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[Resonancia]

El silencio era perpetuado en el salón, siendo interrumpido ocasionalmente únicamente por el sonido de cubiertos. Utensilios de plata que apuñalaban.

Por la ventana vio a los rayos solares que traspasaban, los cuales iluminaban su hogar.

Rayos que no alcanzaban a las flores sobre el florero...

'¿Existirán los vampiros en este mundo?'. Pensó Federick mientras observaba el accionar con sus utensilios. Ocasionalmente a su madre.

Especialmente sus ojos rubíes, que escondían un suspiro arrebatado en los fondos de los mismos.

"¿Eres una vampiro?". Preguntó repentinamente, sin observar las posibles reacciones.

"¿Vampiro? ¿De dónde has sacado eso, Federick?". Preguntó Perla con sorpresa, la cual brillaba en sus ojos saltones.

"Lo leí en un libro; sólo un concepto. Según son seres encantadores, bellos y sus ojos tildan de un rojo carmesí". Respondió Federick, observando atentamente el rostro de su madre.

"En mí compresión, en los textos míticos los describen como seres deformes y horribles". Comentó Perla mientras reía de las palabras de su hijo, con gracia mientras tapaba sus labios con su mano delgada.

"Además, detestan la luz; ¿Cómo podría vivir sin disfrutar de la luz solar, mientras comparto experiencias con infinidad de personas?". Complementó Perla a sus palabras, con una sonrisa mientras observaba al apático de su hijo.

"¿Textos míticos?". Preguntó Federick con duda. De todas las palabras, esas habían sido las que habían disparado su curiosidad a un pico.

"Me refiero a los textos referente a la mitología antigua". Mencionó Perla mientras cortaba su comida.

Ante esto, Federick se decepcionó. Había pensado que se refería a escritos específicos, pero la realidad era diferente.

"Supongo que el mundo es vasto, mágico y variado; dónde coincidentemente también perteneces a la aristocracia en otra realidad". Comentó Federick con una sonrisa, intentando reestablecer su elogio.

"Mágico más allá de la magia". Comentó Perla al comentario de su hijo, con una sonrisa floreciendo en sus labios.

"No iré en contra de ti, pero aún sigo prefiriendo las acciones mágicas descritas en los libros; las victorias sobre bestias gigantescas, acciones supernaturales y los milagros". Complemento Federick mientras observaba las expresiones de su madre.

"¿Oh? Veo que te agrada bastante ello... ¿Qué es lo que prefieres?". Preguntó Perla mientras observaba con fanatismo a su pequeño hijo.

Fue en este momento que se encendió la llama capaz de devorar rápidamente al explosivo.

"Me gusta leer sobre bestias gigantescas, capaces de llevar poblados enteros sobre sus alas. Hombres con la fuerza suficiente, para recorrer continentes; esa capacidad de conectar y llevar la comunicación me fascina". Dijo Federick con rápidez, pero claro. Sus ojos brillaban, con obvia fascinación.

"Nunca me habías dicho nada sobre eso". Dijo Perla, mientras observaba las acciones infantiles en paralelo de su hijo.

"De hecho, tuve un sueño recientemente... Donde un humo azul cobraba vida en las alturas, los ciudadanos aumentaban, común transporte común y direccional, capaz de conectar los poblados en masa". Comentó Federick, mientras recordaba el sueño que no existió.

"Parece un sueño fabuloso según describes, hijo mío". Comentó Perla.

"En eso es en lo que te equivocas; ya que, fue en ese momento en el cual comprendí que soy el Príncipe de la Sabiduría". Respondió Federick seriamente, su expresión napoleónica.

Ante estás palabras, simplemente recibió una mirada consternada de Perla, quién esperaba que se explayara.

Pero para aumentar está, su hijo se dedicó a retirar sus platos. Acción en la cual tardó un minuto; pero con la finalización de esta, trajo un papel enorme a la mesa descubierta.

"Mira aquí, mis sueños no son imaginativos, sino una realidad sin éxito y poco alcance". Dijo Federick mientras señalaba al papel con significativos escritos.

"A partir de mí sueño, me dedique a estudiar e investigar; con resultados fructíferos. En él, Zeddmon, un entusiasta mágico y empresario de gran éxito, se hallan los resultados primerizos". Dijo Federick a su madre, quién curiosa se acercó con curiosidad.

"De hecho, me resuena este nombre. En su momento me sorprendí el poco impacto que supuso su muerte a nivel público". Dijo Perla mientras pensaba.

"Exacto... Él impulsó sus ideales a la realidad; contratando mortales en condiciones favorables, capaces de sobrellevar una producción masiva. Pero sus oponentes fueron numerosos como fuertes". Empezó Federick con una emoción diferente, finalizando con clemencia en su voz.

"Luego de su muerte, sus proyectos, que eran sus empresas, fueron completamente desmantelados y finalizó con un despido masivo". Dijo Federick con intriga.

"¿Sabes el... Porque?".