Capitulo 29 Demonio de naturaleza (parte 2)

—Momentos antes.

La situación se empezó a complicar un poco desde la aparición de ese pequeño grupo.

Son un problema, pero no hay nada de qué preocuparse: tres adultos y un niño con una máscara blanca, un pequeño grupo que no debería ocasionarme problemas, pero...

"¿Quién hubiera pensado que ese niño sería tan inteligente?"

Fue en el momento en que usó al demonio. Nunca pensé algo así, pero fue una variable.

Una variable de la que no me percaté antes, entonces lo único que debo hacer es...

"Serán unos sacrificios"

"Pecadores que no deben vivir"

Exactamente, eso debía ser. Entonces sostuve mi bastón y activé un escudo sagrado con su ayuda. Este bastón contiene un gran poder sagrado que es difícil de controlar, pero no es para preocuparse.

Salí del carruaje y cuando miré a lo lejos, el niño de antes estaba liberando mi mayor pecado.

"Esa niña... es difícil de predecir, incluso está usando a ese pequeño grupo."

Esa niña elfo, aunque parece una niña, no lo es realmente.

"Una pecadora que mató a su familia."

Fue el gran pecado que un niño cometió, algo así no se puede perdonar.

Absolutamente es imperdonable, un niño que cometió un gran pecado no hace mucho tiempo.

Entonces elevé el bastón y de él empezó a salir un brillo amarillo. Fue tan fuerte que me costaba controlarlo, pero al final el cielo se nubló y un rayo amarillo cayó justo frente al pequeño grupo de personas.

"Estallido."

El rayo llegó al suelo y cuando miré, el niño había esquivado el ataque como si fuera alguien muy experimentado.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Asher Frostblade.

Un hombre corpulento de mediana edad vestía una túnica blanca con algunos delineados amarillos en los bordes de su atuendo, con un pequeño sombrero blanco en su cabeza y una barba blanca. Sostenía un bastón de color café con una esfera amarilla en su extremo.

Este hombre es peligroso, pero ¿qué tan peligroso es? No debería ser un problema, pero...

"Siento que algo no anda bien."

Miré brevemente la intensa pelea de Elara y el demonio. Lentamente se alejaban de nosotros hasta que rápidamente estuvieron a unos cien metros de distancia.

Ni siquiera me percaté de este hecho, pero eso no me importó. Miré brevemente al hombre de mediana edad, sus ojos negros como la tinta y una sonrisa que no se despegaba. Solo me ponía más enojado de lo normal.

¿Por qué sentía una ira así? ¿Fue porque este hombre intentaba matarnos o porque nos miraba como uno de esos sacrificios?

Fue entonces que una sola palabra vino a mi mente.

"Debo matarlo."

Fue la elección correcta. No solo yo pensaba en eso, tras mirar unos segundos las miradas fijas de Alicia y Clara, ellas también pensaban lo mismo. Por otra parte, Dik simplemente ignoraba esto.

Él incluso me enojaba más, pero no es como si estuviera con la guardia baja. No podía confiar sólo en el hombre que estaba frente a nosotros, aunque es verdad que Dik ayudó en la lucha contra los monstruos, aún así no podía confiar plenamente en él.

"Sonido sordo."

Mi mirada se fijó en el cielo. Un brillo empezó a salir de las nubes grises y un rayo apareció, pero antes de que eso sucediera, Clara sacó su bastón de la parte de atrás de su espalda y lo levantó un poco al cielo, de donde salió un brillo verde.

Un escudo de gran tamaño apareció y el rayo impactó en el escudo.

"Estallido."

Tras el impacto, el escudo se quebró en pedazos, pero una vez más un rayo apareció y Clara logró crear otro escudo. Este fue más débil; el escudo se agrietó y el rayo pasó a través de él.

"Estallido."

Aunque esquivé el gran rayo, me dejó algunas heridas en la mitad de mi cuerpo en el momento en que me lancé hacia un lado.

Miré donde cayó el rayo, pero para mi sorpresa, un escudo se había creado y nadie resultó herido.

"¿Están bien?"

"Sí, no te preocupes por nosotros, pero ¿crees que puedes hacer algo con el escudo de ese tipo?"

Miré brevemente el escudo del hombre frente a nosotros. Estaba compuesto por una sola capa, pero esta parecía ser muy gruesa, lo que significaba que ese escudo no se rompería fácilmente. Entonces, mi maná se movió y salió de mis manos, dirigiéndose hacia mis brazos y cubriendo mi espada.

"Swiss."

"Clak."

Mi espada impactó contra el escudo, pero nada.

No sucedió nada, simplemente mi espada rebotó. Cuando miré el escudo, no había ni siquiera una pequeña grieta o algo que lo hubiera roto al menos un poco, pero no sucedió nada.

Entonces retrocedí unos cuantos metros hacia atrás y analicé la situación.

"A simple vista, no es un problema matar a este hombre, pero lo único que nos impide hacerlo es su escudo. ¿Cómo lo destruyó?"

Un escudo tiene un punto débil, pero ¿cuál es el punto débil de ese escudo tan grueso?

"Mocoso, pensé que eras más inteligente. El punto más débil de un escudo así de grueso es la parte superior del escudo."

Miré una parte del escudo, parecía más delgada que el resto del escudo. Entonces, a eso se refería Encrid.

Finalmente encontré el problema.

"Estallido."

Un rayo cayó justo frente a mí, a menos de un metro. Afortunadamente, logré retroceder unos pasos.

Rápidamente corrí hacia el hombre y blandí mi espada en la parte más delgada del escudo y...

"Clank."

Logré que el escudo empezara a agrietarse. Fue cuando nuevamente blandí mi espada y una vez más el escudo se agrietó. Tras ver la mirada sorprendida del hombre, seguí haciendo lo mismo hasta que el cielo empezó a tronar tan fuerte que levanté la mirada y vi un brillo enorme.

"Niño, eres tan ingenuo. Sabía que encontrarías mi punto débil, pero esta vez no podrás esquivar esto."

Fue cuando el rayo cayó de lleno sobre mí.

Todo mi cuerpo se tensó y sentí cómo cada parte vibraba y una sensación extraña recorría todo mi cuerpo. Todo mi cuerpo fue electrocutado y un olor a quemado empezó a surgir.

Pero no dejé que eso me afectara, entonces rechiné los dientes ante el gran dolor que sentía. Fue cuando usé Aura de oscuridad y mi cuerpo se relajó.

El rayo finalmente desapareció. Miré al hombre frente a mí y empecé a acercarme. Entonces blandí mi espada; los músculos de mi cuerpo estaban casi quemados y el dolor era intenso.

"Estallido."

El suelo tembló y un brillo amarillo se esparció por todo el aire. Fue cuando el escudo se rompió y trozos del escudo cayeron al suelo en gran tamaño.

Fue el momento más rápido posible y nuevamente blandí mi espada.

"No... E-espera..."

Fue cuando la cabeza del hombre cayó al suelo y la sangre salpicó por todo el aire. Simplemente me quedé quieto viendo la sangre que llegaba a mi rostro, pero no sentí nada.

Me quedé absorto de emociones, no sentía nada más.

"Interesante", Encrid solamente dijo esas palabras.

"..."

No hablé ni nada, pero Encrid volvió a hablar.

"No sientes nada, incluso después de matar a alguien."

"¿Por qué debería de sentir algo? Esto... es normal para mí."

Eso no era mentira. Hubo momentos donde no quería matar o sentía unas cuantas emociones, pero al final de todo eso no volví a sentir nada cuando la sangre se derramaba y siempre miraba el cuerpo del que mataba.

Fue una costumbre.

"¡¡Boom!!"

Una gran explosión me sacó de mis pensamientos cuando miré a lo lejos.

Ambos parecían estar muy heridos; el demonio no tenía un brazo, mientras que Elara no tenía la mano. Ambos estaban tan exhaustos y la sangre se derramaba de todo su cuerpo.

Miré la escena sin sentir nada.

"Parece que al final no necesitaba la transformación."

Fueron mis únicas palabras cuando miré a los dos. Estaban cerca de terminar y, aunque no quería admitirlo...

"Yo... no hice casi nada en esta misión."

Solamente investigamos y derrotamos a un grupo de monstruos. Incluso peleé contra un paladín, pero ¿qué gané con todo esto? Solamente fue experiencia, pero ¿realmente gané un logro de caballero por esto?

Se suponía que yo debía hacer todo el trabajo mientras mataba al demonio, pero nada hice. Incluso maté a una persona ordinaria.

"Asher, ¿está todo bien?"

Miré a Alicia, ella tenía a la niña. Aunque no sentía nada de parte de la niña, ella estaba temblando. Parecía una niña de solamente 8 años, incluso menos.

"¿Cómo te llamas?" fue la pregunta que hice.

"..."

Ella no respondió rápido, pero tras unos segundos abrió los labios.

"J-Jessica."

Fue lo único que murmuró mientras su mirada estaba hacia abajo.

Parecía tener alguna culpa en ella que no podía ver muy claramente, pero podía reconocer un olor.

Exacto, ese es el olor a sangre de un asesino. Esta niña... ha matado a alguien.

El olor es muy conocido; cualquier asesino sabría si una persona ha matado antes por el olor a sangre que se pega en el cuerpo. Es un olor que simplemente no se puede quitar, solo muriendo.

Entonces miré al resto del grupo.

"Estallido."

Fue cuando una explosión resonó a lo lejos. Tras mirar, finalmente la pelea había terminado con la victoria de Elara. Entonces preparé un hechizo, uno que estaba por usar por primera vez, un hechizo que Encrid me había enseñado.

[Esfera de oscuridad.]

Una gran esfera de oscuridad empezó a surgir en el cielo. La oscuridad empezó a aparecer, pero no fue demasiado. Finalmente, una esfera de un radio de veinte metros apareció justo arriba de donde Elara estaba.

Entonces ella miró hacia arriba y rápidamente me miró. Corriendo hacia mí con un rostro tan enojado, gritó:

"¡Maldito bastardo!"

"Estallido"

Entonces la gran esfera cayó encima de Elara. Este es un hechizo que consume todo mi maná y lo acumula en una esfera grande en el cielo, un hechizo que solamente destruye.

Un escudo nos rodeó y la onda de la explosión de mi ataque nos envolvió.

Finalmente, todo se tranquilizó y miré donde antes el suelo estaba plano, pero ahora había un cráter de un radio de cincuenta metros.

Así terminó mi primera misión con tan solo una semana.

***

— Cambio de escena.

"Bebe esto, es una medicina que podrá curar tus heridas internas."

Una mujer de mediana edad me dio un frasco de color verde. Tenía un olor extraño y sin pensarlo dos veces, lo bebí.

No tenía sabor y era como un líquido pegajoso, pero después esa sensación extraña desapareció.

Había pasado solo una hora desde que terminé mi primera misión y aún no habíamos regresado a Nortil, ya que estaba muy lejos. Nos tomaría al menos unas cuantas horas llegar.

Actualmente estábamos en una parte muy profunda del bosque seco, cerca de una cabaña. Extrañamente, Alicia conocía a una anciana que vivía en este lugar lleno de monstruos.

Su nombre era Aurora Froswen, una anciana de unos 70 años más o menos.

Ella había estado viviendo aislada de la sociedad por mucho tiempo, pero eso no significaba que no tuviera visitas de vez en cuando.

"Tuvieron momentos difíciles", habló Aurora.

"Así es, no pensamos que el demonio resultaría ser un 'Conde demoníaco' y el paladín resultó ser un enemigo."

Había pensado antes por qué un paladín hacía todo eso solo por unos sacrificios. Debía de haber algo más en eso, pero no pude responder a esas preguntas ya que el paladín ahora está muerto.

"Es muy extraño que un caballero sagrado haga tales cosas como sacrificios", comentó Aurora con su voz ya gastada. Tenía razón, un paladín ¿por qué haría ese tipo de cosas?

Nadie creería si lo dijéramos, por eso se mantuvo en secreto la información sobre el paladín involucrado en sacrificios humanos. Por ahora, no debía conocerse tal información en el imperio.

Podría convertirse en un problema.

Uno muy molesto.

"Entonces, ¿qué harán una vez que lleguen al pueblo?"

"Creo que continuaremos con una nueva misión", dijo Alicia. Yo solo escuchaba la conversación cuando Aurora me miró fijamente.

"¿Por qué quieres ser un caballero, muchacho?"

"Necesito ser noble, solo así podré entrar en la Academia Laosa."

"No será fácil ser un caballero. Entiende que podrías morir en cualquier momento."

"Lo tendré en cuenta."

Salí de la cabaña y dejé que Alicia hablara con Aurora. El exterior era definitivamente refrescante. Mi mirada se posó en la niña elfo llamada Jessica, quien estaba mirando un lago a lo lejos, uno demasiado grande para ser llamado simplemente "lago". Me acerqué y me senté a su lado.

"¿Estás aburrida?", fue lo primero que se me ocurrió decir.

Jessica no suele hablar mucho, pero por alguna razón solo habla conmigo. Alicia se sorprendió mucho porque Jessica y ella son de la misma raza de elfos. Alicia no entendía por qué Jessica no le respondía, lo mismo pasaba con Clara; solo me hablaba a mí, pero rara vez.

"¿Tienes familia?", fueron las únicas palabras que ella dijo.

"No", contesté, pero sentí algo dentro de mí que estaba cambiando.

Nunca tuve una familia, nunca supe cómo era sentir tener una.

"Es muy aburrido, ¿verdad?"

"Sí."

"Mañana saldré..."

"Estallido"

De repente, el suelo empezó a temblar y una explosión resonó a lo lejos. Sentí algo extraño; el maná que provenía de allí era fuerte.

"Son monstruos", murmuré, mientras una gran cantidad de ellos se acercaba hacia nosotros…