webnovel

El Carmesí De Las Sombras Malvadas

Todo comienza con una rosa, una rosa en la mayoría de los casilleros del Instituto Fearway. Pensé que era lo más lindo que he visto en mi vida, pero me equivoqué. Nunca imaginé que quien tuvo la rosa fue condenado. Mi rosa era roja como la sangre y era la única en ese color. Lo que no sabía en ese momento era que todo había comenzado un treinta y un octubre, el día en que mi hermana hasel desapareció. Tenía dolor y esa rosa trajo la peor pesadilla que nunca soñaba. Eso se levantó era mi alma y él me tenía en su propio poder.

NataliaKJR · Horror
Not enough ratings
4 Chs

Capítulo Dos

Mi casa.

Una vez fue mi hogar... ahora sólo era pared, piso y techo ... ahora no era nada.

Cuando mis padres murieron, nos dejaron una herencia a mi hermana y a mí, incluida esta casa, pero ... no la quería, pagaría con todo lo que tenía para tener al menos a uno de ellos de vuelta, pero ¿qué se supone que podía hacer? Mis padres no pueden volver a la vida y mi hermana ... ella ... Ella se ha ido ... No hay cuerpo, ninguna pista, ninguna explicación. A veces, aveces pensaba que se había ido por mí, pensé que estaba cansada de estar conmigo, que estaba cansada de ser mi hermana. Pero yo lo sabía, ella me amaba más que cualquier otra cosa en la tierra y yo la amaba a ella. No podía recordar lo que le dije antes de que ella se fuera, supe que habíamos discutido, pero nos conciliamos porque eso era lo que siempre hacíamos, más si nos necesitábamos.

Podía ver la alfombra favorita de mi madre en la sala de estar y eso me hizo reaccionar. No estaba aquí porque quería tomar las cosas de Hazel, estaba aquí por una de las razones por la que me fui. Fui a mi habitación, cerré la puerta y me quité la ropa, me fui a la cama y traté de dormir, unos minutos más tarde, estaba dormida. Abrí los ojos. Todo estaba oscuro y supe que había funcionado. Escuché esos murmullos y, aunque en la oscuridad no podía ver, podía sentirlo claramente de nuevo. Los dedos tomaron mi muñeca y sus uñas largas y filosas recorrieron mi abdomen desnudo, dolía un poco, pero no lo suficiente para saber que no dejaría ninguna marca, todo lo que veía era oscuridad y de repente esa cosa habló.

—¿Dónde has estado, cariño? — Ese sonido era horrible, me desesperaba y me hacía querer gritar.

Escuchar esa voz era como escuchar millones de gritos de desesperación y agonía.

— ¿Dónde está mi hermana? — le volví a preguntar despues de mucjo tiempo, mi voz demostraba que estaba llena de pánico y miedo.

— Estoy en tu mente — sentí una especie de hielo navegando por mi cara — no soy real—. Y me desperté. Wyatt estaba delante de mí, tratando de cubrirme con la ropa que habíatirado previamente.

— ¡Holy Hell, Leanne! ¿Estás bien? — Su rostro estaba ruborizado— ¿por qué estás desnuda?

—No estaba ... yo estaba ... estaba durmiendo.

—¿Desnuda? Mierda, Leanne, creo que casi tengo una erección— se rió y me hizo ruborizar.

— No me convencerás de nuevo, Wyatt, eso no volverá a suceder— le aseguré.

— Sé que... — sonríe— sé que no estás enamorada de mí.

—Wyatt ... No vuelvas a hacer esto — puse mi mano en su mejilla—, sabes que te amo, pero ...

— Pero no podemos estar juntos porque nuestra amistad es la más importante. Lo sé. — me interrumpió.

— Sí, tú ...

— te escucho —murmura, de repente él no quería ver mi cara— escucho cuando te masturbas en la noche y yo ...

— ¡Oh, Dios mío!, ¡Wyatt! —estaba avergonzada — no puedes hacer eso, es incorrecto y además tienes novia.

— Conoces mis sentimientos, Leanne— sus ojos recorren todo mi cuerpo —  y sé cuáles son los tuyos — su mano me quita la camisa, mis pechos salen a relucir — no me amas románticamente, pero quieres que tengamos... ¿cómo te gusta decir? — miró el techo finguendo pensar — ah, sí; relaciones sexuales. — Tragué duro. — Puedo sentir tu piel temblando cuando te toco. — Sus labios besaron mis mejillas — ya sabes que me quieres, sus labios tocan los míos.

— Wyatt, tienes una novia — susurré.

—Si ese es el problema, le dejaré un mensaje diciendo que se acabó ... solo si puedo tenerte incluso una vez más— su mano me frotó la pierna suavemente.

—Wyatt ... — mi voz sonaba como un gemido.

— Prometí que daría y dejaría todo por ti, Leanne, no miento—  lentamente, se recostó en el colchón y se inclinó hacia mí.

Su mano se posó en mi pecho, sobre mi corazón — tu corazón está latiendo rápido, Leanne, sé que quieres esto.

— No, Wyatt, esto no está bien. —Se alejó de mí.

—¿por qué, Leanne? ¿Por qué? — Parecía desesperado, pero.camuflado con frustración y dolor.

— Te quiero, Wyatt, realmente lo hago, pero no puedo dejar que después esto se sienta incómodo.

—Lo prometo, Leanne, somos los mejores amigos que tendrán relaciones sexuales ... Mañana estaremos bien. — Soundó seguro. Pero ... ¿En verdad lo estaba?

No le tomé más importancia y sucumbi a lo que quería. Y lo quería a él.

— Te quiero a ti, Wyatt y te necesito dentro de mí ahora— me lanzé a sus labios, besándolo con pasión, desesperación y deseo. ...

—Leanne — jadeó entre besos—, te necesito — una de sus manos fue a mi seno y lo apretó. Lento y sensual.

Wyatt separó mis piernas y se posicionó entre ella, jadeé cuando, aún con su pantalón, se apretó contra mí, enviando millones de sensaciones a la cúspide del placer, jadeé lo cual pareció motivarlo porque eso logró que moviera más su cadera.

Dirigí mis manos a su pantalón y apreté fuertemente su bulto.

Él gruñó en respuesta.

—Dios, quítate el pantalón, te quiero dentro ahora — exigí furiosa.

—Quieta, fiera — ronroneó Wyatt y posteriormente se levantó para quitarse el pantalón, sin dejar de ver ni un sólo segundo mi cuerpo.

Cuando estaba a punto de quitarse la ropa interior, yo lo detuve y me acerqué gateando sobre la cama, moviendo mis caderas. Fui yo quien bajó su ropa interior y pronto su erección salió a flote, casi abofeteando mi rostro.

Sonreí en satisfacción.

Pasé lentamente mi lengua por su extensión. Eso lo hizo gemir.

Puse mis manos en la base y dirigí mi boca a su gla*nde. Succioné. Esta vez gruñó. Seguí así un par de minutos, hasta que él tomo mi cabeza y empezó un vaivén rápido, después se detuvo.

Me levantó, besó mis labios con mayor pasión y me recostó en la cama, sus labios bajaron a mi cuello, gemí, luego se entretuvo un rato con mis pechos, amasando y chupando, después bajó dando besos por mi abdomen hasta que llegó a mi parte más íntima, dio un lametazo que me hizo vibrar, luego se centró en succionar mi cli*toris y recorrió su lengua con pasión y devoción.

—Wyatt, por favor — supliqué.

Odiaba suplicar, pero la situación lo ameritaba.

—Súplica, Leanne, Suplica un poco —dijo mientras introducia un dedo en mi interior.

Arqueé mi espalda — Por favor, Wyatt, entra en mí, te necesito dentro — jadeé.

Se inclinó más hacia mi y beso mis labios con fervor, después se separó.

—No puedo — susurró y se alejó de mí.

—¿Qué?— estaba consternada.

Él fue quien lo pidió y ¿ahora no terminaría?

"¿Por qué, Idiota? — estaba enojada.

— No tengo condón — se excusó.

Resople — no me importa, tomaré la pastilla después, sólo hazlo de una vez, Wyatt. —estaba desesperada ¿hace cuanto no tenía sexo?

Wyatt no dijo nada más sólo me besó con la misma pasión de antes, con su mano dirigió su miembro a mi cavidad y, lentamente fue introduciendo su miembro en mí. Me arqueé y jadeé mientras la respiración de Wyatt era brutal.

Cuando todo su miembro estuvo dentro, lo dejó unos segundos en lo que me acostumbraba a su grosor y longitud.

—¿Te gusta, Lannie? — preguntó jadeante.

—Me encanta, Wyatt, me encanta — murmuré aún más jadeante.

Pronto sus estocadas iniciaron, al principio lento y después más rápido y fuerte, yo gemía sin tapujos mientras Wyatt no paraba de decir mi nombre y preguntarme si me gustaba. Llegó el punto en donde mi vista se volvió todo negro y supe que esa cosa había vuelto.

—¿Te gusta eso? — su voz me hacía estremecer aún más.

Lo que me mostró después me dejó impactada, pero no lo suficiente como para detenerme, yo sólo seguí y seguí hasta que mi vista volvió.

—Más fuerte, Wyatt, más fuerte — le pedí entre gemidos y jadeos.

Él aceleró lo más que pudo, la cama rechinaba y sólo se oían nuestros gemidos.

Llegó el momento. Llegué a la cuspide del placer y me dejé ir, Wyatt no paró de moverse en ningún momento y después de un par de segundos, salió de mí.

—¿Dónde lo quieres? — preguntó refiriéndose a su eyacu*lación.

— Dónde sea — le dije y después de mover un poco su mano sobre su miembro, aquel liquido cayó en mi abdomen y mis pechos.

Después de relajarnos unos minutos, sin dejar de besarnos, nos fuimos a la ducha, allá nos bañamos y restregamos nuestros cuerpos.

Cuando estuvimos listos, aún desnudos, nos fuimos a la cama de nuevo.

— Realmente, me encanta tu pe*ne, Wyatt — estaba cansada.

— A mí realmente me encantan tus te*tas—  dijo apretando juguetonamente mis pechos.

—  Dummkopf — susurré en su oreja. Sabía tres idiomas y en cualquiera lo podía insultar.

— Dime que no es la última vez, Leanne —mi sonrisa desapareció.

— Tienes una novia, Wyatt, y ella está ...

Embarazada. Quería decir, pero no era mi responsabilidad decírselo. ¿qué Cómo lo sé? Cuando mi vista se nubló, escuché a la cosa diciendo: "Está embarazada" y la veo tener relaciones sexuales con Wyatt ... bueno ... Parecía ser él, no podía ver su rostro, pero todo su cuerpo y cabello era igual .

— ¿Ella esta qué, Leanne? — Su mano recorrió mi abdomen, donde previamente estaba su... su liquido.

—Sé que no me creerías, pero la cosa dice que está embarazada.

Wyatt se alejó para mirar mi cara, tratando de buscar un rastro de burla o mentira.

— ¿Es en serio, Leanne? — Parecía enojado.

— Sé que no me crees...

— Esta casa te hace enloquecer — negó con su cabeza, sonriendo incrédulo — no vuelvas aquí sola —Mantuve silencio.

No era algo que le incumbiera, si estaba loca o no, era mi problema. Pero aún así...

—Te amo, Wyatt. — lo amaba por ser él y preocuparse siempre.

—Yo también te amo, cariño.