunque hacen como si no lo supieran.

Decide confiar en mí y parece calmarse un poco.

Hoy es viernes y el domingo será la visita, no creo que haya problemas.

Por la noche para meditar y dormir, me quito las pesas y es un gran alivio, pero estoy tan cansado que no tengo suficientes, fuerzas ni para una ronda rápida.

Me duele todo el cuerpo y mis músculos están muy cargados.

Me tomo una poción de restablecimiento para poder dormir adecuadamente.

A las cuatro de la mañana, Akisame viene a despertarme, no entra en la habitación y está esperando tras la puerta.

Salgo de la habitación tras cambiarme de ropa y da comienzo mi entrenamiento diario, arrastrando el neumático con Akisame encima por la ciudad.

Volvemos después de dos horas, cuido el huerto y desayunamos.

Takeda ha estado viniendo a sus sesiones de recuperación a la clínica, todos los días sin falta, desde que empezó su tratamiento, aunque es muy doloroso, tiene mucha fuerza de voluntad y quiere recuperarse completamente.

Suele quedarse un rato durante el entrenamiento y nos estamos haciendo amigos más o menos.

Me ha contado, que ha dejado el grupo Ragnarok y que quiere volver al boxeo, que cuando se haya recuperado totalmente, buscará un maestro y entrenará hasta ser el mejor.

Se siente atraído por Miu, pero como sabe que es mi prometida, no hace ningún movimiento para acercarse.

Como sé que van a ir a por él, le pido que me deje su teléfono móvil y cuando me lo deja, le pongo mi número en marcado rápido por si tiene problemas.

Se que por su historia, no es de los que piden ayuda, pero le digo que soy mucho más fuerte y que sus problemas no son muy complicados para mí y termina aceptando aunque no le guste.

El domingo viene un profesor calvo y una profesora.

Todo va según lo previsto y en cuanto se entera que esté es el dojo de Akisame, todo va como la seda.

No hay ningún problema a vivir en el dojo y están muy satisfechos.

No me olvido de esclavizar a la profesora antes de que se marche.

Miu esta agradecida por todo y ve a todos los maestros y a mi, como su familia.

Pasan varias semanas sin ningún problema y ya me he acostumbrado al peso, después del cuarto día de ser discípulo oficial, ya pude aguantar por la noche un par de rondas de sexo con las dos antes de dormir.

A día de hoy tres semanas después ya voy sin problemas con ese peso y mis estadísticas se acercan a los cien, siendo el aguante, la única que ha superado esa cifra con ciento tres puntos.

La fuerza noventa y nueve, y la agilidad noventa y ocho puntos.

El ki sei y dou los tengo en más de cuarenta puntos cada uno, pero la combinación aún está bloqueada.

Intento entrenar los dos al mismo tiempo y no puedo hacerlo, no se si hay algún requisito previo para hacerlo.

Durante estas últimas semanas, aunque Kenichi no vive aquí y no es discípulo oficial, su hermana Honoka ha estado viniendo de visita y se pasa las horas jugando con Apachai y con Shigure además de mirarme entrenar siempre que puede.

Algunas noches la he acompañado a ella y a Kenichi de vuelta a su casa y he aprovechado para saludar a su encantadora madre Saori.

Hoy es fin de semana, después del entrenamiento de la mañana, cuidar el huerto y del desayuno, todos los maestros han salido del dojo por diferentes motivos.

Miu y yo nos hemos quedado solo en el dojo, Miu con las tareas de la casa y de gestión y yo entrenando.

Todo está tranquilo hasta que llega un grupo para desafiar al dojo.

El líder de este grupo es bastante cómico, tiene la cara pintada de blanco y rojo y tiene coletas pequeñas en el pelo que hacen parecer que su cabeza es como un cangrejo.

Miu les entrega un registro para que se apunten y las reglas del dojo.

Tienen que pagar una tarifa de 10.000 yenes por combate y lo aceptan sin problemas, pero como no está ninguno de los maestros, es Miu la que va a encargarse del desafío.

La detengo y la digo, que como discípulo oficial del dojo, me gustaría representar a los maestros.

Miu acepta ya que sabe lo fuerte que me he vuelto y así comienza el combate.

Me quito todas las pesas, ya que no conozco el nivel del retador, aunque creo recordar de la serie que era bastante débil.

Sin las restricciones, me siento mucho mejor para pelear y así da comienzo el combate.

En un par de movimientos, veo que el no es rival para mí y le derroto de varios golpes, dejándolo tirado en el suelo, inconsciente y derrotado.

Los otros que han venido con él, no se creen que haya ganado de forma honrada y me atacan para vengar a su maestro.

Únicamente me defiendo, su nivel y fuerza son incluso más bajos que su líder y sin las restricciones podría hacerles mucho daño.

Así que solamente les golpeo ligeramente evitando sus zonas vitales.

Estoy empezando a comprender a Apachai con el entrenamiento de Kenichi.

Todos terminan tirados en el suelo, aunque estoy seguro que no los he dañado demasiado.

Akisame va a tener hacerles una revisión.

Sakaki aparece desde un rincón mientras aplaude y me da la enhorabuena por defender adecuadamente el dojo en la ausencia de los maestros.

Los maestros empiezan a volver y llevamos a los inconscientes retadores hasta la clínica de Akisame para que los revise.

Por la tarde viene Kenichi y también lo hace Honoka.

Kenichi después de un rato de entrenamiento, le pregunta a Akisame por unas vacaciones del entrenamiento y parece estar de acuerdo con la idea.

Lo habla con el resto de los maestros y después de de debatirlo unos segundos, se establece ir a pasar unas vacaciones en la isla Furinji, llamada así porque la descubrió el anciano y no aparece en ningún mapa.

El próximo fin de semana iremos allí.

Kenichi y Honoka están invitados a venir, y están encantados.

Durante esta semana antes de viajar a la isla, he subido el peso de mis restricciones de 100 a 130 kilos, se que esto, solamente es posible en este tipo de mundo de animación y gracias a mi sistema, donde el entrenamiento y las capacidades físicas superan la lógica.

No me voy a quejar de esto, ya que me favorece y me ayuda a llegar a la cima más rápido.

La semana pasa rápidamente y llega el momento de partir hacia la isla.

Kenichi y yo vamos a ser el motor del barco, que esta construido por los propios maestros y funciona a pedales.

Kenichi está bastante motivado por algún motivo que no ha querido contarme y yo con los pesos puestos, no soy tan rápido como él en estos momentos.

Aunque no me quedo atrás.

Cuando llevamos varias horas pedaleando, Akisame y Sakaki, sacan a Kenichi de ahí, ya que ha llegado a su límite y me dicen que me quite las pesas y ahora entre los tres hacemos que el viaje sea mucho más rápido.

Una vez que llegamos, Akisame me prohíbe el uso de las pesas hasta que volvamos al dojo, pero quieren que Kenichi y yo salteamos desde un acantilado para ver nuestro valor.

Yo salto sin problemas y voy nadando hasta donde están Miu y Honoka.

Kenichi parece tener miedo a las alturas y al agua y no consigue saltar.

Shigure usa un traje de baño bastante revelador y tradicional por decirlo de alguna manera.

Salta desde el acantilado al igual que he hecho yo hace unos momentos y sale del agua con un gran pez, pinchado en un tridente que lleva en la mano.

Hayato, que lleva un traje de baño igual que el de Shigure, lo que es muy perturbador, agarra a Kenichi y salta con el desde el acantilado.

Termina desmayado, cuando se despierta, escucha que van a volver a hacerle saltar, y se fuga al interior de la isla.

Aunque en esta ocasión no se vaya a encontrar con Shigure, ya que está conmigo en la playa.

Los demás maestros van a buscarlo y yo me quedo Miu, Honoka y Shigure en la playa jugando y divirtiéndonos.

No tengo mi visión divina, pero se que en algún momento, vendrán al menos cuatro grandes tiburones.

Subo al acantilado para poder ver sus siluetas cuando aparezcan y poder esclavizarlos correctamente.

Mientras espero a que hagan su aparición, aprovecho para meditar.

Los cuatro tiburones no se hacen esperar demasiado y les veo llegar desde la distancia ya que son grandes.

Esclavizar.

Esclavizar.

Esclavizar.

Esclavizar.

No les hago nada más, pero cuando se acercan a las tres que aún no los han notado, salto desde el acantilado, entonces Shigure se da cuenta que algo no está bien y se da cuenta que ha bajado la guardia.

Cuando llego al agua, las tres se han dado cuenta de los tiburones.

capturo a los cuatro y llego nadando a donde están las tres asustadas chicas.

Agarro a Honoka y nado hacia la zona que no cubre más que hasta las rodillas, Miu y Shigure también vienen y no saben que ha pasado.

"¿Estáis bien?, me pareció ver cuatro sombras, que me parecían tiburones en el agua acercándose a vosotras y no he podido evitar saltar." (yo)

Honoka esta muy asustada y me está agarrando el cuello mientras está sollozando.

Shigure no sabe dónde han ido los tiburones, pero estaban allí sin ninguna duda y ella se culpa por haber bajado la guardia.

Miu también está preocupada, pero ahora que todo se ha solucionado, está tratando de animar a Honoka.

Los maestros han encontrado a Kenichi, lo trae Apachai agarrado, pero cuando ven el ambiente extraño, se acercan a ver que ha pasado.

Cuando se enteran de los tiburones, hay diferencias entre las opiniones, pero como han desaparecido no hay nada que hacer, salvo tener cuidado cuando entremos al el agua.

Pasamos todo el fin de semana en la isla, disfrutando de las mini vacaciones.

Honoka me ve como su caballero de brillante armadura por haber saltado al agua habiendo tiburones para salvarla.

No se separa de mi, tanto, que incluso cuando se entera que duermo junto a Shigure y Miu, insiste en dormir también con nosotros.

Cómo es demasiado joven para nada más, no voy a tener diversión estas noches.

Simplemente me abraza, duerme encima de mi y me usa como una almohada, mientras que Miu y Shigure duermen a mis lados.

En el viaje de vuelta se entera que ambas van a ser mis esposas.

Se pone muy contenta y se la puede ver murmurar sola y poner una cara como si estuviera planeando algo.

Una vez que volvemos a la ciudad, acompaño a Honoka y a Kenichi a su casa.

Saludo a Saori, cada vez que la veo, alabo su belleza y veo que se sonroja, aunque sin mis habilidades de visión, no se su nivel de afecto, ni lo que siente por mí.

Después de dejar a los hermanos, vuelvo al dojo y los maestros han decidido volver a separar los entrenamientos.

Han decidido empezar a enseñarme verdaderamente sus técnicas, mientras que Kenichi continuará con las enseñanzas básicas y la formación standard.

Por la noche, después de tres días hoy con renovadas energías Miu, Shigure y yo follamos y nos perdemos en el placer.

A las 4 menos cinco de la mañana, poco después de acostarnos a descansar, suena mi alarma del móvil.

La apago rápidamente para que no moleste a las dos bellas durmientes en la cama, limpio la habitación, me visto, me pongo las pesas y me bebo una poción de restablecimiento, antes de salir de habitación para empezar con mi entrenamiento diario.

Nada más salir de la habitación, me encuentro Akisame que venía a buscarme.

"Buenos días maestro, empecemos con el entrenamiento, me siento lleno de energía." (yo)

Akisame mira hacia la puerta cerrada de mi habitación durante unos momentos y después vamos hasta el exterior del dojo para empezar a correr como de costumbre.

Corro alrededor de la ciudad durante dos horas y cuando vuelvo tengo que hacer diferentes ejercicios, para fortalecer los músculos del abdomen, los brazos y la flexibilidad.

Después del desayuno voy con Miu a la escuela y después de dejarla allí, voy a volver pero me encuentro con el amigo raro de Kenichi, creo que se llama Nijima.

Intento ignorarlo, pero me dice que el castigo a Takeda por abandonar Ragnarok va a ser pronto y que una mujer llamada Kisara me está buscando.

"Voy a darte una oportunidad para llamar mi atención, consígueme toda la información que puedas de esa chica llamada Kisara, y si me estoy satisfecho, podría considerar ayudarte si necesitas ayuda alguna vez, a cambio de conseguirme información cuando lo necesite." (yo)

Saco un papel con mi número de teléfono y le digo que me pase la información cuando la tenga.

Después me marcho sin mirar atrás.

Se que esta sonriendo y apuntando información.

No me cae bien, pero me resulta interesante y es bueno reuniendo información.

Vuelvo al dojo, reviso el huerto y recojo varias de las plantas maduras, siembro y veo que los melones están maduros.

Cosecho unos cuantos, para tomarlos hoy en la cena.

La información de Kisara no tarda mucho en llegar a mi teléfono.

Con una fotografía incluida.

Todos sus datos personales, incluyendo sus gustos, aficiones y medidas.

Su número de teléfono, dirección, incluso sus datos financieros.

Hay que reconocer que Nijima es muy eficiente si tiene un objetivo y una motivación.

Le mando un mensaje diciéndole que estoy satisfecho y le mando un indicador (+1) indicando que puede llamarme una vez si necesita ayuda.

Me puedo imaginar su cara sonriente ahora mismo.

Le mando otro diciendo que no se le ocurra incluirme en alguna estúpida alianza y que mi ayuda será puntual a cambio de información.

Ahora debe estar pensando que soy vidente o algo así, porque estoy convencido que quería hacer justamente eso.

Sus planes de crear la alianza Shimpaku no van a cambiar, aunque tendrá que conformarse con Kenichi.

Hago que IA se encargue de hackear las redes y localice los móviles de Nijima, Kisara y Takeda.

Para IA es algo bastante sencillo, aunque con la tecnología de este mundo, la localización no es muy precisa, es solamente aproximada con algunos márgenes de error de aproximadamente 10 o 15 metros.

En estos momentos, los tres se encuentran en el interior de la escuela.

Apachai me ve usando el móvil y me dice que también quiere tener uno.

Le digo que le voy a conseguir uno cuando vuelva de recoger a Miu de la escuela, pero que lo tiene que tratar con cuidado, por que son bastante delicados y si lo rompe no le conseguiré otro.

Está muy entusiasmado y me promete cuidarlo.

Después de comer y terminar el entrenamiento, voy a buscar a Miu.

Busco en la tienda un teléfono resistente y que sea lo más fácil posible.

Solo tiene los botones de colgar y descolgar, de colores rojo y verde, los números del 0 al 9 y una pantalla en la que aparece el número o nombre de quien te llama, si lo tienes guardado.

Se que los demás maestros van a querer uno también, así que consigo uno para cada maestro y otro para Miu, y hago que IA los controle.

Cuando llego a la escuela recojo a Miu y a Kenichi, y vamos hacia donde se que esta Kisara, ya que tengo ganas de conocerla en persona.

Cuando la encuentro, veo a una mujer pelirroja, con el pelo corto y una gorra, que lleva unos pantalones vaqueros muy ajustados y reventados por los muslos.

Su pecho no es demasiado evidente por la camiseta amplia que lleva, aunque es más pequeño que el de Miu o Shigure, no está mal.

Su trasero está muy apretado y sus piernas son muy bonitas.

Una de las piernas de su pantalón esta recortada totalmente y la otra está bastante dañada con varios cortes.

Tiene unos grandes ojos verdes muy bonitos, con rasgos felinos.

Se va a enfrentar con Shinnosuke Tsuji.

Kenichi se esconde tras un muro y Miu se queda detrás de mi a ver que pasa.

Me acerco y digo.

"Hola Tsuji, veo que no has escuchado mi consejo y ahora quieres pelear con una hermosa chica." (yo)

"Tu, monstruo, por tu culpa casi todos mis subordinados me han abandonado." (Tsuji)

"Veo detrás de ti, a algo mejor que 1000 subordinados, dos amigos y te aseguro que es mucho más difícil conseguir un solo amigo que mil idiotas que te sigan, ahora vete a buscar un maestro y entrenar adecuadamente antes de que te dé otra paliza." (yo)

Mira a sus dos amigos y después de suspirar, me dice.

Voy a hacerte caso, voy a buscar a un maestro y algún día volveré para hacerte pagar

"Qué interesante, tu debes de ser el llamado monstruo que ha cuidado de los miembros de mi banda." (Kisara)

"Creo que no nos han presentado señorita, estoy seguro que recordaría a una mujer tan hermosa y en tan buena forma como tu." (yo)

Veo como se sonroja hasta que su cara se pone del color de su pelo.

"No creas que vas a distraerme con palabras bonitas, soy Kisara Nanjo, y soy uno de los ocho puños del Ragnarok." (Kisara)

"Yo soy Pedro God, discípulo del Ryozanpaku, y viendo que quieres pelear contra mí, hagamos una apuesta para hacerlo más interesante." (yo)

"¿Que clase de apuesta?" (Kisara)

"Sencillo, el perdedor hará lo que pida el ganador sin importar lo que sea." (yo)

Me mira y se empieza a imaginar muchas cosas, que hacen que se avergüence y se sonroje aún más.

Empieza a tartamudear y va a negarse.

"Qué decepción, no pensé que te asustarías por una pequeña apuesta, y que esa confianza en tus habilidades era solamente fachada para pretender ser fuerte y capaz, resulta que sólo eres una damisela asustadiza." (yo)

Su vergüenza se transforma en enojo y su respuesta es como la de un gato, al que se le erizan los pelos y saca las uñas.

"Yo no soy ninguna damisela asustada, acepto tu ridícula apuesta y cuando te derrote, haré que seas mi perro y te pasearé con una correa por la calle." (Kisara)

Se pone en posición de lucha lista para empezar.

"Para que tengas alguna posibilidad, voy a luchar contra ti, sin quitarme las restricciones." (yo)

Ella lanza su primera patada mientras me grita.

"No pongas escusas, esta es una pelea y no hace falta que te contenga porque soy una mujer." (Kisara)

Esquivo su patada y las siguientes también.

"No es porqué seas una hermosa mujer, es porque soy mucho más fuerte que tu, y no soy capaz de controlar adecuadamente mi fuerza." (yo)

"Deja de esquivar y deja de intentar despistarme con esas palabras." (Kisara)

Me quito una de las pesas de la muñeca mientras esquivo otra patada y cae al suelo haciendo mucho ruido.

Eso asusta un poco a Kisara, que empieza a pensar que no va a ser fácil derrotarme.

Me ataca con más entusiasmo y mientras esquivo sus patadas o las desvío, me quito la pesa del otro brazo y se repite el sonido.

Esto la pone muy nerviosa y hace una patada muy abierta y se expone demasiado, pero ya no puede dar marcha atrás.

Agarro su pierna expuesta por la patada, la sostengo en alto mientras acarició su muslo expuesto sin la pierna del pantalón, hago una llave de lucha libre, la derribo y la inmovilizo mientras me siento sobre ella.

Acaricio su suave y firme muslo y le digo suavemente al oído.

"Creo que has perdido Kisara, ahora es tiempo de cumplir con los términos de la apuesta." (yo)

"Bastardo, ¿Qué es lo que quieres?" (Kisara)

"No te preocupes, no te voy a poner un collar y orejas de perro para pasear por la ciudad, es algo menos vergonzoso, quiero que seas mi mujer desde ahora." (yo)

"¿Qué?" (Kisara, Miu y Kenichi al mismo tiempo)

Esclavizar. (Kisara)

"¿No vas a cumplir con tu palabra, además de una damisela asustada, también eres una mentirosa sin honor?" (yo)

Kisara empieza a tartamudear cosas incomprensibles.

Hago aparecer mi anillo nerfeado en mi mano, me acerco a Kisara y se lo pongo en el dedo anular.

Saco un plano de papel de mi bolsillo, con la dirección del Ryozanpaku y le digo.

"Cuando estés lista para venir a vivir conmigo, esta es la dirección, además mi número de teléfono está también escrito en la parte de atrás." (yo)

Le doy un besito en los labios y la ayudo a incorporarse antes de salir de allí y volver al dojo con Miu y Kenichi que aún tienen la boca abierta de par en par.

"Ya nos tienes a Shigure y a mí como tus mujeres, ¿tenías que hacer que esa chica también lo sea?" (Miu)

"¿Heee?" (Kenichi)

"Miu, no tienes que estar celosa, no te voy a dejar, ni tampoco voy a dejar a Shigure, puedes pensar que ahora tienes otra hermana más en la familia." (yo)

Kenichi ha entrado en su propia fantasía mental y Miu acaba de ver las cosas desde otra perspectiva, no como una rival, sino como una hermana, una compañera y una más de la familia.

Me asombra lo sencillo que ha sido que acepte a una mujer más, pero no voy a quejarme por ello.

Llegamos al dojo de vuelta y nos ponemos a entrenar como cualquier otro día.

En momentos como este, echo de menos mis poderes, ya que me gustaría saber que estará pensando Kisara en estos momentos.

Si estuviera viendo a Kisara, sabría que aún está en el mismo lugar que ha sucedido el combate y esta mirando tontamente el anillo de su dedo, que no consigue tocar, tocando sus labios recordando la sensación de ser besada.

Mira el mapa que le di y el número de teléfono.

También ha guardado las dos pesas que usaba en los brazos y me olvide de recoger después del combate.

Esta asombrada con la cantidad de kilos que llevaba antes del combate y aún así podía esquivarla fácilmente.

Hoy tiene una reunión con los otros puños de Ragnarok, ya que tiene una pelea contra un grupo numeroso.

Deja de lado los pensamientos sobre mí para más tarde y se va al encuentro los 7 puños.

En el dojo, mi entrenamiento es diferente que el de Kenichi, es más intenso y más específico en técnicas, pero puedo escuchar sus gritos mientras entrena y recibe golpes constantemente.

Después de ver como conseguía otra mujer hermosa, esta muy deprimido y muy celoso.

Los maestros están muy contentos con sus nuevos teléfonos, Apachai esta muy emocionado y les enseño a usarlo y cada uno configura al resto de los teléfonos incluyendo el mío en contactos para marcado rápido.

Akisame ha diseñado una especie de arnés que parece una obra de ingeniería, con muelles, poleas y pesas, que enganchan todo mi cuerpo y hacen que tenga que hacer más fuerza para realizar cada movimiento.

Además de añadir 30 kilos más, al peso muerto que ya estoy cargando.

Creo que antes de salir de este mundo seré como una hormiga, levantando muchas veces su propio peso.

Por el momento me he dado cuenta que tengo que quitarme mis propios pesos cuando voy a mi habitación en el piso de arriba ya que si me descuido puedo romper el suelo y caer al piso de abajo.

Para empezar, mi habitación está en el edificio más antiguo y abandonado del dojo, es posible que en el futuro si mi familia crece mucho, tenga que pedirle permiso al viejo para hacer alguna reforma, o simplemente tirar las paredes de las habitaciones vacías de alrededor.

Los maestros tienen sus habitaciones en el edificio principal.

Por la noche, después de que se marcha el otro discípulo, Miu prepara la cena, con ayuda de Shigure y nos damos un pequeño festín con los melones recogidos en el huerto.

Nos acostamos y tenemos una sesión especial de caricias y amor entre los tres.

A las cuatro de la mañana suena mi despertador y empieza mi entrenamiento una vez más.

Hoy el día transcurre con normalidad hasta que Nijima me manda un mensaje diciendo que va a ser el castigo de Takeda y la ubicación.

Le respondo al mensaje con una respuesta afirmativa, una cara sonriente y un (0),dando a entender que acepto su petición.

También me da la información, que va a ser efectuado por Kisara y que otro de los puños, un tal Hermit, va a estar observando.

Le digo a los maestros que voy a salir, que tengo que ayudar a Takeda.

Me voy con todas las pesas y el arnés incluido.

Para enfrentarme a estos pandilleros no creo que tenga problemas.

Llego allí y veo estando oculto como rodean a Takeda.

Ukita hace su entrada y arroja a Koga.

Empieza la pelea y Takeda no se acuerda o no quiere llamarme.

Pero por un golpe a su móvil, me llama de forma accidental al estar en marcado rápido.

No acepto la llamada pero decido hacer entrada cuando están derrotados y Koga quiere romperles los brazos.

Entro en escena aplaudiendo.

Ayudo a Takeda y a Ukita y les doy a cada uno una poción de restablecimiento y se las hago beber.

"Que placer encontrarte de nuevo Kisara, gracias por cuidar de Takeda." (yo)

Empiezo a dejar inconscientes a todos los pandilleros que me atacan usando técnicas de Kensei, hasta dejar solamente a Kisara y a Shiratori, su mano derecha, que es una chica que se viste habitualmente como un hombre.

"¿Ya has decidido venir a vivir conmigo esposa?, te aseguro que si vives conmigo y entrenas en mi dojo, pronto serás mucho más fuerte que cualquier hombre, tu debes de ser Shiratori, su amiga de confianza, si quieres también puedes venir a vivir con nosotros y entrenar." (yo)

Esclavizar. (Shiratori)

Las dos están con cara de asombro y Kisara está muy avergonzada.

La sorprendo, la cojo como si fuera una princesa y le digo a Shiratori.

Si quieres asegurar el bienestar de tu amiga, sígueme.

Kisara se intenta resistir y escapar de mis brazos, pero es como si fueran de acero y no puede soltarse, se da por vencida y se acomoda en mis brazos con la cara totalmente roja como un tomate.

Shiratori nos sigue de cerca sin decir nada.

Takeda y Ukita se han puesto de pie recuperados y también me están siguiendo.

Mientras nos estamos marchando, llega Nijima con la bandera de la alianza Shinpaku.

Saludo a Nijima, que me ve con Kisara en brazos y antes de que me pregunte, le digo.

"Es el botín de guerra." (yo)

"No soy el botín de nadie." (Kisara)

La doy un beso en los labios, que la deja en silencio y avergonzada.

Ukita y Takeda que me siguen, se paran con Nijima y su grupo.

Me despido de Nijima, Takeda y Ukita y me llevo a Kisara.

Shiratori nos sigue para ver lo que sucede con Kisara.

Pronto llegamos al Ryozanpaku y me paro en la puerta antes de entrar y le preguntó a Shiratori.

"Kisara va a empezar a vivir aquí, ya que hizo una apuesta. Perdió y ahora es mi mujer, si quieres, puedes venir tu también, es el mejor dojo de artes marciales que puedas imaginar." (yo)

Después de pensarlo unos minutos, asiente y está de acuerdo.

Me acerco a ella, dejo a Kisara en el suelo y tomo la mano de Shiratori.

Sin que tenga tiempo de reaccionar, le pongo mi anillo en su dedo anular.

Agarro a las dos por sus brazos y avanzo hasta la puerta, la empujo con el pie y se abre para que pasemos.

Al oír que alguien entra, Apachai y Shigure se acercan a ver quién viene.

Me preguntan por las visitas y les digo.

"Son nuevas discípulas y vivirán aquí con nosotros, pero puedes tratarlas como hermanas." (yo)

"Apa." (Apachai)

"Entiendo, será más divertido." (Shigure)

"Shigure, podrías reunir al los demás maestros y a Miu en el salón, me gustaría presentarles a las dos nuevas incorporaciones, para ver que deberían entrenar." (yo)

Shigure se va rápidamente y a simple vista parece que desaparece.

Las dos chicas están asombradas y algo asustadas de la apariencia de Apachai.

Llegamos al salón y los maestros van viniendo y Miu también.

Parecen saltar chispa de sus ojos cunado se miran entre Miu y Kisara.

Una vez que están todos reunidos.

Hago las apropiadas presentaciones y les pido a los maestros consejo y guía para entrenar a las dos.

Los maestros parecen algo dudosos, pero les convenzo diciendo que tienen cierta base y que van a pagar las tarifas completas.

Además que las pueden considerar parte de mi familia.

Las dos se sonrojan pero no dicen nada, están abrumadas por la atmósfera que han creado los maestros.

Saco dos millones de yenes, los pongo sobre la mesa y Kensei rápidamente saca el pergamino de registro para inscribir a las dos.

Ahora solo queda decidir que van a entrenar y para comenzar, las dos van a mejorar su condición física general, entrenando con Akisame y como también son alumnas de la escuela, tendrán los mismos horarios que Kenichi.

Miu se encarga de mostrar todas las instalaciones a las dos, mientras me quedo hablando con los maestros.

Parecen contentos con las nuevas incorporaciones, pero me dice Hayato, que es mejor si les aviso previamente y que tenga cuidado con quienes invito.

"Así lo haré, gracias por la confianza, si traigo a alguien más, avisaré previamente." (yo)

Me despido para ir a entrenar.

Los maestros al quedarse solos, se miran entre ellos y discuten la situación.

Kensei es el primero en decir, que voy a conseguir un harém aquí en el Ryozanpaku, pero que no tiene nada en contra y que no es una mala idea tener más discípulos, aunque no lleguen a ser discípulos oficiales.

Después de debatirlo entre ellos llegan a la conclusión que es bueno extender la influencia del Katsujinken.

Aunque sospechan que todos los posibles discípulos que traiga sean mujeres y que todas terminen en una relación conmigo.

Normalmente estarían en contra de algo así, pero por algún motivo, no les parece mal siempre que las chicas implicadas estén de acuerdo y sean felices.

Hayato permanece en silencio respecto al tema y Shigure, que es la más implicada en el tema directamente, dice que no hay problema y que soy muy capaz.

Dejando a todos de piedra, porque se sonroja cuando lo dice.

Miu, Kisara y Shiratori, hablan mientras Miu les muestra todo el dojo y las hace un recorrido por todos los lugares de uso habitual.

Les enseña los edificios, las zonas de entrenamiento, el huerto, la fuente de aguas termales detrás de la arboleda más allá del huerto.

Hablan de las artes marciales y de la vida aquí en el dojo.

Aunque ha sido muy precipitado, las dos con mis estadísticas de encanto se han sentido atraídas por mi y mi suerte también ha influido en que las dos hayan aceptado mis avances poco ortodoxos.

Kisara y Shiratori viven en apartamentos solas en apartamentos de la ciudad siendo independientes, cada una por separado.

Mañana irán a buscar sus cosas básicas para mudarse, hoy usarán algunas cosas prestadas de Miu.

Cuando me doy cuenta, las tres están mirando como entreno.

Miu ha decidido, que con el ingreso extra de dos millones, hoy podemos darnos el lujo de encargar la cena.

Apachai y Sakaki han ido a buscar la cena encargada y a comprar bebidas para celebrar la llegada de nuevos discípulas al dojo.

El único sitio que no las ha mostrado, es la habitación que van a dormir, Miu se lo está reservando especialmente para sorprenderlas.

Mientras me están viendo entrenar con Kensei, Kisara me dice, que tiene mis pesas guardadas en su apartamento, que se me olvidaron después de la pelea.

"Es verdad, ya me acuerdo, eran mis pesas para los brazos, puedes quedártelas ya las he sustituido por otras más pesadas" (yo)

"¿Cuanto peso llevas encima mientras entrenas?" (Kisara)

"Ahora llevo 30 kilos más que cuando me enfrente a ti, ahora llevo encima 160 kilos, sumando las pesas de las piernas, de los brazos, las de la cintura y el arnés de Akisame que me estira constantemente." (yo)

Kisara y Shiratori se ríen y piensan que estoy exagerando de forma descarada.

Lo único que dice Miu, es que tenga más cuidado para no romper el suelo del dojo, que ya tiene bastantes agujeros.

Las dos miran a Miu y me miran a mí después, y nos preguntan.

Kensei mientras tanto al tiempo que me está enseñado, también está sacando fotografías de las tres.

"¿No es una broma?" (Shiratori)

"¿Realmente está cargando con 160 kilos de peso extra mientras está entrenando esos movimientos chinos extraños?" (Kisara)

Kensei corrige a Kisara y le dice que es una variedad de Kempo.

Las dos ahora prestan más atención.

"¿Nosotras también aprenderemos este tipo de técnicas?" (Kisara)

"Aún es pronto para pensar en las técnicas, primero necesitáis fortalecer más vuestros músculos, y mejorar vuestra base y balance general." (Kensei)

Después de un buen rato, llegan Apachai y Sakaki cargando un montón de bolsas de comida y de bebidas.

Cenamos y nos vamos a acostar.

Miu les dice a Kisara y Shiratori, sobre dormir en la misma habitación que ella y que Shigure, y las dos le responden que no les importa.

Cuando llegan a la habitación y yo estoy sobre la cama con las piernas cruzadas y meditando.

Me falta poco para llegar a 50 puntos en cada tipo de ki de este mundo.

Kisara y Shiratori piensan que se han equivocado de habitación o que yo me he confundido.

Se vuelven para mirar a Miu, que tiene una sonrisa como si fuera el mismo diablo.

Justo en ese momento llega Shigure desde el techo y se empieza a cambiar de ropa sin ningún tipo de vergüenza o pudor.

Dejando al aire sus maravillosos atributos y poniéndose el camisón de seda para dormir.

Miu se pone su pijama, de huellas y les presta a las dos un par de camisones para que puedan cambiarse.

"Esta en medio de la meditación, no va a abrir los ojos hasta dentro de un rato." (Miu)

"Parecéis dos ovejas delante de un lobo, no tengáis tanto miedo, no os va a comer al menos por el momento, podéis dormir tranquilas, su entrenamiento empieza a las cuatro de la mañana y está demasiado cansado para cualquier otra cosa la mayoría de las noches." (Miu)

Shigure sin esperar, ha ocupado su sitio a mi lado y se ha quedado mirándome la cara de cerca como de costumbre.

Esta tan cerca, que puedo sentir su respiración en mi cara.

En la habitación estoy sin pesas y sin el arnés, el cual he guardado directamente en el inventario.

Se puede ver perfectamente mi cuerpo y mis músculos.

Solamente llevo unos pantalones cortos que cubren mis partes.

Mi pecho, abdominales, brazos y piernas están al descubierto.

Las tres se cambian de ropa y cuando lo hacen, Kisara y Shiratori se quedan mirando el balanceo de las dos tetas de Miu cuando se quita la ropa.

Miu termina de cambiarse y también se tumba a mi lado en la cama.

Kisara y Shiratori se miran entre ellas y parecen llegar a un entendimiento entre ellas.

Ya es demasiado tarde para retroceder.

Las dos se quitan la ropa y cuando van a ponerse las ropas de dormir me miran y ven que tengo los ojos abiertos y las estoy mirando.

Las dos tratan de cubrirse y e entran ganas de reír.

"Sois muy hermosas, soy un hombre muy afortunado." (yo)

Después me tumbo en la cama y enseguida me duermo mientras me abrazan Miu y Shigure una a cada lado.

Las otras dos se han quedo paralizadas.

Después de unos momentos de bloqueo, terminan de vestirse para dormir y se meten en la cama.

A las cuatro menos cinco, suena mi alarma, me despierto, me pongo las restricciones y la ropa y salgo a entrenar.

Kisara y Shiratori, que no han podido dormir por los nervios, se viste también y deciden seguirme para ver que tipo de entrenamiento hago a estas horas.

Me ven salir con Akisame, como me ato una cuerda a un neumático y se sube encima.

Akisame ve a las dos y las invita a seguirnos, aunque ellas no lleven peso, el ejercicio de correr también es bueno.

Comenzamos la carrera diaria diaria de dos horas por la ciudad.

Cuando volvemos empiezan las flexibles, sentadillas y ejercicios abdominales.

Shigure que ya se ha levantado, me ayuda durante estos ejercicios sentándose encima de mí, lo cual es bastante más agradable que el peso normal o pensar en cualquier otro maestro haciéndolo.

Las chicas han hecho el mismo ejercicio que yo, pero sin las restricciones o el peso extra y no entienden cómo puedo hacerlo con 160 kilos de peso muerto más lo añadido de los maestros.

A ellas las está costando hacer lo mismo sin la dificultad añadida.

Una vez que terminamos estos ejercicios, les digo que pueden ir a darse una ducha y arreglarse para la escuela, que yo voy a cuidar del huerto hasta el desayuno.

El huerto va estupendamente y solamente hay que regar y arrancar algunas malas hierbas.

Los tomates ya están casi maduros y hay otros vegetales que también están casi listos para la recogida.

Hago la cosecha del día y lo llevo hasta la cocina.

Vuelvo a la habitación me limpio y bajo a tomar el desayuno con el resto.

Después de desayunar, acompaño a las tres a la escuela y hablamos bastante durante el camino.

Kisara quiere decirme sobre Ragnarok y sus miembros, pero le digo que será mucho más entretenido ver que planes tienen contra nosotros y dejar que vengan.

Las dejo en la escuela y me despido diciéndolas que vendré a buscarlas cuando salgan.

Le doy a Miu un besito en los labios y les pregunto.

"¿También queréis uno?" (yo)

Las dos se ponen rojas y empiezan a alejarse.

Jajaja, me acerco ellas corriendo, las atrapo por sus cinturas y les doy a cada una un beso en los labios.

Dejo a las tres que se han ido corriendo a la escuela en cuanto las he soltado y vuelvo al dojo para continuar con el entrenamiento.

Si no me equivoco, en los siguientes días, los del grupo Ragnarok empiezan a hacer sus apariciones.

Si no me equivoco el primero en intervenir será Hermit, el niño rubio del club de teatro.

Creo recordar que su hermana estaba muerta o muy enferma en el hospital, he leído tantas versiones que no recuerdo cual es la historia correcta.

Pero pronto lo descubriré.

El entrenamiento de técnicas es bastante entretenido y sencillo, salvo con Apachai, que con las restricciones soy como un saco de arena al que le pegan golpes.

Al menos los 160 kilos extra hacen que no salga volando y me mantienen más o menos fijo en el lugar, pero cada vez que me caído se nota mucho el tener que volver a levantarme.

Por la tarde voy a buscar a las chicas y a Kenichi.

Vamos a pasar por los apartamentos de Kisara y Shiratori para recoger sus pertenencias y por el camino vamos charlando.

Siento claramente la envidia de Kenichi, le digo que puede adelantarse al dojo si quiere, que voy a acompañar a las chicas a sus casas y el se despide y pone rumbo al dojo sin nosotros.

La casa más cercana es la de Shiratori, subimos a su apartamento y en más o menos media hora hemos empacado prácticamente todo en dos bolsas de deporte y una maleta.

Después vamos a la casa de Kisara y su habitación está llena de peluches de gatos.

Por lo demás, apenas tiene efectos personales y rápidamente guardamos todo.

Cuando salimos y vamos a ir al dojo, recibo un mensaje de Nijima, diciéndome que se ha encontrado con Hermit, el sesto puño de Ragnarok y que ha preguntado por mí y por el lugar donde estoy entrenando.

Le indico que el dojo se llama Ryozanpaku y la dirección para que venga si le apetece.

Llegamos al dojo y las chicas van a dejar sus cosas y yo voy a buscar a los maestros para entrenar.

Yo tengo sesión con Sakaki y las chicas después de cambiarse y ponerse ropa de entrenamiento van a entrenar con Akisame para mejorar su condición física.

Son bastante menos escandalosas que Kenichi, no se si es porque Akisame se está conteniendo o porque son más serias que Kenichi en su entrenamiento.

Por la noche, Kenichi se marcha a su casa, Miu y Shigure preparan la cena y tenemos la cena en el dojo.

Durante la cena, Akisame me dice que tengo buen ojo para elegir discípulos, y que las dos son excelentes y trabajadoras.

Las dos se avergüenzan un poco y comen más rápido para que no se les note.

Esto provoca risas en la mesa.

Kensei me dice que esta muy celoso y que le cuente mi secreto para atraer a las mujeres.

"Soy un dios y mi encanto es demasiado grande." (yo)

Todos en la mesa se ríen pensando que es una broma y yo actúo como si realmente hubiera sido un comentario gracioso.

Después de cenar y recoger la mesa, vamos a la habitación donde empiezo a meditar.

En menos de 30 minutos, consigo los últimos puntos que me faltaban para llegar a 50 en ki de tipo sei y dou.

Al llegar a 50 en cada uno, se desbloquea la opción del Seidou, que es un equilibrio entre los dos, que permite usarlos al mismo tiempo.

Las cuatro ya están tumbadas en la cama y es muy notable, que Kisara y Shiratori están muy cansadas por el entrenamiento.

Abro los ojos y veo a Shigure frente a mí, mirándome como de costumbre y las otras tres ya tumbadas.

Activo el aparato de la barrera y Shigure que ya sabe lo que es, se empieza a quitar el camisón sabiendo lo que va a ocurrir.

Me acerco en primer lugar a Kisara y meto mi cabeza entre sus piernas.

Ella se sorprende y se asusta un poco, y trata de alejar mi cabeza, pero ya he apartado la tela de sus bragas, y mi lengua y mis dedos están saboreando e invadiendo su coño.

Débiles gemidos se mezclan con sus palabras para que me detenga, pero son inútiles.

Hasta que llega a un orgasmo que ha e que se olvide de sus protestas y tratar de detenerme.

Continuo con los trabajos manuales y usando mi lengua, lo que hace que tenga varios orgasmo seguidos y con el cansancio acumulado del día, se queda dormida.

Voy a Shiratori y de la misma forma, le bajo las bragas y saboreo su coño, que ya está chorreando después de escuchar a Kisara.

Al igual que Kisara, Shiratori tiene varios orgasmos seguidos, simplemente usando mi lengua y mis dedos, y termina quedándose dormida.

Miu y Shigure que han estado esperando mientras complacía a las dos nuevas hermanas y se tocaban ellas solas, me miran con ojos depredadores.

No me canso de los cuerpos de estas dos mujeres, con sus grandes tetas y culos redondos y firmes.

Follamos durante casi dos horas, cambiando entre las dos, y aunque tengo la tentación de ir a las dos dormidas, consigo aguantar y esperar a un momento más adecuado.

Lo que no pierdo oportunidad es de jugar con mis dedos de vez en cuando con los anos de Shigure y de Miu.

Hoy por primera vez, con gran delicadeza, paciencia y cuidado, se la meto a Miu por el trasero.

Sus grandes ojos azules se abren de par en par y poco a poco, invado su entrada trasera.

Me gusta tanto la sensación de sus nalgas y su agujero apretando mi polla, que cuando he entrado totalmente no puedo contenerme y me corro en su interior.

Me quedo dentro de ella y la abrazo por detrás mientras también agarro sus tetas y mis dedos buscan sus pezones y juego con ellos.

Estoy tan a gusto que me quedo en esta posición, totalmente dentro de su ano casi 10 minutos hasta que por fin me muevo y empiezo a moverme.

Saco la polla lentamente de su agujero y la vuelvo a meter.

Repito varias veces lo mismo, pero cada vez más deprisa, hasta que vuelvo a soltar mi semen en su interior.

Aunque estoy muy cansado, cuando salgo de Miu, la doy un beso apasionado y voy a Shigure, que ella misma está jugando con su ano.

Llego detrás de Shigure y sin dudas, se la meto de golpe por el culo.

Siento en mi abrazo, que todo su cuerpo se sacude y tiembla.

Saco una poción curativa y desde atrás la llevo a su boca para que se la beba.

Una vez que se la ha bebido, agarro sus dos tetas grandes y empiezo a moler su culo desde atrás como si fuera un conejo en celo.

No conseguimos aguantar la posición y termina de rodillas, con el culo en alto y el resto de su cuerpo sobre la cama.

Pero yo continuo desde atrás golpeando su culo, con fuerza, como si estuviera en frenesí.

De forma inconsciente, para compensar el cansancio, estoy usando el ki Seidou en mi cuerpo para mantener el ritmo.

Los sonidos que producimos son muy eróticos y se mezcla el sonido de bofetada de mi cuerpo contra el suyo y sus gemidos, que mezclan placer y dolor.

Me corro y me derrumbo sobre ella.

Me quedo tumbado sobre ella, con mi polla totalmente enterrada en su culo.

La abrazo como puedo y acaricio sus tetas aplastadas en la cama.

Busco su cara con la mía y le doy un beso en la boca.

Los efectos de la poción aún están activos y lo estarán durante varias horas.

Miro la hora y veo que son las tres y media pasadas, casi es la hora de empezar el entrenamiento diario.

Decido quedarme así hasta que tenga que irme y se lo digo al oído.

"Me gustaría quedarme dentro de ti toda la vida, pero lamentablemente solo me quedan unos minutos, voy a dejar dos bebidas de restablecimiento sobre la mesilla, dale una a Miu cuando se despierte y toma tu la otra, harán que no tengáis molestias al andar durante el día." (yo)

Le doy otro beso en los labios y nos acomodamos para dormir eso diez minutos antes del entrenamiento.

Suena mi alarma, salgo de su trasero y hago un área de limpieza.

Después me pongo las restricciones, salgo de la habitación y las dejo dormir ya que están cansadas.

Next chapter