El viaje fue un tanto complicado, tuvimos que rodear algunos zombies y mantenernos a más de 50m de los A y B.
Pero a las 10:30PM por fin llegamos al polígono de tiro.
Al llegar miré a los alrededores, y luego de asegurarme de que no haya ningún zombie cerca, dejé a la niña afuera mientras inspeccionaba el edificio.
Luego de revisar por todas partes y no encontrar nada, dejé entrar a la niña y cerré la puerta.
La primera habitación al entrar es la sala de espera, en donde hay dos sofás de unos 3m y una pequeña mesa con revistas en el centro.
Luego de sentarme, puse las dos mochilas en la mesa junto con el bate.
Y después de lo que podría considerarse la noche más agitada de toda mi vida, por fin, pude soltar un suspiro de alivio.
"S-señor, ¿p-podemos comer algo?" dijo Halley de forma tímida.
A claro, lo olvidé.
"Claro, ¿eres alérgica a algo?" dije mientras buscaba en mi mochila.
"T-tengo alergia al maní" -Halley
'Hmm, qué bueno que nunca me gustó el maní' -Ken
"¿Prefieres maíz o frijoles?" dije mostrándole las latas.
"Me gustan más los frijoles" -Halley.
Luego de abrir la lata con el cuchillo se la di a la niña.
"S-señor, ¿tiene una cuchara?, a-además esta lata está muy fría" dijo Halley con un toque de reluctancia.
"Por el momento no, pero mañana al amanecer iré a buscar todo lo que hace falta, ¿puedes esperar hasta mañana?" dije con tono comprensivo.
Siempre fui quisquilloso con la comida, otra de las razones por las que aprendí a cocinar, así que la comprendo.
La niña lo pensó por un momento y luego asintió con un poco de tristeza.
"¿Quieres beber algo?, mira tengo jugo de manzana" dije mientras le mostraba una pequeña caja de jugo para intentar animarla.
"¡Me gusta el jugo de manzana!" dijo Halley bastante emocionada y dando pequeños saltitos.
"Ok ok, no es para tanto es solo un jugo" dije un poco entretenido y dándole el jugo a la niña.
Seguido de esto, la niña se acomodó en uno de los sofás usando el peluche como almohada y se quedó dormida antes de que me diera cuenta.
En cuanto a mí, dudo que pueda dormir por los siguientes días.
Cada vez que cierro los ojos siento que estoy, otra vez, frente a aquella escena.
Lo había soportado hasta ahora, pero creo que ya alcancé mi límite.
Sentí ganas de vomitar de nuevo, junto con aquel sentimiento de debilidad y miedo.
No le tengo especial miedo a lo que hay después de la muerte, pero morir de esa forma es algo que me da escalofríos solo de pensarlo.
Mis manos empezaron a temblar y a sudar, mi pulso se aceleró y empecé a respirar agitadamente.
Mi mente solo podía recordarme aquel momento una y otra vez como si fuese alguna especie de tortura.
Al pasar unos minutos acabé en una de las esquinas de la habitación en posición fetal.
'S-solo i-intenta no p-pensar en eso' pensé para mí mismo.
Mis sentimientos son bastante escasos, pero las pocas veces que aparecen son bastante significantes.
Suelo mostrar abiertamente la forma en la que me siento, aunque la mayoría del tiempo sea indiferencia y cansancio.
Esto me hace susceptible hacia cualquier emoción, y da como resultado una reacción bastante notoria.
Pero es lo mejor.
Mostrar los sentimientos en lugar de ocultarlos o contenerlos es una de las claves de mi paz mental.
Nada en el universo simplemente desaparece solo se transforma, esto incluye a los sentimientos, experiencias y memorias de una persona.
Es mejor soltarlo todo ahora que contenerlo y esperar a que explote en mi cara.
Es algo que aprendí hace muchos años.
Una de las ventajas de mi indiferencia es que mis emociones nunca van de 0 a 100, por ende lo que siento normalmente es solo una fracción del sentimiento en sí.
Si fuese una persona feliz y energética probablemente estaría perdiendo mi sanidad en este momento.
Esta ventaja también puede ser una desventaja, ya que mi vida no es muy interesante.
Ir de 0 a 100 puede acabar con una persona si el sentimiento es muy fuerte, pero eso también hace sus vidas más interesantes.
Es como ir en una montaña rusa, subir y luego bajar repentinamente haciendo que el sentimiento sea más significante.
En mi caso es como ir en un auto y repentinamente encontrar un tope.
El golpe se sentirá, pero solo porque la calle es plana normalmente.
Luego de una hora, por fin pude calmarme un poco e intenté distraerme pensando en que hacer mañana.
Al levantar mi cabeza pude notar que la niña estaba temblando.
'Debe tener frío' pensé con un poco de preocupación.
Me acerqué y me senté cuidadosamente a un lado de la niña, para luego quitarme la chaqueta y cubrirla con ella.
Al cubrirla, la niña dejo de temblar y siguió durmiendo tranquilamente.
'Tendré que buscar unas mantas' y así empecé a enumerar las cosas que necesito.
Y luego de todo esto, termina mi primera noche en este desastre.