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Dominio de Douluo: La Maestría del Corazón Oscuro (Español)

Sumérgete en las páginas de 'Dominion of Douluo: The Dark Heart's Mastery', una novela que te arrastrará a las profundidades de un mundo gobernado por la fuerza y la astucia. En una aldea envuelta en misterios, un niño es abandonado bajo la sombra de una antigua niebla, marcando el inicio de una era de sangre y conquista. Xue Sha, el niño elegido por el destino, crece bajo la tutela del jefe de la aldea, pero dentro de él arde el fuego de un espíritu oscuro y poderoso. Su corazón, un abismo de ambiciones insondables, late al ritmo de un tambor de guerra que augura la caída de imperios y el ascenso de un nuevo orden. 'Dominion of Douluo: The Dark Heart's Mastery' es una historia de poder desenfrenado, donde cada victoria se tiñe con la sangre de los caídos y cada sonrisa esconde una traición. El protagonista, un villano de una inteligencia y fuerza sobrenaturales, teje su camino a través de masacres y manipulaciones, desafiando a los dioses y a los hombres por igual en su búsqueda de dominio absoluto. Con cada capítulo, serás testigo de la transformación de un niño en un tirano, de un protector en un conquistador. Las páginas de esta novela están impregnadas de la esencia misma de la ambición, y cada giro te sumerge más en un mundo donde la oscuridad es el mayor aliado y el miedo, la herramienta más afilada. Prepárate para una historia que no solo rompe los límites del bien y del mal, sino que los redefine. 'Dominion of Douluo: The Dark Heart's Mastery' no es solo una novela; es una experiencia que te desafiará a mirar más allá de la superficie y a cuestionar todo lo que creías saber sobre el poder y la dominación.

Iosif_72 · Anime & Comics
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Capítulo 10: La Urgente Misión de Su Yuntao: Parte 5

Después de que el último de los presentes hubiera leído la carta, Qian Xun Ji alzó la mirada y preguntó con voz firme, "Después de leer eso, ¿cómo creéis que debemos responder?"

Hubo un silencio tenso en la sala, hasta que uno de los presentes, con una mirada de desprecio, dijo, "Su Majestad, hay que matarlo. ¿Cómo se atreve a rechazar nuestra invitación? Si se une a uno de los imperios o a alguna secta, en 40 años tendrán un Douluo Titulado y, si tiene suerte, en 70 años podrían tener un Súper Douluo de nivel 97 mínimo. Eso es una amenaza para nuestro Salón de los Espíritus."

Qian Xun Ji escuchó la opinión y luego preguntó, "¿Alguien tiene otra opinión?" Pero al mirar a su alrededor, vio que nadie hablaba y parecía que todos estaban de acuerdo en matar a Xue Sha.

"Entonces," dijo Qian Xun Ji con una voz que no admitía réplica, "ya que se atreve a rechazarnos, espero que haya asumido las consecuencias de sus actos. En 3 días, cuando salgamos para cazar a Tang Hao, iremos a la ciudad de Nuoding para matar a Xue Sha primero."

Se dirigió a Su Yuntao y le dijo, "Ya que has traído esta carta y veo que estás en el nivel 20, te voy a recompensar con una bestia de alma de 600 años. ¿Te atreves a absorber su anillo?"

Su Yuntao, aunque sorprendido por la repentina oferta, respondió con decisión, "Sí, estoy preparado."

"Bien," dijo Qian Xun Ji, señalando a uno de los individuos presentes, "él es el encargado del bosque de bestias de almas en cautiverio. Puedes pedirle después que te dé la bestia de alma del tipo que deseas."

Luego, Qian Xun Ji se dirigió a los demás y preguntó, "¿Hay algo más?" Ante la negativa de todos, que negaron con la cabeza y confirmaron que no quedaba nada más, Qian Xun Ji concluyó, "Pues si no hay nada más, fuera." Y con un gesto de su mano, indicó que la reunión había terminado y se retiró de la sala.

Los presentes se dispersaron lentamente, cada uno sumido en sus pensamientos sobre los acontecimientos venideros, mientras Su Yuntao se dirigía al encargado del bosque de bestias de almas en cautiverio para reclamar su recompensa.

El encargado del bosque miró a Su Yuntao con una mezcla de interés y responsabilidad. "¿Qué espíritu marcial tienes y qué efecto quieres que tenga el anillo de alma?" preguntó con voz firme.

"Tengo el Lobo Solitario," respondió Su Yuntao con orgullo. "Quiero que mi segundo anillo mejore mis garras para hacerlas más afiladas, si es posible."

El encargado asintió pensativo. "Bien, entonces creo que ya sé qué bestia de alma te vendrá bien." Se levantó y guió a Su Yuntao hacia la parte trasera del palacio. Allí, sacó un papel de un collar que llevaba puesto y, con una destreza sorprendente, utilizó su poder de alma para perforar el papel, creando agujeros con formas de letras. Lo que Su Yuntao no notó fue que en realidad había dos papeles.

El encargado invocó su espíritu marcial, revelando siete anillos de alma: dos amarillos, dos morados y tres negros. Su espíritu marcial tomó la forma de un arco y una flecha. El séptimo anillo se iluminó y, en un compartimento secreto de la flecha, el encargado colocó las cartas, seleccionando cuidadosamente la dirección de cada una según su destinatario. Apuntó hacia el cielo y soltó la flecha, que se dividió en dos y desapareció en la distancia.

"En unos minutos traerán tu bestia de alma," dijo el encargado, dirigiéndose a Su Yuntao, quien expresó su gratitud.

No pasaron más de diez minutos cuando varias figuras aparecieron en la distancia, acercándose con un lobo gravemente herido dentro de una jaula. A pesar de sus piernas rotas y otras heridas, el lobo aún respiraba. Las personas subieron las escaleras traseras del palacio, que eran idénticas a las del frente, y colocaron la jaula frente a Su Yuntao y el encargado.

"Aquí tienes la bestia de alma que querías," dijo uno de ellos antes de retirarse.

"Gracias, adiós," respondió el encargado del bosque, y los hombres se alejaron, dejando a Su Yuntao frente a la criatura que pronto se convertiría en su segundo anillo de alma.

El encargado del bosque, con un gesto solemne, extendió su mano hacia Su Yuntao, revelando una daga de aspecto antiguo y elegante. "Utiliza esto para liberar el alma de la bestia," dijo con una voz que resonaba con un peso que iba más allá de las palabras.

Su Yuntao tomó la daga con reverencia, sintiendo el frío metal contra su piel y el sutil pulso de poder que emanaba de ella. Ante él, el lobo herido yacía en la jaula, sus ojos reflejando una mezcla de dolor y una chispa de dignidad indomable.

Su Yuntao se arrodilló junto a la criatura y con un movimiento firme y preciso deslizó la daga a través de la garganta del lobo. La sangre brotó, tiñendo el suelo de carmesí, y el lobo emitió un último suspiro antes de que su cuerpo se relajara en la quietud de la muerte. De su esencia surgió un anillo amarillo brillante, flotando en el aire con una luz que parecía contener la vastedad de un atardecer.

Su Yuntao devolvió la daga al encargado y se sentó en posición de loto justo debajo del anillo de alma. Cerró los ojos y comenzó a respirar profundamente, entrando en un estado de meditación. Podía sentir el poder del anillo llamándolo, una fuerza salvaje y antigua que buscaba un nuevo portador.

El anillo comenzó a girar lentamente, descendiendo hacia Su Yuntao. A medida que se acercaba, una oleada de dolor lo envolvió, como si estuviera siendo atravesado por innumerables agujas heladas. El anillo era claramente más poderoso de lo que él había anticipado, y cada pulgada que se acercaba a su cuerpo traía una nueva ola de agonía.

El sudor perlaba su frente mientras se concentraba en absorber el anillo, canalizando el dolor hacia su espíritu marcial. Las imágenes de lobos corriendo a través de vastas llanuras y bosques oscuros llenaban su mente, otorgándole la fuerza y la ferocidad de la manada.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el anillo de alma se fundió con Su Yuntao, y una sensación de poder puro inundó su ser. Exhausto pero triunfante, se dejó caer hacia atrás, yaciendo en el suelo mientras recuperaba el aliento.

El encargado del bosque lo observaba con curiosidad. "¿Cómo ha salido? ¿Tiene el efecto que deseabas?" preguntó, rompiendo el silencio que había seguido a la intensa absorción.

Con una sonrisa débil pero satisfecha, Su Yuntao se levanto lentamente. "Sí," dijo con voz ronca pero firme, "mis garras ahora son más afiladas que nunca. Este poder... es exactamente lo que necesitaba."

El encargado del bosque, observando a Su Yuntao por un momento más, asintió con satisfacción ante la fortaleza mostrada por el joven. "Bueno, yo me tengo que ir yendo," dijo con un tono de finalidad, indicando que su papel en la ceremonia había concluido. "Adiós."

Su Yuntao, todavía sintiendo el flujo de energía recién adquirida corriendo por sus venas, respondió con un simple "Adiós". Observó cómo la figura del encargado se alejaba dejándolo solo con sus pensamientos y el poder recién despertado dentro de él.

A pesar de la emoción de su logro, una sensación de agotamiento comenzó a asentarse en sus hombros. Su Yuntao sabía que sería imprudente embarcarse en un viaje de regreso en su estado actual. "Sería mejor quedarse una noche en un hotel y mañana volver," reflexionó, consciente de que el descanso era necesario para integrar completamente el poder del anillo de alma en su ser.

Con esa decisión tomada, Su Yuntao se dirigió hacia la ciudad de los Espíritus, donde la vida nocturna comenzaba a vibrar con la caída del crepúsculo. Encontró un hotel modesto pero cómodo, donde el dueño, al ver su apariencia de guerrero, le dio una cálida bienvenida y le aseguró una noche de descanso ininterrumpido.

La habitación era sencilla, con una cama firme y una ventana que miraba hacia el cielo estrellado. Su Yuntao se tendió, dejando que su mente y cuerpo se sumieran en la tranquilidad del sueño, mientras el mundo exterior continuaba en su constante bullicio.

Al amanecer, los primeros rayos de sol se filtraron a través de la ventana, bañando la habitación con una luz dorada que despertó a Su Yuntao de su profundo sueño. Se levantó, sintiéndose renovado y con una claridad de propósito. Después de prepararse para el día, salió del hotel y caminó hacia las puertas de la ciudad de los Espíritus.

Esta vez, Su Yuntao eligió no invocar a su espíritu marcial, sino caminar de manera normal con paso firme y medido, dejó atrás la ciudad, listo para enfrentar el futuro que le esperaba.