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Capítulo 26

Al escuchar todo lo que dijo el héroe Ezra, el grupo decidió tomarse unos días más para relajarse. Kai siempre se levantaba asustado, pues no dejaba de soñar desde aquella vez en que, al entrenar, tuvo una visión en la que veía a Nadia y Nina muertos. Aunque no reconocía el lugar a su alrededor, nunca dejaba de pensar en eso.

Al comenzar el día, Kai empezó a coquetear con ambas y les pedía que salieran con él, pero ellas lo rechazaban enojadas. Ash solo se reía y le decía "tonto", pero Kai no dejaba de insistir, diciéndoles lo hermosas que se veían ese día con esos vestidos.

Una tarde, Nadia y Nina se fueron a comprar un báculo nuevo, ya que el de Nadia estaba viejo y a punto de romperse. Al salir de la tienda y ver que el báculo estaba muy caro, se toparon con un desconocido.

—Hola, ¿qué tal? Quisiera preguntarles dónde se encuentra la plaza. Mi amigo y yo nos perdimos y no somos de aquí —dijo el desconocido, apuntando a su amigo que estaba a lo lejos.

—Buenas tardes. Sí, la plaza se encuentra... —respondió Nadia, pero fue interrumpida por Kai.

—Sigan de frente hacia esa dirección y llegarán muy rápido —respondió Kai, señalando el camino con los ojos entrecerrados.

—Oh, vaya, disculpen, pero ¿quién es usted? —preguntó el desconocido.

—Soy el prometido de ambas chicas —respondió Kai con orgullo.

—¡Es un tonto!... ¡Espera, ¿qué!? —dijo Nina, confundida y enojada.

—¡¿Qué rayos estás diciendo, tonto?! —gritó Nadia, dándole un puñetazo que lo mandó a volar.

—Jaja, no entiendo lo que sucede, pero mil disculpas, jóvenes. Nosotros nos retiramos, ya conocemos el lugar —mencionó el desconocido, dirigiéndose al lugar que Kai les había indicado.

—¡Kai! —gritó Nina, viendo cómo Kai corría gritando "¿¡Por qué lo niegan?!"

Nadia y Nina estaban cada vez más enojadas porque cada vez que hablaban con alguien, Kai se metía en la conversación, insinuando que eran sus prometidas, lo cual no era cierto. Esto siempre terminaba con Kai recibiendo cachetadas y golpes. Molestas, hablaban con Ash, quien entendía la situación pero, siendo su hermano, optaba por reñirle y darle consejos. Kai, por su parte, seguía mandando cartas a sus padres narrando todas sus aventuras.

Mientras tanto, el príncipe Ardin entró al gremio de aventureros:

—¡Miren, es el príncipe! ¿Qué hace aquí? —murmuraron los aventureros a su alrededor.

—Quisiera hablar con el encargado de este gremio... —dijo Ardin a la recepcionista del gremio.

—Está en el segundo piso... Pase, príncipe, siéntase como en casa —dijo la recepcionista.

Ardin subió al segundo piso y se dirigió al fondo, donde estaba la oficina del líder del gremio:

—¿Cómo se encuentra, Albert? No lo veía desde la última vez que se reunió con mi padre —dijo Ardin, sentándose.

—¿Cómo se encuentra, príncipe? ¿Qué lo trae por aquí? —respondió Albert, estirando la mano para saludarlo.

—Solo vine a pedirle un gran favor, señor Albert —propuso Ardin con una sonrisa—. ¿Ha oído hablar de los aventureros Ash y Kai? —preguntó.

—Por supuesto, se están volviendo muy conocidos y amados por este lugar —respondió Albert.

—Le daré una buena recompensa a cambio de que me deje encargarme de asignarles las misiones. No quiero que me pregunte el motivo, ¿le parece? —dijo Ardin.

—Tendrá que disculparme, príncipe, pero no puedo hacer eso. Son jóvenes muy buenos y con talento. Mi deber es darles las misiones apropiadas y, si veo mejoras, se les recompensará con misiones más difíciles —dijo Albert con seriedad.

—Pfff... Déjeme pensarlo, príncipe. Si acepto su propuesta, le llegará una carta donde tendrá que firmar aceptando toda la responsabilidad de esos dos jóvenes sin perjudicar al gremio —dijo Albert.

—Trato hecho. Muy amable de su parte. Le prometo que nada sucederá —dijo Ardin con una sonrisa—. Me retiro con su permiso.

Ardin salió del gremio con una expresión de satisfacción, mientras Albert se quedó pensativo, considerando las implicaciones de lo que acababa de acordar.

El grupo de Ash estaba preparado para comenzar con las misiones. Con mucha confianza, se dirigieron a la recepcionista del gremio, quien les asignaba las misiones sin la necesidad de acercarse al tablero. Las primeras misiones fueron peligrosas, como limpiar los bosques llenos de monstruos, incluyendo trolls con la habilidad de anular curaciones. Con esfuerzo, lograron eliminar una horda de enemigos, regresando victoriosos.

Para su segunda misión, tuvieron que asistir a una de las guerras que se había desatado en el punto medio entre los reinos Etharia y Arcadia. Estos reinos luchaban por el control de una mazmorra llena de tesoros. Al llegar al campo de batalla, su misión era ayudar y acabar con el enemigo. Peleaban y mataban a muchos, pero notaron a alguien con un aura poderosa y una sonrisa en el rostro.

—Es momento de poner fin a esta pequeña guerra sin sentido —dijo el hombre fuerte—. Ustedes son los causantes de que mis aliados se reduzcan, ¿verdad? Me encargaré de ustedes.

—¡Prepárense todos! ¡Formación! —gritó Ash, sosteniendo su espada.

El hombre comenzó a correr. Ash pensó que era un hechicero al notar que no tenía un arma, así que corrió hacia él junto a Kai. Nina potenció a ambos y les añadió curación ante cualquier ataque. Nadia invocó un golem de tierra, potenciado con el elemento agua, y lanzó un hechizo que convertía el terreno en arenas movedizas para atrapar al enemigo. Sin embargo, el hombre saltó y golpeó a Kai con fuerza. Ash le cortó el brazo por la espalda, pero el hombre regeneró el brazo con una velocidad increíble, dejando a todos asombrados, y golpeó a Ash en el rostro. Agarró a Kai por la pierna, lo golpeó contra el suelo y luego lo lanzó contra Ash.

El hombre saltó hacia Nadia y Nina con mucha fuerza. Nadia creó una barrera protectora y Nina la potenció, pero el enemigo la rompió de un solo golpe. Con sus palmas, los hizo volar. Ash y Kai, enfurecidos, comenzaron a atacar con todo lo que tenían. Ash logró acertar varios cortes, pero el enemigo se curaba con facilidad, sonriendo y diciendo: "Son bastante divertidos y fuertes, ¡jaja!"

El enemigo agarró a ambos por la cabeza y los golpeó uno contra el otro con fuerza. Al voltear y mirar al suelo, vio un sello mágico de Nina que lo encerró, seguido de una explosión de fuego dentro del sello que lo quemó por completo. Sin embargo, se regeneró rápidamente. Agarró rocas del suelo, las besó y las lanzó hacia ellas, haciendo que cayeran. El grupo de Ash había sido derrotado con mucha facilidad, pero antes de matarlos, el hombre fuerte comenzó a hablarles.

—Sería una lástima matarlos sabiendo que tienen un gran potencial, jaja. Por cierto, mi nombre es Mael Rowan —dijo Mael riéndose—. No tienen cara de villanos ni pelearon con intenciones de matarme. Sé que solo siguen órdenes.

—¿Eh? —dijo Ash, confundido.

—Mi trabajo aquí terminó. Si desean volverse más fuertes, solo visítenme en el reino Etharia y pregunten por mí —dijo Mael.

—¿Pero qué demonios...? —dijo Ash, aún más confundido.

—Muchas gracias, oh señor Mael. Quiero volverme muy fuerte para cumplir nuestros sueños junto a mi hermano —dijo Kai, sin poder moverse debido a las heridas.

—Hahaha, me voy. Es más, mejor váyanse de este lugar antes de que envíen a otro que sí los pueda matar. Recuerden, son muy fuertes, ¡no mueran con ese potencial! Adiós... —mencionó Mael, retirándose del lugar—. La curación que tenían no era normal, no pude matarlos. Ya se me termina toda la energía; si me quedaba más tiempo, capaz hubiera muerto. Fue una retirada estratégica, hahaha —murmuró.

Todos, aún confundidos, optaron por retirarse y mencionaron en el gremio que la misión había fallado debido a la aparición de un enemigo muy poderoso que los había derrotado antes de retirarse del lugar. Ash no entendía por qué los enviaban a misiones de un nivel tan alto. Antes de que pudiera expresar su inquietud, la recepcionista lo interrumpió y les presentó otra misión.

—Hubo muchas bajas, y no hay información en la zona neutral entre el reino de Arcadia y el reino de Etharia —explicó la recepcionista—. El héroe Ezra está ocupado y no puede ir. Necesitamos urgentemente ejércitos para combatir, ya que en esa zona los enemigos nos superan en número. Desde entonces, no hemos recibido mensajes ni avisos sobre lo que ha sucedido.

Aunque inicialmente se negaron, aceptaron de inmediato al mencionar la recompensa en monedas de oro y se alistaron para ir al lugar.

—Necesitamos que manténganse a salvo y eliminen la amenaza —continuó la recepcionista—. Esta misión llegó a manos del gremio debido a la urgencia. Los aventureros deben ir a ayudar y luego informarnos sobre la situación. Si es necesario, se tomarán medidas estrictas.

Con una nueva misión en mente y la promesa de una generosa recompensa, el grupo se preparó para enfrentar una nueva amenaza, sabiendo que esta vez su tarea no solo era una cuestión de supervivencia, sino también de informar al gremio sobre la gravedad de la situación.

En el camino, el grupo de Ash observó un caótico combate: varias razas de hadas, trolls y elfos atacaban una aldea. Los soldados que acompañaban al grupo comenzaron a pelear contra ellos, pero Ash y sus amigos sabían que su prioridad era el dragón que se veía peleando a lo lejos, un sorprendente dragón que dominaba el campo de batalla.

—¡Ash, mira allá! ¡Si son ellos! ¡Aurora, Freya y Lili, con esos bastardos de Hiroshi, Kenjiro y Ryuji! ¿Qué hacen aquí y por qué están peleando contra ese maldito dragón? —gritó Kai, dirigiéndose apresuradamente al combate.

—¿Quiénes son ellos? —preguntó Nadia.

—Amigos y enemigos de la academia... No entiendo qué hacen en un lugar peligroso como este... pero vamos a ayudarlos primero, les preguntaremos después —respondió Ash, asustado pero decidido al ver al temible dragón causando estragos y al villano.

Una batalla crucial para Ash y Kai, un enfrentamiento que marcará un punto de inflexión en la vida de ambos hermanos... donde apostarán todo.