Trato con el Diablo

Volví con su ropa para encontrar a Hayden de pie completamente desnudo en el medio de mi sala de estar. Mis ojos pestañearon un par de veces al ver que me estaban tratando. A Hayden realmente le gusta caminar desnudo en su casa. Cerré los ojos y empujé la ropa en mi mano hacia él.

"¿Por qué cierras los ojos?" Preguntó Hayden con un toque de molestia en su voz.

¿No es algo obvio?

"¿Por qué estás... desnudo...?" Pregunté con los ojos aún cerrados.

"¿Por qué? Estoy a punto de darme un baño. No esperabas que me bañara con la ropa puesta, ¿verdad?" Hayden respondió un poco sarcásticamente.

No, me refería a eso, y él lo sabe.

"Aquí está tu ropa," dije, eligiendo ignorar sus comentarios sarcásticos.

Mis manos permanecieron estiradas para ofrecerle sus ropas, pero Hayden no me las quitó.

"Abre los ojos, Malissa," ordenó Hayden.

"Umm... está bien..." Dije, en serio.

"No te preocupes, no soy tímido," susurró Hayden, y me di cuenta de que se había acercado a mí.