Cosas sobre el prota

Mucho gusto jóvenes lectores, mi nombre es Ken River y soy un joven normal (o al menos eso digo yo), ya que normal para mí es estar aburrido todo el tiempo, y mi cara lo hace notar, por lo que no parezco muy amigable a simple vista.

Tengo 24 años, mi cabello es de color negro medianamente largo y tengo ojos azules con una piel un tanto bronceada. Me considero guapo y si alguien dice lo contrario probablemente tenga envidia (aunque bueno, no es como si pudieran ver mi cara).

Actualmente vivo en Los Ángeles-Estados Unidos. Me mudé aquí luego de graduarme en ingeniería mecánica cumpliendo mi sueño de escapar de Latinoamérica, y de graduarme claro está.

Soy huérfano, nunca conocí a mis padres o tuve alguna relación personal duradera con alguna persona. Mi apellido y nombre estaban en una tarjeta junto a mí en el orfanato, así que, no hay mucha historia detrás.

Tengo una altura de 185cm y soy de cuerpo delgado con un físico un poco por encima del promedio.

A simple vista puedo parecer un asesino en serie, pero en realidad siempre trato de ser lo más amigable posible con las personas, fallando miserablemente, resulta que no todos soportan mis chistes hilarantes y mi honestidad hiriente.

Pero bueno, al menos tengo compañeros en el trabajo y otros fuera de este, y si te preguntas, ¿No qué no tenías relaciones personales como una persona normal?, bueno, considero que hay mucha diferencia entre un compañero y un amigo.

En cuanto a personalidad, soy flojo y tengo cara de aburrido todo el tiempo, no es que oculte mis emociones, es solo que así es como me siento la mayoría del tiempo.

Tengo otra peculiaridad y es que detesto decir mentiras, además de ser terrible en eso, tanto en lenguaje verbal como corporal, ya que los gestos que hago con mi cara lo dicen todo.

Finalmente vivo en una casa en la calle random número 36, nunca me aprendí las calles y nunca lo haré, que flojera.

Bueno, espero que hayan disfrutado esta sección donde invadieron mi privacidad como un montón de psicópatas, así que, comencemos con la historia.