Incluso si el universo realmente no es más que un brutal y sangriento bosque, nosotros, los cultivadores, quemaremos todo lo que tenemos solo para dar una chispa de luz a esa oscuridad. No importa qué tan debil es cada chispa, qué tan poco dura, qué tan pequeña es… Siempre que exista, un día esas chispas darán lugar a un fuego, y ese fuego encenderá otras ramas caídas, y esas ramas encenderán cada árbol del bosque. Al final, incluso las más pequeñas chispas terminarán haciendo arder el bosque, para así iluminar al mundo entero.
Han Yuantai hizo una pausa por un momento y observó, solo para descubrir que el "viejo monstruo" estaba sumido en sus pensamientos, aparentemente enganchado por lo que estaba hablando.
Emocionado, se volvió aún más confiado.