El peso de su palabra

Aki se tomaba muy en serio los peligros que traían consigo las habilidades concedidas por los Kekkei Genkai.

Su oficina privada se había llenado de todos los que recordaba de su vida pasada, que eran desde el famoso Ketsuryūgan hasta el elemento polvo.

Tal vez normalmente estos poderes en ninjas normales, eran una amenaza considerable, pero en cuanto aparecen ninjas que dominan a la perfección su Kekkei Genkai y alcanzan el nivel Kage son prácticamente imparables.

Sobre todo en el caso del Sharingan, quien en la historia, aparte de la línea de los Senju y Uzumaki, fueron los que mayor ninja sobre el nivel Kage produjeron.

Ante ellos, el poder obtenido por su clan, con el nuevo Kekkei Genkai, no se podía comparar, a más que lograra hacerlo evolucionar, despertar nuevas técnicas a partir de él.

Y lo había intentado verdaderamente todo, pero nunca previó lo tremendamente complicado que es elaborar técnicas nuevas.

Aki había infravalorado un poco a algunos ninjas que no pudieron completar sus técnicas secretas, claro que siempre usaba como Bara de medir a Tobirama, alguien quien, al parecer, por las pruebas, tenía un cerebro demasiado privilegiado.

Una de las técnicas más desarrolladas que estaban escritas en manuscritos era la capacidad de generar clones que no tuvieran chakra limitado, sino que utilizando el Kekkei Genkai repusieran sus propias reservas y se comportaran como una fuerza permanente.

Si lograba completarlo y sus hijos lograran aprenderlo, podrían multiplicar las capacidades de salvar a los suyos en el campo de batalla, y también sus bajas.

Pere aun así este proyecto no era su meta final, el problema eran los enemigos con poderes desequilibrados.

Para combatir al Ketsuryūgan estaba terminando un experimento para que haciendo empleo del Kekkei Genkai del clan Kurokawa concentrando mucho chakra Yang se liberara de cualquier control al hierro dentro de su sangre.

Para los Genjutsus del Sharingan, había desarrollado la capacidad de que el cerebro permanezca rodeado de una capa de chakra Yang, haciendo imposible caer en sus Genjutsus, pero también era necesario calibrar la capa de Chakra, ya que si un usuario demasiado poderoso lo atacara probablemente lo atravesaría si no refuerza sus defensas.

lamentablemente, aún no era capaz de encontrar soluciones específicamente para los usuarios espacio temporales, por lo menos no uno que su Kekkei Genkai pudiera entregarle todavía.

Para lograr inspirarse un poco utilizo el sistema, los objetos y habilidades que vendía en teoría podrían crearse sin necesitar comprarlos del sistema.

Entre esos productos, pudo encontrar varios que evitaban el uso de habilidades espacio temporales, la mayoría de ellos eran formaciones de sellos, nada prácticos.

Pero lo que disparo las emociones, fue el conocer como impedían estos sellos, que se utilizasen habilidades espacio temporales, no había otra forma que liberando ondas de chakra yin-yang, elementos que él y sus hijos tenían, pero no manejaban al punto de poder fusionarlos .

Suponía sabiamente que este proyecto en específico le traería muchos dolores de cabeza futuros.

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El clan Kurokawa durante este tiempo había gozado de una prosperidad bastante llamativa.

Su prestigio había llegado a igualar a los Hyuga, y al igual que ellos, los rumores sobre los poderes de la rama principal empezaron a crecer.

No era muy bueno, pero tampoco necesariamente malo el que se empezara a tener en cuenta su misterioso Kekkei Genkai.

Pero los rumores externos eran el menor de sus problemas, su verdadero problema empezaron a ser los rumores o corrientes de pensamiento internas dentro del clan.

Aki era una persona que, a pesar de todos sus años dentro del clan, aún subestimaba el peso de sus palabras.

Pero el suceso que empezó una corriente dentro del clan, no fue necesariamente su culpa.

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[Aki]

Falta realmente poco para que los clones logren total independencia de Chakra, lamentablemente y como es entendible, las capacidades de curación que pueden dar a otras personas es menor a la de los proporcionados normalmente.

Aun así, es verdaderamente una técnica secreta verdaderamente valiosa.

top top.

Aki: "¿Quién?"

Hideo: "Hideo, vengo a dejarte los materiales de escritura"

Cierto que llegaban hoy los materiales para practicar sellos.

Aki: "Adelante, Hideo"

Ahora que lo pienso la presencia de Hideo es rara, normalmente no se toma las molestias de entregar personalmente algún recado o mensaje.

Aki: "Me alegra verte, sano y salvo"

lamentablemente, esta charla interrumpirá un poco mi concentración

Aki: "Tomemos un poco de té"

-El té recién hervido está coincidentemente sobre la mesa -

Hideo: "Yo también me alegro de eso, aunque me sentiría más agobiado si tuviera de convivir con todos esos pergaminos"

-dijo mientras miraba varias rumas de pergaminos-

Aki: "Yo creo que te terminarías acostumbrando, si quieres podemos empezar ahora"

-Ambos rieron con el falso ofrecimiento-

Hideo: "Siento que debo de negarme, lamentablemente"

-en verdad ninguno lo lamentaba-

Hideo: "La verdad es que quería pedir tu favor"

-Helios nunca había sido de charlas largas-

Aki: "Dime de que se trata y te diré si puedo hacerlo"

-Aunque sea amigos, Aki no prometería su favor fácilmente-

Hideo: "Se trata de algunos civiles del clan que han empezado a abrir algunos puestos comerciales cerca al área del comedor"

-Hideo lamentaba no saber de qué hablaba, pues esas cosas son manejadas por algún miembro del consejo de turno -

Hideo: "Sé que han sido autorizados por Daiki, pero estoy en contra de que traten de enriquecerse dentro de los dominios del clan, para eso deberían de abrir tiendas en Ikiri"

-Su tono de voz no era de molestia, era más bien de indignación, tal vez propia de un ninja que había dado tanto por el clan y que sabía que sin la protección del clan no podria ser lo que es ahora-

Aki reflexionó la situación durante unos momentos y no pudo evitar llegar nuevamente a la conclusión de que los miembros civiles que no tenían las capacidades suficientes con el chakra o no lo tenían deberían de ser enviados a Ikiri.

Aki: "Tal vez allí deberían ir todos"

-se escapó de los labios de Aki, apto seguido su concentración volvió al ahora-

Aki: "No te prometo nada, pero veré que puedo hacer"

lamentablemente, sus primeras palabras habían sido captados claramente por Hideo y eran la munición perfecta para empezar una corriente de opinión dentro del clan.