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Volumen 1: Capitulo 20

"Si aceptas volverás a estar de pie, podrás moverte a placer y podrás disfrutar de la vida que te arrebataron."

Nuevamente no responde.

La diosa no entendía lo que sucede.

Sin embargo, lo que en verdad sucedía es que Seren estaba tan impactado por esta gran oportunidad, que todavía no había reaccionado del todo.

"¡En serio esto es maravilloso!."

"Jamás pensé que tendría tal oportunidad. Podre vengarme y tener una nueva vida. No hay nada mejor que eso."

"Ya sabes mi respuesta ¿verdad?."

La diosa asiente con su cabeza de gato.

Dice con un tono emocionado y contento.

Estaba tan acelerado y emocionado que no dejaba de murmurar y pensar en un montón de cosas.

"¡Acepto convertirme en el Apóstol de la diosa malvada!."

Ante esas palabras la gata hace una expresión que parecía un pequeño puchero en tanto dice algunas palabras.

"¡Oye! No soy una diosa malvada porque quisiera."

Menciona entre risas.

Seren se ríe y asiente a sus palabras.

"Por cierto, ¿Por qué yo?."

"Entiendo que haya sido yo el que te dio esa importante información, pero al saber lo que te dije te podrías haber ido dejándome acá para que en tan solo días muriera."

Se sorprende un poco por esa pregunta.

La diosa se sonroja un poco antes de dar su respuesta.

"Lo hice porque me caes bien y ambos tenemos el mismo objetivo. Además, podemos llegar a ser muy buenos amigos o eso note por lo que hablamos."

Esas palabra también lo hicieron sentir un poco raro y le contesto un poco tímido.

"¿Ser amigo de una diosa malvada?."

"Sería la mejor elección de mi vida."

Así fue el comienzo de todo.

El inicio de la historia de la Diosa caída y de su apóstol en busca de la venganza y la salvación del mundo.

Sin embargo, también sería el preludio de una trágica historia.

XXX

Luego de la charla amistosa con Erika los dos rieron durante un largo rato.

La diosa dio inicio a darle la bendición a su apóstol.

Se le acerca a su cara muerta y estira su pata hasta su frente mientras menciona algunas palabras raras.

Al terminar esas palabras en algún idioma raro, una gigante oscuridad se hace con todos los alrededores.

No había nada a sus alrededores.

Podía mover su cabeza a gusto.

Observaba los alrededores y no había nada.

No obstante, una mujer con un cuerpo bastante formado y un rostro seductivo apareció.

La mujer de tez blanca era hermosa a los ojos de Seren.

Era la mujer más hermosa del mundo.

El jamás había visto a una mujer tan hermosa.

A diferencia de la belleza de la reina del país en el que se encontraba y la soldada que lo torturaba esta estaba muy por encima de ambas.

Su rostro era el más hermoso de todos.

Todo su rostro era atractivo a un nivel celestial.

Su largo y hermoso cabello oscuro era precioso.

Incluso soltaba pequeños brillos en esa inmensa oscuridad.

Sus ojos rojos cristalinos eran hermosos y lo hechizaban al igual que sus largas pestañas negras.

Parecían gemas rojas incrustadas en los ojos.

No había forma de no quedar fascinado ante ella.

Su expresión sería, madura y seductora se acercan al rostro de Seren.

La mujer pone sus labios en la boca del chico y al mismo tiempo introduce su lengua.

Seren no puede ocultar sus instintos ante ella y acepta el beso juntando sus lenguas.

La abraza y la pone contra su pecho.

El cuerpo de la mujer era un poco mas grande que el de Seren, ya que había sido reducido al de un chico de quince años, pero el cuerpo de la mujer entraba perfecto encima del el.

Al finalizar con ese beso la mujer lo mira con una hermosa sonrisa y desaparece junto a todo ese abismo negro que lo rodeaba.

Estaba de vuelta en la celda y con la gata en su pecho.

Levanta su parte superior de la sorpresa de hace un rato.

Estaba desconcertad con lo que había sucedido.

Al instante mira a la gata y le pregunta con una expresión alterada "¡¿Qué fue eso?!."

La gata mira hacia los costados por lo nervios que estaba y le responde avergonzada "Eso fue el contrato, lo que viste hace un rato fue el pacto que hicimos."

En ese instante los dos se sonrojan y miran hacia otro lado.

Seren dudaba de si había besado a un gato o a esa hermosa chica que vio.

Mientras que Erika estaba avergonzada de haber aceptado y haberse dejado llevar por ese beso con su forma humana.

Sin darse cuenta la gatita menciona inconsciente "Besas demasiado bien."

Seren la escucho perfectamente.

Ahora sabia que la había besado a ella.

"¡¡BESE A UN GATO!!."

Grita sorprendido y un poco traumado.

Ver esa reacción molesto a Erika, que le dijo "No era un gato al momento de hacer el pacto, así que no tienes que sentirte mal por haber besado a un gato. Eso que viste era mi forma humana."

Escucharla decir eso alivio a Seren, incluso mencionó inconsciente mucho de sus sentimientos…

"¡WoW! Eras la mujer más hermosa del mundo, ahora esta confirmado que eres una diosa. Jamás había visto una mujer como tú."

Menciona sonrojado.

A Erika se le pusieron los pelos de punta al escuchar eso, estaba sorprendida por eso que estaba oyendo.

Nunca en toda su vida había recibido tales halagos y para no ser la única en ese estado avergonzado le dice un cumplido a Seren.

"Tu tampoco estas mal, eres bastante lindo."

Esas palabras alegraron y sorprendieron a Seren.

En ese momento se dio cuenta de que su cuerpo se podía mover y hasta hablar.

Estaba feliz y lloraba mientras abrazaba a la gata.

Verlo tan feliz provoco que la gata se sintiera muy feliz.

"Erika, esto es genial. Todo mi cuerpo está curado, incluso me siento mucho mejor que antes. Odio admitirlo, pero las bendiciones de los dioses son muy potentes."

Mientras no dejaba de lado su felicidad la gata corrige una de las palabras el que chico había dicho.

"Estas confundido si piensas que esa es la bendición. Obviamente te di mi bendición, pero que tu cuerpo esté bien es por haberte curado yo personalmente. Lo único que hace la bendición es darte poder e incrementar tus habilidades físicas."

"Si no te hubiera curado podrías haber terminado con una gran bendición, pero sin un cuerpo que se pudiera mover."

Al oír esas palabras serias de la diosa, Seren pone su mano sobre la gata y le acaricia la cabeza.

Erika instintivamente ronronea y se deja acariciar, pero al darse cuenta de que no era un gato se desconcierta por hacer eso.

"¡NO SOY UN GATO!."

Grita con su hermosa voz.

Seren ante eso se ríe y nuevamente le agradece por haberlo salvado.

-CONTINUARA-