Lou bajo su vista a donde Mey señalaba, directo a su abdomen y respondió: - Una parte de mi organismo. Desde la concepción.
Mey se quedó aturdida y sin desviar su mirada curiosa sobre las extrañas líneas oscuras que visualizaba.
Su curiosidad fascinante la llevó pensar demasiado lejos: tocar su piel.
Trago fuertemente y alzó su mirada hacia a Lou.
Mey: - ¿Pu-Puedo tocar tu piel?. - dijo en ápice de nervios.
Lou: -...
Era evidente que Mey sentía mucha curiosidad, tanto que sentía que sus propias manos se lanzarían involuntariamente sobre la piel pálida de Lou.
Lou sólo asintió ante su petición.
Mey atisbo la respuesta de Lou y se levantó del sofá débilmente.
Ella sólo quería pasar las yemas de su dedos sobre esas líneas dibujabas en la piel de Lou.
Cautelosa de si misma, se acerco a Lou con cuidado, temblando por sus nervios internos. Levanto su mano derecha y enseguida palmo la piel fría y suave que percibió.
Una ola de calor se apoderó de Mey; intento calmar su bochornosa pena mordiendo su labio inferior.
Mientras que Lou sólo se mantenía como una estatua viviente, sin emitir ningún sonido más que su propia respiración tranquila.
<<Que extraño pero muy extraño, este hombre ni siquiera se mueve>>
Lou simplemente era como un robot. Él no se estremeció al tacto de Mey.
Mey sólo se concentraba en tallar las líneas con su dedos; terminó de hacer un breve escaneo en su abdomen y pasó detrás de él, para hacer lo mismo con su espalda de Lou. Pero en un santiamén quito su mano al atisbar que esas marcas bajaban más abajo de su cadera, justo por su trasero.
Así que ella retrocedió dos pasos.
Intento tranquilizar su intenso corazón.
Suspiro y trató de descifrar que tipo de figura formaban esas líneas misteriosas pero en conclusión, no tenía idea que significaba.
Se frotó sus manos y con incomodidad, preguntó: - Cof, Cof... Emm ¿por qué no estás vestido?
Mientras Mey esperaba una respuesta, avanzó hacia al sofá para sentarse.
Con su rostro en una tonalidad escarlata por su pequeño arrebato de tocar a este hombre desconocido.
<<No puede ser... Esta vez fui demasiado lejos>>
Se sacudió de sus pensamientos al escuchar la voz ronca de Lou.
Lou: - No comprendo.
Mey: - Oh, solo dame eso y pon atención en como debes usarlo... Dios. - le dijo, dejando soltar un gran suspiro.
Mey solo podía negar con la cabeza ante la falta de conocimiento que Lou tenía al no saber como vertirse.
Ella le señaló como ponerse primero la sudadera estilo deportiva y segundo un pants color gris.
Lou enseguida analizó y sin problema se vistió.
<<Es peor que un bebé pero ¿cómo sabía ponerse el bóxer y lo demás no?... Raro. >>
- Listo. - dijo Mey.
Lo contempló de pies a cabeza al notar que la ropa le quedaba algo apretado.
Sin duda que era un hombre de cuerpo grande. Solo podía pensar en conseguir ropa a su medida, ya que ahora estarían viviendo juntos. Y ese solo pensamiento, le recorrió un escalofrío por todo su ser.
Lou no sentía nada fuera de lo normal al estar vestido.
Fijo su vista en la TV y ante lo que se transmitía.
Así que solo se sentó en el sofá, el mismo donde Mey se encontraba.
Ella solo parpadeo un par de veces al notar la gran presencia de Lou. Ella sólo podía gritar en su interior por la inesperada situación.
La somnolencia la estaba dominando, su vista estaba en la TV pero poco a poco, sus párpados se fueron cerrando hasta quedar por completa dormida, ignorando todo a su alrededor.
Mientras que Mey estaba en un profundo sueño.
Caleb no podía comprender las extrañas palabras de "A79".
Así que soltó con asperosidad: - ¿Es una broma?, no soy un idiota para creer en esa tontería. Mejor porque no me dices tu nombre.
"A79": - No tengo uno... Yo no soy como ustedes... - murmuró.
Caleb crispo sus labios, irritado.
Camino precipitado hacia su hermana, ignorando por completo las palabras de "A79".
Se inclinó a un lado del sofá y tocó levemente la cabeza de su hermana y preguntó con voz fria: - ¿Qué le hiciste? ¿Por qué no despierta?
Caleb fulminaba con la mirada a la pobre chica pelirroja. "A79" escucho a Caleb, se giro y avanzó hacia él, inclinándose para estar a la misma altura y así, en un moviendo veroz, el dedo índice de "A79" se pulso justo en la frente de Etna y en un parpadeo, ella abrió los ojos.
Caleb sólo quedó atónito.
- Debes creerme, debes ver que no soy como tú.- dijo "A79" y sin previo aviso, sus manos de ellas volaron hacia los pómulos de Caleb. Caleb sólo percibió lo frío de esas manos, mientras que su vista cayó sobre los de ella. Se contemplaban misteriosamente.
Etna: - Caleb... Emm ¿Qué hacen? - pregunto desorientada.
Caleb se aparto enseguida de "A79". Con una expresión sombría. Tomó a su hermana entre sus brazos.
Se levantó y se fue directo al cuarto de Etna.
Etna solo podía pensar que interrumpió un gran momento y se reprendió por abrir su boca.
"A79" se quedó sola en la sala.
Viendo como caleb se iba con indiferencia. Suspiró y enderezado su delicado cuerpo.
<<¿Qué debo hacer ahora? Él no cree en mis palabras.>>, pensó y ahora no tenía idea que más hacer para que Caleb comprendiera quién era ella en realidad.
En un segundo ella respingo al escuchar la voz engrosada de Caleb.
- Vete, no me importa que pase contigo. No me importa si eres o no humana pero te quiero fuera de aquí y ahora.
"A79" roto su vista hacia ese hombre autoritario, y analizando las frías y desdeñosas palabras de él.
Ella no tenía nada para responder. En conclusión, ella dedujo que él la estaba sacando de su hogar, dejándola ir. "A79" solo asintió y avanzó hacia Caleb y el cual de inmediato se encaminó por el pasillo para abrir la puerta principal y que ella se marchará de una vez.
Caleb no dijo nada.
En su mente sólo radiaba la molestia por que ella había tocado a su hermana Etna.
Giro el picaporte y la pobre chica, enseguida sintió el helado aire.
Cabizbaja salió y avanzó hacia frío clima, escuchando el chirrido de la puerta cerrándose.