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Capitulo 12 Heredera del trono

"Sonido sordo"

Mis ojos se abrieron cuando el carruaje se detuvo y varias voces desconocidas comenzaron a hablar sobre poder pasar.

"Ya llegamos a la ciudad del comercio "dijo Luna.

Miré por la ventana del carruaje. Frente a todos los caballeros había una entrada similar a la de los castillos, con muros que rodeaban toda la ciudad, básicamente muros de protección contra monstruos.

"Suspiro"

Habíamos pasado las últimas cinco horas sentados en este carruaje y, para ser sincero, me dolía el trasero y ya era hora de bajarse. Los guardias se movían hacia la entrada de la ciudad.

Miré por la ventana y vi a dos guardias custodiando la entrada. Los caballeros estaban hablando y, después de un momento, los guardias abrieron los ojos, quizás porque los caballeros les dijeron que la princesa y heredera al trono estaba en este carruaje que está justo frente a mis ojos en este momento. Los guardias rápidamente regresaron a sus posiciones y el carruaje empezó a avanzar.

Pasamos la entrada de la ciudad y los guardias echaron un ojo por las ventanas. Fruncí el ceño en el momento en que ellos miraron fijamente, por lo que volvieron a mirar en otra dirección.

"Esos tipos sí que son irrespetuosos", pensé.

Encrid de pronto habló...

"Niño, en este lugar siento un buen olor. ¿Por qué no echas un vistazo más tarde si es que nos quedamos un rato en esta ciudad?"

"…"

Giré mi mirada hacia Luna y pregunté:

"¿Estaremos en esta ciudad todo el día?"

"No es así, iremos a la mansión de un Duque. Nos dejará quedarnos una noche hasta mañana" respondió.

Volví mi mirada hacia la ventana. ¿Qué es un Duque? Es un rango de los nobles. Si es así, es posible que sea un problema, estoy con un atuendo de esclavo. Aunque no soy el único, ese tal conde no me conoce, y menos si se entera de que soy un plebeyo, ¿qué podría pasar?

"Lo que sea, no me importa nada de eso de los nobles..."

"Entonces niño, ¿qué tal si paseamos por la ciudad?" preguntó Encrid.

Miré nuevamente a Luna. Necesitaba saber si ellas dos comprarían algo como ropa, porque es posible que me pierda en este lugar y no encuentre la mansión de ese Duque.

"Ustedes dos... ¿Irán de compras?" pregunté con mucho sarcasmo.

"Por supuesto que sí, ¿no ves cómo estamos?" dijo Luna, haciendo un puchero.

"Jajaja..." reí, pero un poco incómodo.

Las calles de la ciudad, las personas y las tiendas por todas partes reflejaban una atmósfera muy tranquila. Se parecía a un mercado de mi vida pasada, pero este ambiente era mucho más relajado. Este mundo es muy diferente, existe la magia y, por lo tanto, lugares así no los podré ver muy seguido.

Lugares como estos son muy agradables, pero... suspiré y dejé de pensar en cosas inútiles. Esta vez miré a Gloriana, que estaba viendo por la misma ventana en la que yo estaba.

Ella cruzó su mirada con la mía y rápidamente volteó a ver a otro lado. Solo sonreí, me causó mucha risa, pero lo contuve.

"Entonces..." ella volvió a mirarme y sus labios se abrieron.

"¿Quieres... acompañarnos?" dijo Gloriana mientras se contrajo entre hombros y trataba de ocultar su rostro.

"…"

"¿Adónde?"

"B-bueno, es que preguntaste si íbamos de compras y tú también necesitas ropa."

"Sí, es verdad, pero no tengo nada de dinero..."

"Descuida, te lo pagaré yo," dijo Luna.

"Suspiro"

Después de una pequeña charla llegamos a una tienda. Esta estaba adornada con una fachada muy lujosa, con bordes que, a mi parecer, eran modernos, puertas con diseño y un material que parecía caro, y grandes ventanales. Rápidamente, dos caballeros abrieron las puertas de la carroza. La primera en salir fue Luna, seguida de Gloriana, y luego salí yo.

Sentí miradas en todo mi cuerpo, pero las ignoré. Seguí a las dos chicas y entramos a la tienda. Había muchas variedades de ropa, sus diseños eran espectaculares. Miré uno de los conjuntos de ropa y...

[Cien monedas de oro]

"…"

¿Por qué los precios son tan extremos? Ni siquiera trabajando diez años podría conseguir esa cantidad absurda de dinero. Pero, por la fachada, la tienda es realmente muy lujosa.

"¿En qué puedo ayudarles?" Una mujer de mediana edad se nos acercó. El caballero llamado Josephine estaba detrás de Gloriana, y a pesar de su armadura, que parecía muy cara, la mujer no mostró ninguna expresión de indiferencia al ver a tres niños con atuendos de esclavos.

"Venimos a comprar algunas cosas," dijo Josephine.

"Ya veo. Pueden mirar algunos de los conjuntos de ropa aquí," respondió la mujer de mediana edad con una voz algo baja y muy desgastada.

Miré a mi alrededor y vi un atuendo que me recordaba a uno que usaba de niño en mi vida pasada. Parecía una chaqueta negra que llegaba hasta cerca de las rodillas, con botones que le daban el aspecto de un traje de empresario. También había unos pantalones con dos bolsillos en un lado y uno en el otro, ajustados y del mismo color negro, que combinaban perfectamente con la chaqueta larga. Abajo, había unos zapatos que se parecían a zapatillas de cuero, siguiendo el mismo color del atuendo.

Mis instintos me llevaron a tomar el atuendo. Miré a mi alrededor y vi una puerta que decía "vestidores". Caminé hacia allí y entré. Luego de unos segundos, me puse el atuendo mientras ajustaba algunos botones en su lugar, siguiendo el estilo de los empresarios que solo ajustan tres botones de sus sacos. En este caso, la chaqueta larga tenía cerca de nueve botones desde el cuello hasta el final.

Terminando de ajustar solo cuatro botones, me giré hacia atrás y vi un espejo. Tenía el cabello muy desordenado, así que con mis dedos traté de peinarme y arreglarme lo mejor que pude. Finalmente, observé todo el conjunto: una chaqueta larga que me llegaba cerca de las rodillas, unos pantalones ajustados negros y unas zapatillas. Todo quedaba bien, parecía un noble importante.

"Se ve bien."

"Espera, te falta algo, niño," dijo Encrid.

"¿Qué es...?"

"Tu rostro está medio sucio y también tienes una cicatriz. Déjame curarte."

Le hice caso y el maná se movió hacia el tatuaje. Rápidamente apareció la espada frente a mí. La sujeté y en un instante mi cuerpo se sintió más ligero. Miré mi rostro y ya no tenía la cicatriz. Me limpié el rostro con la camiseta que traía antes, luego volví a mirarme y Encrid habló.

"Bien, ahora sal de este lugar y deja impresionada a..." No lo dejé terminar de hablar cuando pellizque el tatuaje; era su punto débil.

Salí del vestidor de hombres y busqué a Luna y Gloriana.

"¿Me veo bien?" pregunté cuando las vi.

"..."

Sus rostros cambiaron a uno de gran sorpresa, pero rápidamente trataron de ocultarlo. Luna fue la que siguió mirando y respondió.

"T-te ves bien."

"Goteo."

"Oye... ¿por qué está sangrando tu nariz?" pregunté.

Ella se llevó la mano al rostro y se giró.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Gloriana Mengral.

Estaba buscando una vestimenta muy hermosa cuando una voz habló.

"¿Me veo bien?"

Era la voz de Asher. Al girar mi rostro en dirección a su voz y ver su nuevo aspecto, mi corazón latió tan fuerte que era incontrolable, se sentía asfixiante.

Su rostro... parecía muy diferente al de hace unos segundos. La ropa que llevaba puesta y su figura muy atractiva hicieron que mi corazón latiera aún más fuerte. Un sinfín de emociones que nunca había sentido vinieron a mí, no las podía controlar. Ver a alguien tan atractivo por primera vez hacía que mi corazón estuviera en un completo caos.

Rápidamente giré la cabeza en otra dirección y me llevé ambas manos a los labios.

Él es muy atractivo, de hecho, si seguía mirándolo, podría sentir una emoción que no quería tener.

"C-controlate... Soy la siguiente reina del continente, no debo tener este sentimiento ahora," pensé, pero no podía evitar recordar el hermoso rostro de Asher.

No podía controlarme, aunque no era la primera vez que me sucedía esto. Pero esta vez es incluso más intenso que otras veces. Aunque al principio no miraba a Asher con otros ojos, ahora la historia es diferente. ¿Cómo puede una persona cambiar su atractivo solo con arreglarse? No debería ser posible, pero justo detrás de mí estaba el claro ejemplo de eso.

¿Por qué tengo estos sentimientos? Él es un plebeyo y yo soy la futura reina del continente, entonces, ¿por qué me siento de esta forma? Son sentimientos que no debería tener, pero simplemente no los podía evitar. Él es muy atractivo y es mi tipo ideal.

***

—Cambio de escena.

—Perspectiva de Asher Frostblade.

"Suspiro"

Di un ligero suspiro cuando las ruedas del carruaje empezaron a moverse. Estaba muy pensativo cuando ellas dos me vieron, aunque no me importaba lo que pensaran. No me importaba, pero no pude evitar notar sus rostros en la tienda. Fue muy gracioso, pero también confuso, porque no sé qué tipo de emociones estaban teniendo ellas dos. Las emociones no las comprendo del todo bien, pero poco a poco nuevas emociones están surgiendo en mí y, con eso, seré capaz de entender mejor las emociones de las personas.

Conocer más emociones es difícil, al igual que la magia. Pensándolo bien, no sé qué talento tengo, pero parece normal aprender un hechizo en unos minutos. No sabía nada de este mundo y no sabía por dónde empezar.

"Piensas mucho, niño."

"¿Puedes escuchar mis pensamientos o algo así?"

"No... Pero puedo sentir las vibraciones de tu cerebro y, con eso, es fácil saber que estás pensando mucho," dijo Encrid.

Encrid es desconocido para mí, pero tiene información de una era desconocida, una era donde los magos gobernaban mucho más allá del poder de los magos actuales. Pero algo llegó a mi cabeza.

"¿Cuántos magos de noveno círculo hay?"

Si es seguro que los magos de décimo círculo existieron o si solo existió uno, entonces, ¿cuántos magos de noveno círculo hay en la actualidad? Es posible que, después de mucho tiempo, haya varios magos de noveno círculo, pero ¿y si ocurre lo contrario y hay menos magos de noveno círculo?

También es posible que haya menos magos tan poderosos como los de noveno círculo, pero con ser un mago de octavo círculo es más que suficiente... Pero yo no quiero ser un mago de octavo o noveno círculo. Desde que supe de la existencia de un mago de décimo círculo, ese será mi objetivo. No sé cuánto tiempo tomará, pero tampoco sé cuántos años necesita un mago para alcanzar el noveno círculo y mucho menos el décimo círculo, que solo se cree como un cuento.

"Suspiro"

Dejé de lado todo, pero todavía no dejaba de pensar en los magos. No sé casi nada, pero...

"Huele algo muy interesante. No me había percatado, pero esa niña de cabello blanco me resulta muy conocida," dijo Encrid interrumpiendo mis pensamientos.

"¿A qué te refieres?"

"Bueno, es complicado decirlo, pero tenía un compañero con ese mismo color de cabello y la magia de esa niña, aunque todavía es débil, me es muy familiar" mencionó Encrid.

Podría ser el ancestro de Luna, pero la familia Hazard me es desconocida. No sé nada de otras familias, pero el ancestro de Luna podría haber sido una figura muy importante. Si de verdad estuvo con Encrid, quizás la familia de Luna esté ocultando algo más profundo.

"Su nombre era... mmm, ¿cuál era su nombre? No lo recuerdo, pero definitivamente conocía a alguien con esa magia y ese color de cabello," dijo Encrid.

Quizás hay recuerdos que Encrid perdió en algún momento. Podría ser debido a que estuvo en ese lugar de donde lo saqué por demasiado tiempo y sus recuerdos se han empezado a perder.

"Encrid, creo que estás perdiendo tus recuerdos, pero todavía recuerdas tu magia y hechizos, ¿no es así?"

"Por supuesto. La magia y los hechizos son muy difíciles de olvidar porque la magia es parte del cuerpo y los hechizos vienen de la magia, es decir, del maná," comentó.

"Es así, entonces, ¿me enseñarías tus hechizos? Después de todo, no tienes un cuerpo físico."

"¿De qué hablas, niño? Solo es cuestión de que me des más maná y pueda tomar mi forma humana."

"..."

¿Por qué nunca me dijiste eso? Pero, ¿cuánto maná se requiere para que... no sé cómo decirlo... algo que fue un humano y ahora es una espada, recupere su forma? ¿Cuánto maná necesita?

"Sonido sordo"

Finalmente llegamos a la mansión del conde cuyo nombre desconozco. Mirando desde el carruaje, vi una mansión de nobles con colores y diseños increíbles. Todo el jardín estaba impecablemente arreglado, con guardias por todas partes portando armaduras y lanzas.

"Esa es la mansión," dije.

"No es para tanto, el castillo es mucho mejor." comentó Luna.

"..."

Solamente suspiré. Luego, los caballeros nos abrieron las puertas y salimos del carruaje…