Volumen 1: Capitulo 15

Mientras lo hacíamos no paraba de insultarme en tanto gemía.

Yo, por otra parte, me excite e incluso se me paro, pero en mi rostro o como sentimiento no pude demostrar que lo disfrutara.

Definitivamente era un zombie.

Por más que por dentro lo disfrutara por fuera mi cuerpo no respondía.

Sin embargo, la diversión con esa mujer no fue nada divertido.

Solo me gustó la primera vez, después se convirtió en una completa demonio.

De solo verla venir cada día hace que me quiera matar.

¡No quiero verla nunca!.

Prefiero morir a tener que pasar otro rato con esa mujer.

Después de que tuve mi primera vez, se fue y no volvió por un largo rato.

No se cuanto tiempo paso, pero digamos que paso un día.

Cuando la volví a ver nos divertimos una vez más, pero…

Ese fue en el momento en que desee morir y dejar de pasar por toda esta mierda.

¡Ya estoy Harto!

¡Me quiero morir!

Luego de pasar el rato la mujer me ato con facilidad por más que no pudiera defenderme.

La mujer con la que pase la primer noche era una maldita sádica.

Me torturó durante al menos dos horas.

Lo peor de todo es que no lo hacia porque buscaba algo de mi, sino que lo hacía por diversión.

Me arranco los cinco dedos de mi pie derecho.

Llore y grite eufórico desde lo más dentro de mi, pero mi cuerpo no lo demostraba.

No podía ni gritar, simplemente me podría del dolor por dentro.

Sin poder defenderme me trató como quiso.

Así fueron cada una de las noches.

Cada momento que pasaba en ese lugar ella me torturaba.

Después de estar un tiempo en este lugar descubrí que no era el único por el que pasaba esto.

Ya me esperaba que esa zorra se hubiera acostado con muchos de los que están acá adentro.

Es más, en varios momento escuche gemidos, pero no se si se trataba de ella exactamente.

La cosa es que a medida que pasaba el tiempo ella me torturaba.

Sin embargo, cuando pensé que todo esto era lo que me podía pasar veo como un hombre bien vestido entra a mi celda.

La mujer con la que me acosté entra con el.

No era un hombre joven.

Diría que tiene entre cuarenta y cincuenta y cinco años.

Los dos se desvistieron en mi cara y tuvieron su diversión en frente mío.

La diferencia de edad entre ambos era abismal pero la soldada parecía disfrutarlo un montón

Después la mujer nuevamente me violo y el hombre también lo hizo.

Ya era normal que ella lo hiciera conmigo.

Cuando lo vi hacerla con esa persona pensé que me había salvado de mi momento.

Sin embargo, lo peor se acercaba.

¡Un hombre me estaba violando sin poder defenderme!

¡Un maldito viejo!

De soló recordarlo me duele la cabeza y me da ganas de vomitar.

Era horrible.

Intente todo lo posible para morderme la lengua y suicidarme, pero nada sucedió y tuve que pasar por esa tortura.

En ese momento sufrí bastante.

Llore, grite y maldije desde dentro de mí.

Luego de que sufriera todo eso, los dos se vistieron y el hombre le entregó algo que parecía dinero a la mujer.

Ahí entendí que esa no iba a ser la última vez.

Y estaba en lo cierto.

Los momentos pasaron y fui violando una y otra vez por la oficial, otras mujeres y hombres.

Todo eso más la tortura diaria de la uniformada.

Creo que ya no tengo dedos y piernas.

No siento dolor y tampoco las podía mover.

De todas formas no las podía mover

No digo que me acostumbre, pero se me hizo algo diario y repugnante.

Lo único que quiero es morir y dejar de sufrir por todo esto.

Ya estoy harto

 ¡Quiero morirme!

Antes la palabra muerte significa algo malo o triste pero ahora es todo lo contrario.

La muerte en estos momentos es mi salvación y única forma de dejar toda esta mierda atrás.

No habría nada mejor que eso.

Sin embargo….Quiero vengarme, pero ya ni piernas tengo como para moverme y hacer eso.

Esta cárcel si que tiene mucho movimiento.

La mayor parte del tiempo hay gritos, gente nueva entrando y gimiendo.

Jamás vi a alguien salir de este lugar.

Lastimosamente no puedo morir y tienen que mantenerme vivo.

Me gustaría saber cuantos días he estado exactamente en este lugar, pero como no se el horario y tampoco si afuera esta de día o de noche.

Tengo un conteo personal de días y lo hecho a partir de las veces que esa chica viene acá sola o acompañada.

Se supone que viene cada un día, así que creo que estoy acá desde hace 8 o 9 días.

-CONTINUARA-