webnovel

El comienzo de todo.

"Escuelas de Deportes y Artes de Willford" La escuela secundaria donde salieron uno de los mejores boxeadores de talla mundial y los mejores bailarines clásicos. Tuve el privilegio de entrar, me ofrecieron una beca completa, todo incluido. Si tengo que ser honesto, yo no quería, solo acepte por que mi familia no tiene mucho dinero como para pagar una escuela secundaria decente.

Y aquí me encuentro, delante de la gran entrada de madera, parecía la entrada a Hogwarts.  Me sentía mareado, se decia que esta escuela era una de las mejores para el deporte, pero también una de las más exigentes, y repito, no queria venir aqui.

Abro la puerta con dificultad, era demasiado pesada, y eso que yo soy alguien bastante corpulento. Veo los alumnos caminar por todas partes. Los alumnos de boxeo golpeándose entre sí en modo de "juego", los alumnos de danza charlando como si fueran alguna especie

de ave elegante. Era bueno en el boxeo, no se por que me sentía nervioso ante la gente de esta escuela llena de pretenciosos, pero...creo que estoy juzgando demasiado rápido.

Mi nombre es Lucky Keeps, y inicio quinto de secundaria en una nueva escuela, donde, según mis padres, desarrollaré pasión hacia el deporte que tanto me gusta, aun que creo que solo lo utilizan como excusa para que venga a esta escuela.

Camino por los pasillos, sintiendo las miradas de los demás clava en mi, no me quejo, yo también sentiría curiosidad por un alumno que no he visto en la escuela, pero debo de admitir que me hace sentir nervioso. Mi locker parecía que lo habían golpeado con un bate de béisbol, estaba todo magullado y parecía que estaba apunto de caerse cuando apenas lo abrí.

Reviso los horarios rápidamente.

Clase de practica de movimientos, resistencia y ejercicios rutinarios obligatorio para todos los

Alumnos:

- Practicar golpes, esquivar y moverse en diferentes direcciones.

- Trabajar con patrones de pies, que se pueden usar para moverse y tener una mejor capacidad de escape.

- Condición physical que implica seguir una rutina de ejercicio y trabajo de resistencia.

Era mi primer día, y ya sentía que mi cuerpo estaba derritiéndose. Doy un suspiro pesado, colocando mis cosas dentro del locker y cerrandolo, apoyando suavemente mi cabeza contra la puerta del mismo, no quería esto, ¿Por qué tenia que hacerlo? En estos momentos, mi madre diría que estoy juzgando demasiado rápido la situación, así que, dando el último suspiro, levantó mi cabeza firmemente, y comienzo a caminar hacia la sala de entrenamiento. Me tocaba estar con un profesor "Kootropal" o como rayos se pronuncie, era raro, no entendía del todo aquel nombre, parecía sacado de la mismísima India.

Las diferencias de características entre los alumnos de deportes y artes era demasiada, veía como los alumnos de artes eran demasiado tranquilos, charlando entre ellos y siendo respetuoso, y por el otro lado...solo diré que parecían una manada de osos salvajes, no soy de juzgar a la gente, pero me sentía un poco avergonzado de pertenecer a la área de deportes.

Envuelto en mis propios pensamientos, no me di cuenta que otro alumno estaba intentando hablar conmigo.

-¡¡Hola!!- Grito fuertemente en mi oído, sacándome de mis pensamientos.

Lleve rápidamente mi palma a mi oído, intentando sacar el molesto zumbido que me dejo su grito.

-¿Que te pasa?- Estaba casi furioso, pero retome mi compostura.

-¿Vas a la clase del profesor de nombre raro?-

-¿Y a ti que te importa?- Estaba siendo grosero, pero mis oídos zumbaban fuertemente.

-Calmate. Vi que ibas a la misma dirección que yo...Entonces, ¿Vas allá o no?-

-Bueno...si-

-¡Perfecto, mi nombre es Alador!-

Me extendió su mano, y por cortesía, se la tome, era pegajosa, como si hubiera comido una docena entera de dulces con la mano.

El parecia una persona "Agradable" después de todo, era bastante gracioso, logrando sacarme alguna risa que otra, según por lo que me contó durante el camino, el era heredero de una compañía o algo así, no entendí muy bien esa parte, la única parte interesante fue cuando comenzó a hablar por su pasión por el deporte, eso era sentimiento mutuo. Comenzamos a hablar como fanáticas locas de algún cantante sobre nuestros luchadores favoritos, y lo genial que sería poder ir a verlos.

Entre tanta charla, no me di cuenta de la presencia de otro alumno, chocando fuertemente contra el y casi cayéndome encima del mismo.

-Ten cuidado- Una voz fría y suave llego a mis orejas. Era un muchacho de maso menos de mi edad, tenía un pelo color ceniza y mechas rosadas.

Rápidamente, recupere mi compostura, observando a aquel chico, era demasiado pequeño, ¿O yo soy demasiado alto? Eso no importa. Sus ojos celeste como el cielo me miraban fijamente con una expresión inexpresiva.

-¡Lo siento muchísimo!- Estaba casi gritando, me sentía avergonzado por lo que paso.

-No grites imbecil...estoy literalmente delante tuyo-

-Perdón...¿Como te llamas?-

-Ask...mi nombre es William...-

-Perdón, William- Agache mi cabeza, me sentía avergonzado.

Observe a William por algunos segundos más antes de que comenzará a caminar en dirección contraria a mi, chocando mi hombro al pasar a mi lado.

William...era ciertamente atractivo, podría ser perfectamente la clase de chico que podría gustarme.

Observo como se aleja, me toque el hombro que me había chocado, sintiendo el cosquilleo aún, me sentía raro, normalmente ante este tipo de situaciones me hubiera defendido, pero no se por que no lo hice.

"Dios" murmure a lo bajo, Alador me miraba casi riéndose por mi "papel" ante William. Gire mi cabeza para encontrarme con la mirada de Alador, que estaba al borde de la risa.

-¡¿De que te ríes?!- Le grito fuertemente, sintiéndome incómodo

-Como reaccionaste ante el "Cisne"- Alador finalmente solto su risa, llenando los pasillos con su voz.

-¿"El cisne"?-

-Oh, cierto, eres nuevo...Aquel chico, es William French, el mejor bailarín de su clase. Lo llaman así por que ha ganado más de 25 competencias en todo sus 4 años en la escuela. No te preocupes, es grosero con todo el mundo-

Durante el entrenamiento, la imagen de William no se me salía de la cabeza, sentía como mi corazón latía con fuerza. Por culpa de mis pensamientos, tropecé varias veces en el entrenamiento, causando una decepción obviamente justificada en mi profesor. Antes de que pudiera entrar a las duchas, el profesor me llama para que pudiera hablar conmigo, sabía que era un posible regaño.

-¿Me quería ver, señor?- Asomo mi cabeza por la puerta del despacho del profesor. El solamente me indica que me siente delante de su escritorio, obedeciendolo y sentándome, su mirada era intensa y penetrante, sentía que solamente con la mirada me podía asesinar.

-Señor Feeds, nuestra institución ha estado por más de 35 años enseñando, y usted sabe claramente que se le dio la oportunidad de estar aquí, asi que, si esta clase de errores vuelven a suceder, no dudaré 2 veces en enviar una nota al director-

-Por supuesto, señor-

El profesor dio un suspiro, mirándome nuevamente.

-Lucky, por lo que me contaron, eres un buen luchador, quiero que alcances tu potencial aquí-

El profesor continuo con su sermones por un largo tiempo, ya haciéndose tarde para poder ir a bañarme en las duchas. Salgo de su despacho, sabiendo claramente que no tendré otra opción que caminar hacia mi casa con el olor a sudor y horrible que portaba.

Al salir de la escuela, mis pensamientos hacia William volvieron, creo que debería de acostumbrarme, ese chico no saldría de mi cabeza aún que me golpee con un martillo.

Caminaba en silencio, la calle estaba silenciosa, podía oír hasta mi propia respiración. Miré de reojo por un momento, y ahi lo vi, era William, que estaba caminando del otro lado de la acera con sus auriculares puestos, su pelo se movía de lado a lado por el viento.

Sigilosamente, me pase a la otra acera, este chico tenía algo que me llamaba la atención pero no sabía que era, ¿Su olor? ¿Su nombre? No lo se.

Me acerque en silencio absoluto caminando a su lado. Apenas lo conocía, ¿Por qué rayos este chico me interesaba? Nisiquiera es lindo...Bueno, si lo es pero no es mi tipo. trate de comportarme cool mientras caminaba a su lado, pero mis palmas sudaban y mi cuerpo se tambaleaba con fuerza de lado a lado.

-¿Estas bien...?- La voz de William resuena una vez más en mis oídos, por fin me presto atención.

-Oh, no te vi ahí...Si, lo estoy, descuida-

William no se inmutó o intento seguir con la conversación, simplemente se puso nuevamente sus auriculares y comenzó a ignorarme. Sentía que mi corazón latir con fuerza, ¿Será que...? Eso no importaba, estaba aquí, y intentaré hacer algo.

Toque suavemente su hombro, obteniendo su atención nuevamente.

-Y...¿Hace cuanto haces...ballet?-

-Desde los once años-

-¿Once? ¿Cuantos años tienes?-

-Tengo 16-

Me sentía algo incómodo al preguntarle todo esto, sentía que lo obligaba a responder, así que me quedé callado apenas dijo "16" pero el no se detuvo. Escuche como dio un suspiro, guardando sus auriculares y empezando a charlar conmigo. No sé por qué me sentía bien a su lado. Escuche atentamente todo lo que me decia, su voz fría pasaba lentamente a una voz mas amigable, talvez tendria la oportunidad de conocerlo un poco mejor, pero necesitaba tiempo, yo se que lo lograré.

Hablamos todo el camino a casa, era algo duro, pero respondía a mis preguntas con cierta emoción. Me sentía mal al fin a cabo, no queria obligarlo a hablar sobre temas que no le apetecía charlar, o muchísimo menos hacerlo sentir obligado a responder.

-Si no quieres hablar conmigo, no lo hagas, lo entenderé- Di un pequeño suspiro, jugando con el cierre de mi chaqueta.

-Si no quisiera hablar contigo, no me hubiera sacado los auriculares, Lucky- Dijo mi nombre, y sentí que mi corazón se aceleraba aún más.

-Oh, eso es...tierno-

-No me digas así, imbecil-

Aun que simplemente asentí con la cabeza, sentía como mi corazón latia más rapido. Durante todo el camino, sentía como su voz se iba ablandando, hasta hablarme por fin con normalidad. William se detuvo en una casa bastante lujosa.

-Bueno, aquí vivo...-

Me sentía triste, pero no podía hacer mucho para evitarlo, así que simplemente asentí con la cabeza con una sonrisa forzada.

-Perdón por ser grosero la primera vez que hablamos-

-No hay necesidad de disculparse, aparte, yo me choque contigo-

Vi claramente como William sonreía, me sentía bien, su sonrisa era hermosa. Estaba tan envuelto en mis pensamientos que no escuché lo que dijo. Rápidamente sacudí mi cabeza para volver a la realidad.

-Perdón, ¿Que dijiste?-

-Que en el receso, te esperare en el auditorio de la escuela, para...poder almorzar juntos-

No me dio tiempo de analizar la situación cuando se metió a su casa, cerrando la puerta con gracia.

Mi mundo dio una vuelta de 180 grados, mi corazón latía con fuerza, me sentía vivo con tan solo su invitación a almorzar, camine a casa con una sonrisa.

Al entrar a casa, me encontré con mi madre en la cocina, deteniéndose para poder saludarme.

-¿Como fue tu primer día- Esa pregunta hizo que comience a sonreír y me acerque lentamente, dejando caer mi mochila encima de la mesa para poder acomodarme y comenzar contarle todo a mi madre.

-Conocí a un chico...

Y así comencé a contarle todo detalladamente, mi madre simplemente sonreía y asentía, mientras notaba mi emoción  por William, riéndose en las partes que actuaba como tonto.

-¡No te reías!

-No puedo evitarlo, no te he visto así de entusiasmado desde que tuviste tu primer trofeo de boxeo-

Mi sonrisa no se borraba, definitivamente William debía ser mi amigo, y haría hasta lo posible para lograrlo. Subí las escaleras y me tumbe en mi cama, observando al techo con una enorme sonrisa. Mi habitación era...como la de un adolescente despreocupado.

Ropa tirada, un pequeño Puf en la esquina del cuarto, un televisor, y estantes, mitad trofeos y mitad ropa, sentía que se veía cool. Me envolví en mis sábanas, pensando  en William, "Podríamos ser buenos amigo" Pense, una oleada de incomodidad recorrio mi cuerpo.

"¿Y si William simplemente hizo eso para burlarse de mi?" "¿Y si lo hizo porque quería deshacerse de mi?" Mi mente se empezó a llenar de pensamientos negativos, ¿porque ahora vienen a arruinar mi momento feliz?

No quería sentirme asi ahora. Tomé mi toalla y me dirige al baño, buscando confort en el agua caliente. Mientras me sacaba la ropa, me miré en el espejo por un momento, ¿Y si William siente que solo soy un estorbo? ¿Y si simplemente me ve como un estupido? Sacudi nuevamente mi cabeza, volviendo a la realidad rápidamente, tenía que ser realista, William mostró interés en mi para ser su amigo, simplemente...no se porque sobrepensaba algo que todavía no paso.

El agua recorría mi cuerpo, pero mis pensamientos estaban inquietos, ¡Dios, sin tan solo pudiera golpear mi cabeza contra el grifo del agua! Tome aire y lo deje salir, calmando mi cuerpo y mente por un momento, disfrutando del baño mientras podía.

Al salir, me tire directamente en la cama, mirando nuevamente el techo, ¿Quería que sea mi amigo, o solo era un capricho mio?

Me vesti y baje, encontrándome con mi padre, el era el único ser en este planeta que me apoyaría incluso en un homicidio, sabía que el me aconsejaría propiamente.

-Padre...- Me senté delante de mi papá. El levanta la vista del teléfono con una ceja levantada.

-¿Hijo?-

-Mira, tengo una situación un tanto rara con un chico, quería saber si me puedes aconsejar-

-¡Por supuesto, te escucho!-

Di un suspiro, y comencé a contarle sobre mis inquietudes con William, como me sentía cerca del chico, sentía que mi corazón latía con fuerza, y de mis miedos a su rechazo para una amistad.

-Hijo...diría que es importante que te concentres en tus sentimientos y que no te dejes llevar por el miedo o por la confusión. Busca seguir tu corazón y tus necesidades y que trates de entender lo que realmente quiere, sin darle demasiada importancia a lo que los demás puedan decir. Ser honesto contigo mismo y con William es también importante en una relación, y...Hijo, debe estar dispuesto a hablar de tus preocupaciones y miedos para construir una relación sana y duradera.

Sonreía ante la gratitud de mi padre, me sentí bien, decidí tomar su consejo y ponerlo en práctica.

-Gracias, papá, eres el mejor...-

-Hey, cualquier inconveniente, sabes que siempre estaré ahí-

A la hora de cenar, no pude parar de pensar en el mañana, sentía como mi corazón latía rápidamente. Si tengo que ser honesto, William es mi...Bueno, es algo ridiculo por que apenas lo conozco hace menos de 24 horas pero senfia que William es mi...¿Primer amor adolescente? No se si se le puede decir así, pero a lo que quiero llegar, es que William es la primera persona que de verdad quiero algo romántico, en el pasado, varias chicas y chicos buscaban algo conmigo, pero yo nunca correspondi a nadie, talvez, ¿Era mi momento de no ser correspondido? Tengo miedo, lo admito, mi temor al rechazo estaba presente y no podía ignorarlo.

Una vez termine de cenar, me tire directamente en la cama. Soy el típico clase de adolescente que le cuesta conciliar el sueño, así que, me envolví entre mis sábanas, y prendí mi teléfono.

Sentía curiosidad por saber quién era de verdad William. Alador me dijo su usuario de instagram...suena como si lo estuviera stalkeando, ¡Al diablo, si, lo estalkeo, ¿Y que?!

Mi primera impresión cuando comencé a explorar su perfil, fue de asombro, aun que solo fuera una cuenta de un adolescente como cualquiera, para mi, sus fotos eran tesoros...¡Dios, sueno tan depravado sexual!

Continue explorando su perfil por un poco de tiempo más, y...cuando me di cuenta, me había visto las fotos hasta de 2018. Su pelo color ceniza y mechas rosadas era de color natural según vi, diablos, ¿Que tanta suerte puedes tener para tener ese color de pelo?

Me pregunto como sería si llegamos a tener un hijo juntos...Alto igual que yo, su pelo color ceniza, probablemente sería igual de blanco que William, y...¡Maldición, ¿En qué estoy pensando?!

Tire mi teléfono encina de la mesita de noche, y me tire al suelo helado de mi cuarto, mirando fijamente el techo nuevamente, solo soy un maldito adolescente, ¿Por qué me enamore de alguien tan malhumorado? Nisiquiera llegamos a amigos o siquiera conocidos, probablemente para el, solo soy el raro que lo está acosando...

Una notificación me llego, resonó en casi todo mi cuarto, mis notificaciones tienen "The Other Women" de lana de rey como sonido principal, lo puse como broma pero luego me termino gustando.

Me levante con dificultad del suelo y tome mi teléfono, observando el mensaje bien grande que decía "¿Estas despierto?" De William. En ese momento, di un chillido muy agudo, tirándome en la cama nuevamente y refregandome de lado a lado entre las sábanas, respire profundo y respondí:

"Oh, ¡Hola William! Sip, estoy despierto, ¿Que pasa? :)"

William tardaba en responder, el globo de "Escribiendo..." aparecía y desaparecía cada rato, parecía que estaba pensando que decir.

"Hola, perdón por molestarte a estas horas, pero quería hacerte una pregunta, quería disculparme nuevamente por mi comportamiento"

"¡Ya te disculpaste lo suficiente! No hay problema" Respondi con una sonrisa nerviosa. Se disculpaba demasiado...¡que tierno!

"Ok, ok, simplemente quería saber a que hora terminas tu practica, me gusto la conversación que tuvimos hace algunas horas en la calle"

Di otro chillido, me sentía en el cielo, de verdad le gustaba hablar conmigo, ¿O solamente me estoy haciendo muchas ilusiones? Diablos, ya lo no se!

"Oh, me alegra oír eso! Termino a las 4 de la tarde, salón 14B" Estaba feliz, parecía una colegiala de alguna película coreana que estaba enamorada del hombre más popular de la escuela, ¿William será popular? Se ve que es famoso en su salón.

"Te esperare entonces" Y...se desconecto, no me quejaba, me sentía extremadamente feliz, ¿Habrá alguna posibilidad de que William si este interesado en una amistad conmigo? ¡Seria lo mejor!

Me acurruque en la cama, aferrándome fuertemente a la única almohada que tenía, refregandome y pensando en William, ese hermoso chico que me traía como loco, ese hermoso ángel que parecía sacado de una película de fantasía, pero vamos por pasos.

Agarre mi teléfono nuevamente, comenzando a hacer un enlistado para enamorar a William.

Paso 1: ser amigos

Paso 2: pasar tiempos juntos

Paso 3: Poder acercarme a él de manera más íntima

Paso 4 y últimos: Declararme.

No sería fácil, lo tengo que admitir, pero haría cualquier cosa por ese bailarín, incluso protegerlo con mi propia vida.