[Talento elemental]

Finalmente, un anciano entró. Tocando su estomago, tosió dos veces con la intención de generar silencio.

El efecto esperado, sucedió. Ante esto, él sonrió y tomando aire, empezó a presentar un discurso programado.

"Hoy, un día bendecido, es mi placer observarlos de nuevo, en una nueva reunión trienal. Algunos participantes que anteriormente había prescindido su propia prueba, son Padres hoy, me llena de orgullo". Sonriendo dio listón una vez más, a su discurso de entrada. Había llevado a cabo el mismo trabajo, durante las últimas décadas.

"Como todos saben, la prueba consiste en dos actos. Utilizando los dos objetos benditos de nuestros honorables ancestros, 'La piedra angular del destino' y 'La campana del Templo de la Guerra'. Esto dictará el posible desempeño de nuestros pequeños gigantes, en las diferentes áreas que engloba lo militar e inteligencia a futuro".

"La destreza y talento marcial, habilidades estratégicas y para llevar a cabo operaciones, capacidades defensivas, logística y tecnología militar. Sin extendernos en demás roles específicos". Lo pronunciaba mientras extendía en forma vertical el brazo, a la altura de su hombro, mostrando su palma cerrada

"Y por otra parte, el razonamiento lógico, resolver problemáticas, deducción, planificación, análisis, la habilidad espacial, conexión cuerpo y mente, e innovación". Golpeándose tres veces la zona de su corazón, dio media vuelta de su posición original

"Ahora, prosigamos a la verdadera ubicación". Mientras adoptaba una postura de erudito, emprendía una caminata a escalones aún más inferiores

Esto se había extendido por unos minutos, pasando por áreas comunes. Sin estructura definida ni decorada en glamour, sin gloria ni honor. Sólo se presentaba un particular detalle que podía pasar desapercibido, y era qué, con cada minuto extinguiendose, las luces se presentaban con menor frecuencia

Finalmente, remplazando a las luces artificiales, empezaron a aparecer lianas que proporcionaban luz "natural", quienes se extendían por las paredes. Finalmente estás se reunían en un punto interconectadas, en un salón abierto

En este, además de las lianas y las luces que producían estás, se encontraban dos objetos, cada uno separado en una esquina diferente. En el lado derecho, una fuente que contenía liquido y que una extraña gota, la rociaba por periodos intercalados

Y por otro lado, en el izquierdo, una campana reposaba en silencio. Está mantenía grabados artesanales, produciendo una sensación de austeridad y repeliendo a otros de contacto alguno

"Finalmente, finalmente una vez más. El olor es peculiar... Bienaventuranza. ¡Bienaventurada nuestra familia, nuestros descendientes y el Dios Gigante!". El anciano había retomado de nuevo la palabra, con una gran sonrisa, empleando el papel de orador principal.

"Como en las practicas anteriores, el orden de pasar al frente, se realizará por orden alfabético". Las prácticas se habían decidido a empezar inmediatamente, sin ninguna ceremonia anterior

Las pruebas consistían en hundir la cabeza del niño en la fuente de poca profundidad. Está acción producía ondas sobre el liquido, que determinaban el resultado. 'Piedra angular del destino'

La campana consistía en una básica acción. Con el simple hecho de mantener la mano del infante sobre la superficie de está, producía vibraciones a partir de cuantas veces sonaba. 'La campana del Templo de la Guerra'

De está forma, uno a uno fueron pasando. El patrón que mayormente se repetía, era una demostración común o poco común

"Adreu, un año: Un total de tres ondas en la fuente y ha hecho sonar cuatro veces la campana. Demostración poco común y desempeño militar"

El niño regresó lentamente a su posición original, junto a su Padre, quién lo recibió con unas palmadas en su cabeza y palabras alentadoras: "Bien hecho, hijo mío. Desde hoy, pasaras más tiempo de calidad conmigo, ya que, ¡debes aprender a ser fuerte como tu Padre! Buhahaha".

"Darius, nueve meses: Un total de tres ondas en la fuente y ha hecho sonar dos veces la campana. Demostración común y desempeño en inteligencia"

La madre del infante, no demostró decepción alguna ante los resultados, si no que, lo había acogido entre sus brazos con una sonrisa cálida, colmandolo en amor

Eras, quién era una niña de tres años, cuando fue su turno, paseó con gran gracia a su destino. Con confianza se paró frente a la fuente, la primera prueba, esperando a su anciana abuela para que la alcé

Finalmente, cuando la distancia entre el suelo y ella, le causaba vertigo: Fue levemente hundida en el agua. Esto ocasionando una leve agitación en la fuente, que concluyó con cinco ondas causadas

Ante este resultado, ella dibujó una radiante sonrisa con sus dientes subdesarrollados, expresando su gran felicidad. La cual contagió a su anciana abuela

"Felicidades, corazón; Pero aún falta la prueba marcial, sé que lo harás fantástico. Vé". Aunque la señora mayor no expresaba abundante felicidad, se sentía orgullosa por su nieta en su interior

La nieta con disciplina, realizó caso a las palabras de su abuela. Yendo rápidamente, y sin ninguna precaución, colocando sus manos sobre la campana, por su ya sistema emocional caótico

Pero contra las expectativas de todos, está produjo un retumbar, ocasionando vibraciones que incluso, hicieron revolar el cabello mojado de Eras

Reuniéndose la energía al rededor y al resonar de siete veces retumbantes, está despidió siete lazos energéticos que reflejaron la imagen ilusoria de una lanza que despedía una sensación de antigüedad a su al rededor. Con una leve aura dorada y desprendiendo olor a hierro...

Esto hizo reproducir diferentes reacciones entre los diferentes individuos. Hubo quienes se petrificaron, y otros que simplemente se sorprendieron. Otros se alegraron o envidiaron

Los niños circundante que mantenían una leve conciencia, no podían mantener la boca cerrada, debido a la fabulosa demostración de colores brillantes

...

"Eras, tres años: Un total de cinco ondas en la fuente y ha hecho sonar siete veces la campana, produciendo una visión. Demostración sobresaliente y desempeño militar"