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Crónicas de un Zombie (Versión Experimental)

Autor: JangJian (MingGeGe) Estado: Completado. Era una noche estrellada cuándo sucedió. En el cielo pude vislumbrar una Estrella Fugaz cayendo, en un destello de curiosidad pedí un deseo. Lo que jamás esperé fue que se cumpliera.

JangJian · Book&Literature
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40 Chs

Primer Combate

Aceptando la realidad, decidió que saldría de la casa y exploraria los alrededores.

Alejándose de la casa decidió probar algunas cosas por las que tenía curiosidad.

Se dirigió hacia al zombie más cercano y se paró frente a él, éste sólo reaccionó cambiando la dirección en la caminaba.

Juan Carlos al no ver ningún tipo de reacción agresiva decidió rugir sin demora.

"¡Roar!"

Lo que él había dicho era: '¡Hola!'

Pese a ser un poco ridícula la forma de iniciar una "conversación" con un zombie, éste dejó de moverse y se dió la vuelta para mirar hacia Juan Carlos.

"¿Roar?"

Juan Carlos vio el rostro gris pálido del zombie y continuó rugiendo, "¿Roar... roar...?"

'¿Cómo estás?', él dijo.

"¿Roar?"

Claramente, éste zombie no era inteligente y tenía problemas para entenderlo.

Juan Carlos dejó de rugir, caminó en dirección opuesta al zombie y desapareció de su vista.

Mientras seguía caminando sin rumbo fijo, un atractivo aroma fue captado por su nariz, y su estómago comenzó adormecerse.

Al principio se sintió confundido pero, rápidamente se dió cuenta de que tenía hambre.

Observó a la distancia para encontrar algo que pudiera comer. 'Exceptuando a los humanos, ¿Que más pueden comer los zombies?' Él se preguntó.

Mientras se acercaba cada vez más al aroma, se podían ver algunos zombies que se dirigían al mismo lugar. Cuándo divisó una casa abandonada, sintió que el aroma venía del interior. Sin embargo, el enjambre de zombies no se acercaba a menos de cien metros.

Cuándo había llegado al límite que los zombies mantenían sintió su extraño comportamiento.

Mirando de un lado a otro decidió seguir avanzando. En ese momento escuchó una voz en su cabeza: '¡Cuidado!, ¡Peligro!'

Antes de poder reaccionar a la voz en su cabeza algo apareció frente a él.

La sombra se abalanzó sobre él inmediatamente.

Juan Carlos se lanzó en otra dirección instintivamente esquivando por poco el ataque.

Antes de poder incorporarse por completo sintió peligro detrás suyo, por lo qué se volteo e inmediatamente lo atacó a la sombra con su mano.

Juan Carlos fue enviado a volar cinco metros debido al impacto resultante.

En el otro extremo la sombra chillaba de dolor.

Juan Carlos al darse cuenta de esto retrocedió y obtuvo una mejor vista de la criatura.

Lo que vió lo dejó sin palabras, era una serpiente gris de unos cuatro metros de largo y uno de ancho, no era de extrañar que fuera enviado a volar.

'¡Santa mierda! ¿Eso es una anaconda?' El rostro de Juan Carlos se puso más pálido de lo normal debido al oponente que tenía en frente suyo.

Poco después se dió cuenta que en el extremo de la cola de la serpiente habían cinco cortes profundos.

El se miró la mano, las uñas de su mano izquierda tenían rastros de sangre en ellas. Al saber que podía dañar a la serpiente se calmó y observó a la serpiente.

La serpiente se posicionó en espiral y devolvió la mirada, sus ojos transmitían sed de sangre. Juan Carlos se puso rígido al instante.

Viendo la rigidez en su cuerpo, la serpiente atacó nuevamente.

Era tan rápida que Juan Carlos apenas pudo reaccionar saltando hacia arriba, antes de alegrarse por esquivar el ataque, recibió un golpe desde su costado derecho siendo enviado a volar nuevamente.

Incorporándose rápidamente decidió que no podría derrotar a la serpiente en un ataque frontal.

Dándose la vuelta corrió hacia la casa de dónde provenía el aroma.

Cuándo entró salto en la pared y subió hasta posicionarse en una viga del techo. Se quedó inmóvil haciendo todo lo posible para reducir su presencia.

La serpiente entró en la casa y observó los alrededores, al no poder ver al intruso dejó de moverse sintiendo el aire circundante con su lengua.

Al ver esto Juan Carlos se dejó caer tratando de asestar un golpe en los ojos de la serpiente, pero desafortunadamente fue recibido la cola de ésta.

El impactó contra la pared dejando un cráter, la serpiente abalanzó sus mandíbulas hacia el.

Juan Carlos sólo tuvo tiempo de esquivar a un lado evitando un ataque fatal, mientras la serpiente quedaba desorientada por el impacto.

Sin pensarlo dos veces saltó hacia la desorientada serpiente y atravesó los con sus manos.

La serpiente chilló y se retorció de dolor, intentó sacudirse a Juan Carlos golpeándose contra la pared pero éste no se soltó.

Juan Carlos posicionó sus pies en la parte trasera de su cabeza, aplicó fuerza en sus pies y jaló con sus manos la parte delantera su cabeza.

Utilizando cada onza de su fuerza finalmente el área de sus ojos comenzó a desgarrarse.

Poco después la cabeza de la serpiente se partió en dos y cayó al piso sin vida.

Juan Carlos suspiró de alivio y se dejó caer en el piso.

Descansando un rato observó el cuarto y no vió nada que pudiera indicar el origen del atractivo aroma de antes.

Creyendo que no había nada se preparó para irse, pero antes de hacerlo el aroma volvió a invadir su nariz.

Al sentirlo con mayor atención se dió cuenta que provenía de la ya muerta serpiente.

Debido a la tensión y adrenalina de estar en su primera batalla no se dió cuenta de esto.

Se acercó al cadáver y comenzó a quitar las escamas para poder comer la carne debajo.

Una vez terminó de hacerlo cortó un pedazo de carne con sus uñas y le dió un mordisco.

Para sus sorpresa la carne no sabía nada mal. Sabía dulce, a pollo y era... Aceptable.

Él sonrió mientras cortaba otro pedazo de carne.

'Afortunadamente puedo comer animales como alternativa. Espero que todos los animales sean sabrosos' pensó mientras comía la carne.

En se momento escuchó una voz dentro de su cabeza.

'Hambre... Hambre... Hambre...'

Mirando hacia el exterior buscó la fuente de esa voz, finalmente encontró un zombie de lado izquierdo de la puerta.

Al oír su voz se quedó mirando al zombie un rato, luego se acercó al cadáver y cortó un gran trozo de la carne.

Se acercó al zombie y lo llamó.

"¡Roar!"

'¡Toma!', dijo.

Lanzó el trozo y el zombie lo atrapó sin problemas.

El regresó al interior de la casa y continúo comiendo, una vez terminó se dio cuenta de que estaba anocheciendo.

Sin mucho que hacer decidió pasar la noche allí dentro.

Vaya tercer episodio, he roto mi anterior récord.

Bueno, éste fue el primer combate de Juan Carlos, cómo ya sabrán no soy muy bueno con las escenas de acción.

Espero haberlo hecho decentemente para ustedes.

Nos leemos la próxima.

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