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CLUE: SERENDIPIA

Imagina tener todo lo que te hace feliz... Una madre amorosa, amigos que te apoyan y cuidan, vecinos que te tratan con amabilidad. Es una vida de ensueño que la mayoría puede envidiar, ¿cierto?... Pero, ¿Qué pasaría si un día tu madre decide presentarte a tu padre después de 18 años?. Ella se encuentra emocionada y no puedes negarte, rumbo a la reunión con aquel hombre algo golpea su auto y en cuestión de unas horas pierdes a la única persona que estuvo a tu lado y que puedes llamar "familia". Quedas sola con una biblioteca que atender y al cuidado de los padres de tu mejor amiga. Conforme vas creciendo tu vida se vuelve rutinaria y algo aburrida, estas limitada a hacer cosas porque puede que aquellas personas que dañaron a tu madre regresen por ti. Todo te resulta monótono... O por lo menos así es hasta que le conoces a él, pero para poder ser feliz y proteger a tus seres queridos deberás descubrir que hay detrás del pasado de tu madre. Esta es la historia de Sasha Aráoz, ¿Estas listo para conocerla?

GMML · Urban
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Agradecido

Afortunadamente Ash sacio toda su curiosidad y toda su atención se centro en contarme sus nuevas obras que iba a hacer gracias a la inspiración que había ganado en todo lo que había sucedido en los últimos días, me gustaba verle feliz hablando sobre lo que le apasionaba hacer.

- Eso es genial Ash me alegro mucho de ver que has logrado todo esto.- Dije entregándole su celular en donde había fotografías de sus obras.

- Lo sé soy asombrosa.- Sonrió alegremente.

- Hola.- Dijo Tom con la respiración algo agitada. -Perdón por llegar un poco tarde, la clase se extendió un poco más de lo normal.-

- No te preocupes.- Me puse de pie mientras colocaba unos libros en el carrito.

- Hola Tom, te la encargo mucho.- Ash se estiró y tomó su bolso.

- Si, yo me encargó.- Dijo mientras iba a el cuarto de seguridad para dejar sus cosas.

- ¿Voy a venir por ti o que pase Alex?.-

- Louis mandará a alguien por mi en la tarde.- Ella sonrió al oírme.

- Esta bien, no llegues tan tarde.- Asentí obedientemente y ella se fue tan pronto se despidió de Tom.

- Déjeme ayudarle.- Dijo Tom al ver que iría a ordenar los libros.

- Vayamos juntos, así será más rápido.- Dejé que llevara el carrito y comenzamos a colocar los libros en su lugar. - ¿Cómo te ha ido en los días que has trabajado?.-

- Me ha ido muy bien, en verdad me gusta mucho trabajar aquí, es bastante fácil el trabajar y hacer las tareas de la universidad.-

- Es bueno escuchar que te sientes cómodo.-

- Gracias por darme la oportunidad de trabajar aquí.-

- No es nada, si en algún momento sientes que es mucho trabajo dímelo... Por cierto no es necesario que me llames de usted.-

- No estoy muy acostumbrado a llamarle a las personas por su nombre, pero hare algunos intentos.-

- ¿No les llamas a tus conocidos por su nombre?.-

- No, la educación que me dieron mis padres fue un poco estricta y no me dejan tutear a las personas aunque sean menores que yo.-

- ¿Tienes hermanos y primos a los que tuteas?.- Dije algo asombrada por su educación.

- Solo tuteo a mis dos hermanos, la relación con mis primos no es tan buena.-

- Ya veo, lamento haber preguntado de más.-

- No se preo... no te preocupes.- Dijo corrigiéndose. - Usted me hace sentir cómodo y me da mucha confianza así que esta bien... de hecho usted me recuerda mucho a alguien de mi familia que quiero mucho.-

- ¿En serio? Entonces me siento halagada.- Respondí con una sonrisa.

- Usted se parece bastante a esa persona, aunque su temperamento es distinto.-

- Mi amiga dice que soy bastante ingenua y muy amable con las personas.-

- Y coincido con ella.- Dijo riéndose un poco, fingí estar ofendida pero no pude evitar reír al verle, me daba mucha ternura.

- ¿Tom?.- Dijo un joven de tez morena más alto que él.

- ¿Qué haces aquí?.- Tom se puso nervioso. - Vengo en un momento.- Me dijo mientras que tomaba el brazo del joven que le veía con una mirada llena de cariño.

Continué con mi trabajo y cuando regresé al escritorio comencé a hacer el inventario.

- Perdón por lo de antes.- Tom se veía triste y con pocos ánimos.

- ¿Pasó algo?.-

- No, no pasa nada.- Sin embargo su expresión no concordaba con lo que me había dicho.

- Si pasa algo puedes decírmelo con toda confianza, no se si pueda ayudarte pero por lo menos podré escucharte.- Le di un par de palmaditas en el hombro, él se sentó en silencio como si estuviese inmerso en sus pensamientos.

- Sasha.- Dijo finalmente viendo hacia el suelo.

- ¿Si?.- Le vi de reojo mientras continuaba con mis cosas.

- Si sabes que no puedes salir con alguien que amas mucho porque tu familia no te lo permitiría ¿Qué harías?.-

- Mmm... en verdad no te sabría responder porque mi única familia era mi madre... pero si eso pasara primero pensaría en si la persona que me gusta me hará feliz, si eso es así entonces simplemente le diría a mi familia lo que siento y defendería mi relación a toda costa.-

- ¿Incluso si tu relación familiar puede fracturarse?.- Me miró con atención.

- Si, creo que si mi familia me ama tendrá que comprender y aceptar mis decisiones, además si la persona con la que estoy es buena creo que ellos le aceptarán después de conocerle mejor.-

- Ya veo.- Susurró aún pensativo.

- Sé que puede sonar difícil pero debemos ser valientes y proteger a las personas que queremos, ¿no crees?.- Sonreí acariciando su cabello.

- Gracias.- Sonrió tímidamente.

- No es nada. Si necesitas algo puedes contar conmigo.-

- Tú igual, estaré aquí para ayudarte.- Era muy lindo, parecía como sí tuviese un hermano menor.