74)Nueva regencia

En medio del patio de entrenamiento, sentado con las piernas cruzadas, con ojos cerrados y una respiración constante, se hallaba el humano tratando de volver a encontrar ese sentimiento.

*Respiración*

Riuz: Paz interior...

*Respiración*

Riuz: Paz interior...

*Respiración*

Riuz: Paz...

Po: ¡Oye Riuz! Vamos al pueblo, ¿vienes? -se oyó el grito de la panda.

Riuz: *suspiro* Sí, voy... -se levantó con desgana, pero estiró su espalda antes de caminar, había estado sentado por bastante tiempo.

El humano se unió al grupo de Po, Moony, Viper, Crane y Monkey que iban hacia el pueblo. Algunos tenían que ir por algún que otro compromiso, mientras que otros, como Po, solo iban de paseo y posiblemente a comer algo en el camino.

Riuz miró al grupo y sintió algo de paz, algo que disfrutaba, pero aun así no era suficiente para alcanzar la paz interior. Lo había estado intentando desde hace tiempo, desde aquella vez que sintió que la alcanzaba, pero no avanzó mucho y sabía por qué.

Puede que logre una gran armonía, pero hasta que no solucione su situación con Hermione, sabía que no conseguiría alcanzar esa paz verdadera. La familia era un punto inseparable de la existencia de Riuz, algo que no podía dejar ir. No importa qué tan depravado sea, que tan perverso se vuelva al final, estar con quienes amaba era fundamental. La posibilidad de no tener a su hermana consigo para siempre como planea hacer con el resto de su familia no permitía la estabilidad en su mente ni espíritu. Solo podía esperar, intentar y desear que las cosas terminaran bien.

...

En estos últimos días en el Palacio de Jade, Shifu fue mucho más estricto con sus alumnos. Las prácticas se alargaron y se agregó una demostración escénica llamada la Pirámide de la Fortaleza. Esta no tenía un fin combativo, sino más bien uno artístico y tradicional.

Ahora mismo se estaba llevando a cabo esa misma práctica una vez más, para disgusto del humano que no quería ser partícipe de esto, especialmente porque él, junto con Monkey y Tigress, conformaban la base de la pirámide. Cada vez que entrenaban tenía que soportar el peso combinado de Crane, Viper, Mantis y... Po.

Riuz: ¿Tenemos que hacer esto?

Shifu: Por última vez, sí, son alumnos del Palacio de Jade y la demostración frente a los maestros es sustancial para mostrar la destreza, la estabilidad y el honor del palacio. Como alumnos y parte del palacio, están obligados a participar.

Po: ¿Y por qué Moony no participa? -preguntó desde un lado donde esperaba su turno para unirse a la pirámide.

Shifu: Aunque Moony es una alumna muy destacada del palacio, considerarla una aprendiz de Kung Fu no sería del todo adecuado. Sus fuertes están en otras áreas a pesar de participar en los entrenamientos. Bajo tales circunstancias, ella se puede considerar una aprendiz académica en camino a volverse una erudita. Por eso no participará en la demostración de la pirámide, pero así mismo deberá mostrar su talento en una demostración en solitario -explicó, dándole una mirada a Moony que estaba contra una pared, realizando una práctica de caligrafía muy concentrada-. Ahora, prosigamos.

Bajo la orden de Shifu, todos sus alumnos continuaron formando la Pirámide de la Fortaleza, y todo fue bastante bien, al menos hasta que Po intentó agregar un giro a la ecuación, haciendo que todos cayeran.

Po: No es lo que yo... -intentó disculparse.

Shifu: Po, la Pirámide de la Fortaleza es una pose tradicional que representa estabilidad y unidad. ¡No da vueltas!

Po: Sí, pero se ve genial si yo... -dijo mientras se levantaba.

Shifu: No me importa, la presentación de las Siete Formas debe hacerse de la manera tradicional. Esto es importante, Po. Los maestros del Consejo Sagrado Ónix vienen a inspeccionar el Palacio de Jade. -Hizo una pausa, recordando el pasado, aunque no demostraba si eran recuerdos felices o no-. Entrené con el Maestro Chao y el Maestro Junjie junto a Oogway.

Po: ¿Chao y Junjie? ¡¿Vienen aquí?! ¡Dos de los mejores maestros de Kung Fu de todos los tiempos! -Se emocionó como una fangirl, como siempre lo hacía.

Shifu: Lo bien que realices la presentación de las Siete Formas será un reflejo de mis habilidades como maestro. Necesito dar una buena impresión, así que, ¡por favor, que nadie haga nada vergonzoso, estúpido o peligroso!

Po: ¡Sí, chicas, sed geniales! -dijo mirando a sus compañeras y al humano detrás.

Shifu: ¡Me refiero a ti, Po! No pidas autógrafos, no cuentes historias largas, no te ofrezcas a mostrar ninguna de tus colecciones, ¡NO SEAS PO! -le reiteró fuertemente, sabiendo cómo era Po, pero justo en ese momento fue detenido por el sonido de un gong cercano.

???: ¿Y quién debería ser? -se escuchó preguntar.

Mirando hacia la entrada de la sala de entrenamienot se veia como entro un cerdo cargando un Gong que acababa de hacerlo sonar para anunciar la llegada de los maestros. Los maestros Chao y Junjie avansaron poco despues.

Junjie era un zorro rojo con un traje azul, además de llevar pequeños lentes y tenía la misma estatura que Shifu. Chao, por otro lado, era un monitor de agua asiático de color naranja rojizo, que vestía un traje rojo intenso.

Po: ¡Dios mío, Chao y Junjie! -gritó de emoción y corrió hacia el par de maestros para hacer todo lo que Shifu le había prohibido hacer-. ¿Puedo pedirles sus autógrafos? ¿Puedo contarles historias largas? ¿Puedo mostrarles mi colección de remolachas con forma de nabos?

Shifu: Maestro Chao, Maestro Junjie, por favor disculpen a Po, está un poco... excitable. -fue a disculparse, mientras veía con vergüenza cómo el par de maestros intercambiaban miradas entre sí.

Junjie: ¿Eres el Guerrero Dragón?

Po: ¡Sí, y tú eres el Maestro Junjie! ¡Estoy tan emocionado que podría orinarme encima!

Shifu: ¡Panda!

Junjie: Hmm, has mantenido exactamente el nivel de disciplina que esperaba de ti. -dijo en tono burlón, dejando clara la relación tensa que llevaban.

Po: Puedes agradecerme más tarde -se inclinó para susurrarle a Shifu, malentendiendo las palabras de Junjie como cumplidos. Shifu solo pudo fruncirle el ceño a Po.

Chao: ¿Y quién es el otro nuevo estudiante, Maestro Shifu? -interrumpió la riña que estaban por tener el par de maestros bajitos, preguntando con curiosidad y mirando hacia donde estaban las cinco y Riuz.

Shifu: Él es Riuz, Maestro Chao, un visitante de una tierra lejana. Se ha unido a nosotros desde antes de que Oogway partiera y ha sido parte del Palacio de Jade desde entonces, junto a su hermana, quien se presentará a ustedes mas tarde.

Junjie: Qué extraña... criatura.-Comentó contemplando la apariencia del humano.

Chao también estaba interesado en ese aspecto tan extraño para la zona, pero no lo expreso exteriormente y guardo su interés para sí mismo.

Riuz: Saludos, Maestro Chao, Maestro Junjie. Un placer estar ante su presencia -se inclinó con el respetivo saludo ceremonial.

La correcta y respetuosa presentación del humano hizo que Shifu diera un suspiro de alivio. Además de Po, era Riuz a quien Shifu más temía que pudiera arruinar las cosas, no tanto como la panda, pero era el segundo que podría causar problemas.

Chao: Bueno, ahora, el combate ceremonial de maestros -dijo, siguiendo el protocolo de los maestros para dar el correcto inicio a esta visita.

El trío de maestros se saludaron inclinándose entre ellos y luego el Maestro Shifu se dirigió a sus alumnos.

Shifu: Todos, regresen a sus habitaciones.

Los humanos y el resto de los Cinco respetaron las órdenes de su maestro y emprendieron su camino, a diferencia de Po, que quería quedarse para mirar e insistió en ello sin éxito.

Riuz también tenía curiosidad. Esta era una rara oportunidad para conocer más sobre el pasado de Shifu, además de ver a otros grandes maestros del Kung Fu. Sin embargo, no era el momento adecuado. A pesar de todo, lo que más quería Riuz en ese momento era poder hacer la demostración de la pirámide de una vez por todas para no tener que volver a ensayarla. Aunque él mismo le había dicho a Shifu que no sería parte de esto, no pudo escapar de ello sin recibir la ira de su maestra. Esperaba poder terminar y luego centrarse en investigar a estos maestros.

Riuz se tomó un descanso mientras Moony le masajeaba los hombros y la espalda. Cuando Po había intentado agregar ese giro, terminó cayendo sobre Riuz y el daño no fue poco; Po pesaba lo suficiente como para sentirlo en los huesos.

Después de un tiempo, los alumnos del palacio fueron llamados una vez más con el sonido de un gong. No estaban muy lejos, por lo que al escucharlo todos corrieron hacia allí.

Lo que no sabía el grupo conformado por las 5 y Riuz es que Po, por instigación de Junjie se quedó para mirar el combate y gracias una técnica usada por el zorro, intencionalmente, Po quedo completamente cegada.

...

Shifu: Confío en que quedarán impresionados. -le dijo a los maestros invitados- Comiencen.

Los discípulos comenzaron con su demostración, logrando realizar la actuación casi a la perfección. Sin embargo, la ceguera de Po hizo que lo arruinara por completo. Corrió hacia la pirámide, atropellando a todos y arrojándolos por el lugar, pero no se detuvo allí.

A pesar del golpe, Riuz no pudo evitar reír cuando Po saltó y cayó sobre el Maestro Chao, comenzando a girar mientras sujetaba su cabeza. Esto hizo que la cola del lagarto golpeara repetidamente la cara del Maestro Junjie.

La risa fue disimulada cuando Po terminó siendo arrojado al aire y cayó sobre los maestros antes de terminar su fracaso con un...

Po: ¿¡Ta-da!?

Los maestros miraron a Po con desaprobación por lo que había hecho. El Maestro Chao, notando que algo estaba mal, pasó su mano frente a los ojos de Po y se dio cuenta de que estaba completamente ciega.

Chao: Debe haberte desobedecido y habernos visto entrenar. ¡Shifu! Arréglalo.-Ordenó molesto.

Shifu, furiosa, se acercó para restaurar la vista de Po con un aplauso.

Shifu: Aplauso del Loto Dorado.

Cuando las manos de Shifu se tocaron, un aura dorada, casi anaranjada, se liberó. Esa aura se expandió desde sus manos, causando que tanto los Cinco como Riuz tuvieran que cubrirse los ojos por la intensa luz.

Po: ¡Ya veo! ¡Ya veo! -dijo con emoción, hasta que se volteó-. Caras enojadas, muy enojadas, señalándome.

Chao: Shifu, Shaolin se basa en la disciplina, el honor y la tradición. Aquí no veo nada de eso -le reprochó.

Po: No es culpa de Shifu, miren, yo estaba viendo entrenar... -trató de explicarse, al ver a Shifu siendo reprendida.

Chao: Si desobedeciste a tu maestra, es su culpa. Significa que no es capaz de mantener la disciplina -dijo, para luego mirar a Shifu-. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?

Shifu: Yo... Nada -agachó la mirada con vergüenza.

Chao: Lo siento. Como jerarca del Consejo Sagrado Ónix, por la presente declaro que Shifu ya no es el maestro del Palacio de Jade.

Al sonido de un gong, Shifu quedó horrorizada, junto con todos sus alumnos, que estaban impactados por esas palabras. Nadie esperó nunca escuchar algo como eso.

Mono: ¡¿Qué?! -Preguntó impactada.

Riuz: ¡Sobre mi...! -Mostró cierto arrebato de ira

Po: ¡No puedes hacer eso! - Respondió incrédula

Shifu: ¡Silencio! ¿Te atreves a dirigirte al venerable Maestro Chao con tanta falta de respeto? ¿No te he enseñado nada? -gritó, silenciándolos, pero luego miró a Po y bajó la cabeza con decepción hacia sí misma-. No, no te he enseñado nada. El Maestro Chao tiene razón y acepto su juicio.

Shifu ignoró a todos los presentes y comenzó a caminar hacia la puerta del palacio, lista para irse. No tenía el valor de seguir presente en la sala luego de ser revocada de su función como regente del palacio, sentía que era la mayor humillación en fallar en el deber que Oogway le heredó.

Crane: ¡No!

Mono: No es verdad. Maestra Shifu...

Crane: ¡No puede ser!

Mantis: Pero, Shifu...

Riuz: ¡Espere! -dijo Riuz, metiendo su mano en su ropa para disimular lo que estaba sacando de su Puerta de Babilonia.

Shifu: ¡Ya lo acepto y ustedes también! -Gritó callando a sus alumnos que no querían que se fuera- Ahora, hagan lo que les ordenen el Maestro Chao y el Maestro Junjie. ¡No me deshonren...! más de lo que me he deshonrado a mí misma.

Luego de escuchar a Shifu, el silencio reinó en el salón. Riuz, que tenía un pergamino en su mano, mayormente cubierto por su ropa, se detuvo de sacarlo. Pensó por un momento y lo guardó nuevamente, esperando ver qué sucedía, pues sabía que esta expulsión de Shifu no podría durar, no tendría sentido. 

...

Al final, luego de la partida de Shifu, todos los presentes estaban fuera del palacio, frente a sus puertas.

Chao: Shifu se ha ido. Voy a poner el Palacio de Jade en manos del Maestro Junjie. -Explicó.

Po: Uh, pero... -trató de cuestionar.

Tigresa: Po -lo detuvo, negando con la cabeza en señal de desaprobación.

Chao: Espero que devuelvas el palacio a su antigua gloria.

Junjie: Lo devolveré a una gloria aún mayor, como te corresponde, Maestro Chao -se inclinó ante el lagarto respetuosamente.

Chao: De ahora en adelante, están obligados por honor a obedecer al Maestro Junjie -dijo a los miembros del palacio: los Cinco, Po y Riuz.

Riuz: "Honor mis huevos" -refunfuñó mentalmente, sabiendo que no tenía el más mínimo respeto ni honor por el zorro. Solo consideraba su maestra a la sexy panda roja, no obedecería a un maestro cualquiera, menos uno que se sentia tan poco... confiable.

Chao: Volveré para comprobar cómo progresan. Buen día a todos -se despidió y se alejó.

Todos permanecieron en silencio hasta que la figura del Maestro Chao ya no fue visible en las escaleras. Entonces, todos se volvieron hacia el Maestro Junjie.

Crane: Eh, entonces, ¿qué deberíamos hacer ahora?

Junjie: ¡Fuera! -gritó con emoción y una sonrisa de victoria.

Po y los Cinco: ¡¿Qué?! -exclamaron todos, menos Riuz que se quedó en silencio.

No es que Riuz no quisiera quejarse, pero ya sabía que las cosas iban mal. Quería saber qué pasaría de aquí en adelante. De todos los presentes, él era quien más deseaba darle un puñetazo al zorro, pues recordaba bien cómo hablaba a su maestra. Sin embargo, al igual que las 5, recordaba lo que Shifu les dijo y no quería empeorar las cosas para ella sin haberlo planeado un poco al menos. Además, conocía su capacidad, y si Junjie estaba mínimamente cerca del nivel de Shifu, sabía que no tenía la menor oportunidad. Por esas razones, decidió quedarse callado y esperar. Si las cosas no iban como quería, aún tenía 'ese' pergamino guardado consigo.

Po levantó el puño, preparado para atacar a quien parecía querer echarla del palacio, su segundo hogar, pero Tigresa la detuvo.

Junjie chasqueó los dedos y del techo del palacio saltaron cinco leopardos que se situaron a su alrededor.

Junjie: Ya no necesitamos vuestros servicios. Conoced a los nuevos Cinco Furiosos. -Dijo regodeándose.

Tigresa negó con la cabeza y fue la primera en bajar por las escaleras, ignorando las palabras de Po y seguida rápidamente por el resto de los Cinco y Riuz. Mientras tanto, Junjie y los leopardos entraban al palacio.

Junjie: Avisadme si necesitáis una carta de recomendación -rió, dejando a Po atrás.

Las puertas del salón se cerraron. Po gruñó y se dio la vuelta para bajar las escaleras y alcanzar a los demás.

Po: ¡Vamos chicas! Podemos vencerlos si todos trabajamos juntos.

Mono: ¿No has oído lo que dijo Shifu? Nos dijo que obedezcamos al Maestro Junjie.

Viper: Ahora él está al mando. Si luchamos contra él, será como si estuviéramos luchando contra el Palacio de Jade.

Mantis: Sería la máxima deshonra. Nos quedaríamos sin nada.

Po: ¡¿Pero qué nos queda ahora?!

Crane: Tenemos nuestra dignidad.

Como si fueran palabras mágicas, luego de decirla,Po tropezó y cayó por las escaleras, quedando tendido en el suelo de una manera muy poco digna. Tigresa se detuvo para mirarlo fijamente.

Tigresa: Tú hiciste esto, Po. Desobedeciste a Shifu y destruiste lo que todos hemos dedicado nuestras vidas a construir. Hasta nunca Po -dijo furiosa, sintiendo un vacío en su interior al abandonar su hogar y lo que había sido el significado de su vida desde la infancia. Si no fuera tan fuerte, quizás habría lágrimas en sus ojos.

Po: ¡Pero lo siento! -se disculpó, muy dolida- ¡Riuz! -llamó al humano, que era el único que aún seguía a su lado.

Riuz: Yo... no creo que haya nadie más que yo que quiera patearle las bolas al Junjie ese -dijo mientras ayudaba a la panda a levantarse, haciendo que esta se emocionara.

Po: ¡Entonces vamos! Juntos podemos detenerlos, no podemos dejar que nos echen así -dijo mientras se limpiaba el polvo y se preparaba para el combate.

Riuz: No, Po. Lo siento, pero no lo haré. -Negó mientras le daba palmaditas en el hombro al panda.

Po: ¿Por qué? -Preguntó confundida.

Riuz: ... pues... -dijo poniendo sus manos en los bolsillos- Creo que tomaré esto como unas pequeñas vacaciones. Puede que si vamos ahora no consigamos nada más que la deshonra de la que todos hablan... En realidad eso me importa muy poco, el valor del honor no se compara con las personas que quiero, pero... No importa. Como dije, será un pequeño descanso. Estoy seguro de que volveremos a la acción dentro de poco, pero por el momento me mantendré al margen...

Po pareció muy desilusionada al escucharle, tanto que sus orejas cayeron a los lados con tristeza.

Riuz: Adiós, Po. Buscaré un lugar para quedarme por si... ¡Oh mierda! -gritó, golpeándose la cara con la mano.

Po: ¡¿Qué pasa?! -miró a todos lados, con los puños alzados, lista para combatir lo que fuera que viniera por ellos.

Riuz: Nada... tengo que volver a subir... me olvidé de Moony -dijo con vergüenza mientras se volvía para regresar al palacio.

Y así, el humano fue a buscar a su hermana, quien seguía en su habitación, sentada y esperando que la maestra Shifu la llamara para realizar su demostración de música, caligrafía, pintura y danza, pasando el tiempo dándose palmadas rítmicas contra sus muslos.

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Perdon por tardar tanto.