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Capítulo 2

Era una mañana lluviosa, mi tercer día de escuela. Hice mi rutina mañanera y baje a hacer mi desayuno. En cuanto estuve lista espere a Andrew para irnos, tenía que llevarlo en el carro. Así que me dispuse a esperar con poca paciencia.

En cuanto bajo y desayuno, nos fuimos. En camino a la escuela ví al lado derecho de la carretera a un chico caminando, su silueta se me hacia conocida. Cuando estuvimos mas cerca lo reconocí. Era Arjeth. Pare el auto y baje el vidrio.

—Oye Arjeth, no pensarás resfriarte ¿o si?

—Oh, hola Coraline.

—Sube al auto, yo te llevo.

—No tranquila, puedo caminar.

—Sube al auto, no querrás que te obligue.—Me miro y finalmente accedió.

Nadie hablo en el camino, solo se escuchaba la radio. Casi llegando el silencio fue interrumpido por Andrew.

—Me ganaste está vez hermanita—Lo mire con desconcierto.

—¿En qué? ¿Estas loco?

—Ya tienes novio y no tenemos ni un mes en la ciudad.

Le di una mirada asesina.

—Según tu, ¿Quién es mi novio?

—El chico ese—Señalo atrás— Como dijiste que se llama...—Hizo como si estuviera pensando—¿Arjeth?

Mire a Arjeth por el retrovisor.

—Solo es mi amigo, no seas estúpido.—Le dije fría.

—Tu no tienes amigos.

—¿Y tu que sabes de mi? ¿Eh?

—Siempre dices que no te gusta tener amigos, alejas a todos como si fueran una bacteria que va a matarte. Siempre que te tocan te alejas como si los demás quemaran tu piel, no dejas que te den abrazos. Y ahora dices tener un amigo como si fueran normal en ti. No te entiendo.

—No te metas, Andrew.

El resto del camino fue nada más que silencio. Al llegar a la preparatoria nos bajamos del auto y me dirigí a mi salón de clases, aunque todavía faltaban más de veinte minutos para empezar. Entre y no había nadie. Mucho mejor para mí.

Después de unos diez minutos entraron unas chicas riendo, pero cuando me vieron su risa se borró al instante. ¿Por qué me ven así raro? ¿Tengo algo en mi cara? No le di mucha importancia así que saque mis libros y los útiles necesarios para la clase. Minutos después el salón se empezó a llenar. Ví a Yhalan llegar por la puerta y se dirigió a mi, me saludo y se sentó a mi lado.

—Oye, ¿Tu entiendes matemáticas? Se me hace un poco difícil entender.—le pregunté.

—Claro, cuando quieras te explico.

—¿Puede ser hoy en el receso?, No me quiero atrasar mucho.

—Si, como quieras.

Empezaron las clases. La primera fue inglés, me gustó, no fue tan aburrida, pero la segunda fue ciencias económicas y Políticas, me gusta aprender sobre la ciencia, me gustó la clase no lo voy a negar, pero lo que más me llamó la atención fue como el profesor explicaba su clase, con mucha calma, y no le importaba si alguien estaba hablando. Imaginé que el tenía su frase como "No me importa quien preste atención, ustedes son los que pierden yo no".  Terminada la clase me dispuse a guardar mis pertenencias.

—¿Vamos?—Dice Yhalan a mi lado.

—Si, vamos.

Fuimos a la cafetería a pedir algo y nos dirigimos hacia la parte trasera de la preparatoria. Nos sentamos bajo un árbol grande y saqué mi cuaderno de matemáticas. Nos mantuvimos en silencio por un rato hasta que finalmente hablo.

—también tengo mis apuntes, te puedes guiar de ahí para entender mejor.

—Si, mis apuntes son un desastre—dije.

El ríe entre dientes.

»Podría llamarte, chico nerd— dije con un tono de burla.

—Y yo podría llamarte rarita.

Reímos ante los apodos. Nos dispusimos a estudiar. En un momento me quedé mirándolo fijamente, el estaba frente a mi viendo sus apuntes. Para ser sincera es un chico muy guapo. Sus labios son lindos, rellenos y rojizos. Sus mejillas un poco ruborizadas, su nariz recta, sus cejas gruesas y perfectas. La comisura derecha de su labio se levanto un poco.

—¿Ya terminaste el ejercicio?—Me pregunto sin alzar la vista.

—No, aún no.

—Entonces, ¿Qué haces mirándome?

Mierda. ¿Acaso tiene un sexto sentido?

—No te estoy mirando.

Alzó la mirada para encontrarse con la mía.

—Se que soy perfecto, tengo una bonita piel y soy un chico nerd lindo, pero no tienes que mirarme así. Podrías disimular un poco.

—Pero, yo no estab...

—¡Coraline!—Fui interrumpida por un grito atrás de mi.

Gire mi cabeza y se trataba de Arjeth. Venía trotando hacia nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola, Arjeth.—Dije con una pequeña sonrisa.

Se sentó a mi lado y me quedo mirando por unos segundos. Noto la presencia de Yhalan y le decido una cálida y linda sonrisa. ¿Todos los chicos amables tienen una sonrisa hermosa?

»Arjeth, él es Yhalan, Yhalan, él es Arjeth.

—¿Ya me cambiaste por él?—Dijo Arjeth haciendo una dramática escena de dolor.

—Oh, cariño, lo siento—Dije con una voz de dolor fingida. Reímos juntos. Aunque solo hemos hablado una sola vez, me cae bien, es buen chico.

—¿Qué hacían?—Pregunta Arjeth.

—Solo estudiando, Yhalan me está ayudando a entender matemáticas.

—Que bien... ¿Si vas a ir conmigo a la fiesta?

Mire a Yhalan y él me miro con confusión, le dije que no me gusta estar cerca de la gente, quizás no entiende.

—No se, como sabes no me gusta estar con mucha gente. Pero, creo que si iré.—Respondí.

—¡Genial!—Exclamo Arjeth.—¿Tu quieres ir?—Pregunto dirigiéndose a Yhalan.

—No se, no se donde es y no me interesa mucho.

—Será genial, deberías animarte.

—¿Andrew podrá ir?—Pregunte.

—Claro, el me cae bien, aunque esta mañana se pasó con su loco comentario de que somos "novios"—Dijo haciendo comillas con sus dedos ante la última palabra.

Yhalan me miro y yo le sonreí.

—Esta bien, entonces pasas por nosotros.

—Claro.

***

Después de que terminaron las clases me dirigí a la biblioteca con Yhalan para pedir prestados algunos libros. En la biblioteca no habían muchas personas, fui a los estantes de la derecha y elegí dos libros.

Salimos después de pasar por la recepción y nos dirigimos a la salida.

—¿No quieres que te lleve?—Le ofrecí.

—Si quieres llevarme, acepto—Dice con una sonrisa—. Pero vivo algo lejos, no quiero gastar tu gasolina.

—Tranquilo, la gasolina la paga mi padre.

Reímos y nos subimos al auto. Me dio la dirección de su casa y busque en el GPS del auto para guiarme. Encendí la radio del auto y puse mi banda favorita. Mientras manejaba escuché a Yhalan cantar algunas canciones y me sorprendió.

—Asi que, te gusta Tweety one pilots, que sorpresa.—Dije con la vista en frente.

—Si, es una de las mejores bandas que he escuchado.

Seguimos hablando sobre música y cosas de la preparatoria, hasta que llegamos a su casa. Era una casa de dos pisos muy linda, parecía de esas casa que se ven en las películas. Me invitó a pasar y acepte. Por dentro estaba muy ordenada y emanaba paz.

—¿Quieres algo de tomar?—Pregunto Yhalan.

—No, gracias—Hice una pausa—. Igual, ya me iba, no puedo llegar tan tarde a casa.

—Esta bien. Entonces nos vemos mañana—Dijo con una sonrisa.

Nos despedimos y me fuí, no fui a casa, estaba tan aburrida y aproveche para ir a la armería. Cuando llegue allí, habían policías, no tuve más remedio que esperar hasta que se largaran. Pero me sorprendió ver que estaban sacando a Bob, el dueño de la armería y lo que más me sorprendió es que lo tenían esposado. En seguida me baje del auto y corri hacia él.

—¿Qué pasó?—Mire a los dos policías que estaban a su lado—¿Por qué se lo llevan?

—No es nada grave—Me respondió Bob.

—Permiso señorita. Debemos llevarlo.—Me dijo uno de los policías.

—¿Qué le van a hacer?

—Solo necesitamos hacerle unas preguntas.

Y sin más nada me hicieron a un lado, subieron a la patrulla y de fueron. Me quedé ahí, sin hacer nada, solo viendo la gente pasar. Estaba impactada por lo que acababa de ver. Y se formó una laguna de pensamientos. ¿Tiene que ver conmigo? No lo sé.

Me subí al auto y me fuí a casa. Cuando llegue no había nadie así que me fui a la cocina, preparé sandwiches y me dirigí a mi habitación. Revise mis redes sociales pero no había nada interesante. Sin darme cuenta me quedé dormida y me levanté por un ruido extraño. Ya la noche había caído, todo estaba tan oscuro. Me levanté a tientas y como pude llegue a la puerta de mi habitación, la abrí con cuidado y no ví nada, salí para ir al piso de abajo pero entonces ví a un desconocido al final de las escaleras.

Corrí hasta mi habitación, busque en mi armario hasta encontrar la 9mm -Una pistola- Salí de mi habitación, ví hacia a todos lados y no había nadie. Me sentía en una película de acción. Baje las escaleras apuntado hacia todos lados. Escuché un ruido en la cocina y me dirigí hacia allá. Ví a dos hombres de espalda.

De manera inmediata dispare en la cabeza de cada uno y cayeron al suelo, me aproxime a ellos. No respiraban. No me aterre por haberlos matado, me gustó hacerlo, me gusta hacer las cosas a mi manera. Cuando me voltee me encontré con mi padre, su rostro era de terror, me miro con miedo y volvió la vista hacia los hombres atrás de mi.

—Tu... ¿Q-qué acabas de hacer?—Su voz se rompió.

Me quedé en silencio. Mientras el miraba con terror la escena yo no supe que hacer. Soy una asesina, era lo único que podía pensar en ese instante.