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Capítulo 09

Bai Yingzu se encontraba sentado debajo de un árbol. Con un libro abierto agarrándolo con su mano izquierda y apoyándolo sobre su rodilla, su mano derecha fue empleada para escribir animadamente. La expresión de su rostro era similar a como si estuviera en completo extasis. Mientras que sus ojos se iluminaban con gran emoción, la tinta bailaba sobre el papel, dando saltos del tintero hacia la hoja.

"¡Joven maestro!. ¡Joven maestro!". Una voz femenina interrumpió el armónico ambiente, opacando el suave sonido de la pluma sobre la hoja. Aún así Bai Yingzu no se detuvo, pero su expresión cambió. Ahora fruncía el ceño con algo de desagrado. Sintió que algo molesto se acercaba hacia él.

Xia Yanyu se acercó, y miró los escritos de Bai Yingzu con evidente duda. "No he podido entender lo que el joven maestro ha estado escribiendo. ¿Está seguro de que esos no son solo garabatos?. Si lo desea, puedo enseñarle a leer y escribir. No tiene por qué avergonzarse".

Xia Yanyu habló con buenas intenciones, pero Bai Yingzu sintió que esto era algún tipo de burla. '¿Quién quiere aprender de una cabeza hueca como tú?. Si ni siquiera puedes ver que esto es un sistema criptografíco, jamás tendrás las calificaciones para ser mi profesor'. Bai Yingzu se burló en su mente.

No importaba cuánto lo analizara la joven Xia Yanyu, nunca podría adivinar que Bai Yingzu había estado escribiendo usando un sistema de criptografía para que nadie supiera de sus investigaciones. Así lo había hecho en su mundo original, y continuaría de esa forma en el mundo de cultivo. Después de todo, no había forma de descifrarlo sin conocer el significado de ciertos símbolos que cambiaban a través de un patrón inestable, casi incalculable.

Estaba seguro de que nunca nadie podría conocer sus escritos, ni siquiera los militares con la tecnología de punta de la época lo pudieron hacer. Entonces era poco probable que las personas de un mundo poco desarrollado tecnológicamente pudieran hacerlo.

Desde que había despertado, pudo moverse inmediatamente. La debilidad de su cuerpo se había esfumado como por arte de magia. A pesar de que el tercer anciano quería entrenarlo personalmente, Bai Yingzu se negó. Sabía que el entrenamiento le quitaría mucho tiempo, lo que evitaría que investigara los misterios del mundo.

Tan insistente fue el anciano que de no ser por el cariño que el anterior Bai Yingzu le tuvo, lo habría insultado sin parar. Tras mucho discutirlo llegaron al acuerdo de que su entrenamiento solo consumiría 2 de 8 partes de su tiempo. De esa manera siguió su entrenamiento, pero no empleó la técnica de cultivo, en cambio se había centrado en las técnicas básicas de respiración.

Bai Lie tenía dudas de esta decisión. Sabía que Bai Yingzu podía dominar una técnica del verdadero cultivo, por esa razón a tan corta edad estuvo a un solo paso para alcanzar el camino terrenal. No tenía necesidad de practicar las técnicas de respiración, su talento natural podía ayudarlo a avanzar incluso en caminos que jamás fueron recorridos. El tercer anciano había depositado mucha confianza en Bai Yingzu.

Realmente había una razón para que Bai Yingzu continuara con las técnicas inferiores de respiración. Después de probarlas un poco se había dado cuenta de que podía sentir una sensación familiar. Pensando en eso exploró más afondo, y finalmente descubrió que con la ayuda de las técnicas de respiración era capaz de emplear su habilidad metafísica. Exactamente la misma habilidad que había podido usar cuando estaba en su mundo original.

...

Las habilidades metafísicas eran un conjunto de habilidades sobrehumanas, no al nivel del cultivo, pero aún así se volvía muy significativo. Cada usuario de habilidades metafísicas podría ejecutar el control de una característica de la naturaleza. Hablando apegadamente a la ciencia esto no era humanamente posible, y realmente las personas no podían ejecutarla de forma natural. Para eso se requería de algún factor externo.

Este factor externo era un dispositivo estimulante para la corteza cerebral. Estos dispositivos siempre fueron usados para estudios y uso continuo. Con el paso del tiempo habían logrado mejorarse para evitar daños graves en cada individuo, habiendo hasta el año 5,000 un total de 3 dispositivos.

El primer dispositivo era el muy conocido chip psíquico, integrado con una pequeña batería que estimularía al cerebro con una diminuta carga eléctrica. Este dispositivo era instalado en la parte central del cerebro, con un 50% de riesgo a perecer.

El segundo dispositivo fue un gran salto para la mejora, haciendo una gran diferencia en la seguridad y un evidente incremento en el rendimiento general. Este dispositivo llevó por nombre, nano partícula. Este era un dispositivo con la forma de una diminuta aguja, y se instalaba únicamente inyectándolo en el punto superior en donde la columna vertebral se conectaba con el cerebelo.

El dispositivo no requirió de una fuente externa de energía estimulante, esta lo tomaba directamente de las corrientes nerviosas principales del cerebro. Razón por la que también fue llamada como aguja CNP. Significando un mínimo riesgo del 17% a perecer.

El tercer y último dispositivo era un logro personal de Bai Yingzu, lo nombró collar de campo metafísico. Tras varios años de investigación encontró una manera más segura para activar las habilidades metafísicas. Fue hasta que desarrolló su propio dispositivo que pudo saber finalmente que tipo de habilidades podía ejercer.

Este revolucionario dispositivo tenía una pequeña desventaja, casi tan insignificante, pero que aún así fue tomada en cuenta por organizaciones de defensa. La desventaja era que los usuarios de este dispositivo veían disminuidas sus habilidades por un nivel.

Añadiendo que no había ningún tipo de riesgo al ser instalado ya que solo se colocaba en el cuello del usuario, y tras crear un campo electromagnético podía estimular las partes correctas dentro del cerebro. Esto provocó que fuera ampliamente difundido para una venta masiva, volviéndose popular para los usuarios no militares.

La adopción del collar de campo metafísico significó un gran cambio en las leyes vigentes, ya que con esto tenían que regular la venta y el uso. Incluyendo crear un departamento de control capaz de investigar crímenes relacionados con usuarios de habilidades metafísicas, sin importar que hubiesen sido militares o no militares.

El cambio fue tan amplio que provocó que se abrieran escuelas especializadas, e incluso aquellas habilidades desempeñaron papeles muy importantes en los diferentes campos laborales.

Antes para identificar a un usuario de habilidades metafísicas se requería de un largo estudio. Una vez que estos fueran identificados, eran agrupados por el nivel de las habilidades y el tipo de control que podían ejercer.

Posteriormente simplemente se integró dentro del collar una conexión al registro poblacional, allí se registraban las habilidades junto a los niveles y después eran agrupadas. Conseguir uno de estos dispositivos se volvió tan fácil como comprar goma de mascar.

Durante mucho tiempo de investigación se había identificado un total de 5 niveles, siendo el nivel 1 el más bajo y el nivel 5 el más alto. Muchos investigadores creían que con las configuraciones correctas en los primeros dos dispositivos podían hacer que el nivel incrementara sustancialmente, aunque estaban muy bien informados que esto traería fuertes problemas legales dado que implicaría un mayor riesgo.

Configurar parámetros mayores en el primer dispositivo significaría un aumento en el riesgo del 80%. Incrementar los parámetros para el segundo dispositivo aumentaría el riesgo en un 50%. En cuanto al tercer dispositivo, este había sido creado para ser inofensivo. Sus parámetros podían incrementarse, pero no haría ningún cambio ya que las ondas electromagnéticas no afectarían al estímulo cerebral.

...

La habilidad metafísica de Bai Yingzu era la manipulación de gravedad, la cual había podido desarrollar hasta el nivel 4. Con ese nivel ya era capaz de demoler edificios y hacer levitar pesadas estructuras. De hecho Bai Yingzu había ejercido un trabajo a tiempo parcial en una empresa constructora, tener ese trabajo fue muy beneficioso para el entrenamiento de su habilidad.

Al principio cuando recién iniciaba a practicar se había dado cuenta de un problema. Las técnicas normales de respiración no pudieron ejercer una correcta estimulación en su cerebro. Si bien tuvo las sensaciones familiares, también se había percatado de que no funcionaba exactamente igual. Por esa razón había tenido que adaptarla especialmente para ser usada como factor estimulante de habilidades metafísicas.

Tras un tiempo de investigación, con diferentes pruebas y errores, pudo encontrar la técnica perfecta de respiración. Finalmente fue llamada "Técnica de respiración metafísica". Sin duda sería capaz de ejecutar las habilidades metafísicas como si aún se encontrara en su mundo original.

Bai Yingzu entendía muy bien lo que había hecho, se daba cuenta de lo que la nueva técnica significaría para los ojos codiciosos. Entonces comenzó a encriptar toda su investigación, para que en caso de perderlo no cayera en malas manos. Aunque de ser posible prefería nunca perderlo.

Donde quiera que fuera, Bai Yingzu no se separaba de su libro, este libro había sido hecho por él. Dentro había escrito diferentes observaciones, y con el paso del tiempo este iba volviéndose más grueso.

Todos estos apuntes fueron tratados como un gran tesoro porque en ella se almacenaba amplios conocimientos, desde nuevas técnicas de respiración, e incluso pequeñas observaciones acerca de las modificaciones en ciertas técnicas de cultivo. Habían apuntes acerca de la lógica del mundo y sus leyes naturales. También incluyó las características de la naturaleza, en las que solo anotó las plantas y animales que se ubicaban dentro del territorio del clan Bai.

Bai Yingzu ya había planeado salir para escribir en sus apuntes más cosas sobre el mundo. Aunque para eso tenía que conseguir la fuerza suficiente para entrar en contacto con el exterior. No olvidaba que el mundo de cultivo era demasiado peligroso, tan incontrolable que nadie podía caminar sin temor a ser asesinado, ya sea por peligrosas bestias o cultivadores errantes.

No había ley que protegiera a los débiles. Esas palabras habían sido dichas por el tercer anciano, fue un intento para que Bai Yingzu considerara ponerse serio con el cultivo. Apreciaba sus esfuerzos por remarcarle la realidad, pero Bai Yingzu sabía que todavía no estaba listo para comenzar a cultivar nuevamente.

Haciendo un profundo análisis de las técnicas de cultivo que su abuelo le había transmitido, se dio cuenta de que solo servirían hasta un cierto nivel, posteriormente tendría que conseguir alguna otra que fuera compatible con la técnica anteriormente practicada. Hacer eso afectaría negativamente el cultivo de una persona dependiendo de la compatibilidad, esto podía ser en mayor o menor medida, pero siempre estarían presentes los efectos negativos.

Bai Yingzu podía sentir que estaba cerca de resolver este problema. Ya había visto cada libro de la biblioteca y sentía que al menos poseía el minimo conocimiento para resolverlo. Siempre consultaba sus dudas con el tercer anciano, en el caso de no obtener respuestas, iba en busca de los otros ancianos. Cuando encontraba temas desconocidos en los que no podía ser ayudado, simplemente los apuntaba en la última parte de su libro para una posterior investigación.

...

Bai Yingzu dio un suspiro, guardó la pluma en su anillo y cerró el libro para también guardarlo. Al cerrar el libro se reveló que en la portada tenía escrito el número 3, lo que significaba que era su tercer libro escrito. Se levantó sacudiendo el polvo de su ropa, y caminó en dirección a la sala de entrenamiento del tercer anciano.

Xia Yanyu lo siguió en silencio. Desde que había despertado, Bai Yingzu nunca había hablado con aquella joven, no era que tuviera enemistad o una mala voluntad hacia ella. Simplemente no tenía ganas de hablar. Realmente no hablaba de forma tan casual, solo cuando tenía preguntas acerca de algo.

De no ser porque había sido visto hablando con el tercer anciano, Xia Yanyu podía haber creído que Bai Yingzu tenía algún problema con el habla.

Al terminar el entrenamiento diario con el tercer anciano, Bai Yingzu utilizó el tiempo practicando su habilidad metafísica. Después de 9 meses de práctica, ya podía incrementar y disminuir el peso de cualquier material. Incluso podía disminuir su propia gravedad al punto en que podía conseguir flotar, por el momento solo siendo capaz de levantarse cerca de cinco centímetros.

Detuvo su práctica después de sentir un dolor de cabeza, por la poca familiaridad que la técnica tenía con su cuerpo, este tipo de malestares era algo normal. Creía que cuando se acostumbrara lo suficiente podía ejercer su habilidad sin limitaciones.

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