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Continuación del entrenamiento 1.126

Después del desorden que hicieron Viggo y sus hermanos, conversaron durante un par de horas más con Kiara acerca de las runas y después Flora y Tatsumi se fueron a su casa. Viggo se fue a su habitación y durmió con Semiramis. Una vez que hicieron el amor, Semiramis cayó dormida en los brazos de Viggo mientras él se quedaba mirando el techo, con las luces apagadas.

<<-¿Qué se siente dividirse entre el guerrero y el hombre que tu familia espera que seas?- le pregunto Kain el otro día al ver a Viggo tan estresado con todas las cosas que estaba aprendiendo. La pintura, las joyas, el entrenamiento, la vida con sus esposas, todo requería tiempo y plena concentración.

-Cansado- respondió Viggo sintiéndose un poco culpable por pensar en otra palabra como "agobiado". Sin embargo, se guardó esa palabra y la cambió por "cansado".

-Sí- le respondió Kain con una sonrisa y viendo la verdad en los ojos de su hijo -se siente agotador, pero gratificante a momentos ¿No?-

Viggo pensó en aquel momento en las veces que se sintió completo estando con sus esposas y el sentimiento a logro cada vez que mejoro en las metas que se propuso -sí, a veces, se siente gratificante- respondió

-Como todo en la vida-

-¡¿Ah?!-

-Sí, como todo en la vida- dijo Kain -veras, tu entrenas para el momento en que te toque luchar con un peligroso enemigo. Por supuesto, también por superar tus propios límites y saber que eres el mejor. Sin embargo, todas esas cosas, todos esos pequeños esfuerzos solo cobran sentido en un breve instante-

Viggo miraba completamente concentrado en su padre.

Kain continuo -la vida te da un montón de oportunidades de ser feliz, pero el gran problema está en "si estás preparado para tomar esa oportunidad" dime ¿Estas listo para tomar todas esas oportunidades?->>

-No lo sé, padre- murmuro Viggo mirando al techo en completo silencio mientras recordaba las palabras de su padre y escuchaba la suave respiración de Semiramis. Viggo se volteó y acomodo a Semiramis sobre una almohada. Después la cubrió a ella y a él y cerró los ojos para caer dormido.

Al día siguiente, Viggo se vistió como siempre, el torso desnudo, su túnica roja, el gran cinturón con la cabeza de león en el centro y unas botas. Salió de la mansión con los primeros rayos del sol y se dirigió a la mansión de la familia Hera. Al igual que todas las mañanas, uno de los tres más poderosos de la familia lo esperaba. Esta vez fue el siempre ruidoso Jasón. Como ya no estaba el domo de entrenamiento, solo ocuparon uno de los terrenos de prácticas y al igual que otras veces, dejaron todo llenos de cráteres.

No obstante, ninguno se lo tomo muy en serio toda la destrucción que hicieron y una vez que terminaron su entrenamiento, se dieron media vuelta y fueron a descansar. Por otro lado, el grupo que tenía que reparar los terrenos de práctica se agarraba la cabeza pensando en cómo reparar toda está destrucción.

Una vez que Viggo llegó a la mansión de la familia Hera, encontró a Flora conversando de lo más amigable con Aquiles. Ellos estaban en la amplia recepción donde todos los podías ver. Aquiles sonreía divertido ante las palabras que le decía Flora, lo cual hacía que las quince o veinte aventureras que pertenecían a la familia Hera, le lanzaran dagas a través de la mirada.

Sin embargo, Flora era totalmente indiferente a las miradas y solo se fijaba en Aquiles y en las reacciones a su coquetería. Según Sakura y Ana, Flora debería ser una chica divertida, pero nunca una arrastrada. Insinuarle a Aquiles que le gustaba, pero nunca ser obvia, ya que en cuanto ella fuera directa, toda la seducción perdería su efecto.

De repente, Flora vio a Viggo y Jasón entrar, ella los señalo con su dedo y Aquiles miró en su dirección. Entonces Flora le dijo algo a Aquiles y él hizo una sonrisa incomoda. Sin embargo, trato de poner una sonrisa amable y Flora se despidió.

Al mismo tiempo, Viggo pensó que Flora estaba llevando bien su seducción, ya que Aquiles no la dejo de mirar en ningún momento. Era como si alguien le hubiera quitado algo preciado en la vida y él solo pudiera mirar cómo se iba.

Mientras Flora se acercaba, Jasón se despidió de Viggo y camino con dirección a Aquiles, mientras le daba una mirada astuta a Flora.

-Viggo- dijo Flora cuando llegó a un metro de Viggo mientras sonreía de forma radiante. Si Viggo no la conociera, pensaría que Flora se volvió un nivel 7 o venció a un jefe de piso del calabozo, o algo por el estilo. Ella parecía totalmente segura de sí misma, como si fuera capaz de lograr cualquier cosa y llegar a cualquier parte.

-Hola, Flora- respondió Viggo con una amplia sonrisa mientras se acariciaba el mentón y pasaba su vista entre ella y Aquiles que aún miraba a Flora con anhelo.

-Vine a buscarte, hay algo que te quiero mostrar- dijo ella

-Bueno, ya me encontraste ¿Adónde vamos?-

-Al calabozo-

Viggo señalo la puerta de la salida y Flora avanzó primera. Ella abrió la puerta y salió primero. Después paso Viggo y cerró la puerta mientras miraba por última vez a Aquiles en su estado de anhelo.

Una vez que salieron de la mansión, avanzaron por el camino de adoquines que daba a la gran plaza que antecedía a la mansión de la familia Hera.

Viggo vio la gran fuente de tres niveles lanzar agua por la parte superior y alimentar los otros platos como si fuera una cascada. Al mismo tiempo, alrededor de la plaza había enormes casonas de un piso que ocupaban para hospedarse aquellos que servían a la familia sin ser aventureros. También funcionaban como bodegas de almacenaje para los materiales de reparación y alimentación. La gente se movía de edificio en edificio mientras los aventureros de la familia se reunían alrededor de la gran fuente en el centro de la plaza y se coordinaban para realizar pequeñas expediciones al calabozo.

-Veo que te va bien- dijo Viggo con una sonrisa astuta mientras avanzaban

-Ya ves, tu hermana tiene su toque- respondió Flora rebosante de confianza.

-Trata de ser un poco más sexual sin llegar a exagerar y ser menos amigable. No le quieres dar una señal equivocada-

-Sakura dijo lo mismo- respondió Flora un poco acomplejada por como seguir con esa parte -Pero ¿cómo se hace eso?-

-Algún chiste subido de tono ayudará. También algún rose de manos, un abrazo "imprevisto", mirarlo de cerca a los ojos y acercarte como si lo fueras a besar, pero evadiéndolo al final. La seducción es el arte de retrasar la satisfacción. También lo puedes considerar el delicado equilibrio entre la esperanza y la frustración. Si te inclinas muchos hacia un lado o hacia otro, lo echaras a perder-

-¿Quién le enseño a Viggo?-

-Kiara-

-¿Mmm? ¿De esa manera ganaste el corazón de Semiramis y las otras?-

-Con Sakura y Ana fue más un sentimiento de crecer juntos y de confianza. Con Semiramis fue mostrarme insolente y seguro de mí mismo. En el caso de Scheherezade fue al revés, ella me sedujo. Después ella quiso dejar las cosas como amigo, pero yo la seduje de vuelta y capturé su atención-

-¿Eeeeh?- dijo Flora mirando a Viggo de forma despectiva -seguro que Viggo es un mal hombre-

-¿Mira quién lo dice?- respondió Viggo frunciendo el ceño

-Yo solo quiero a uno. Tu por otro lado, tienes a varias y quizás a cuántas más vas a traer. Eres igual que papá-

Viggo tornó sus ojos al cielo y soltó un suspiro de fastidió -lo que sea ¿Qué me quieres mostrar?-

-Ya no tengo ganas- respondió Flora de mal humor -si me junto contigo puedo contaminarme-

-Vamos, deja de ser bebé-

Flora bufo enojada y miró hacia otro lado. Ellos continuaron avanzando por el camino de adoquines y dejaron atrás la plaza frente a la mansión de la familia Hera. Después se adentraron en un camino de adoquines con un bosque a cada lado mientras se veía al final del camino un enorme portón metálico.

-Ayer le estuve preguntando a papá- dijo Flora como reconciliando la imagen que tenía de su hermanito Viggo, con la del casanova sediento de sexo.

-¿Y? ¿Qué te dijo mi viejo?- pregunto Viggo sin darle muchas vueltas al asunto. Muchas personas seducen de forma subconsciente, pero cuando se enteran de alguien que lo hace a conciencia, piensan que es un ser malvado. Como si aquella persona que seduce a conciencia fuera alguien que destruye el "mágico mundo del amor". Por su parte, Viggo aprendió todas estas cosas y se comprometió consigo mismo a ser el amante ideal y darle a cada una de sus amadas lo que ellas anhelan. Semiramis quiere control sobre su vida y seguir ampliando sus horizontes y recursos. Sakura quiere una familia, Ana alguien en quien pueda confiar ciegamente además de su hermana. Scheherezade es la más complicada, porque quiere ideas, historias e imágenes de lugares inalcanzables. Algo que la haga soñar y lleve a través de grandes aventuras sin tener que herirse en el proceso. Por otro lado, Viggo piensa en darle todas esas cosas, pero a su vez, él también es egoísta y las quiere a cada una para sí.

Flora miró a Viggo que tenía una mirada de estar divagando en sus pensamientos y pensó que, a lo mejor, él estaba refeccionando de su comportamiento. Entonces ella pensó que debía regañarlo más seguido y guiarlo por el buen camino. Flora asintió y tomo una determinación. Sin embargo, ahora no era el momento y el lugar, así que lo dejaría para más adelante. Al mismo tiempo, Viggo la notó en esa postura de "hermana mayor" y negó con la cabeza.

-Papá me hablo de una persona que conoció en el pasado, alguien llamado Charles y menciono que él tenía una especie de cuchillo explosivo- dijo Flora como si fuera un maestra -se supone que la punta del cuchillo tenía una punta similar a la de una aguja, la cual al golpear al blanco se hundía y rompía una especie de probeta de vidrio en la parte posterior del cuchillo. De esa manera se mezclaban los componentes y generaba una gran explosión-

-¿Y? ¿Tú puedes hacer esos cuchillos?- pregunto Viggo

-Por supuesto que no, idiota- respondió Flora -jamás se me ha dado la herrería, y tampoco me gustaría pasar todo el día, sucia entre hollín y hedionda a carbón. Prefiero morir-

-Bueno, ¿Y?-

-La cosa es que estuve consultando con papá y me dijo que los cristales del calabozo podrían funcionar como contenedor para las runas. Así que ahí es donde entras tú-

-¿Eso quiere decir que soy parte del experimento?-

-Claro, claro- dijo Flora con una sonrisa astuta y divertida mientras le daba unas palmaditas -te doy el honor de ser mi asistente-

Viggo frunció el ceño, pero de todos modos acompaño a Flora para ver lo que podían lograr. Así que salieron de los terrenos de la familia Hera y caminaron por la vereda con dirección sur, hacia el centro de Orario, donde se elevaba la gran torre de Babel.

Una vez que Viggo y Flora entraron fueron matando a todos los monstruos que fueron encontrando en su camino. Sin embargo, diferente de lo que Viggo anticipo, Flora tomo la vanguardia y blandió una katana con una hoja de color azul similar a la de Tatsumi. Flora siempre fue así desde pequeña. De seguro ella le fue a decir a Kain que las katanas de Tatsumi eran demasiado bonitas y era injusto que solo él las tuviera. Viggo conociendo a su padre, sabía que había una gran posibilidad de qué sucumbió a la mirada de cachorro de Flora en el primer intento.

La katana era excelente, pero Flora también lo era. Cada uno de sus movimientos eran elegantes y fluidos, como si ella fuera uno con el viento. Los monstruos hasta el piso 16 fueron fáciles de vencer y ella solo evadió a dos. Uno que era un ogro mutado de piel roja, el cual Viggo mato a puñetazos y el otro era el jefe de piso del piso 17, ubicado en el "Gran muro del dolor".

Viggo y Flora se quedaron a dos kilómetros de distancia, sentados sobre una gran roca mientras veían una gran extensión de tierra árida. Al mismo tiempo, cerca de una muralla cubierta de cristal, un enorme monstruo humanoide luchaba contra un grupo de 20 aventureros.

-¿No los vamos a ayudar?- pregunto Flora algo preocupada al ver que los aventureros caían uno detrás de otro como si fueran moscas.

-Ayudarlos sería un despropósito- dijo Viggo con la mirada puesta en los movimientos del monstruo mientras sus ojos emitían un brillo asesino -ellos se plantearon vencer a un oponente mucho más allá de sus posibilidades. No es como si ellos hubieran sido las víctimas. Ellos vinieron para vencer al monstruo y él lo supero-

-Pero…- dijo Flora haciendo un puchero, pero se quedó callada cuando sintió la mano de Viggo y como él peinaba sus cabellos para darle tranquilidad.

-Cierra tu corazón- murmuro Viggo mientras miraba al Goliat aplastar a un aventurero que soltaba un grito de agonía -cierra tu corazón a su desesperación, cierra tu corazón a su sufrimiento, porque ellos no tendrán misericordia de ti-

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