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Capítulo 2

Habían pasado quince años desde que Yuki llegó a este mundo, ahora conocido como Ash. Junto a su hermano Kai, se habían convertido en prodigios, capaces de dominar todos los elementos con maestría.

Ragnar Starwind y Morgana Starwind, antes de unir sus vidas, habían sido líderes de un ejército del reino. Conocidos y temidos como La Parca y La Hechicera de la Penumbra, participaron en innumerables batallas. Sin embargo, impulsados por el amor y el anhelo de una vida simple, decidieron abandonar esa vida y formar una familia. Se alejaron del reino y se establecieron en una pequeña aldea de granjeros, donde criaron a sus hijos con cariño y dedicación.

La aldea, un paraíso terrenal, era un laberinto de hermosas vistas. La entrada estaba adornada con flores y rosas, y árboles sostenían un letrero con letras de bienvenida talladas en madera. Al entrar, se extendían hectáreas de arroz y otros cultivos, un espectáculo de colores y vida. Los campos, perfectamente alineados, mostraban el arduo trabajo y la dedicación de los aldeanos. En el centro de la aldea, las casas con techos de paja albergaban animales como cerdos, vacas, gallinas y cabras, que aportaban a la vida autosuficiente de la comunidad. Un mercado vibrante completaba el panorama, lleno de herrerías, carpinterías y un sinfín de puestos que ofrecían productos locales. Los artesanos mostraban orgullosos sus obras, desde herramientas y utensilios hasta ropas y adornos.

Las calles de la aldea estaban siempre llenas de vida, con niños corriendo y jugando, mientras los adultos trabajaban en los campos o atendían sus negocios. Las casas, construidas con madera y piedra, estaban decoradas con macetas de flores en las ventanas y pequeñas huertas en los patios traseros, donde crecían verduras y hierbas medicinales. Al atardecer, la aldea se llenaba de los sonidos de las conversaciones y risas de los aldeanos, creando un ambiente de comunidad y paz. Las luces de las lámparas de aceite iluminaban suavemente las calles, dando un aire mágico al lugar mientras la noche caía.

En el presente, vemos a los hermanos Ash y Kai entrenando con su padre en un campo amplio a las afueras de la aldea. El lugar, perfecto para el entrenamiento, se extendía sin obstáculos, solo con el verde césped como testigo de su esfuerzo.

—Regla número uno, siempre trabajen en equipo. Regla número dos, nunca se confíen del enemigo, siempre vayan con todo — dijo Ragnar.

—¡Está bien, papá! — respondieron los hermanos al unísono.

Ragnar comenzó a correr hacia ellos con una velocidad impresionante, mientras los hermanos agarraban con fuerza las espadas de madera y se posicionaban. Ragnar, en movimiento, realizó un salto poderoso hacia ellos, aterrizando con un puñetazo que rompió el suelo y emanó una energía de color mostaza combinada con celeste del cielo. Los hermanos reaccionaron rápidamente, alejándose y esquivando el golpe.

Ragnar se percató de que Kai estaba más cerca de él y, con sigilo, se lanzó hacia él. Kai ensambló la espada y comenzó a atacar, sus golpes rápidos y precisos. Ragnar dejó que Kai asestara algunos golpes, evaluando su técnica, antes de lanzar un puñetazo contundente. Kai logró suavizar el impacto cubriéndose con la espada, pero la fuerza del golpe lo hizo salir volando varios metros.

—¡Papá! — gritó Ash.

Aprovechando la distracción de su padre, Ash lanzó bolas de fuego que volaban hacia Ragnar. Corriendo hacia él con la espada envuelta en llamas y su cuerpo emanando energía roja, Ash intentó aprovechar el momento.

—Ash, en una batalla no te dejes guiar por el enojo. Siempre ten la mente clara y enfocada en el enemigo — dijo Ragnar, bloqueando las bolas de fuego con un movimiento ágil y preparando su contraataque.

Ragnar se movió con destreza, esquivando las embestidas de Ash y respondiendo con ataques medidos. Mientras esquivaba los ataques de fuego de Ash, Ragnar se dio cuenta de que Ash lo estaba esperando detrás de una de las bolas de fuego. Intentó golpearlo, pero Ragnar reaccionó con rapidez y saltó. Sin embargo, no se percató de que Kai estaba arriba de él. Ante el ataque inesperado, Kai, en el aire, asestó un espadazo aunque Ragnar logró cubrirse con las manos, pero la bola de fuego de Ash le dio en la espalda, enviándolo volando por el impacto.

—Es increíble cómo planearon todo. Sus ataques se vuelven cada vez más fuertes y rápidos — Dijo Ragnar.

Ash y Kai corrieron hacia él con velocidad, Ragnar se preparó y creó un muro de tierra, pero ellos lo destruyeron como si nada, los hermanos golpearon a Ragnar con las espadas engullidas de fuego, mientras él también comenzó a golpear con los puños y a lanzar piedras con fuerza y velocidad, cuando de repente Ragnar volvió a saltar pero Kai lo agarró de la pierna.

— ¡Te tengo! — dijo Kai con una mirada feroz y una sonrisa.

Ragnar se reincorporó rápidamente, pero ellos tuvieron que esquivar la lluvia de piedras que él lanzó hacia ellos. Aprovechando el momento, Ash y Kai le asestaron cada uno un espadazo llameante. Sin embargo, el aura que parecía ser una armadura invisible creada por su elemento tierra y la potencia del elemento agua lo protegieron. Ragnar los miró con una sonrisa y exclamó:

—¡Jajaja, tomemos un descanso y luego seguiremos! —dijo Ragnar.

—¡Ya no queremos, tenemos mucha hambre! — dijo Kai.

—Cuando acabemos de entrenar, comeremos todo lo que queramos — dijo Ragnar riéndose.

Y así continuó el entrenamiento hasta que se hizo de noche.

Mientras cenaban, la familia Starwind aprovechó para conversar:

— Papá, ¿por qué cuando te asesté un golpe durante el entrenamiento no te hizo nada? —preguntó Ash.

— Verás hijo, cada elemental que poseemos nos otorga habilidades. Yo, poseo dos elementos, tierra y agua. La tierra me da la resistencia para defenderme y la potencia para atacar aunque sea demasiado lento, mientras que el agua me permite sanar heridas y crear escudos. La combinación de ambos elementos me hace un oponente formidable y duro.

— Entonces, ¿mamá también tiene dos elementos? —preguntó Kai.

— Tu madre es aún más especial que yo. Ella posee el hielo y el agua. Esto la convierte en una hechicera extremadamente poderosa y versátil.

Los ojos de Ash y Kai brillaban de admiración.

— ¡Es increíble! —exclamó Ash.

— Ustedes dos tienen un gran potencial, y con entrenamiento duro, podrían convertirse en guerreros muy poderosos.

Ash y Kai se miraron emocionados.

— ¡No puedo esperar para empezar a entrenar! —dijo Kai.

— Yo tampoco. Quiero ser tan fuerte como papá y mamá —agregó Ash.

— Y no olviden que lo más importante es tener un buen corazón y usar sus poderes para el bien —recordó Ragnar.

La familia Starwind continuó cenando en un ambiente de armonía y alegría. Sabían que, a pesar de los desafíos que enfrentaban, juntos podrían superar cualquier obstáculo.

Al terminar de cenar, todos se fueron a dormir, ya que el padre les dijo que se irían de paseo al reino para que vayan conociendo el lugar.

Ash, acostado en la cama, no podía dormir.

— Cada que sonrío me traen recuerdos de mi otra vida. Aun no se nada de lo que me sucedió. No sé si fue Dios dándome una segunda oportunidad, pero no la desaprovecharé. Aún tengo en mente volverme el más fuerte y reconocido en este mundo y se que lograre descubrir el como llegué aquí— Pensó Ash muy motivado

— Mmm... Claro, mis padres dijeron que poseen dos elementos y que pocas personas lo tienen. Lo más normal es tener solo uno, y otras pocas nacen con un elemento. Ellos aún no saben que Kai y yo podemos usar todos los elementos. ¿Será lo mejor decirles? Por ahora, mi hermano y yo estamos guardando ese secreto y nos limitamos a usar solo el fuego— Pensó Ash

— Bueno, demasiados pensamientos. Creo que es hora de dormir.

Ash cerró los ojos y trató de descansar. Hasta que por fin pudo dormirse.