Después de haber estado haciendo exámenes todo el día, Pedro descubrió que ir al colegio no era una empresa relajante. Después de lavarse en su casa alquilada, cocinó un tazón de fideos y comenzó a comer.
Justo entonces, Pedro escuchó golpes urgentes en la puerta.
Cuando fue a abrir la puerta, Pedro se sorprendió al ver a Eleanor Grant, vestida con ropa de casa, de pie en la entrada.
Al ver su aspecto, Pedro se desconcertó. Echando un vistazo a su pecho al descubierto, Pedro se preguntó si ella tenía algunas ideas al venir a verlo a esa hora.
Mientras Pedro estaba perplejo, Eleanor urgió ansiosa —Rápido, ayúdame a salvar a alguien.
Mientras hablaba, ya estaba tirando de Pedro hacia su casa.
Pedro se quedó atónito por un momento, pensando que esta mujer era realmente audaz para llevarlo a su casa a esa hora, ¿no le preocupaba su hombre?
En ese momento, Pedro pensó en el tipo rechoncho que parecía un líder.
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