Capítulo 8: Determinación

Sabía que era cuestión de tiempo que el hombre me localizara, así que decidí tomar la iniciativa. Salí corriendo de la habitación y lo vi caminando por el pasillo de forma cautelosa. Cuando me vio, tomó una postura defensiva y se preparó para el combate. Esta vez, no dejé que tomara la iniciativa, salí de la habitación, el eco de mis pasos resonando en el corredor, su postura era tensa y alerta.Saqué un objeto que compré en la tienda, una bomba de humo. Al arrojársela a sus pies, se alejó como precaución, pero eso solo fue más beneficioso para mí. La bomba de humo estalló con un fuerte estallido, envolviendo el pasillo en una nube de humo denso, desorientándolo y oscureciendo su visión.Al notar que solo era una bomba de humo, quiso acortar la distancia, lo cual evité al arrojando las dos dagas. Al sentir que algo se dirigía hacia él, lo bloqueó, pero eso me permitió crear una distracción, saqué del inventario una espada, Me teletransporté detrás de él, el destello plateado de mi espada se dirigió con precisión hacia su nuca. el silbido del aire cortado por el filo de la hoja resonando en el pasillo.Sin embargo, logró esquivarlo y solo corté unos mechones de pelo. El hombre quiso contraatacar, pero lo bloqueé, el impacto me hizo retroceder.Noté que su fuerza era igual que la mía en lo que respecta a estadísticas, pero la diferencia de tamaños me jugaba en contra. Con la experiencia a mi favor, pude hacer uso efectivo de todos mis recursos. A pesar de su fuerza igualada a la mía, sentí el peso de su ataque resonar a través de mi cuerpo, pero mi experiencia previa en combate me permitió mantener mi compostura, aprovechando cada apertura y debilidad en su defensa.Después de analizar todo, me enfoqué en la pelea. Comenzó un intercambio de golpes en la espesa cortina de humo. Parecía que yo era superior en el manejo de los sentidos, ya que no parecía detectarme a menos que estuviera muy cerca, lo que me permitía usar la estrategia de atacar y correr. El sonido metálico de nuestras armas chocando llenaba el pasillo, acompañado por el sonido amortiguado de nuestros movimientos rápidos y con intención asesina mientras danzábamos entre las sombras del humo.Después de un rato, tanto el hombre como yo habíamos agotado nuestra resistencia. Escondiéndome entre el humo, saqué un vial rojo que aumenta la vitalidad y me ayuda a tener más resistencia, así como un vial azul que me ayuda a recuperar mana, al que solo le quedaba un 30% más o menos. Con un rápido gesto, el tintineo de cristal llenando el aire mientras me preparaba para reforzar mi resistencia y mana debilitada por la intensa batallaAmbos eran pociones de una estrella, por lo que eran más efectivos en un despertado sin estrellas como yo, causando que volviera a mi mejor momento. No soy el único que aprovechó esta oportunidad, ya que el hombre bebía viales con las mismas características que los míos, solo que los suyos eran de menor calidad y apenas útiles para un despertado de una estrella como él. ambos nos preparamos para lo que seguramente sería el último enfrentamiento, cada uno fortaleciéndose con las pociones a nuestra disposición.A pesar de estar bebiendo las pociones, nunca bajó la guardia y siempre estaba pendiente de sus alrededores. Volví a arrojar otra bomba de humo y esta vez iba a darlo todo para terminar esta batalla lo más rápido posible.La espada que apareció en mi mano era una espada estelar elemental (1 estrella) que era más fuerte que las armas comunes. Y en la otra mano el arma que encontré antes, que aunque no lo heriría fatalmente, era más rápida que las armas arrojadizas y la frecuencia de disparos era más rápida.Hice los cuatro disparos en sucesión y apunté a sus signos vitales, pero él bloqueó con su espada. Funcionó como distracción y luego me acerqué a él y lo ataqué de frente. Bloqueó el ataque de la espada, pero mientras nuestras espadas estaban en contacto, activé una de las funciones de las espadas y una corriente eléctrica se originó en la espada y se transfirió a la suya, causando contracciones involuntarias. descargué una ráfaga de golpes rápidos y precisos, el zumbido eléctrico de mi espada crepitando en el aire mientras desencadenaba una corriente paralizante en su arma, causando que soltara su arma dejándolo vulnerable y desarmado ante mí.Retrocedió mientras yo arrojaba un tipo diferente de arma. Trató de cubrirse con sus brazos, pero lo que arrojé era una bomba aturdidora que lo dejó confundido por unos momentos.Usé el teletransporte y me situé justo frente a él. Bloqueaba con sus brazos su cabeza y pecho de manera desesperada ya que sus reacciones se volvieron mas lentas debido a la bomba , pero eso era lo que quería. Cuando mi espada estaba a punto de golpear sus brazos, me teletransporté detrás de él y apuñalé su espalda. Después de que mi espada encontrara su objetivo en la espalda del hombre, un silencio tenso llenó el pasillo. Con un esfuerzo, el hombre logró articular sus primeras palabras entre jadeos y toses, la sangre brotando de su boca como una macabra fuente carmesí."¡Coof... Supongo que ganaste, niño...".su voz cargada de resignación y sorpresa."quien pensaría que moriría a manos de un mocoso como tú"."...""Pero eso es algo que puedo aceptar", continuó, su tono fluctuando entre la ironía y la fatalidad. "Cuando estás en este tipo de negocios, sabes que la muerte no está muy lejos de ti".Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de incredulidad y una amarga aceptación de su destino inminente, incluso en su último aliento, mostraba una sorprendente claridad sobre la naturaleza implacable de su propio mundo.las piernas del hombre cedieron bajo él, y se desplomó en el suelo, formando un gran charco de su propia sangre. Fue un final apropiado para un individuo que había vivido y muerto en un mundo donde la violencia y la traición eran la norma.Cansado después de dos batallas, me recosté en el suelo y analicé todo lo que acaba de ocurrir. Es un hábito que tengo cada vez que lucho una batalla difícil. Después de unos minutos de analizar la batalla y simular numerosos escenarios en los que podría haberlo hecho mejor, mis pensamientos se desviaron y me di cuenta de que el problema de mi identidad se estaba resolviendo sin darme cuenta. Sea verdad o no, mis pensamientos fluyen con la premisa de que soy un regresor, lo cual es normal ya que los años de recuerdos que invaden mi mente son más significativos a los años que recuerdo de cuando era niño , que apenas hacen algo más que crear mi confusión inicial.Sin mencionar que esos recuerdos también forman parte de los recuerdos en mi cabeza. Así que decidí dejar de pensarlo demasiado y aceptar que soy un regresor. Ya muchos factores me demuestran esto, como las habilidades, la comprensión y su uso, aunque restringido, así como la experiencia de combate que me fue de ayuda en estas batallas. Ser despertado o no, si fuera un niño normal, habrían acabado conmigo antes de siquiera poder hacer nada.Después de llegar a la conclusión sobre mi identidad, solo reafirmo que no debo permitir que las cosas se repitan. Debo evitar que suceda lo mismo de mi vida anterior y los recuerdos de varios sucesos de mi vida anterior me vienen a la cabeza y mi ira comienza a alzarse."Esta vez no seré una pieza de ajedrez, no los voy a dejar hacer lo que quieran, voy a destruir este maldito juego"hice una declaración hacia la nada, pero mis palabras iban dirigidas hacia aquellos que miran este mundo con codicia, una codicia que solo trae destrucción.Calmé mi ira que comenzaba a emerger ya que no sirve de nada. En este momento, no puedo hacer nada en su contra, pero juro que el día que los haga pagar llegara, en este momento solo puedo hacerme más fuerte, más fuerte que en mi vida anterior, y así podré acabar con esos tipos con mis propias manos.Me levanté y comencé a bajar las escaleras de nuevo, y fui hacia donde estaban los niños. Mi reserva de mana era muy baja, solo me quedaba un 10%. A diferencia de los juegos, en la vida real no existe una barra de vida ni de mana, solo puedes sentir intuitivamente la cantidad que posees. El uso de la función de la espada y las teletransportaciones continuas, así como las amplificaciones a mis sentidos y cuerpo, me estaban pasando factura. Cuando me acerqué a la puerta que llevaba al sótano donde estaban los niños, vi unas sombras que se dirigía hacia mí levanté mi arma instintivamente lista para la pelea.