Altercados en la ciudad

Volvíamos a la ciudad de cazar Kobolds, habíamos comido fuera y ya es hora de volver.

"Por cierto Bernard, parecía que sabías dónde nos encontraríamos a los kobold."

"Y así es." Bernard admitió la afirmación de Zaide.

"¿Cómo?"

"Tengo a Qartal, mi águila, volando en el cielo. Puedo ver lo que ella ve y además ella me habla directamente a mi cabeza." Se señaló la cabeza con el dedo. "Por lo que siempre sabía lo que pasaba a nuestro alrededor."

"Oh, yo quiero un animal que me pueda llevar y no tenga que andar."

Todos nos reímos cuando Morfeo se sinceró.

"Por cierto, Joyce, tú eras el más cercano a invocar un animal invocado cuando el entrenamiento comenzó. ¿Alguna mejora?"

"Bueno, realmente…"

Zaide ya sabe lo que voy a decir, él estaba conmigo cuando lo hice por primera vez.

"Dilo ya Joyce, no te preocupes por el resto."

Suspiré, supongo que tiene razón.

"Lo invoqué hace dos semanas. Desde entonces no lo he vuelto a invocar."

"Ah, señor, haz que pueda invocar pronto, quiero ir a la cama a dormir." Escuché de fondo a Morfeo con la risa de Mireia.

"¿Por qué no lo has dicho antes?" Bernard miraba con curiosidad a Joyce.

"No quería cortar el entrenamiento, y si lo hubiese dicho se hubiera formado un follón alrededor de ello…"

"Jajajaja, me parece bien, pero de aquí a un mes no serás el único invocando te lo aseguro."

Bernard me guiñó un ojo y me puso su mano encima de mi cabeza. Se sentía tan bien.

"Bueno invoca a tu animal. Además, entre nosotros, les gusta estar invocados, por lo que mantén lo invocado todo el tiempo que puedas." Me sonrió.

"Jeje, de acuerdo, aquí voy." Respiro hondo. "Ven, Chimp."

Ante nuestros ojos apareció un mono de pelo negro. Su cara es agradable de ver, aunque parece que es mayor. Es más agradable cuando se hace pequeño.

'Buenas Joyce.'

"Buenas Chimp. Te he invocado para presentarte a mi profesor y a unos amigos."

'¿Prefieres que me haga pequeño?'

"Por favor."

Claro está que Chimp solo me habla a mí, directamente a la cabeza. En ese momento Chimp brilló un momento y se hizo más pequeño, lo suficiente como parecer un animal doméstico y que puedo llevar en el hombro.

"Oh." Mireia parecía asombrada. "Puedo tocarlo."

"Mientras que no le hagas daño estará encantado."

Mireia se acercó y empezó a acariciar al pequeño Chimp.

'Tiene una mano suave.'

Sonreí.

'¿Por qué no subes a su hombro? Seguro le encantará.'

Chimp saltó sobre Mireia, que gritó del susto, pero un momento después estaba jugando con Chimp.

"Jajajaja, me encanta."

"¿Tú has soñado con tu animal invocado Mireia?"

"Fue algo raro, pero sí. Es un ciervo."

"Oh, impresionante Mi."

Sonreí.

"Mira ahí llegan los demás."

Chimp saltó sobre mí de nuevo y se puso en mi hombro derecho de nuevo. Chimp agarra mi pelo con su mano y enrolla su cola en mi brazo, me sorprende que no me moleste.

"Entramos ya que estamos todos juntos."

Mientras entrábamos, Kyomi se dio cuenta.

"Joyce, ese mono que llevas no será…"

A su lado veía cómo a Kiva le brillan los ojos.

"Sí, es mi animal invocado, jeje."

"¡Oh!"

"¿Quieres que se suba sobre ti, Kiva?"

"¿Puedo?"

"Ve, Chimp."

La alegría de Kiva es contagiosa, pero algo me llama la atención sobre ella, tanto en físico como en mentalidad parece pequeña. No mucho pero es pequeña.

"Increíble Joyce."

"Gracias Everett."

En ese momento Chimp saltó sobre Kyomi. Se puso roja y se movió de una forma que parecía más linda. Todos nos reímos.

A mi lado Chloe me agarró de la manga.

"¿Qué pasa?"

"¿Puedo yo también?"

Chloe no es muy habladora pero cuando dice algo lo dice de verdad.

'Ven Chimp.'

Chimp paró de molestar a Kyomi y volvió encima mía. Estire el brazo delante de Chloe.

"Puedes tocar también si quieres."

Chloe se acercó a Chimp y le miró directamente a los ojos.

'¿Qué hace?' Chimp me preguntó.

'Ni idea. Pégala un susto a ver qué hace.'

En ese momento Chimp saltó sobre la cara de Chloe que empezó a gritar asustada.

Todos nos empezamos a reír.

Cuando llegamos a las habitaciones estaban también el grupo de caballeros y los tres profesores. No habíamos tenido mucho tiempo para hablar con ellos durante este tiempo, pero su entrenamiento era igual de duro que el nuestro.

"Bien chicos, habéis pasado 3 meses entrenando. Ya han pasado 4 meses desde que llegasteis aquí y se nota en vuestros cuerpos y mentalidad que habéis crecido." El director hablaba para todos. "Bien, ahora viene la tercera parte del entrenamiento, pensada también para el evento entre las escuelas. Hoy descansar, mañana nos veremos en esta habitación por la mañana."

Tras eso los 5 profesores se fueron. Nosotros empezamos a hablar.

Hubo muchos comentarios sobre Chimp que, aunque no quería, hice que se marchara porque llamaba mucho la atención.

Después nos empezamos a dispersar, cada uno tenía diferentes cosas que hacer en su tiempo libre. Zaide y yo aprovechamos para ir a dónde están Maat y Tadhg, a la galería.

"¿Con qué aquí es dónde está Maat?"

"Una tienda de ropa normal."

Entramos y preguntamos a la señora de la tienda.

"Buenas."

"Oh, ¿Qué querrán dos jovencitos como ustedes de una tienda cómo esta?"

Me puse un poco rojo y Zaide habló por los dos.

"Veníamos a encontrarnos con Maat, es una amiga del orfanato y queríamos saber cómo le va."

"Con qué amigos de Maat. Pues está en la parte trase--"

"¡Zaide! ¡Joyce!"

Maat apareció por detrás de la dueña y corrió hacia nosotros. Cuando saltó y se abalanzó sobre nosotros nos sorprendimos.

Un momento después estábamos riéndonos los tres.

"Oh, la juventud."

"Señora Hill, no diga eso, usted todavía es joven."

Es verdad lo que decía Maat, no es que fuera una chica especialmente joven, pero tampoco era muy mayor.

"Bueno, pasad dentro voy a servir té."

*Pom* La puerta de la tienda se abrió de un golpe.

"¿Qué hace la futura esposa de mi hijo rodeada de otros niños?"

¿Eh? ¿Quién se va a casar?

"Señor Stu, Maat ya ha dicho que no se va a casar con su hijo, déjala en paz o haré que los caballeros lo detengan."

La señora Hill respondió. Parece que Maat está metida en algunos problemas.

"Jajajajaja, ¿Qué va a poder hacer una simple costurera? De hecho voy a llevarme ya a esta niña para enseñarla modales básicos de educación."

Mi cuerpo se levantó en el acto y se puso en medio del camino del hombre. Escuché como Zaide también se levantaba.

" ¿Qué quieres niño? Quítate del camino si no quieres acabar mal. "

" No toque a mí amiga. "

Le miré a los ojos.

" Jajajaja, ¿Me estás amenazando niño? ¿Acaso sabes quién soy? Soy dueño de la mitad de las tiendas de la galería, puedo cerrar un negocio como este si me apetece. "

No lo aguanto. Quiero quemarlo vivo.

"Me da igual si cierras mi negocio, no toques a los niños."

La señorita Hill parecía enfadada.

"No te preocupes, será un golpe de nada…"

El viejo de delante levantó la mano como para darme un guantazo. Cuando fue a darme lo esquivé.

"¿Qué haces esquivando, niño? ¿Acaso no te enseñaron tus padres a no protestar?"

Zaide se había colado por detrás de él mientras yo llamaba la atención y cerró la puerta. El hombre parecía sorprendido.

"Lo siento, pero no tuve padres que me enseñaran eso." Le pegué un puñetazo.

"Joyce, para, no hace falta."

"Pero este hombre está diciendo cosas muy feas."

"Pero si haces eso la señorita Hill perderá su tienda…"

La señorita Hill que se había acercado le puso una mano en la cabeza a Maat.

"No te preocupes, no podría vivir tranquila si dejo que personas como estas jueguen con la vida de los demás como plazca."

"Señorita Hill…"

"¡¿Qué creéis que hacéis?! Esta tienda ya no tiene futuro. Y tú, niño, sabré quién eres y te haré la vida imposible."

"¿Puedo?"

Zaide de hablaba a la señorita Hill.

"Por supuesto."

Acto seguido Zaide le dio una patada en el culo al viejo, empujándolo para adelante.

"Os enteraréis de quién soy…" El viejo salió corriendo de la tienda.

"Ah, esto huele a problemas. Bueno de todas maneras nos íbamos así que nos vamos hoy ¿Te parece Maat?"

"Perdón, yo, lo siento."

"Jajaja no te preocupes. Ya nos íbamos de todas maneras, además la futura dueña no puede estar a disgusto en su propia tienda."

Maat sonrió.

"Déjanos ayudar. Tenemos parte de culpa también…"

"Oh, que buenos niños. De acuerdo. Maat llévalos a atrás y que vayan cargando las cajas a la nueva tienda."

Así empezamos a ayudar a Maat y a la señora Hill. Fue divertido. Aunque todavía queda el problema con el viejo, parece que exagero diciendo quien era.

Fue divertido estar con Maat por la tarde, después se unió Tadhg, cuando se enteró de lo que había pasado no dijo nada, solo suspiró. ¿Por qué parece más mayor?

Estuvimos con ellos y fue más divertido de lo que esperaba, realmente no pensé que podía llevarme tan bien con ellos.

"Adiós Maat, Tadhg."

Nos despedimos e íbamos a las habitaciones cuando unos matones nos rodearon.

"Oh, ¿Qué hacen unos niños solos en una ciudad tan grande?"

"¿Quiénes sois?"

Tanto problema en un solo día…

"¿Quiénes somos? Somos ladrones. Nos íbamos mañana y estaba pensando en dar una paliza a alguien."

Los otros tres se empezaron a reír. Mierda no tengo mi lanza. En ese momento un águila apareció apoyándose en el techo de un edificio y por la calle estaba viniendo una persona, cuando se acercó lo suficiente y pude ver que es Bernard.

"Me parece que os habéis metido con los niños equivocados."

"¿Quién eres tú?"

"¿Yo? Un simple profesor." Bernard sonrió y nos guiñó un ojo.

"Yo no haría nada malo, a ese hombre no le gustan que se metan con esos niños."

Hilda apareció por el otro lado.

"De todas maneras, ¿Realmente nos necesitan Bernard?"

"Mmmm chicos, ¿Creéis poder contra esos 4?"

Zaide y yo nos miramos. Tenemos el enfado de antes y ahora tenemos vía libre para noquear a estos 4.

Zaide y yo nos encendimos.

"No hace falta."

"Jajaja, así se habla. Pero nada de quemarlo vivo como al Kobold."

Ups, me reí y asentí.

"¿Qué cree--"

Salté y le pegué un rodillazo en la cara. Zaide fue y tiró al de al lado al suelo. Los otros dos no eran lentos, saltaron sobre nosotros, hice dos piedras y con viento les di en la cabeza, pero no les noquearon. ¿Había controlado demasiado el poder?

Zaide y yo tuvimos que esquivar. Ahora era un dos contra dos si lo hacíamos rápido. El de Zaide parece intentar levantarse. En ese momento dos piedras volaron a sus cabezas y los dos cayeron al suelo.

"Lo siento, pero había que hacerlo rápido y terminar con el jaleo."

Hilda nos dijo mientras se acercaba.

"Ah, ¿Me controlé demasiado?"

"No te preocupes, está bien, todavía estás aprendiendo, además de que sabían algo de magia pero deben estar aprendiendo."

Bernard apoyó su mano sobre mi cabeza. Se siente cálido y sonreí.

"Tú también Zaide. Por cierto para futuro, un golpe en la cabeza contra el suelo a veces es necesario."

Zaide sonrió y asintió.

"Bueno, vamos a las habitaciones, mañana hay que seguir aprendiendo."

"Además, mañana conoceréis a los de segundo."