Capitulo 1

En la ciudad meriela, existía un acto que siempre me ha parecido atroz, la esclavitud y trata de personas.

Era tan normal, que era uno de sus puntos más fuertes de comercio, era horrible, padres vendiendo a sus hijos, hijos vendiendo a sus padres para ser esclavos, solo por unas monedas o comida.

Yo desafortunadamente fui una de esas. Recuerdo que vivía con mis padres y mi hermana bebé. Mis padres eran muy pobres, mi padre era carpintero, cuando ganaba algo era muy poco, solo alcanzaba para la leche de mi hermana, la cual a escondidas yo tomaba un poco para calmar mi hambre.

Recuerdo muy bien, que un día mi madre me mandó a recoger agua del pozo, ese día, la guardia real y los cobradores del reino decidieron visitar la ciudad. La gente rica siempre me parecieron orgullosos y humillativos, creía que la vida era tan injusta, porque que ellos lo tenían todo y hasta de sobra, mientras que otros como yo y mi familia muchas veces ni comíamos.

Uno de los cobradores me reconoció, y me preguntó:

-¿Eres tu la hija del carpintero Jasper?

Yo como no era prudente, mostré mi desprecio al responderle:

-¿Que quiere de mi padre?, el ya le pago la deuda de este mes por adelantado, ¿porque lo sigue atormentando?

El hombre con una cara amargada y un poco sarcástica me respondió:

-Eso no es asunto de niños, dime dónde está tu padre si no quieres problemas mocosa insolente.

Mi madre siempre dijo que tenía espíritu de guerrera, ya que me gustaba jugar a los caballeros, mi juguete favorito no eran muñecas, si no un caballito de guguete, que mi padre me habia echo con trapos viejos y un palo de escoba. No pasaba el dia peinandome, no me maquillaba, todos los dias salia a "aventurarme por el bosque", ayudando a otros niños y adultos.

Por lo que tampoco era prudente, ni respondia correctamente como toda niña educada. El cobrador siguio esperando mi respuesta, pero yo lo ignoraba, el aburrido de esperar, me agarro del brazo y me amenazo:

-¡Si no me dices donde esta tu padre, TU pagaras su deuda como esclava!

En ese momento, llego mi madre, salvandome de ese tirano

-¿Suelte a mi hija, ella no sabe donde esta su padre, mi esposo no mantiene en lugares fijos, va donde lo llamen para trabajar!

El hombre ya un poco mas calmado, decidio responder:

-Digale a su marido, que si dentro de un mes no me paga la deuda que me debe, su hija mayor pagara por el.

Diciendo estas palabras se retiro, mi madre asustada por mi, me reviso el brazo donde me habia agarrado ese tirano.

-Chaia Chermin, ¿porque no te comportas como una doncella y le respondistes amablemnte? asi, nos fueramos evitado todos estos problemas.

Yo con una sonrisa le respondi:

-Porque soy tu hija

Esta era una estrategia que solia usar para calmar a mi madre, truco que funcionaba siempre, ya que ella se reia conmigo.

Al caer la noche, los habitantes de Meriela, tenian la costumbre y tradicion, de dejar una bela encendida con un fuego especial, de color rojizo, en la entrada de sus casas, esto era, segun ellos, para cuando pasara el espiritu del dragon, los bendijera con comida en sus casas. A mi esto siempre me parecio una tonteria, ya que Meriela estaba catalogado como uno de los pueblos del reino donde mas hambruna existia.

Pero como esto era tradicion, mis padres tambien lo hacian, esa noche, mis padres me dieron la orden de ir a comprar un poco de leña, para encender el fuego, me gustara o no, lo tenia que hacer, asi, que esa noche fui.

Al volver, algo muy extraño estaba pasando en mi casa, ya que no se escuchaba absolutamente nada, decidi entrar con un poco de miendo.

Al abrir la puerta, vi que ese tipo que me habia atacado estaba con algunos guardias, estaba hablando con mi padre. Yo paralizada pense que le iba a hacer daño a mi padre, y, en vez de quedarme quieta a escuchar hasta el final como toda persona normal, decidi ir y pararmele firme a ese sujeto.

-¿Que cree que esta haciendo? Mi padre ya no le debe nada, dejenos en paz.

El hombre asombrado, sin saber de adonde sali me respondio:

-Vaya, vaya, la hija del carpintero tiene agallas de hablarme asi, ve a jugar con tu hermana y no te metas en asuntos de adultos.

Yo enojada, le iba a responder algunas cuantas pero mi padre tomo la palabra antes que yo:

-Hija mia, ve al cuarto y mira como esta tu hermana, yo y el señor necesitamos hablar algunas cosas, no te preocupes.

Yo podre ser muy insesata, pero cuando era de obedecer a mis padres, lo hacia sin dudar, asi que le desee dulces sueños a mi padre y por "cortesia" me despedi del cobrador.

Al llegar a mi cuarto y al de mi hermana, vi que ella dormia profundamente, y me puse a pensar, en lo lindo que era ser un bebe, no habia que preocuparse ni pòr el hoy y mucho menos por el mañana.

Esa noche lluvio muy fuerte, relampagos muy fuertes caian, no les tenia miendo, pero esa noche, fueron especialmente fuertes, por lo que cerre la ventana, aunque mi hermana dormia como roca, yo no pude pegar el ojo en toda la noche oscura y lluviosa, pensando en mis padres, ¿Que deuda tiene mi padre con ese cobrador?, ¿Es muy grande?, ¿Que pasara conmigo y mi familia?, todas estas preguntas recorrian mi mente, las cuales fueron respondidas, pero nunca imagine, que esas respuestas, fueran tan dolorosas, y mucho menos un infierno.