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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Book&Literature
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46 Chs

Jon (Aemon) - VII

Habiendo terminado el Melee, Aemon fue convocado por su señor tío, reunión a la que asistió escoltado por dos de sus guardias lacustres.

Aemon había sido llamado a la Torre de la Mano, en la mismísima Fortaleza Roja. Tras llegar allí, fue conducido por Jory Cassel jefe de la Guardia de la Casa Stark, y en aquel momento miembro de la guardia personal de Lord Eddard en Desembarco del Rey hasta donde su tío le esperaba, la reunión fue en el comedor de la Torre de la Mano, donde se encontraban presentes también Sansa y Arya.

—Jon… —en cuanto Aemon hubo aparecido frente a su tío, Lord Eddard lo llamo con un tono complicado — me alegro de que estes bien. — una pequeña sonrisa triste apareció en el rostro del Lobo Silencioso.

—Lord Eddard, es bueno ver que se encuentra con buena salud. —respondió Aemon de forma formal.

—Jon, basta, no es necesario que hables así aquí, Lady Stark no está presente.

—Lo siento… padre… yo, ya se quién es mi madre…

Los ojos de Ned se abrieron por la sorpresa, y por un instante fue incapaz de reprimir la preocupación que se reflejó en su mirada.

—Ya veo… Jon… tu, ¿me guardas rencor? —pregunto con pesar el señor de la casa Stark, quien fue el padre de Aemon durante 15 años.

—No, no lo hago. Estoy orgulloso de ser capaz de llamarle padre. En realidad, le estoy muy agradecido por criarme en Invernalia.

La expresión de pesar en el rostro de Lord Stark, se torno en una sonrisa de alivio.

—Supongo que te has estado quedando con Howland, ¿no es así?

—Si, padre, los Reed me recibieron con los brazos abiertos. Aunque, me temo que debo infórmate que Lord Howland esta un tanto dolido por aquella promesa…

Lord Eddard suspiro tristemente, y sus ojos reflejaron arrepentimiento.

Mientras tanto, Sansa y Arya estaban molestas porque habían sido dejadas al margen de la conversación desde el principio.

—Podemos hablar ello mas tarde, Jon. Por ahora, quiero felicitarte por haber ganado en el Combate Cuerpo a Cuerpo en el Torneo del Rey. —dijo Lord Eddard enfatizando las últimas palabras.

—El Torneo de la Mano, querido padre. —contesto Aemon con una sonrisa divertida.

—Llámalo como quieras. Pero te aseguro que la Mano en este caso no quería organizar ningún torneo.

Aemon rio ante la respuesta rápida de su tío. Y se dio cuenta de que probablemente se había acostumbrado en este periodo a responder de esa forma cada vez que el Torneo era mencionado.

Sansa y Arya, cada vez mas impacientes estaban frunciendo el ceño mientras miraban en dirección de Aemon como si le rogaran que las incluyera en la conversación.

Aemon notando que sus hermanas-primas estaban acercándose al punto de no retorno en su enfado, decidió evitar el conflicto cuanto antes. Y volteando en dirección de las niñas, Aemon sonrió y las saludo.

—Sansa, me alegro mucho de que estes bien, luces radiante el día de hoy — Aemon ya había aprendido como eliminar el mal humor de la mayor de sus hermanas, incluso si normalmente ella le ignoraba, jamás dejaba pasar un alago.

—Gracias Jon, es bueno saber que estas bien. Después de que te fuiste paso algo terrible en Invernalia. —contesto su hermana pelirroja.

Sin poder evitar continuar la conversación para apaciguar a la pequeña loba quien estaba cada vez más irritada, Aemon pregunto.

—¿Qué sucedió?

—Bran se cayo de la Torre Rota mientras escalaba. —la chica de notorios rasgos Tully contesto con tristeza.

—E… eso es… lamentable. ¿Se recuperará?

—Su vida no corre peligro Jon, pero no podrá volver a caminar. —fue Lord Stark quien contesto.

—Ya… ya veo. Mi pobre hermanito. —Aemon tenia una mirada afligida, estaba arrepentido por haber sido incapaz de siquiera estar al lado de Bran mientras estaba inconsciente.

Entonces recordó el sueño que tuvo, del niño que caía de una torre y del cuervo que le impidió ir en su ayuda.

—Por cierto, Arya ¿Qué te ha parecido Desembarco del Rey? — dijo Aemon tratando de desviar la conversación y evitar pensar en aquel sueño.

—Oh, veo que por fin te das cuenta de que estoy aquí. —la pequeña loba estaba enojada, muy enojada por lo que Aemon podía decir — Aburrido, la ciudad es enorme, pero tengo que quedarme en la Torre de la Mano todo el tiempo. No he visto absolutamente nada. —respondió de mal humor.

—Ya veo. — Aemon trato de pensar en como mejorar el animo de su lobita, cuando recordó algo — Arya, Sansa, debo hablarles de Dama y Nymeria.

Las dos niñas Stark abrieron los ojos y miraron a Aegon fijamente.

—Hace unas semanas Fantasma se fue de pronto de la Atalaya de Aguasgrises, y regreso varios días después con Dama y Nymeria, por lo que me preguntaba si había pasado algo para que sus Huargos se apartaran de ustedes.

—Fue culpa de Arya. Nymeria mordió al Príncipe Joffrey.

—No fue culpa mía, Nymeria lo mordió porque me amenazo con una espada. Y la reina quería una piel de lobo, yo aleje a Nymeria y luego la reina pidió la piel de Dama, porque Sansa mintió para proteger al Príncipe.

—No es cierto, no mentí, fue culpa de Arya por estar jugando con el mocoso del carnicero.

—Se llamaba Mycah y era mi amigo, el Perro lo mato por culpa del Príncipe mentiroso.

La expresión de Lord Eddard se torno cenicienta y miro a Aemon con reproche por haber sacado el tema.

—¡Esta bien, basta las dos! —dijo Aemon alzando la voz, provocando que las dos niñas se callaran, tanto Sansa como Arya sabían que no debían sacar de quicio a su hermano mayor, Jon había demostrado un par de veces lo aterrador que podía volverse cuando estaba enojado —A nadie le importa cual de las dos estaba mintiendo, Arya, ¿entiendes que significa que el príncipe diga algo?

Arya miro sin comprender, y Aemon suspiro.

—Significa que cualquiera que trate de contradecirlo terminara mal. Deberían haber notado ya lo mimado que esta el heredero del rey.

Tanto Sansa como Lord Eddard palidecieron al escuchar a Jon, miraron a su alrededor.

—Jon, no puedes decir esas cosas en Desembarco del Rey, las paredes tienen oídos en este lugar.

—Bien, pero tienen que entender que no hay caso en contradecir a la realeza, muchos no escuchan razones, y los Stark deberían ser los que mejor han aprendido esa lección… — Aemon hablo exasperado — la única forma de solucionar eso de manera que obtuvieran un fallo favorable habría sido con un juicio por combate. Pero era un conflicto entre niños, y no se podía dejar que escalara a mayores alturas.

Lord Eddard asintió al escuchar a Aemon.

—Bien, ¿cómo se libró Dama del castigo?

—Fantasma ataco a tres guardias Lannister y saco a Dama del campamento — contesto la Mano.

—¿Qué Fantasma hizo qué? —Aemon recordando lo mimado que Fantasma se comporta con Jojen y Meera no podía creer lo que había escuchado.

—Como oíste, tu lobo ataco el campamento momentos antes de que me encaminara hacia la tienda donde se encontraba Dama, se suponía que yo la ejecutaría, y luego la enviaría a Invernalia para ser enterrada en las criptas. Pero Fantasma apareció de la nada, le arranco la garganta a un hombre de la Reina, luego mato a otros dos lo bastante estúpidos para tratar de atraparlo, corrió a la tiendo donde estaba Dama, la libero y luego corrió hacia el bosque.

—Vaya… Pensar que Fantasma, el mismo Huargo que se la pasa siendo abrazado por Lady Meera sería tan salvaje y letal cuando debe proteger a su manada.

—Si, a mí también me sorprendió. —añadió Lord Stark.

—Bueno, quería decirles que Dama y Nymeria están a salvo, están aquí en Desembarco del Rey, junto a Fantasma en una casa en el Lecho de Pulgas siendo cuidados por dos guardias de la Casa Reed.

—¡Están aquí! —Arya y Sansa hablaron al mismo tiempo con el mismo entusiasmo.

—Si, yo las cuidare ya que no podría devolvérselas teniendo en cuenta lo que paso con la Lannister.

—¡Jon! — se escandalizo Ned al escuchar el modo en que Aemon se refirió a la reina.

—Tranquilícese padre. No hay forma de que actúen sobre la forma en que nos referimos a ellos, de lo contrario medio reino estaría muerto por referirse a Ser Jaime como el Matarreyes.

Ned se calmo al escuchar al chico al que quería como a su propio hijo.

—Aun así, Jon. Es mejor no tentar la suerte.

—Entiendo, padre. Tendré más cuidado.

—Jon, ahora sabes que por un lado de tu sangre tienes un linaje de una Casa ya extinta en los Siete Reinos, piensas reestablecerla.

Aemon miro a su tío, con una expresión de confusión.

—No padre, no creo que eso sea prudente, no en esta situación.

—Entiendo. Jon, eres de mi sangre, el Norte esta repleto de Tierras sin señor, y la Casa Stark incluso posee el señorío de Foso Cailin… La fortaleza esta en ruinas, pero con el dinero del premio del Melee sería suficiente para reconstruirlo… Si te parece bien, puedo concedértelo.

—Lo…Lord Stark… Nada me honraría más que el que me conceda tal honor. —Aemon al haber recibido tal inesperada oferta, solo pudo responder nerviosamente.

—Padre, ¿le concederás a Jon un castillo? —pregunto Sansa sorprendida.

—Claro, Jon es de nuestra sangre Sansa, es lo menos que debería hacer por él, después de todo por lo que le he hecho pasar en Invernalia, y con el asunto de que casi le envié al Muro.

—¡Jon! ¿¡No estas feliz, padre te concedió un castillo, y podrás ser señor de unas tierras!? —Sansa estaba entusiasmada.

—Si, hermana, estoy feliz. —respondió Aemon.

—¡Genial, Jon tienes que llevarme a visitar tu castillo! —Arya se unió con una petición impulsiva, típica de la pequeña loba de la familia.

—Jon, que te nombre señor de Foso Cailin significa que deberás asumir la gran responsabilidad de defender la única entrada terrestre al Norte, si hubiera guerra, y quieran los dioses que no sea así, Foso Cailin es la barrera principal del Norte para defenderse de una invasión del Sur. —Lord Eddard explico, ya no actuando como un padre, sino como el Señor de Invernalia y Guardian del Norte. —Además, deberás fundar tu propia casa cadete de los Stark, me rendirás vasallaje directo a mí, y luego a Robb cuando herede mi señorío. ¿Estas dispuesto a asumir la responsabilidad de defender el Norte, el territorio de nuestra Casa Stark, y proteger a tus hermanos y hermanas si llegara a ser necesario? Debes recordar que la primera fortaleza en ser atacada al pasar el cuello será Foso Cailin.

—Lo estoy, Lord Eddard de la Casa Stark, yo Jon Nieve, como su hijo ilegitimo estoy dispuesto a asumir la responsabilidad y el honor de recibir y proteger Foso Cailin.

—Muy bien, preparare todo lo que se necesita para hacer oficial la concesión de titulo de Lord, y de las tierras, tu territorio abarcara desde Foso Cailin hasta las fronteras del territorio del siguiente señorío ubicado al norte del tuyo. Todo quedara en orden dentro de los próximos días.

—Se lo agradezco, mi señor.

—Bien Jon… ¿Participaras en las justas?

—Si, padre. Participare.

—Bueno, entonces te deseo suerte… Tengo que retirarme, antes de que Robert piense en alguna nueva locura.

Lord Eddard salió de la sala dejando a Aemon solo con Arya y Sansa.

—Entonces… Jon, ¿participaras en las Justas?

—Si, Sansa, y pienso ganar, el premio después de todo es suficiente para construir un castillo o una fortaleza completa y con defensas virtualmente inexpugnables si se hace bien.

—Oh, vamos no seas aburrido, sabes que Foso Cailin esta en ruinas porque desde hace mas de mil años nadie se ha atrevido a invadir el Norte.

—Aun así, es mejor prevenir que curar. — contesto Aemon con seriedad — el la Rebelión si los Realistas hubieran ganado en el Tridente podrían haber invadido el norte.

—¡Aun así, no lo hicieron!

—Pero, ¿Quién dice que una guerra como la rebelión no vuelve a ocurrir? Los Greyjoy ya se rebelaron antes.

—Esta bien, entiendo. Pero al menos has que tu castillo sea hermoso, o no pienso visitarte.

—Jajaja… Hare lo que pueda, Sansa. Pero recuerda que esta en medio de las marismas del cuello.

—Cierto, pero estoy segura de que puedes hacer algo para que sea hermoso y no pierda las defensas de las marismas…

­—Arya — Aemon se volteo hacia la pequeña loba que extrañamente estaba callada — ¿Qué te pasa?

—Padre te pregunto si no querías restauras la casa del otro lado de tu familia… —Arya hablo pensativamente con el ceño fruncido como si no pudiera unir bien sus ideas— Entonces, ¿tu madre era una noble?

—Si, Arya, mi madre era de una antigua y poderosa familia. Ella murió a causa de una complicación cuando nací, y soy el único que queda de mi familia en Poniente — respondió Aemon, tratando de revelar lo menos posible, y aun así evitando mentirle a la niña que adoraba.

—Pero eso no quita que sea un hijo bastardo, ¿no? ¿Cómo podrías restaurar la Casa de tu otra familia?

—¡Arya! —Sansa reacciono ante la falta de tacto de su hermana menor.

—No pasa nada, Sansa. —se apresuro a decir Aemon — Arya, cuando no queda ningún hijo legitimo de una familia, es posible que un hijo ilegitimo adopte el nombre, heráldica y lema de la casa de cuya sangre proviene. Es un método para evitar que se extingan las familias nobles de Poniente.

—Ya veo… ¿Y por qué no restauras tu Casa?

—Porque mi casa peleo al lado equivocado durante la rebelión… Y seria peligroso nombrarme a mi mismo como un miembro de esa Casa, pues el Rey tiene una gran enemistad con ella…

—Entiendo… —Arya hizo una mueca de descontento.

—Bueno, Jon, entonces participaras en las Justas, ¿pero realmente crees que puedes ganar?

—Claro que lo creo, sino no habría entrado en la competencia.

—Pero la Guardia Real participara, también el Caballero de las Flores, la Montaña y el Perro.

—Oh, si, la Montaña y el Perro son oponentes duros, pero por la Guardia Real no hay que preocuparse, los únicos que tienen habilidad allí son Ser Barristan y Ser Jaime, los demás son mediocres en comparación.

—Jon, son la Guardia Real los mejores caballeros en los Siete Reinos.

—Eran, los mejores caballeros, Sansa. Lo fueron cuando los Targaryen gobernaban, la Guardia Real actual es una broma.

—No creo que sea así, son los guardias personales del rey.

—Sansa, mi querida hermana. Podría vencer a los cinco miembros de la Guardia Real que se unieron en el Reinado del Venado Coronado por mí mismo.

—No lo creo, Jon no sobreestimes tu habilidad. No eres tan bueno con las lanzas.

—Solo porque me comparas con Robb, pero te aseguro que Robb y yo podríamos descabalgar a todos los participantes del torneo, y tendríamos una pelea bastante justa con la Montaña, el Perro, el Joven León y Barristan el Bravo.

—¿Qué hay del caballero de las Flores?

—Ser Loras Tyrell es un presumido, se descuidaría durante la justa tratando de encantar a las damas y lo descabalgaría con facilidad.

­—¿Y como sabes eso? Nunca has participado en un torneo.

—Lord Howland me ayudo a recopilar información sobre los posibles participantes.

—Lord Howland Reed parece apoyarte mucho, ¿es el quien financio tu armadura?

—Si, Lord Howland me ha ayudado mucho, tengo una gran deuda de gratitud con él.

«Y con Lord Eddard»

—¡Jon! ¡Ya basta! Otra vez estas ignorándome. —la pequeña loba había perdido la paciencia. Y parecía estar a punto de recurrir a la violencia.

—¡Bien! Jon, me retirare ahora, cuida bien de Arya. — Sansa se levantó y se retiró.

—Bueno, lobita. Estamos solos. ¿Qué es lo que quieres hermanita? — Aemon se relajo y sonrió de oreja a oreja mirando a Arya.

—¡Quiero entrenar con mi Aguja!

Aemon, desconcertado por lo que su hermana había pedido, perdió las palabra por un momento.

—¿¡Que no quieres!?

—No, no es eso, Arya. — el chico titubeo un instante — pero, ¿y si Lord Eddard o Sansa se enteran?

—Ya lo saben, padre me consiguió un maestro de danza. Syrio Forel ex Primera Espada de Braavos.

Esa tarde, Aemon la paso practicando con su prima pequeña, quien había estado aprendiendo un extraño estilo de espada carente totalmente del concepto de defensa. Sin querer arruinar la esencia del estilo de espada de la niña se dedicó únicamente a bloquear los ataques de la pequeña loba hasta que acabo por agotarse, y su padre, Lord Eddard apareció para llevársela.