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Capitulo 8

Capitulo 8.

Llegamos a las Bahamas de noche, los carros nos llevaron al puerto en donde se encontraba la nueva adquisición de los Garnet, amaba las Bahamas, la verdad es que amaba cualquier sitio que no fuera Londres, odiaba su clima, odiaba sentirme atrapada en el, a mi lado Amid estaba dormido, y a su lado Adhara veía por la ventana. En otra camioneta iban Amir y Taylor Garnet con el resto de sus hijas.

Al llegar al puerto el chofer me abrió la puerta y me dio la mano para ayudarme a bajar, la verdad es que hacia un poco de calor y eso me encanto, saque mi celular y se lo tendí a un Amid recién levantado el cual me vio sin entender, cuando la orden era muy obvia.

-Tómame una foto idiota- el tomo mi celular y se metió en la cámara mientras yo caminaba a un sitio en donde se veían los yates lujosos y el mar que a esta hora estaba oscuro, sería una buena foto sin dudas.

-No soy fotógrafo Katherine, para la próxima te traes uno- dice malhumorado haciendo que ruede los ojos, siempre era el mismo cuento pero terminaba tomando todas las fotos que yo quisiera.

:Tu solo toma la foto, ala, te quejas por todo- el me sonríe mientras yo me encargo de posar, lo obligo a que me tome muchas fotos y luego me tiende el celular, ya todos están caminando hacia donde se encuentra el yate así que apresuramos el paso para no quedarnos atrás.

La verdad es que el yate es muy grande y por fuera se ve muy lujoso, subimos y quedo maravillada en capitán nos recibe y unas de las chicas nos da un recorrido en donde estoy segura que me perderé, solo deseo que salga el sol y partamos a mar abierto el yate cuenta con 8 habitaciones cómodas aparte de las del servicio que obvio no vimos, ya que no eran de interés nuestro.

La habitación que me toco a pesar de ser pequeña tiene todo lo necesario dejaron mi maleta a un lado de la cama y me tiro en la cama, esto es darse la buena vida, me rio por mi pensamiento y los recuerdos vuelven a mí de manera rápida sin que pueda pararlos, nisiquiera sabía que me acordaba de eso, es como si mi mente lo estuviera reteniendo esperando el momento exacto para lanzarlo.

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-Debes dejar que te ponga el bloqueador- me dice mama con una sonrisa mientras se embarra sus manos de esa crema blanca, hago un puchero y ella besa mi mejilla- ¿acaso no te gusta esto?

-Si me gusta mami.

-Esto es vida hija- me empieza a esparcir la crema por el cuerpo- acá se siente la libertad, mañana tenemos que ir a Nueva York- parece que la idea no le gusta

-¿de qué hablan mis amores?- papa aparece y corro a sus brazos, el me carga y besa mi mejilla.

-De libertad- le dice mi madre y mi padre se ríe mientras nos acerca a dónde ella se encuentra sentada, la para de su silla y la abraza con su brazo libre, veo como mi madre hace una mueca pero no entiendo el porque, papá está siendo cariñoso debería de agradecerlo.

-Todos somos libre querida, nadie está obligado a nada… todo lo que hago es por su bien, por el bien de mis dos muñecas- besa a mi madre y yo aplaudo, teniendo el mar detrás de nosotros´´

Se me escapa una lagrima ante ese recuerdo, fue la última vez que vine con mi madre, fue antes de que nos abandonara, es una traidora, se fue dejándome con mi padre, y aunque ame a mi padre con toda mi alma siempre la he necesitado, pero ella decidió dejarnos solos, la puerta del cuarto se abre y aparece el Sr. Garnet el cual me ve confundido, sin duda mis ojos deben de demostrar todo lo que siento por dentro, me siento de nuevo como la niña abandonada, y no me gustaba ese sentimiento.

-¿Porque lloras?- trato de secar mis lagrimas y recomponerme, no podía demostrar debilidad ante nadie.

-Lo siento, solo estaba pensando en algunas cosas- él se sienta a mi lado en la cama y me seca las lágrimas con cariño, como si de verdad le interesará un poco lo que yo sentía.

-¿quieres hablar de ello?- debo de aprovechar el tenerlo cerca, pero la verdad es que Amir Garnet me da gran confianza así que me encojó de hombros, había cosas que el debía de saber ya que sería mi esposo.

-Recordaba a mi madre, ella era realmente bella- le cuento con una sonrisa- también muy rebelde siempre peleaba con mi padre por eso, a veces logro recordarla con tan bien, que parece que la tuviera frente mi, otras veces ni sé como era su cara, pero eso no debería de importarme, ella nos abandono hace muchos años- digo con rencor, porque eso es lo que sentía.

-Todos tenemos razón para actuar de cierta forma Katherine, los padres no somos perfectos, a veces por más que amamos a nuestros hijos se nos hace imposible hacer ciertas cosas bien- no quiero que la defienda, quiero que me diga que todo estaría bien y que el me cuidaría.

-A usted no le pasa eso, tiene la familia que todos desearían.

-Muchas personas no saben lo que piden- la puerta cerrada y el pequeño espacio de la habitación nos dan un ambiente de lo mas cómodo y tranquilo, me acomodo más cerca de él y el pasa su brazo por mis hombros mientras yo pongo mi cara en su pecho, sin duda estoy cómoda aquí- nadie sabe gotera de casa ajena- dice un viejo dicho que no sabía de dónde había escuchado antes.

-No creo que su casa tenga goteras- el se ríe por mi mal chiste y juega con mi cabello y yo me siento en paz, se sentía tan bien estar en sus brazos que por un momento entendí porque Taylor lo amaba tanto.

-Amo a mi esposa y amo a cada uno de mis hijos, pero habrían tantas cosas que cambiaria en mi vida- me quedo en silenció mientras el sigue jugando con mi cabello, me siento tan cansada de todo, tan molesta por tener siempre que fingir alguien que en realidad no soy, me sentía frustrada conmigo misma, por no tener las agallas de decirle al mundo quien era en realidad Katherine Mosses.

-Lo entiendo, hay muchas cosas que me gustaría cambiar de mi vida- como que mi madre no este, diera todo de mi por traerla de vuelta, encontrarla y pedirle repuestas, el porque se fue y me dejó con mi padre como si yo no valiera nada para ella.

-Eres muy madura para tu edad- menciona y me rio.

-Papa dice que es justo y necesario, no tiene más hijos y dudo mucho que tenga uno con Chay, yo sere su única heredera y tendré que llevar el mando del negocio familiar, tengo que ser lo más madura, recta y firme posible- digo recordando todo lo que papá me había dicho a lo largo de mi vida, porque esa era mi misión de vida crecer y hacerme responsable de los negocios familiares.

-Eres solo una niña Katherine, tu padre debería dejarte vivir un poco, que hagas cosas de chicas de tu edad, no agobiare con trabajo- nos volvemos a quedar en silencio hasta que decidimos que debemos separarnos- ¿Qué es lo que más deseas en este momento?

-Ir a una fiesta como una chica normal y no a las estiradas y fastidiosas fiestas que da mi padre en casa- el se ríe y asiente, porque sabía de qué hablaba, las fiestas de mi padre eran muy aburridas.

-Te daré una pequeña sorpresa ahora deberías de dormir, mañana será un largo día.

El se para salir de la habitación y yo lo observo, de vedad me gusto tanto estar junto a él, se sintió tan correcto, se sintió como si fuera correcto, y deseo estar más tiempo junto a él, no hay nada más que desee en este momento que se acueste a mi lado me abrace y dormir entre sus brazos pero sé que es imposible, tenía a su esposa en el mismo lugar, a todos sus hijos, no se vería con buenos ojos.

-Amir- lo llamo y el voltea cuando está por cerrar la puerta- gracias por todo.

-Gracias a ti por tan amena charla.

Me coloco los audífonos para perderme en mi mundo mientras cierro los ojos tratando de que Amir Garnet salga de mis pensamientos pero se me es imposible, por más que trato su olor, su cuerpo, sus ojos, su esencia no me deja, y caigo dormida imaginando que el esta a mi lado, y me pertenece solo a mí, que soy la única mujer que está en sus pensamientos.