Con el poder de One Piece y Naruto en un mundo de cultivación Moderno Capitulo 23

One Piece, Fairy Tail y Naruto no me pertenecen, esto solo es un Fan fic, de fan para fans, Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima, One Piece pertenece a Eiichiro Oda y Naruto o Naruto Shipuden pertenecen a Masashi Kishimoto. Esta lectura es creada con el fin de entretener. La imagen de la portada no es mía, si el dueño quiere que la quite lo hare.

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Algunos cultivadores de la Secta Song se alegraron cuando vieron a su Patriarca aparecer sobre el cielo, pero así de rápido, como se llenaron de esperanza, cayeron en la desesperación cuando vieron a su patriarca caer al suelo a una velocidad increíble.

"¡Aun estoy bien, eso solo me tomo por sorpresa!". Grito el patriarca mientras salía del cráter que creo al caer al suelo y controlaba una espada voladora para atacar a kizaru que se encontraba en el cielo.

¡WOSH!

La espada del anciano de la secta Song se llene�� de energía espiritual y salió volando a una gran velocidad al cuerpo de kizaru.

¡FLIP!

Pero no pazo nada, el sujeto con ropa amarilla había desaparecido y reaparecido en otro lugar.

"¡¿Elemento Espacial?!". Gritaron algunos cultivadores que estaban en el suelo, incluso algunas personas en la ciudad sacaban telescopios o buscaban cámaras para usar sus Zoom y mirar la batalla.

¡RUMBLE!

Una gran barrera de color rosa se formo en la aldea y en cada extremo había sujetos con bandas en la frente.

"¡¿Piensan que pueden exterminar a mi Secta Song y salir impunes?!". Grito nuevamente el Patriarca de la Secta mientras intentaba ganar tiempo para activar la matriz de ataque de la secta.

"¡Lo ayudaremos Patriarca!". Gritaron 29 figuras que exudaban un aura de Qi muy grande mientras volaban sobre sus espadas.

Estas fueron las elites de la secta Song, así como los ancianos de la secta.

"Faltan 3 ancianos ¿Qué les paso?". Pregunto el patriarca y los ancianos apuntaron hacia abajo donde se podían ver a 3 ancianos junto a elites de su secta peleando contra un individuo con armadura roja y cabello largo.

"Sin piedad". Dijo el patriarca, no grito, pero su voz se podía escuchar para todos los presentes.

Rayos caían constantemente sobre los ancianos, así como también kizaru disparaba balas que detonaban derritiendo tesoros y espadas de los ancianos de la secta, la batalla estaba comenzando.

Un grupo de 5 ancianos se unió para luchar contra kizaru, pero no importaba cuantos ataques de larga distancia, kizaru siempre parecía esquivarlos y de alguna forma podía contraatacar, como si sus ataques no tuvieran tiempo de enfriamiento.

"Creo que con él será suficiente, peleare contigo patriarca de la pequeña secta Song". Dije mientras aparecía frente al anciano.

(POV de Patriarcas de la Sectas que vinieron a ver la batalla)

La Secta Song esta rodeada y sus ancianos pelean contra los asesinos, lo curioso es que 14 ancianos tuvieron que bajar a ayudar para pelear contra sujetos que tenían trajes negros y nubes rojas en sus trajes, fueron muy veloces y cada ataque quitaba una vida de un valioso cultivador para la secta.

Muchos patriarcas tenían emisarios dentro, pero ni uno solo daba un paso, no por que quisiéramos aprovechar los disturbios, si no por que los enemigos no habían tenido ni una sola baja y los sujetos con nubes rojas seguían peleando contra docenas de cultivadores s y no parecía que perdieran terreno.

De pronto el sujeto llamado Chu Feng apareció como retador del patriarca, si me pasara lo mismo me movería rápido y lo mataría con todo mi poder, pero por alguna razón el patriarca no lo hizo.

¡TRUENO!

Chu Feng desapareció y un trueno apareció en su lugar impactando al patriarca y este salía volando al suelo nuevamente, el rayo fue Chu Feng, quien ahora tenia una pequeña herida de espada en donde debería estar su corazón.

El chico había recibido un ataque del Patriarca de los Song y aun así la espada no lo atravesó. ¿Qué tan dura tenía que ser su piel para lograr tal proeza?

El patriarca yacía en un cráter con la ropa desgarrada por la onda de choque, esa ropa no fue común, fueron túnicas encantadas y llenas de Qi, fácilmente deberían ser un tesoro defensivo, pero aun así el patriarca tenia la piel levantada del pecho.

¡RUMBLE!

El Patriarca de la Secta Song levanto su espada y en ella empezó reunirse energía espiritual en cantidades enormes, si se usaba fácilmente destruiría una parte de la capital.

Pero, así como la espada se formaba, docenas de rayos impactaron al anciano de la familia Song, los rayos quemaban el cuerpo del anciano, hiriéndolo gravemente en el proceso.

Parecía que no resistiría más, pero de pronto se todas sus heridas sanaban y se convertía en un destello que balanceaba su espada contra el cuerpo de Chu Feng

'Por fin ese niño está muerto'.

¡CRASH!

Un golpe, un solo golpe y agrieto el espacio entre el Patriarca y Chu Feng, la grieta provoco que el patriarca retrocediera con el arma imbuida de energía espiritual, pero no quedo hay, de alguna forma Chu Feng apareció detrás del patriarca y le dio otro poderoso golpe y lo envió contra el suelo nuevamente creando otro cráter… nuevamente.

¡AUGUE!

Cada rayo que de alguna forma podía controlar el chico Chu Feng debería tener un alto costo para sus reservas de Qi, pero por alguna razón parecía no necesitar eso, de alguna forma, el chico podía controlar la energía natural.

Cada cultivador temblaba si algún día aprendía a usar rayos con energía espiritual, si ese día llegaba estarían mas que muertos, nada se interpondría en el camino de ese chico o de su secta, ahora podía entender por qué lo protegían tanto.

'Estúpida secta chu'.

El chico siguió haciendo llover rayos sobre el cuerpo de la victima y no conforme con eso apareció frente al patriarca y lanzo una lluvia de golpes enorme.

Pero el patriarca no se quedo sin hacer nada y apuñalaba a Chu Feng, pero pronto el Qi del anciano se agoto y cada golpe hizo pedazos el cuerpo del patriarca.

La batalla había terminado, un chico de 15 años había ganado la pelea contra un cultivador del nivel Rey del Qi y con una espada que contaba con la energía espiritual que le daba una matriz y aun así perdió.

Chu Feng solo tenia unos cuantos agujeros en el cuerpo, pero eso fue todo, sin duda parecía herido y había una gran oportunidad para matarlo, pero nadie se movió, por que para tales heridas el sujeto estaba sonriendo.

SSSSS

Algo salió de él, no sé qué, pero algo como un grito silencioso fue expulsado de su cuerpo y hizo caer a miles de cultivadores o personas que reconocía como débiles o aprendices de Qi.

"Yo me largo de aquí". Dijo un patriarca a mi lado y todos empezamos a desaparecer, nadie en su sano juicio querría quedarse.

(Fin del POV)

…

La moral de todos en la secta Song había caído al lugar mas bajo posible, su líder y ser mas fuerte había caído y sus ancianos parecían no poder derrotar a sus oponentes.

Kakusu empalaba a cultivadores, mientras este aprovechaba la inmortalidad de Hidan, quien empezó a no poder sanar, pero ya fue tarde cuando descubrieron que la energía espiritual evitaba que sanara, porque estaban agotados por la pelea.

'Hidan se fue'. Algunos shinobi parecían desaparecer porque recibieron suficiente daño, pero eso no importaba, porque los fuertes aún seguían en pie.

"¡Perdónanos Secta Akatsuki!". Gritaron cientos de cultivadores que estaban cansados de pelear contra sujetos que parecían que tenían vida infinita, los akatsukis invocados fueron personajes con el Edo Tensei activado por que sus reservas de chakra eran grandes, el único inconveniente es que con suficiente daño estos desaparecerían por culpa de la akuma no mi inu inu mitológica modelo mapache.

Kakuzu pronto se retiro de la batalla y empezó a recoger el botin mientras Sasori entraba en acción con su invocación de cientos de marionetas de humanos vivos o muertos que encontró en el campo de batalla.

"¡Piedad!"

"Necesito ayuda"

"UAHG"

La entrada de Sasori al campo de batalla tomo con las guardias bajas a todos los miembros restantes de la Secta Song, no podían distinguir de amigo o enemigo, solo sabían que quien los atacara era el enemigo, las marionetas usadas por Sasori fueron sus propios compañeros de armas, amigos o amantes.

"¡Los maldigo Secta AGH!". Un anciano de una secta desconocida fue empalado por kakuzu quien seguía recogiendo el botín caído, había aprovechado la oportunidad que se le había presentado cuando uno de los ancianos que peleaba contra Madara se alejó.

"Nos equivocamos, dejen de matarnos AHHH". Otro anciano recibió una bola de llamas enormes que calcino a el y otros ancianos, Madara había dejado de jugar y empezó a masacrar a todos antes de que alguien le ganara sus kill.

"kakuzo roba kill". Dijo Madara mientras corría entre cultivadores con un kunai cortando gargantas y rompiendo tráqueas en el campo de batalla.

Por otro lado, quísame seguía manteniendo la barrera de niebla que cubría toda la secta, nadie podía salir caminando y los pocos que volaban fueron derivados por Rayos de Enel o por Deidara.

Poco a poco la cantidad de cultivadores disminuyo y muchos cayeron agotados por bajas reservas de Qi, heridas o por venenos de Sasori.

Los ancianos restantes se miraron y emprendieron la huida, rayos y aves voladoras los golpeaban pero lo soportaron apretando los dientes con tal de escapar, pero de pronto golpearon una barrera roja, cuando algunos ancianos vieron a sus compañeros estampados en las barreras supieron que estaban atrapados.

"¿Por qué le hicimos caso al patriarca?". Pregunto uno de los 6 ancianos aun vivos, fue el mas pequeño de todos, gracias a su estatura logro salvarse de Madara, el anciano había usado a uno de sus compañeros como escudo.

"Creo que el ejercito sabia de su potencial bélico y por eso enviaron al oficial". Dijo el anciano que rechazo hablar con aquel oficial, solo había arrepentimiento en su mirada.

"Pero como demonios llegamos a esto, toda la secta Song no existirá". Grito un anciano que de repente fue impactado por un rayo.

"Aun hay algo que podemos hacer". Dijo una anciana de la familia Song.

"Pedimos misericordia, ellos saben que no la tendríamos con ellos, ¿Qué más queda?". Pregunto el anciano enano mientras esquivaba un par de aves blancas que detonaban cerca de él.

"Someternos, podemos darle nuestros tesoros, mujeres, lo que quiera si perdona nuestras vidas, conocemos las bóvedas y riqueza de que juntamos durante generaciones". Dijo la anciana, provocando que muchas personas asintieran y miraran a lo lejos.

Solo falta averiguar si el chico Chu Feng los dejaría llegar a el para poder negociar.