“¿Por qué pareces tan sorprendida?” preguntó Hayden antes de ofrecerme su brazo.
Rápidamente enlacé mi brazo con el suyo mientras me acercaba más a él. No solo se ve bien, también huele bien. Hayden me miró y me sorprendió mirándolo con adoración.
“¿Estás bien… o necesitamos que te revisen el cerebro?” Hayden preguntó burlonamente.
“¡Estoy bien! Vamos… a casa…” respondí rápidamente antes de que hiciera su broma realidad.
Llegamos a la mansión sin incidentes. La última vez que salimos de la mansión, nos dirigíamos a la iglesia donde se suponía que íbamos a casarnos. ¿Quién hubiera pensado que más de una semana después de eso regresaríamos aquí de nuevo? Además, no nos casamos en la iglesia. Me preguntaba cómo el destino podía ser tan cruel conmigo al hacer que mi boda en la iglesia fracasara dos veces seguidas. Afortunadamente, ya estábamos casados según nuestra perspectiva.
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