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Capítulo 73: Regreso triunfal

"Espera un momento"

Goku se giró al oír una voz masculina y se sorprendió al ver que Raiser caminaba hacia él junto a Ravel y una hermosa mujer rubia.

-Oh, son ustedes de nuevo... ¿Qué les trae por aquí? -preguntó Goku con una pequeña sonrisa.

-Mi pequeño Raiser tiene algo que decirte ufufu -habló la mujer rubia, que no era otra que Reaven matriarca del clan Phenex y madre de Raiser.

Su madre y probable futura suegra en otro mundo. Misterios de las líneas temporales...

-V-vuélvete más fuerte humano, entrenaré para cobrar mi revancha -se expresó Raiser de brazos cruzados y sin mirarle directamente a la cara.

Aunque le costó decirlo fue sincero. Con esta derrota Raiser supo que tenía mucho margen de mejora y se propuso comenzar a entrenar.

En cuanto Reaven se enteró quiso conocer de cerca al humano que venció a su hijo y le dio un buen golpe de realidad al rostro. Lo necesitaba.

Pero el verdadero desencadenante fueron las palabras que Goku le dijo antes de su choque.

"Me enseñaste que eres más fuerte no porque luchas por ti mismo, sino para proteger a otros... no me quedaré atrás"- Raiser observó a Goku.

Supo que la verdadera fuerza provenía de proteger a las personas que más amabas...

Siguiendo ese camino, se volvería más fuerte.

La cicatriz que le hizo Excalibur en el pecho le recordaría aquello durante el resto de su vida.

-Eso haré Raiser, espero que nuestra próxima pelea sea tan emocionante -declaró Goku con una sonrisa y Raiser se volteó sin responder.

-Hpmf -dijo sin más el Phenex.

-Le diste una buena lección a mi hijo, así que como su madre y matriarca del clan Phenex te estoy agradecida por ello -profirió Reaven.

El chico se rascó la nuca sonriendo y para su sorpresa Reaven le extendió una tarjeta naranja.

-Te doy esto como muestra de mi gratitud, utilízalo sabiamente ufufu -Reaven le puso la tarjeta en las manos- Nos vemos Son Goku.

Reaven se giró y Ravel, sonrojada, le enseñó la lengua antes de irse. Goku se rascó la mejilla sin entender el gesto de la menor de los Phenex.

"Luego lo miraré"- pensó Goku guardando la tarjeta en su bolsillo y para su sorpresa, otra vez, Grayfia le extendió una tarjeta de color rojo.

Y también, unas llaves.

-El clan Gremory también está agradecido contigo por haber defendido con honor su nombre -profirió la diablesa mirándole.

-En serio no es necesario que me den esos regalos, no lo hice para recibir nada a cambio -declaró el pelinegro negando con la cabeza.

-Consíderalo como un premio a tu esfuerzo, además es de mala educación rechazar regalos en el inframundo -dijo Grayfia con cara de póker.

-Rayos, si me lo pones de esa manera... Sigh, está bien -se resignó Goku tomando la tarjeta y las llaves- Pero, ¿para qué son estas cosas?

-La tarjeta contiene una pequeña cantidad de dinero que podrás usar en tu mundo y las llaves son de la mansión con la cual el clan Gremory ha decidido obsequiarte -explicó la hermosa Maid.

-¡¿Una mansión?! Pero yo no ne... -iba a negar el chico pero tras ver la cara de Grayfia decidió retractarse- Bien, muchas gracias por el regalo...

Agradeció por cortesía, pero en el fondo sabía que no usaría la mansión. Después de todo vivía solo y los lujos pues no eran tanto lo suyo.

-Una vez dicho esto, ¿estás listo para irte? -preguntó la diablesa mirando al azabache.

-Sí, pero no me iré solo -contestó Goku con una sonrisa mientras miraba hacia cierta dirección y caminó hacia su amada sin perder tiempo.

Tsubaki, que había estado hablando con Sona hasta ahora, sintió cómo un brazo se deslizaba alrededor de su cintura y al girarse vio a Goku.

-¡¿G-Goku?! ¿Q-qué haces? -habló Tsubaki con un rubor en sus mejillas. Por el brazo de Goku y además, porque ambos estaban en público.

-Llevarte a casa Tsubaki -le respondió Goku sonriendo- Lo siento Sona-senpai, pero Tsubaki se irá conmigo, espero que no te moleste.

-Para nada, confío en que cuides de ella -habló Sona con una pequeña sonrisa y con oír aquello Goku se sintió feliz y se fue junto a Tsubaki.

Los murmullos y los cotilleos no tardaron en hacerse presentes, aunque la mayoría hablaba de lo bien que se veían Goku y Tsubaki juntos.

-Ahora sí podemos regresar -indicó finalmente Goku y Grayfia creó un círculo mágico con el que desaparecieron del inframundo al momento.

Más tarde.

Una vez que volvieron al mundo humano aparecieron en la sala del club de ocultismo y Grayfia se despidió de ellos antes de irse.

Goku advirtió que todavía era madrugada, sorprendiéndole pues pensó que había pasado como mínimo medio día en el inframundo.

Y como era algo tarde decidieron no perder tiempo y Tsubaki creó un círculo mágico para transportarse al departamento de Goku.

Tsubaki se sentó en el sofá, todavía sonrojada. Ahora que sabía que Goku la amaba estaba feliz, y a la vez intrigada por lo que pasaría ahora.

-¡Aaaahhh por fin en casa! -exclamó Goku estirando sus brazos y se dejó caer en el sofá.

Su cabeza quedó recostada en los suaves muslos de Tsubaki, quien se ruborizó todavía más. Aún no acostumbraba a todo esto.

Los besos, los abrazos... todo esto era nuevo para ella y no se habituaba. Pero quería tomar confianza y disfrutar al máximo con Goku.

Así que eliminó todo pensamiento inútil de su mente y se relajó. Sus dedos suaves acariciaron con amor el cabello de Goku, quien sonrió.

Se sentía muy relajado, el haber derrotado a Raiser le quitó bastante carga de los hombros aunque todavía quedaba mucho por delante.

Ahora no quería pensar en aquello, lo único que quería era disfrutar el tiempo con Tsubaki y nada más. El resto le daba igual en estos momentos.

-¿Cómo te encuentras? -le preguntó Tsubaki sin cesar las tiernas caricias y sin que el rubor desapareciera de sus delicadas mejillas.

-Feliz por estar contigo -contestó el azabache suscitando un mayor sonrojo en su amada- Qué bien que Sona-senpai me dejó llevarte conmigo.

-Sí... Kaichou sabe lo mucho que te quiero -confesó Tsubaki sonrojada, tentada a besar los labios de su amado Goku por tercera vez.

-Yo... también te quiero Tsubaki -habló Goku levantándose y se sentó a la par de Tsubaki- La señora Juhee me dijo algo hace un tiempo.

-¿Qué te dijo? -inquirió Tsubaki con curiosidad, sabía que esa mujer era una madre para Goku.

-Que si sentía algo por ti no me lo callara y que aprovechara cada minuto a tu lado -profirió Goku acercando su rostro al de la heterocrómica.

Recordó la historia que le contó Juhee, sobre aquellos jóvenes enamorados el uno del otro y la chica murió sin saber lo que sentía su amigo.

Sabía que estuvo a punto de perder su amistad con Tsubaki pero daba gracias porque no fue así y que pudieron arreglarlo. Y ahora, se amaban.

-Pero ahora que estoy contigo, y que sabes lo que siento por ti, quiero aprovechar cada minuto a tu lado -declaró Goku con una gran sonrisa.

Tsubaki se sonrojó, todavía más, al tener el rostro de Goku tan cerca del suyo y sentir su cálido aliento emanando de sus labios.

-¿Q-qué quieres que hagamos? -susurró ella embriagada por los labios de su amado y por sus ojos ónix, que la miraban llenos de amor.

-Unir nuestros labios.. -susurró a su vez Goku, anhelando poder volver a sentir la suavidad de los labios de Tsubaki, que le magnetizaban.

Eso era lo que quería oír.

Tsubaki entrecerró sus ojos besando los labios de su amado con deseo y sus brazos le rodearon el cuello, entregándose a la magia del amor.

Goku también cerró sus ojos disfrutando de la sensación que le producía besar los labios de su amada. Le estaba cogiendo gusto a esto...

Sus manos, guiadas por una sensación que nació de lo más profundo de su ser, recorrieron la cintura de Tsubaki envolviéndola con amor.

Ambos siguieron fundidos en el beso pero en un momento dado se separaron, y mantuvieron sus frentes pegadas con una sonrisa en sus rostros.

Éste fue su cuarto beso...

Pero se sintió como el primero.

-E-entonces, ¿ahora somos pareja? -preguntó Tsubaki queriendo hacer oficial su relación, ya que después de todo ambos se amaban.

-Eso creo jeje -contestó Goku con una risa nerviosa- Me gustaría que vivieras conmigo.

Era algo que pensó cuando se besaron en el castillo. Quería tener más cerca a Tsubaki ahora que las cosas se complicarían sumamente.

-¿E-eh? ¿N-no crees que es un poco pronto? -preguntó Tsubaki, era lo mismo que Sona le había preguntado y no supo qué responder.

No es que no quisiera vivir con él, todo lo contrario. Pero no quería apresurar las cosas porque luego todo podría estropearse.

-Quiero pasar contigo todo el tiempo posible y si vives aquí... eso se hará realidad -habló Goku sonriendo y Tsubaki le miró por unos instantes.

-Está bien... viviremos juntos, pero también contribuiré con los gastos -Tsubaki finalmente aceptó la propuesta y sonrió con alegría.

-Eso da igual, tú eres más importante que el dinero -contestó el chico rascando su nuca y Tsubaki, conmovida, saltó sobre sus brazos.

-Te quiero -murmuró ella abrazándole.

-Y yo a ti, mañana cuando comamos en tu casa te ayudaré con la mudanza -señaló Goku sonriendo y acariciando el cabello de Tsubaki.

Tiempo después.

Goku se dio una ducha mientras Tsubaki preparaba algo rápido para cenar e irse a la cama, pues eran la cuatro de la mañana.

Cenaron, se rieron y se pusieron a ver una película. Tsubaki se quedó dormida a la mitad y al ver eso Goku sonrió y apagó la televisión.

-Es hora de irse a la cama Tsubaki -el pelinegro sacudió ligeramente a Tsubaki mientras sonreía.

-Mn... -Tsubaki murmuró entre sueños y Goku supo que no se iba a levantar pronto, así que la tomó en brazos y se dirigió a su habitación.

Una vez ahí recostó a Tsubaki en la cama y la tapó con una sábana. Se tumbó a su lado admirando la belleza del rostro de Tsubaki.

"Soy afortunado por tenerte conmigo, pase lo que pase... te protegeré Tsubaki"- pensó Goku besando con suavidad la frente de su amada.

Y entonces, se durmió.

Otro lugar.

Un hombre trajeado miraba las estrellas a través de una ventana, lo que más destacaba de él eran las diez alas negras que estaban en su espalda.

"Kokabiel-sama"

El ahora conocido como Kokabiel se volteó viendo a un hombre de mediana edad vestido de sacerdote, su nombre era Balba Galilei.

-¿Qué ocurre Balba? -habló Kokabiel cruzando sus brazos mientras que observaba al sacerdote.

-Encontramos la Excalibur de Freed -informó Balba haciendo que los ojos del caído ganaran interés- La posee un joven llamado Son Goku.

-Son Goku... no me suena el nombre, ¿de quién se trata? -le preguntó Kokabiel con curiosidad, tal vez ese chico podría ser un buen adversario.

-Alguien sin importancia, pero lo interesante aquí es que reside en la misma ciudad que las hermanas de los Maou -comentó el sacerdote.

-¿En Kuoh? ¡Jajaja eso es fabuloso! -exclamó Kokabiel sonriendo- Bien, iremos a esa ciudad en dos semanas para recuperar esa Excalibur y divertirnos un poco. Esta paz es muy aburrida.

Balba Galilei asintió y se marchó de ahí, pero entonces una sombra emergió de la oscuridad.

"Ese chico derrotó al grupo que enviamos a esa ciudad y recientemente ha derrotado al heredero de la familia Phenex junto a todo su séquito"

-Oh, ¿eso es así, Satanael? -preguntó Kokabiel mirando a su amigo, un hombre vestido con una camisa blanca junto con jeans oscuros.

También tenía diez alas.

-Sí, no se trata de un simple humano... pero sólo es una piedra en el zapato, no representa amenaza alguna -habló sonriendo Satanael.

-Me lo imaginaba, un insignificante humano no será quien interfiera en mis planes -declaró Kokabiel mirando el firmamento con avidez.

Robar las Excalibur para crear una nueva guerra entre las tres facciones, ese era su plan. Aunque no contó con la presencia de ese tal Son Goku.

Pero sólo era una simple molestia que se encargaría de eliminar así como a la ciudad de Kuoh. Sí, eso haría dentro de dos semanas.

Con esto se termina la saga de Raiser, ¿les gustó? Espero que sí, y como leyeron se avecina Kokabiel... arco que ya tengo escrito.

Pero quiero power stones, quiero reseñas y comentarios; eso me motiva a seguir actualizando constantemente.

Tengan un feliz día/noche.

LordPhenex026creators' thoughts
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