20: " Que comience el juego… "

Tres horas después de haber partido, Lanyue volvió a aparecer ante Qiye.

"¿Cómo te fue?"

"Reportando al joven maestro, Lanyue ha cumplido con su orden" informó la belleza de azul con una ligera sonrisa.

"Relata el proceso, quiero todos los detalles…" exigió el niño mientras miraba fijamente a su sirvienta personal.

"Entendido. Lanyue buscó e interceptó un grupo de bandidos al azar y los obligó a atacar una de las caravanas de la Casa de Hierbas Aromáticas la cual era dirigida por Zhong Yang, el primer hijo del dueño de la cámara de comercio; una vez que el jefe de los bandidos murió, oculte dentro de su bolsa el cilindro de bambú con las recetas" explicó Lanyue.

"¿Recogieron el contenido?"

"Afirmativo, Zhong Yang es un aprendiz de médico, aunque sus habilidades son ciertamente lamentables, sin duda son las suficientes como para reconocer el valor de las recetas" afirmó Lanyue.

"Esta bien, buen trabajo. Puedes volver a tus tareas, y recuerda, no le digas de esto a nadie" recordó Qiye mientras despedía a la sirvienta de azul.

"Entendido" 

Lanyue se retiró como si nada importante hubiese pasado. En cuanto a si ella le diría a Zi Ji o no, eso es algo que él descubriría en el futuro.

'Ahora que las recetas han caído en manos del heredero de la Casa de Hierbas Aromáticas, es cuestión de tiempo a que pongan el producto en stock. Teniendo en cuenta lo que tardarán en recolectar los materiales, producir el producto y probar su eficacia, deberían salir al mercado dentro de 2 semanas' reflexionó Isaac mientras se recostaba tranquilamente en su cama.

*

*

*

*

*

*

Dos semanas pasaron tranquilamente en la Ciudad Nube flotante. Sus habitantes estaban completamente inconscientes de la tormenta que lentamente se había gestado y se encontraba a punto de estallar.

A la mañana del décimo quinto día, una noticia impactante llegó a manos de la cabeza del clan Xia.

"¿Estas bromeando? ¿Una docena de productos médicos nuevos y mejores que los nuestros? ¡Eso es imposible! Nuestras recetas provienen directamente de Ciudad Luna Nueva, no hay forma de que un poder insignificante como la Casa de Hierbas Aromáticas ponga sus manos en algo así" Refutó Xia Hongyi al informante frente a él.

"Yo tampoco podría creerlo si no hubiese visto los productos acabados por mi mismo. De los doce, cuatro son productos de cuidado para la apariencia, 3 son medicinas para tratar lesiones externas, cuatro son para tratar heridas internas y las últimas dos son pastillas capaz de mejorar la percepción del Qi a la hora de cultivar" Informó el hombre flaco y delgado frente a Xia Hongyi con una expresión grave.

"¡Maldición! Ahora mismo, la Casa de Hierbas Aromáticas puede tirarnos del mercado de medicina con facilidad, ¿Cómo demonios pudieron poner sus manos en esas resetas?"

"Según nuestros informes, una caravana de la tienda fue asaltada continuamente por bandidos, luego de encargarse de ellos, el primer hijo de la casa Zhong encontró las recetas dentro de la bolsa del líder de los bandidos" informó el hombre.

"La familia Zhong sin duda ha recibido gracia divina esta vez. Con la pérdida del mercado medicinal, nuestras ganancias se han reducido a en un 35%. Necesitamos tomar medidas" remarcó la cabeza del clan Xia con un rostro serio y decidido.

"Nuestro mejor plan actual es intentar producir recetas que, por lo menos, no sean inferiores a las de la familia Zhong" pronunció Xia Hongyi con un rostro amargo.

"...O podríamos usar la fuerza" intervino uno de los comandantes encargados de la protección de las caravanas del clan Xia.

El capitán de la guardia no era más que el hermano mayór del capitán Tie, Tie Feng, un hombre ya en sus 40 con un aspecto duro y cejas gruesas.

"Imposible, la familia Zhong ha sido astuta y se ha aliado con la familia Beifang a cambio de entregar el 35% de las ganancias de sus nuevos productos" refutó el informante.

Una vena se remarcó en la frente de Xia Hongyi.

"...esos bastardos se están riendo de nosotros" pronunció Xia Hongyi con un tono tranquilo y ojos fruncidos.

"Podríamos pedir ayuda al Clan Xiao, es un poder que incluso la familia Beifang no puede ignorar, si los presionamos para que entreguen alguna de las recetas…" Propuso el capitán de la guardia.

"¡Basta! No hay forma de que mi firma de comercio Xia se rebaje a tácticas tan sucias y poco éticas. Si los antepasados se enteraran de esto, se levantarán de sus tumbas para estrangularme" interrumpió Xia Hongyi con un tono severo.

"Señores, cinco cabezas piensan mejor que una, propongan ideas interesantes" Ordenó Xia Hongyi.

"Cabeza de clan, aconsejo reducir los precios de nuestros productos y enfatizar la mínima ganancia, de esta manera incluso si los medicamentos son mejores que los nuestros, sus ganancias no se dispararan demasiado"  Aconsejó sabiamente y con un tono calmado, un anciano ya envejecido.

El clan Xia tenía un total de 4 ramas de su firma de comercio. Dominaban la industria de la forja, las hierbas y píldoras, la sastrería y el mercado alimenticio.

El hombre ya anciano de largos cabellos blancos era, de hecho, el actual administrador de la rama de hierbas de la firma de comercio Xia.

"Si hacemos eso, nuestro prestigio quedará por los suelos" protestó el jefe de guardias mientras golpeaba su puño sobre la mesa..

"No, no lo hará. Aunque perder el 35% de las ganancias es un duro golpe, no es mortal. Con suficiente tiempo y dinero, podremos cerrar la brecha entre nuestros productos y los de la Casa de Hierbas Aromáticas" Contrarrestó Xia Hongyi con un extraño brillo en sus ojos.

"Cabeza de clan ¿Usted quiere decir…?" Cuestionó sorprendido el Administrador de la rama de Hierbas.

"En, haremos una guerra comercial. No importa cómo lo intente la familia Zhong, su riqueza no es rival para la nuestra" Finalizó Xia Hongyi antes de despedirlos.

"""Entendido""'

Estando completamente solo, Xia Hongyi suspiró.

"El papeleo no hará más que aumentar durante los siguientes meses…" Hongyi se lamentaba, deseando incluso atrapar al desgraciado médico que se había dejado engatusar por un grupo de ladrones de pacotilla.

*

*

*

*

*

*

Isaac no pudo evitar estornudar.

'Parece que papá pájaro ya ha recibido las noticias' Pensaba Qiye mientras sonreía inocentemente.

"Es hora de empezar a jugar"