Era temprano, faltaba bastante tiempo antes de las 00:00 para que sea 25, pero Red Claus ya estaba volando, preparándose para descender a su primer objetivo, estaba en el Caldero Chorreante.
Descendí y entre por la puerta atrayendo la atención a todos al ver a un Santa petizo y con el cabello rojo, era muy impactante, más con la gran bolsa que llevaba en la espalda.
Me acerqué a una de las mesas donde se podía ver a un hombre algo demacrado pero que llevaba un buen abrigo nuevo, el hombre parecía curioso de la aparición del niño ante sus ojos.
"¿Remus Lupin?"
"Sí, soy yo" Lupin estaba algo intrigado.
"Entrega para usted" dije y luego de mi bolsa saque un paquete de regalos "Feliz navidad"
"¿Un regalo para mí?" Pregunto confundido, no recordaba a nadie que pudiera enviárselo en este momento.
"Tengo muchos regalos que entregar y mañana quiero el día libre, así que los entrego un poco temprano" Aclaré, en parte era cierto, además quería enviar todos los regalos con anticipación.
"Gracias, supongo" dijo tomando el paquete de mis manos "¿Tengo que pagarte algo por el envío?"
"No, esta bien, ya esta todo pagado"
"¿Quién lo envía?" Preguntó.
"Su jefe"
"¿Mi... jefe?" Preguntó sorprendido, no esperaba nada de su actual jefe, pero cuando abrió el regalo pareció morder un limón. Dentro de la caja habia una escultura de madera de un Lobo aullando a la luna.
"¿No le gusto?" Pregunté inocentemente.
"No... sí, es... bonito..." La expresión de Lupin era complicada, el sentido del humor de su nuevo jefe era algo duro para su gusto.
"También me pidió que le dijera 'que se relaje, que todo puede mejorar'. Me tengo que ir, debo entregar más regalos"
"Esta bien, feliz navidad..."Lupin saludo pero se detuvo por un momento" Solo... deberías pasar tiempo con tu familia en estas fiestas" Dijo pensando al ver al niño trabajando durante la noche.
"Me aseguraré de eso, gracias por su preocupación" diciendo eso empecé a salir del bar que a pesar de ser navidad estaba bastante lleno, supongo que muchos magos son seres solitarios que pasan su tiempo aquí.
"Oye... ¿No tienes más regalos allí para alguien más?" Hablo un mago borracho para la diversión de los presentes.
"Consígase un jefe tan bueno como el de él y tal vez lo tenga" dije antes de salir.
Lupin al escucharlo suspiro. Se quedó mirando la figura de madera en la mesa, pensando si podría venderla, ya que no quería tenerla consigo, solo le recordaba aquello que más temía y odiaba. Con el tiempo algunos magos pasaron a hablar con él sobre el niño repartiendo regalos y su 'Buen jefe' por lo que no paso mucho tiempo aislado. Solo que en un momento se le escapó la lengua y contó que su jefe en realidad era el 'Cazador del ministerio' y muchos se apartaron de él, dejándolo solo nuevamente.
...
Próximo objetivo 8 Heathgate...
Llegando a la casa me di cuenta de que las luces estaban prendidas y que parecía haber una fiesta, dificultaría lo que trataba de hacer pero que más da. Subí hacia el techo y vi una chimenea, pensé en probar la habilidad de mi traje por lo menos una vez en esta vida, lo malo... estaba prendida pero algo se me ocurriría. Era algo estrecho y habia lugares donde físicamente me sería casi imposible pasar, pero confió en la magia de la navidad.
Dentro de la casa Granger estaban los Sr. y Sra. Granger, así como varios otros familiares y niños, entre ellos Hermione Granger. Todos estaban preparándose para una cena navideña, algunas mujeres en la cocina preparaban la comida, los hombres en la sala de estar estaban bebiendo desde temprano, pero no tanto como para no disfrutar la noche.
En un momento vieron como el fuego en la chimenea se apagó y algo de ceniza pareció caer de desde dentro del conducto. Creyeron que podía ser un animal que habia entrado por el hueco. El señor Granger estaba a punto de ir a ver que pasaba cuando escucho que algo dentro de la chimenea se quejaba y pareció golpearse contra algo.
Los presentes pudieron ver como desde la chimenea algo grande y rojo cayó casi como en una caricatura.
"Ahhggg... fue más complicado de lo que parecía" Comenté mientras trataba de limpiarme el hollín en mi ropa.
"...¿S-Santa?" Dijeron varias personas presentes muy sorprendidas de que un niño pelirrojo y barrigón con traje de santa saliera desde la chimenea.
"Eh... si JOJOJO feliz navidad..."*Crack*"... hijo de la chingada" Casi grite al tratar de estirarme y sonar mi espalda" Uff... no lo volveré a hacer en las próximas casas"
"¡Santa!" Gritaron algunos de los niños más pequeños corriendo a abrazar mis piernas.
Los padres rápidamente quitaron a sus niños de mí, no me conocían y yo era un desconocido que entró a la casa. No sabían bien como encarar el tema pero no hizo falta, ya que alguien habia venido a ver cuál era el alboroto y reacciono instantáneamente al verme.
"¡¿Red?!" Exclamo sorprendida "¿Qué haces aquí?"
"Vengo a robar, que no vez mi saco" le mostré la bolsa con regalos" Hermione, estoy vestido de santa y me rompí mi espalda entrando por la chimenea ¿Qué crees que hago?"
"Hermione ¿Lo conoces?" Pregunto la señora Granger, sorprendida como todos los demás.
"Él es... un compañero de la escuela"
"Prima ¿Vas a la escuela con santa?" Pregunto una niña de 5 años.
"No, digo sí... él no es santa, se llama Red Weasley y va conmigo a mi internado" Hermione trato de aclarar.
"¡¿Red?!" Preguntaron al mismo tiempo varios Grangers que se sorprendieron por el nombre pero no dijeron nada, a excepción de los padres de Hermione, que ya conocían ese nombre debido a las cartas de su hija.
"Si, eso no importa. Red ¿Qué haces aquí? ¿Y engordaste?"
"Primero, no estoy gordo, es el traje... aunque es algo irónico que el rojo me haga ver más gordo"
"Espera, todavía no entiendo como hizo para entrar por la chimenea"
"¿y por qué vino aquí?"
"¿Su cabello es natural?"
"¿Santa trajo regalos en esa bolsa?"
Adultos y niños hablaron todos por igual al mismo tiempo, causando que la escena sea caótica, tanto que el señor Granger tuvo que gritar para que todos se callaran por un momento para poder entendernos.
"Bien, primero..." dije poniendo mis manos en el saco como si fuera a sacar algo, pero en realidad estaba sacando una bolsa de mi inventario" Todos los niños... Santa trajo dulces, si los quieren tendrán que comerlos en la cocina" dije para luego arrojar la bolsa a una de las niñas mayores que debería tener más o menos la edad de Hermione.
La niña se sorprendió así como muchos adultos, pero el grupo de los más pequeños casi arrastraron a la niña hacia la cocina. Otros niños mayores no querían ir, pero algunos de sus padres los enviaron para poder tener una charla más profunda antes de que interactúen con este 'santa', aunque unas pocas madres fueron con ellos.
Los únicos que quedaron eran la mayoría de los hombres, algunas mujeres, Hermione y sus padres que no tenían una buena expresión al ver como di tanta cantidad de dulces a los niños, por qué, como sabemos, son dentistas.
"Bien, ahora que hay silencio pueden empezar con las preguntas... una a la vez" di comienzo al interrogatorio.
"Red..." quiso decir Hermione.
"Red Claus" le corregí con mi dedo.
"No molestes" Puso los ojos en blanco "¿Qué haces aquí?" Preguntó Hermione y todos me miraron intrigados esperando la respuesta.
"Vine a traerte tu regalo de navidad" dije mientras buscaba un paquete de dentro del saco.
"¿Por qué no esperaste hasta mañana, o simplemente lo enviabas como todos los demás?"
"Porque quería hacerlo de esta forma. Tengo muchos otros que enviar, así que lo traje ahora"
"¿Cómo entraste por la chimenea?" Pregunto una mujer antes de que Hermione lanzara la próxima pregunta.
"... ¿La magia de la navidad?" No sabía como responder a esa pregunta.
"¿Por qué entraste por la chimenea, te pudiste lastimar algo?" Pregunto la señora Granger, ella no dudaba de mis intenciones, le pareció algo raro, pero según las cartas de su hija la mayoría de las cosas que contaban sobre el niño eran buenas.
"Para poder hacer una gran entrada. Estoy vestido de santa, era necesario o me van a decir que no fue una entrada impactante"
"Sí que lo fue" dijo el tío borracho que no se habia ni inmutado con mi aparición, solo seguía sentado en el sillón bebiendo.
"Gracias..." Le agradeci "pero no lo volvere a hacer, no dentro de este año, agradezco ser pequeño o tal vez me habría atorado"
"Detesto cuando haces estas cosas locas" se quejó Hermione recibiendo la mirada de todos causando que se sonrojara.
"Esta bien, creo que todo se ha explicado, supongo que podemos seguir con la fiesta" Dijo el señor Granger, no habia nada de lo que preocuparse verdaderamente por lo que el ambiente estaba menos tenso que cuando llegue.
Con todos relajados las personas empezaron a hacer preguntas con más normalidad.
"¿Estás seguro de que estás bien?" Pregunto una de las tías de Hermione" Te pudiste haber lastimado mucho al bajar por ahí, fue algo muy tonto" me regaño.
"Lo sé, no lo volveré a hacer... por ahora"
"Red ¿por qué tenías que venir a mi casa?" Hermione se acercó a mi algo sonrojada, ella no quería que todos sus familiares me conozcan a la vez, no de esta forma. Aunque no lo diga, ella se avergonzaba un poco de las locuras de su amigo.
"Hermione, no le hables así" Se quejó su madre considerando que su hija fue descortés.
"No, ella tiene razón, yo fui el descortés al meterme a su casa de esta manera" me disculpé.
"Esta bien, fue... muy navideño" dijo la señora Granger "¿Te quedarías a cenar con nosotros?" me invito, era la primera vez que conocía a alguno de los nuevos compañeros de su hija.
"Lo siento mucho pero no podre tener ese lujo, Red Claus tendrá que entregar muchos más regalos, aunque no volveré a usar la chimenea" Dije mientras acariciaba mi barba rojiza viéndola "Pero gracias por la invitación"
"¿Estás seguro? Tenemos espacio para uno más" Agrego el señor Granger.
"No, esta bien, gracias" dije y volví a buscar el regalo de Hermione" ¡Aquí esta! Toma Hermione, feliz navidad" le entregué una pequeña caja "ahora si no les molesta debo seguir con mi travesía navideña"
"Adiós Santa" Dijo el tío borracho "Para luego preguntarle a un hombre a su lado "¿Por qué Santa era pelirrojo?"
Los Padres de Hermione junto con ella me acompañaron hasta la puerta y me despidieron, no es que quiera irme pero necesito seguir con mis repartos. Ellos aunque renuentes a dejarme ir solo no me detuvieron luego de aclararles en secreto que como mago no tendría problemas. La gran familia Granger salió a la puerta de la casa a despedirme y yo me fui corriendo hasta que ya no pudieron verme y luego volví en secreto a subir a su techo para buscar la escoba voladora que ahí habia dejado.
...
Por otra parte, cuando Red Claus se fue, todos se quedaron viendo en silencio a Hermione.
"No me miren así, él es un poco raro a veces" Dijo algo avergonzada.
"No nos has hablado mucho de tu nueva escuela ¿es porque todos son así por allá?" Preguntó una tía.
"No, él es... especial" Aclaro sin querer dar muchos detalles.
Cuando todos entraron instaron a Hermione para que abriera el regalo que tantos problemas se habia tomado el niño pelirrojo en entregar. Hermione dudaba ya que, conociendo la personalidad de su amigo, cualquier cosa podía estar ahí dentro. No se sorprendería si hubiera una cabeza cortada o algunas cosas de adultos por lo que no quería abrirlo, pero se vio obligada.
Ella rompió la envoltura de la pequeña caja y luego quito la tapa, revelando un pequeño par de aretes de plata con rubíes. Cuando todos en la familia lo vieron se sorprendieron, ya que a pesar de no ser muy extravagantes o tener un gran tamaño aun así eran claramente hermosos y llamativos.
"¡Hermione!" Exclamo su madre sorprendía"¿No pueden ser reales? ¿Verdad?" Le pregunto a su marido.
En ese momento el tío borracho que estaba medio dormido en su asiento se levantó levemente hacia adelante para mirarlo por unos segundos y decir "Son reales" para luego volver a dormitar en el sillón.
"No puede ser"
"¿Se habrá equivocado?"
"¿Cuánto costará un par así?"
La familia Granger entro en un debate sobre el par de aretes y Hermione estaba muy incómodo. En realidad el regalo era uno de los más hermosos que habia visto, eran tan preciosos, delicados y brillantes que la deslumbraron por un segundo, pero la reacción de su familia al verlos la preocupó un poco.
"Tal vez su familia tiene una joyería, no sería tan raro dar un regalo como este, no sería común, pero tampoco raro¿Verdad Hermione?" Dijo uno de sus tíos.
"No... sus padres no tienen una joyería" Aclaró.
"Bueno, pero pueden ser de una familia muy adinerada" Trataron de suponer
"Pues... no... de lo que sé, su familia es bastante pobre" Hermione no quería contar estas cosas, pero la presión que ejercieron sus familiares la obligo a hacerlo.
"¿Pero como los habrá obtenido si es así? ¿Los habrá robado?"Empezaron los malos murmullos en la sala.
"Tiene la capacidad de meterse en las casas por la chimenea"
"¡Cállense!" Hermione detuvo la charla, no le gustaba que juzgaran a su amigo como un ladrón "Él trabaja desde que era niño para obtener su propio dinero" Rápidamente aclaro.
Con sus palabras todos se callaron y tuvieron una mejor impresión del niño, pero también mucha más preocupación por el costo del regalo.
"Es posible que sean reales, a él le gusta hacer cosas como estas que no son muy normales, como entrar por la chimenea vestido de Santa" Hermione explico como pudo "No se preocupen, si él compró esto debió tener suficiente dinero para hacerlo... no sé de qué trabaja pero no debió quitarle todo lo que tiene, no se preocupen" Dijo tratando de calmar las cosas pero todos los adultos presentes tenían otras ideas, no se les podía ocurrir que el niño tuviera un trabajo tan bien pagado, y supusieron que este obsequio debió quitarle hasta los pantalones... ¿Tal vez hasta vestía de Santa porque era la única ropa que le quedaba?
La familia no hablo mucho más del tema, pero el señor y la señora Granger apartaron a su hija para hablarle, para ver si podían devolver este costoso regalo, pero Hermione les explico que con la personalidad de su amigo sería difícil que lo aceptara de vuelta. Los Granger entonces decidieron que Hermione debería tratar de enviarle otro regalo más valioso, además del que le envió para tratar de compensarlo.
Hermione tuvo problemas con eso, ya que cuando sus padres preguntaron que cosas le gustaban a su compañero a ella no se le ocurría más que cosas pervertidas que el habia dicho, y que no le podía contar a sus padres.
Ella ya habia enviado un regalo que le pareció apropiado luego de pensar en las cosas que le gustaba a su amigo, pero ese regalo le tomo mucho tiempo y recibió la ayuda de McGonagall para hacerlo, si tenía que enviar otro no sabía que enviar... nada inocente... pero ella no podía hacerlo... ¿O si?
Tuvo que responderle a sus padres que a él le gustaba de todo un poco y que no tenía un gusto particular, puesto que eso es lo único que se le ocurrió y necesitaba tiempo para pensar... y termino siendo regañada por no prestarle atención a su amigo.
El resto de la noche en la familia Granger, fue divertida para la mayoría, pero Hermione la paso mayormente avergonzada. Se vio obligada a usar los aretes durante toda la cena familiar bajo las órdenes de todas las mujeres de la familia, recibiendo cumplidos cada tanto.
También hubo varios comentarios sobre como posiblemente todos los allí presentes estaban ante la próxima 'Señora Claus', lo que hacía que quisiera que la tierra la tragara. De igual manera tuvo que soportar a sus primitos, que le pedían que le dijera a Santa que son buenos y que les trajera muchos regalos, causando que muchos mayores bromearan sobre su relación con santa otra vez.
...
Una vez recuperada la escoba, salí de la casa de los Granger. Me hubiera gustado quedarme a ver como le quedaban los aretes a Hermione, pero de todas formas le pediría que se los pusiera en el futuro para poder verla.
Esos aretes no me costaron tanto, al ser un artículo muggle no tan raro tenían un buen descuento con el comerciante, así que luego de unas modificaciones más algunos hechizos antioxidación y demás, el resultado no fue tan caro.
Mi próximo objetivo fue la casa de Lavender.