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Capítulo 89

ALEX

Cada minuto que pasaba estaba más nervioso. Tenía ganas de pedírselo ya, y a pesar de que no sé qué es lo que va a pasar con nosotros luego de eso, sólo sé que seguiré con ella porque la quiero más que a nada en este mundo.

Ahora mismo estaba con mi abuela que había venido antes de lo acordado al parecer para aplacar mis nervios.

-Mi niño, no deberías de estar tan nervioso, esa chica te ama.

-No dudo eso abuela.

- ¿Entonces a que viene tanto nerviosismo? Nadie te está obligando a hacerlo, quisiste hacerlo tú solo. Puedes esperar más tiempo, sois demasiado jóvenes y tenéis mucho tiempo por delante.

-Pero es lo que quiero hacerlo abuela, sé que puedo esperar más tiempo, pero no quiero esperar más.

- ¿Entonces crees que si te lo doy estarás más tranquilo?

-Lo dudo, pero tendré que tenerlo yo, asique…

Estiré la mano para que me pasara el anillo que hacía un par de días que había escogido. Carlota me había acompañado, pero siempre me decía lo mismo, que el que debía escoger era yo, y lo tengo claro, por lo que al final acabé escogiendo el que más me gustaba y el que espero que le encantase a ella.

-Bueno, ahora como toda abuela responsable debo decirte que cuides a esa chica y no la pierdas de nuevo. Has sufrido mucho por ella y te costó recuperarlo, no creo que eso sea posible una segunda vez.

-Lo sé abuela, y no pienso estropearlo de nuevo. Te prometo que la cuidaré y no permitiré que le pase nada, de verdad.

-Eso no es a mí a quién se lo tienes que prometer sino a su familia y a ella, a nadie más.

-Me encargaré de eso.

-Bueno, pues en este momento te diría que te encargues de no babear por ahí y no quedar mirando para ella sin decir una palabra ¿está bien?

- ¿De qué…?

Me giré hacia la dirección en la que estaba mirando mi abuela y puedo ver a Gabriela parada mirando en nuestra dirección y creo que no iba a poder encargarme de lo que había dicho mi abuela, porque se veía hermosa, más que a nada en este mundo.

En el momento en que nos quedamos nosotros solos em acerqué a ella y pude ver cómo se sonrojaba.

-No tengo palabras para describir lo hermosa que te ves mi reina.

-No es para tanto.

-Claro que es para tanto, me dejaste sin palabras e hiciste que mi abuela me dijera que me encargara de no babear por toda la universidad y quedarme mirando para ti sin decir una sola palabra.

-Pero eso es fácil de hacer mi vida.

-Lo sé, pero eso es porque tengo la novia más hermosa de todo el mundo, por eso es fácil.

-Eres un exagerado, pero eres mi exagerado favorito.

-En el fondo lo sé, pero hay algo que no me puedo creer.

- ¿El qué?

- ¿Quién te ha convencido de ponerte tacones? Tengo entendido que lo odias.

-Y los odio, de verdad. Tengo unas sandalias en el coche, y no es que me convencieran, mi abuela uso la carta de que le gustaría verme con los tacones puestos.

-Ahora entiendo. Que sepas que te queda genial hermosa, ¿puedes girar un segundo?

- ¿Para qué quieres que me gire?

-Quiero admirar la belleza de mi novia, ¿es que no se me permite?

Le cogí la mano, las levanté y ella giró. Si antes ya había quedado embobado mirando para ella, ahora lo estaba más. No sé si es cierto lo que le habían contado de que su abuela le había comprado ese vestido, lo único que tengo seguro es que se veía hermosa en el. Se ceñía a sus curvas perfectas y que me había aprendido aquel día. El blanco hacía destacar más su piel morena. Podía ver la espalda hasta la parte baja que era dónde empezaba la tela y cuando la tuve de nuevo mirando para mí, no pude evitar mirar su escote, me estaba volviendo loco.

-Mi vida, mis ojos están más arriba.

-No lo puedo evitar, tienes un gran cuerpo preciosa y no puedo evitar mirarlo. Me estás volviendo loco y consiguiendo que no me saque una idea de mi cabeza que ahora mismo no es posible llevar a cabo.

-A mí también me gustaría poder admirar tus brazos, y esos abdominales que me vuelven loca, pero debo admitir que el verte con el traje me vuelve loca. Y claro está que esa idea que te estás montando en la cabeza en este momento no se podrá llevar a cabo, está toda mi familia y toda la universidad, pero tal vez habrá un momento para eso más tarde.

- Ik was me niet bewust van dat deel van jou, neef. Je was altijd de heilige, maar ik realiseer me dat je niet zo heilig bent als je ons deed geloven. (No tenía conocimiento de esa parte de ti, prima. Siempre eras la santa, pero me estoy dando cuenta de que no eres tan santa como nos hiciste creer.)

Es en ese momento que me giro para ver de la dirección que viene esa voz, sé que debe ser uno de sus primos, porque son los únicos que hablan en lo que están hablando hasta donde yo sé.

- En jij bent de roddel die op me wachtte, neef. (Y tú eres el cotilla que me esperaba, primo.)

- Het lijkt erop dat je een seksueel roofdier bent. (Parece que eres una depredadora sexual.)

Pude ver cómo se sonrojo y por instinto, empecé a acariciarle la mano. No sé de lo que estaban hablando la verdad, pero Kevin parecía estar divirtiéndose con lo que sea que le estaba diciendo a mí novia, mientras ella parecía algo incómoda.

- We praten over wie is het seksuele roofdier van de twee? (¿Hablamos de quién es el depredador sexual de los dos?)

-We wisten al van mij, maar niemand zal het van je verwachten. (De mí ya lo sabíamos, pero de ti nadie se lo esperará.)

-Ten eerste ben ik geen seksueel roofdier, ik ben gewoon opgehouden maagd te zijn, en ten tweede, laten we mijn seksleven opzij zetten en me beter vertellen wat je kwam lastigvallen. (Primera de todo, no soy una depredadora sexual, solo dejé de ser virgen, y segunda, dejemos mi vida sexual aparte y mejor dime a que viniste a molestar.)

-Venía a deciros que es hora de que vayáis a vosotros sitios, se puede decir que sois los únicos que faltáis, además, mamá quiere sacarse una foto contigo y te está buscando.

-Gaat u echt beginnen met de foto's? (¿De verdad va a empezar con las fotos?)

-Ja, je weet hoe het zit, maar laat me je vertellen dat het gezicht van je vriendje heel goed is, hij weet niks van waar we het over hebben, hij zou zelfs kunnen zeggen dat hij geen idee had dat je Nederlands sprak. (Sí, sabes cómo es, pero déjame decirte que la cara de tu novio es muy buena, no se entera de nada de lo que estamos hablando, incluso podría decir que no tenía idea que hablabas holandés.)

-Lo siento mi vida.

-No te disculpes, no pasa nada.

-Zie je? Hij is goed, niet zoals jij die soms denkt dat je hier bent om mij te irriteren. (¿Ves? El sí es bueno, no como tú que a veces pienso que estás para molestarme.)

-Si en el fondo adoras que me meta contigo.

-Creído.

Una sonrisa fue creciendo en los labios de Gabriela, por lo que supongo que no era la primera vez que pasaba eso, y supongo que lo que le dijo antes era para molestarla.

-De verdad digo que deberíamos irnos, pronto empezará la ceremonia.

-Puedes ir adelantándote, nosotros vamos ahora.

-En je met rust laten? Ik weet niet zeker of je het kunt laten om jezelf in zijn armen te werpen en iets te doen dat een publiek niet zou moeten doen. (¿Y dejaros solos? No estoy seguro de que resistas lanzarte a sus brazos y hacer cosa que no se debería de hacer un público.)

-A veces te odio Kevin.

Él se echó a reír y empezamos a caminar en dirección al salón de actos en dónde se haría la ceremonia. Nos sentamos en nuestros sitios y con el paso de los minutos, notaba como Gabriela se ponía más nerviosa, por lo que entrelacé nuestros dedos y empecé a pasarle el pulgar por el dorso de su mano para que se relajase. Lo que más me impresionaba era que yo cada vez estaba más tranquilo, cuando debería ser todo lo contrario porque iba a cambiar mi vida al completo.