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A Un Paso de la Libertad

Sam Namjoon es un joven surcoreano que vive feliz con sus padres y hermana, Sun Kin Lee. Sin embargo todo cambia cuando Lee se suicida sin ninguna razón aparente. Namjoon está destrozado, ya que Lee era la persona más importante en el mundo para él. Después de cinco años de la muerte de Lee, Namjoon se encuentra trabajando como médico forense en Seongnam. Regresando de trabajar, ve algo muy inusual en su casa, el refrigerador se encontraba abierto, y lo único fuera de su lugar era la mantequilla de maní. En el antecomedor había un pequeño plato con un sándwich relleno de esa mantequilla. - Bienvenido a casa, hermano. Escuchó Namjoon. Se sobresaltó entonces al ver la silueta de su hermana en la sala. Estaba sentada en uno de los sillones, no parecía haber crecido ni un poco desde la última vez que la vió, cuando tenía dieciséis años. Y no solo parecía real, sino que estaba ahí. Ahora ella necesita ayuda para pasar a la otra vida, pues al suicidarse, el proceso es diferente. ¿Podrá Namjoon ayudar a su hermana a pasar a la otra vida? ¿O ya será demasiado tarde?

redxxro0m · Celebrities
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2- El sol que brilla sin luz

Cinco años después

La escena del crimen tenía su clásico olor a desinfectante y plástico. En un día normal de trabajo para el Namjoon adulto, este olor era más normal que el sol brillara. Cómo médico forense para la policía de la ciudad de Seongnam, tomar evidencia, analizar, y reportar resultados era pan de cada día. Lo único que le podía molestar más que el tráfico cuando conducía hacia la estación de policía era tener que trabajar con Kyul Sun Woo. Además de que ni siquiera era su jefe, se la pasaba mangoneando a todos. Era insoportable que también estuviera siempre comportándose "indecente" con las mujeres que trabajan en el departamento forense. Él realmente no entendía tan solo como logró tener el trabajo, era un estúpido.

-Que te pasa, Sam, no me digas que otra vez te toco limpiar la sangre de la escena.

Dijo Sun Woo en tono burlón

-No lo se Woo, qué tal si te lo dice Gul-kyo, oí que pásate toda la tarde charlando con ella.

Respondió Namjoon en tono sarcástico. Alcanzó a ver la cara de enojo de Woo antes de entrar a la oficina del capitán de la policía para entregar su reporte de la escena del crimen.

-Capitan Yuk Hei

-Namjoon, por favor pasa.

El capitán Yuk Hei era una persona realmente extraordinaria, a la edad de 25 años ya era el capitán de la policía de una de las ciudades más importantes de Corea del Sur.

-Sr, le entrego el informe forense del caso Bao.

Dijo Namjoon mientras le daba un sobre Manila al capitán con la información sobre el caso que Namjoon había estado investigando.

-Perfecto, ¿alguna otra cosa que necesites?

-No Sr, gracias por su tiempo.

-Por favor, Nam sabes que las formalidades no son necesarias. Tenemos básicamente la misma edad, no es como que sea un jefe del que tengas que tener miedo.

Dijo Yuk Hei con aire despreocupado. A veces a la gente se le olvidaba que aún siendo capitán, seguía teniendo 25 años.

-Gracias Sr.

-Por favor, dime Yuk.

-Esta bien Sr, digo, Yuk.

Entonces Namjoon salió de la oficina de Yuk Hei, estaba tan feliz que ni siquiera se fijó si Woo estaba afuera esperándolo. Sin embargo, la alegría no le duró demasiado. Seguía teniendo la misma gama emocional que cuando tenía 19. La misma desde aquel día que subió al techo de su casa para ver cómo su hermana se ponía una bala en la cabeza.

Regreso a su casa rápidamente, no era una casa en si; consistía en un flat con una sala pequeña con televisor, un comedor con un ventanal, una pequeña cocina, y una escalera pequeña en espiral que llevaba al cuarto de Namjoon .

Sin embargo, cuando llegó a su casa, había algo diferente, el refrigerador estaba abierto. Todo estaba en su lugar a excepción de la mantequilla de maní, y sobre la mesa del comedor había un sándwich relleno de esa mantequilla.

-Bienvenido a casa, Nam

Escucho Namjoon. Casi se desmaya al oír esto, no por el hecho de que vive solo, sino porque las palabras vinieron de la boca de su hermana.

Estaba ahí, sentada en uno de los sillones de las sala, igual de joven que cuando murió. No solo parecía estar ahí sino que realmente la podía ver. Veía ese lacio cabello rubio caer sobre su espalda.

-¡Que demonios está pasándome!

Grito Namjoon