El palacio real se divide en seis grandes palacios, al principio se encuentra el palacio Montanna donde se hace el trabajo administrativo y en donde se encuentra la oficia a la que nos dirigimos, a los dos costados del palacio Montanna se encuentran los campos de entrenamiento de los soldados, así como algunos dormitorios para los soldados, detrás del palacio Montanna en forma de media luna se encuentran los otros cinco palacios, en el centro se encuentra el palacio de oro, donde vive el rey y las reinas, después, en dirección este se encuentra el palacio de diamante donde vive el príncipe heredero y al final se encuentra el palacio de esmeralda donde viven los príncipes, que actualmente está vacío, en dirección oeste al palacio de oro, se encuentra el palacio de rubí donde viven todas las princesas y al final se encuentra el palacio de jade donde se alojan a los invitados importantes o extranjeros, todo esto fue explicado por Caine durante el camino a la oficina de mi padre, las reuniones de la familia real ya sea para almorzar, comer o cenar se hacen en el palacio de oro, y las celebraciones se hacen en el edificio administrativo, cada palacio tiene todo lo necesario para cada integrante de la familia real desde salón de eventos hasta suficientes habitaciones para invitados y empleados, así como grandes jardines con vistas maravillosas
Guiado por Caine llegamos a la puerta de la oficina de mi padre, estaba muy nervioso, poco a poco he ido recuperando algunos recuerdos aún que algunos aún son confusos
Caine toco la puerta y dijo
- Su majestad soy Caine, he traído al príncipe Edward
- Pasen, se escucho desde dentro
Siguiendo la orden Caine abrió la puerta y entramos, caminos y nos detuvimos unos pasos antes de llegar al escritorio donde tenía dos pilas de papel en cada lado, la oficina estaba bien decorada, tenía una ventana detrás del escritorio que daba a un balcón, estanterías en el lado izquierdo llenas de libros y una pequeña sala en el lado derecho con una mesa de centro, frente al escritorio había dos sillas muy finas forradas con tela aterciopelada color rojo
- Gracias Caine, te puedes retirar, dijo mi padre
- Con su permiso, su majestad, respondió dándose la vuelta y saliendo de la oficina cerrando la puerta sin hacer ruido
- Ve, siéntate en ese sillón, dijo señalando un sillón con espacio para dos personas
Camine hacia el sillón y me senté, después de unos segundos dejo de escribir en los papeles y toco una campana, al siguiente instante llego una sirvienta extremadamente hermosa, su cabello era de color azul cielo al igual que sus ojos, su cabello estaba atado en una cola de caballo, dejando una pequeña trensa de lado derecho de su cara, su mirada era llena de seguridad, ella tiene puesta una falda de color negro que se ajustaba a su cintura y dejaba ver las curvas de su cadera, sobre ella su delantal blanco que estaba atado en su delgada cintura, su camisa blanca parecía que iba a explotar debido a sus voluptuosos pechos, su moño que estaba sobre ellos era de color negro, que al mirarla me quedé anonadado, al sentir su mirada, baje la mía la cual llego hasta su abultado pecho, Apenado decidí mirar hacia otro lado, al notar mi acción la sirvienta dejo escapar una pequeña risa de su cara seria
- Isabel trae dos tazas de té, dijo mi padre
- Si su majestad
Después de dar su orden, Isabel salió de la oficina y mi padre se levantó de su silla, dio un giro hacia la venta, la abrió y al mismo tiempo infló su pecho llenándolo de aire fresco y después exhalo, luego se estiró y volteo a verme, yo que estaba en el sillón sin hacer ruido estaba nervioso
- Relájate, no estés tan tenso, solo quiero platicar con mi hijo, dijo con una cara amable
- Bien…
Observando su apariencia es bastante guapo, tiene alrededor de unos 44 años, una altura de 1.90, un cuerpo bien formado, cabellera blanca, ojos verdes, rasgos finos, vestía un pantalón negro, una camisa blanca con una corbata roja, y un saco color rojo, ahora puedo ver de donde provienen los rasgos finos, pensé
Siguió mirando por la ventana, hasta que regreso Isabel
- Aquí esta su té majestad
- Bien, sírvelo y te puedes retirar
- Si su majestad
Mi padre se acercó y se sentó en el sillón individual que estaba al lado izquierdo, después de sentarse Isabel puso la taza de mi padre sobre la mesa, después hizo lo mismo conmigo, al terminar se inclino hacia nosotros y salió de la oficina, yo quede asombrado por sus movimientos impecables y su caminar sensual
- Bien, antes que nada, felicidades por tu graduación de la academia real, como príncipe heredero tus acciones, actitudes y pensamientos afectarán el camino del reino cuando haciendas al trono, además de aprobar satisfactoriamente tus clases privadas en el palacio real, me has dejado en claro que has aprovechado todo el conocimiento que se te ha dado , lo cual me deja bastante satisfecho, bien hecho Edward
- Si… gracias padre… dije avergonzado por tanto alago
- Por otro lado…, se paro de su asiento, hincándose me dio un agradable abrazo, me alegro de que hayas despertado bien después de estar inconsciente durante 3 días seguidos
Yo respondí al abrazo de mi padre, después de unos minutos de estar abrazados se levantó y regreso a su asiento
- Bueno, ahora vamos a hablar de lo que me interesa
- Si padre
- Bien, como sabes, es deber de la realeza preservar el linaje real, así como yo tengo a tu madre y a tus otras dos madres, tu también tendrás que tener a tus esposas y a tu hijos, por eso como primer punto, junto a tu madre, hemos seleccionado a tu prometida, que es la primer princesa Rose que tiene tu misma edad, hija del rey Richard de Gatsby, del cual soy amigo desde que nos conocimos en la academia, esta decisión se tomó a partir de la amistad y la buena relación que formaron desde niños y que han mantenido hasta hoy, ten en cuenta que el número de esposas puede llegar a superar los dos dígitos, ya que por tu posición pueden obligarte a tomar hijas de reyes o duques de otros países
- Si padre, estoy consciente
- Bien, el anuncio de tu compromiso se hará durante el festival de fundación del reino que será dentro de un mes, el día de mañana se le enviará una carta de repuesta aceptando el compromiso a la princesa Rose, ¿te parece bien?
- Si mi padre y madre están de acuerdo, si
- Bien, como segundo punto después del festival puedes ir a descansar el tiempo que quieras a la villa que tenemos en la ciudad costera, solo procura regresar antes de año nuevo
- Esta bien
- Una vez pasando año nuevo viene tu cumpleaños y tu ceremonia de mayoría de edad, así que se hará un banquete que ya se está preparando aparte, que más… a cierto, después de eso deje de escuchar y me sumergí en mis pensamientos
Por lo que recuerdo de las memorias del príncipe el año costa de 12 meses, cada mes tiene 30 días, por lo que el año tiene 360 días, actualmente estamos en el 13vo día del 8vo mes, por lo que puedo descansar en la villa por lo menos 2 meses, para tener el 12vo mes para los preparativos de año nuevo…
- …ard, …duard, …Edward¡¡¡, estas escuchando?
- Ha, lo siento padre
- Como te pregunte, ¿Estas de acuerdo?
- Aaaa… mmmm… ¿si?
- Bien, después tomo un sorbo de su té cuando llamaron a la puerta
- ¿Cariño, estás ahí?
- Si, aquí estoy, pasa…, por cortesía nos levantamos de nuestro asiento
De la puerta salió una mujer muy hermosa de unos 41 años, cabello color verde agua que le llegaba hasta la cintura, ojos azules grandes, llenos de brillo, piel suave blanca como la cerámica con un ligero rubor, sus rasgos finos dignos de una belleza, tenía puesto un vestido color rojo que marcaba su gran figura, con sus brazos cruzados frente a su abdomen parecía que sus pechos se saldrían de su pronunciado escote
- Oh mi¡… también estas aquí Edward, dijo con una cara amorosa acercándose hacia nosotros
Al verla recordé que ella es la mi madre, es decir la primera reina Alicia, cuando estaba frente a mi se detuvo y abriendo sus brazos me dio un abrazo enterrando mi cara en su grandes senos
- Me alegro de que estés bien, dijo acariciando mi cabeza, perdón por no poder haber ido a verte cuando me dijeron que habías despertado
- No te preocupes madre, tenías mucho trabajo
- Gracias por entender hijo, dijo con una amable gesto, ¿de que estaban hablando?
- Le estaba hablando acerca de su compromiso con la princesa Rose, contestó padre
- Oh, genial, dijo madre
- Ya hemos terminado con ese asunto, ¿tus preparativos están completos, Alicia?, contesto padre
- Si, están listos, contesto madre
- Bien, nosotros dos hemos terminado, te puedes retirar, nos vemos en la cena, dijo dirigiéndose a mi
- Si padre, con su permiso, antes de abrir la puerta mi madre me llamó
- Edward, no te vayas, espérame afuera
-Si madre, al salir cerré la puerta y me quedé parado cerca de la puerta
Después de un momento mi madre salió de la oficina
- Vamos a mi habitación, tengo algo que decirte
- Si madre
Al llegar al palacio de oro nos recibió el mayordomo del palacio de oro, James
- Bienvenida de vuelta su majestad, saludos a su alteza el príncipe heredero, dijo dando una elegante reverencia
- El es James, hijo de Caine, la familia de Caine ha producido mayordomos excelentes, su esposa es la jefa de todas las sirvientas, algunas de sus hijas trabajan como sirvientas personales de las princesas, las tuyas son excepciones
- Ya veo… mucho gusto James
- Estaré a su servicio su alteza
- Bien, James dile a Mari que lleve galletas y té a mi habitación
- Como ordene majestad, dijo y se retiro, mi madre comenzó a subir las escaleras hacia el tercer piso y nos dirigimos al ala este del palacio donde estaba la habitación personal de mi madre, en el centro del segundo se encontraba una habitación que está conectada al tercer piso, la cual es el dormitorio compartido
Al llegar al tercer piso, nos detuvimos frente a una gran puerta blanca con adornos bañados en oro, mi madre abrió la puerta y entramos, la habitación estaba finamente decorada, digna de la realeza, en el lado izquierdo se encontraba una cama con dosel, las cortinas del dosel estaban impecables, al lado derecho de la cama había una puerta que conduce al baño y al lado izquierdo había un tocador con un espejo de cuerpo completo, en el centro de la habitación se encuentra una sala de tres sillones, un individual y otros dos para cuatro personas, en dirección recta a la puerta principal se encuentra un balcón con terraza
- Toma asiento, dijo mi madre señalando el sillón para cuatro personas, ella se sentó en el sillón opuesto quedando cara a cara
Después de un rato tocaron a la puerta
- Traje su té, su majestad, se escucho
- Adelante, respondió madre
De la puerta salió una sirvienta de cabello negro corto, del lado derecho tenía una pequeña trenza, grandes ojos cafés, cara seria muy hermosa, con gran figura bien proporcionada
- Con su permiso su majestad, dijo la sirvienta y se retiro dela habitación
- Bien, tu padre me había dicho que te contó sobre tu compromiso, ¿cierto?
- Si madre
- OK, el anuncio será dentro de un mes, en el festival, te lo diré de una vez, tanto Sara como Vanessa y otras sirvientas estarán al pendiente de ti, ya que se celebrara un banquete en el palacio de oro por el festival, habrá muchos invitados, nobles de nuestro reino y nobles de reinos vecinos, vendrán muchas jovencitas tratando de ganarse tu favor, algunas serán más agresivas que otras, así que debes de estar alerta por cualquier situación inesperada, como ejemplo, algunas trataran de llevarte a un lugar privado o algo por el estilo, y dado que eres el único príncipe eres un blanco fácil así que mantente alerta
Yo me quedé en silencio escuchando la advertencia, luego tomo un descanso y mojo sus labios con un sorbo de té y continuo
- Por otra parte a partir del anuncio de tu compromiso hasta que se fije la fe ha de la boda, se te impartirá una lección sobre el cuerpo de una mujer todas las noches
- Pufff… ¿Qué dices?..., dije estupefacto
- Mari, trae a las chicas, dijo mi madre, al siguiente instante la puerta se abrió y entraron 4 mujeres muy hermosas con un cuerpo sensual, cada una de ellas estaba entre los 18 y 20 años, todas ellas vestían un traje de sirvienta, solo que su falda era mucho más corta de la común, si se agachaban se podía ver perfectamente su grandioso y bien formado trasero, su blusa era de tirantes con un gran escote, sus pies estaban tapados con unas medias que llegaban hasta la mitad de sus muslos sujetas con unos ligeros muy sensuales
- Estas chicas han sido seleccionadas para que te atiendan en tus estudios nocturnos, dijo mi madre, de las 4 chicas que entraron reconocí a tres, Sara, Vanessa y Lucía
- Ya conoces a ellas tres, dijo señalando a las chicas, la última se llama Sina, ella es hija de un Duque de mi tierra natal, dijo mi madre
- Soy Sina Ricks, tengo 18 años y será u placer servirle su alteza, dijo dando una elegante reverencia
- Las clases te las impartirá la Vizcondesa Camelia, es una persona a la que le tengo mucha confianza, además de tener una gran amistad con ella, y no te preocupes que no están vieja, tiene 28 años, perdió a su marido en una guerra hace no mucho, por lo que ahora es una viuda, tiene un hijo que es el heredero de la Vizcondado, por lo que no habrá problema si decides tomarla también a ella, dijo mi madre guiñando un ojo, y con ellas 4 pondrás en práctica lo que aprendas con la Vizcondesa
- ¿Eh?....
- Y no te puedes negar, ya que es tu deber tener una gran descendencia, también puedes llamar a tu dormitorio a cualquier mujer de este palacio y de tu palacio ¿bien?
- Si… madre
- Por cierto, dijo sonriendo pícaramente, también puedes tomar a tus hermanas
- Pufffg…. ¿Qué?, dije soltando un grito
- Jajaja, tu reacción es muy graciosa, dijo soltando una carcajada, tu padre ya dio su permiso y no habrá ningún problema, ya que en este reino se practica la poligamia y en algunos casos hasta el incesto, lo ultimo ya depende de la pareja involucrada
Después de la platica acalorada con mi madre salí de la habitación, y al llegar a la entrada principal me encontré con la tercer reina Leina, su cabello castaño claro que lo llevaba suelto le llegaba hasta la listas de su espalda, sus grande ojos azules llenos de brillos junto con sus rasgos finos y su blanca piel la hacían ver muy hermosa, un cuerpo escultural que no se quedaba detrás del de mi madre, llevaba puesto un vestido color azul marino, en su abdomen llevaba una faja que hacía que sus pechos quisieran salirse de su gran escote que dejaba al descubierto su clavícula y hombros, el vestido llegaba hasta sus pantorrillas, a la altura de su cadera tiene aventuras a los costados que dejaban ver la blanca piel de sus grades muslos, al verla no pude evitar sonrojarse
- Edward, me alegro que de estés mejor, dijo acercándose para darme un abrazo enterrando mi cara en sus pechos que eran muy suaves
- Me alegra verla su majestad, respondí avergonzado
- No es su majestad, es madre Leina, me corrigió haciendo un puchero, como siempre me has llamado
- Esta bien, madre Leina
La tercera reina tenía una personalidad muy juvenil al parecer tenía 38 años, por lo quera muy alegre, y era las más joven de las tres reinas, ahora veo de donde saco esa personalidad Flora
- Perdona que no me quedé más tiempo contigo, pero tengo trabajo, dijo con una mirada apenada
- No se preocupe madre Leina
- Te parece si luego tomamos te juntos?
- Si, me parece bien
- Bueno luego nos vemos, se retiro hacia las escaleras diciendo adiós con su mano, al llegar al final de las escaleras se detuvo y de dio la vuelta, puedes comenzar con mis hijas... o conmigo :3, solo se gentil, comento guiñando me un ojo
Después, salí del palacio y me dirigía al mío, los palacios estaban conectados por pasillos que tenían una gran vista de los jardines, el gran jardín que se encontraba en el centro tenía un pequeño lago con diferentes tipos de peces, un agua cristalina y en el centro tenía un puente que conduce a un quiosco
Por curiosidad me acerque a ver el pequeño lago, después de meter mi mano en el agua que estaba muy fresca me levante, al girar para continuar mi camino me tope con la segunda reina Marianne, su cabello era sedoso, rubio platinado perfectamente peinado hacia atrás, dejando un pequeño fleco tapando su ojo izquierdo, sus ojos eran color café oscuro, era grandes y daban una mirada afilada, su rostro era muy fino, su cuerpo perfectamente esbelto a pesar de que ya ha tenido dos partos, con curvas en su lugar, un pecho que parecía querer explotar la camisa de cuello alto que llevaba, sobre su camisa tenía un vestido negro de tirantes que enfatizaba su figura, aunque frunció el seño en cuanto me vio
- Deberías de fijarte por donde caminas, dijo disgustada
- Perdone su majestad, no la vi, dije dándole una ligera reverencia
- Hump… después se dirigió al palacio de oro mirándome disgustada