Desafío

Volteando lentamente, Jia Lie Ao inclinó su cabeza; la sonrisa del borde de su boca era un poco siniestra.

—Liu Xi-dage, ¿puedo jugar con él?

Liu Xi asintió y sonrió. Sin dejar ningún rastro, enderezó su palma ante él y dijo perversamente.

—Si tienes la oportunidad, no te contengas.

Jia Lie Ao sonrió y cerró sus ojos. Las palabras de Liu Xi lo habían incitado abruptamente a recordar una conversación privada secreto que tuvo con Jia Lie Bi. En ese entonces, Jia Lie Bi había recibido las noticias de que Xiao Yan había recuperado sus talentos. Después de un largo silencio, mientras tenía un rostro sombrío, Jia Lie Bi usó una voz extremadamente solemne y fría cuando le habló finalmente a Jia Lie Ao.

—Si ese chico acepta tu desafío alguna vez, no debes mostrar misericordia. Sería mejor si pudieras matarlo en el lugar. Incluso si eres incapaz de hacerlo, incapacitarlo también ayudará al clan Jia Lie a remover un enemigo potencialmente aterrador.