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DE OTRO MUNDO

Esta es la historia de una humana y un ser de otro universo (alien), que se emprenden a un camino lleno de obstáculos y misterio. Durante ese largo transcurso por recorrer ambos se enamoran; se dejan llevar por esas emociones, esa humana es consciente que tal hombre no es normal pero inesperadamente...

Dianiis_1417 · Sci-fi
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122 Chs

Lucha alienígena (parte 1)

- Hm. Entiendo. Entonces, no te importará que la tomé y la venda para conseguir mi plata.

Etna: - !!..!!

Jeff: - ¡¿...?!

Todo quedó en un absoluto silencio. De manera instantánea Etna se paralizó; sus pupilas se dilataron y su corazón dio un brinco estremecedor por la advertencia.

¿Acaso ahora la estaban intercambiando por plata? ¿Sería vendida o más bien traficada a un mafioso?

¡¿Qué hizo para merecer esto?!

Ella shockeada y bombardeada por miles de preguntas, tembló de pies a cabezas. No podía creer lo que escuchó. Así que miró directamente al hombre de ojos de lobo.

Una bestia feroz se presentaba ante sus ojos; ese hombre la fulminaba sin piedad alguna. Se podía percibir la maldad atroz que emanaba el Presidente Orson.

Ella supo que este hombre misterioso y bestial no estaba jugando. Su expresión aterradora decía todo. Inclusive quien lo viera quedaría congelado en el acto.

- ¡Ja ja ja!. - Jeff soltó una carcajada, lo cual perturbó a Etna y al mismo magnate.

Él frunció su ceño por la reacción de Jeff.

Al mismo tiempo, Jeff no podía creer tal barbaridad.

¿De nuevo se atrevían a soborbarlo a costillas de la chica humana? ¿En verdad el gran magnate le gustaba este juego absurdo e infantil?

Él pensó que estaban locos si caía nuevamente ante un soborno. Estaba molesto que toda esa arma amarga estaba desbordandose.

- ¿Qué es lo gracioso? - entonces preguntó el Presidente Orson, ahora fulminando a Jeff, casi crispando sus ojos ámbar por la insolencia de él.

- ¡Ja! Haz lo que quieras. - respondió Jeff con arrogancia. Y al siguiente segundo, él se puso de pie, mientras que Etna sólo lo contemplaba de pies a cabeza. Seguía paralizada con el alma en un hilo. Una sensación extraña la invadió al atisbar que Jeff se levantó.

¿Acaso este joven apuesto la estaba dando a cambio de sus deudas? ¿Estaba aceptando el trato del hombre? ¿Cómo puede ser despiadado?

Entonces como balde de agua fría le cayó a Etna, saber que apenas se conocieron y que para ambos eran unos desconocidos.

Ella se sintió dolida y traicionada. Creyó que Jeff era alguien confiable y puro, pero ahora mismo le estaba demostrando otra cara; un lado oscuro y siniestro.

Él la ayudó ante esos chicos brabucones y ahora la estaba intercambiando como mercancía para pagar sus deudas.

<<¿Cómo pude ser tan confianda...?>>, se lamentó Etna en silencio.

Por otra parte, el Presidente Orson tenso su mandíbula. Este chico en verdad todo le daba igual. Un arrogante y hostil.

Un chico malcriado y descarriado. El presidente indagó que quizás Jeff no le interesaba a la chica humana en realidad.

Él ya también estaba llegando al tope del juego. Era momento para que las cosas se pusieran serias.

- Solo tómalo como un intercambio. Supongo que te dejará buenas ganancias. - escupió Jeff de manera pereroza.

Etna solo lo miraba perpleja. ¿En serio sería vendida?

- Oye niña, fue..."un gusto conocerte." - añadió Jeff sonriendo maliciosamente. Y en un fracción de segundo, Etna sostuvo la mirada de él. Jeff bajo lentamente sus gafas oscuras y le guiño el ojo izquierdo. Fue tan rápido que ella no entendió nada.

¿Qué significado tenía eso?

¿Qué pasaría a continuación?

Etna quedó peor que antes. Totalmente confundida y pasmada. Sólo pudo encogerse más de hombros, desviando la mirada de la cara arrogante de Jeff.

- ¿"Intercambio"? ¿Así de fácil?. - espetó el presidente con una voz glacial; una señal de su mal humor. Sus labios se curvaron en una sutil mueca.

Inmediatamente se puso de pie. No dejaría que este chico rebelde le pisará los talones.

¡Le enseñaría una lección!

El asistente Remi supo que esto no llevaría nada bueno. También supo que este juego absurdo estaba llegando a su fin mortal. Lo peor era que la humana estaría observando un hecho sin precedentes.

- Presidente. - musito Remi, indicándole al magnate que la humana estaba atenta a la situación.

- Tsk...llévala a una habitación. - ordenó enseguida el Presidente Orson, sin despejar su mirada iracunda de Jeff.

Remi asintió rápidamente, camino directo a la chica cabizbaja. Sin contemplaciones la tomó del antebrazo. Etna ante el súbito movimiento no hizo nada más que hundirse de miedo. Lamentablemente estaba aceptando su terrible destino.

Estaba tan pasmada como para resistirse. ¿Qué podría hacer antes tres hombres?

Ella se dijo a sí misma, que absolutamente nada. Era una niña pequeña e indefensa.

No tenía la fuerza suficiente para luchar.

Su espíritu cayó en un profundo abismo. Caía a un lugar sin salida. Estaba siendo vendida; su futuro cambió en un santiamén.

Sus bellos ojos zafiros se apagaron, perdieron todo ese brillo de vida. Se levantó del sofá, sin vida aparente. A punto de dar un paso a su destino oscuro, algo la hizo detener.

Una mano cálida la tomó de su muñeca derecha.

- No tan rápido. - dijo Jeff.

Etna se despabilo de inmediato. Saliendo del profundo abismo que había caído. Ladeo su cara y atisbo que era Jeff quién la tomaba de su muñeca. Su corazón latió con fuerzas que revivió nuevamente; sus ojos brillaron como si viera un hermoso ángel ante su vista.

Jeff sonreía de la misma forma maliciosa. Era claro para él que el Presidente Orson estaba evitando que la chica humana fuera testigo de una escena de lucha.

Entonces se dijo que no se lo dejaría fácilmente.

El Presidente Orson frunció más su ceño. Y el asistente Remi se quedó inmóvil, sin soltar el antebrazo de la chica.

Para Etna sintió que se encontraba entre la espada y la pared.

¿Por qué Jeff ahora la detenía?

Era verdaderamente una confusión para la mente de ella.

- ¿Qué haces? ¿Acaso te estás retractando de tus palabras?. - inquirió el presidente, mostrando absoluta hostilidad a Jeff.

Ambos estaban frente a frente; desafiandose con la mirada.

Era claro que una lucha estaría por desatarse.

Jeff: - Para nada. - respondió hostilmente.

- ¿Entonces...?

Un denso y frío aire se esparció por toda la sala de estar. Jeff ya tenía una estrategia bien ejecutado en su mente y esto solo era parte de su malévolo plan.

Esto apenas empezaba.

¡Una lucha entre alienígenas!