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[Fricciones]

El cielo estaba totalmente despejado. Horizontes sin fin eran visibles, donde diferentes aves cumplían con su labor sin fin.

Era un día caluroso, donde el sol colgaba impecablemente. El rocío se había evaporado hace mucho, y el ciclo estaba rodando.

Ciclo comprendido por diferentes personas, infinitamente variables en la ecuación. Pero cumpliendo un mismo fin: Vivir.

No vivían respirando, sino cumpliendo diferentes labores; a causa de diferentes razones, mundanas, efímeras o primordiales.

Rubros primordiales para la sociedad, o efímeros para la misma. Como la rueda, rodaba hasta un efecto gradual.

Comprendido por diferentes piezas, para su estado de finalización perfecto.

"¿Perfección? Obviamente es la mayor virtud, aquella que se consigue a través de la combinación homogénea de distintas. Es el conocimiento confiado por diferentes y respetables ancestros". Dijo un hombre con la cara limpia y la barba cuidada, mientras señalaba a otros hombres.

"Estás equivocado, ya que no la ostentas. Si fuera diferente, considerarías las innumerables perspectivas distintas en este extenso mundo". Dijo uno de los hombres con la cara llena de suficiencia. Se encontraba erguido y cómodo, con el pecho descubierto.

"Tu propio argumento es...". Decía otro de los hombres hasta que fue interrumpido.

"¡Ustedes, sabios e inteligentes, todos, estáis equivocados! Perfección... Es sobrenatural". Comentó un anciano con suspenso.

"La perfección son sus mujeres. ¡Voluptuosas y seductoras, me causan eventos sobrenaturales!". Terminó el anciano con una risa estridente, mientras levantaba sus brazos engrasados con locura.

"Perdonen a mí compañero por ser vulgar e ignorante... Quiere decir que mueven cosas sin tocarlas". Gritó otro hombre de mediana edad, quién trabajaba con el anciano.

Tal evento, sólo fue separado por una calle. Por la cual un carruaje se abalanzó sin cuidado, su paso apresurado.

A pesar de la cólera de los intelectuales, sólo pudieron demostrar modestia ante el carruaje.

"¿Has visto? El carruaje pertenecía a la familia Avens. Es extraño, suelen ser modestos y no tan arrogantes". Comentó uno de los aprendices del intelectual de la barba cuidada.

"Tienes razón". El maestro se limitó a únicamente dos palabras para una oración, debido a la cólera aún ardiendo en sus entrañas.

De hecho, la familia Avens era reconocida debido a su modestia a pesar de su posición. Por lo que, era extraño.

Pero su sorpresa aún era ignorante, debido a que no tuvieron la oportunidad de reconocer al miembro que viajaba en el carruaje en cuestión. Quién era David Avens, el patriarca de la familia Avens.

Prestigioso y bondadoso, era su imagen pública.

Recientemente había estado desaparecido del ojo público y político. Únicamente sus más cercanos eran capaces de verlo.

Por lo que, también era extraño el viaje que realizaba. La dirección estaba clara así como su posición.

Se dirigía hacía la mansión de la familia Liu, ya que se celebraba otra reunión comprendida por su grupo de tres: Fan Liu, Sifu y él mismo.

Su mano estaba inquieta, golpeando excesivamente el asiento acolchonado. Sus uñas gastadas...

Pluralidad.

Cuando finalmente llegaron, la mansión no había cambiado. Su imágen intacta a sus recuerdos, pero no prestó atención a los detalles.

Fue redirigido rápidamente al lugar establecido para la reunión privada. Está vez, no le dio oportunidad al sirviente, golpeando una sola vez la puerta.

Las cuales lentamente se abrieron. En su interior ya se encontraban los otros dos individuos.

Los dos charlaban a pesar de la nueva presencia. Sifu se encontraba con una sonrisa, mientras juntaba sus dos manos.

Fan Liu conversaba animadamente, su voz grave mientras comentaba diversos temas.

David tuvo que fingir toser, para saludar. Con una sonrisa falsa, entregaba su única mano en un saludo efímero.

Ante esto, uno reaccionó sorprendido y el otro con naturalidad. Uno saludó atónito y el otro, con las dos manos.

"Fan, Sifu; espero que no atente contra sus intereses el sentarnos para discutir". Dijo David de forma reseca, con la voz rasposa. Mientras tomaba asiento sin mostrar modales.

"Querido amigo... ¿Qué te ha sucedido?". Preguntó Fan Liu, la preocupación palpable en sus palabras.

"Sí, estoy manco... Supongo que ese será el eje de está reunión crepúscular". Comentó David sarcásticamente.

Observó con atención las expresiones de sus dos acompañantes. La preocupación de su amigo era real, pero en el rostro de Sifu aún permanecía un leve rastro de su anterior sonrisa.

"Pero me sorprendo tu semblante... Fan. ¿Acaso no te preocupa los eventos recientes?". Preguntó David con duda.

"Ehm... Sí, supongo". Comentó Fan Liu de forma dubitativa, observando al suelo en el momento de contestar.

"A pesar que Fan Liu fue quién insistió en primera instancia, tú también estuviste involucrado, Sifu. ¿Cuales son tus pensamientos?". Preguntó David sin arrepentimientos.

"Sabes, me dicen 'Bambú viejo' debido a ser antiguo, noble y resistente... Eso desde hace dos siglos. Mí recomendación es que no nos inquietemos, seamos precavidos y lógicos. Aún es muy verde, y el té en ese estado, no es de mí gusto". Dijo Sifu de forma carismática, mientras bebía de su té con etiqueta.

"Eres gracioso... Dices ser antiguo y noble, pero no superas la ignorancia de un vil humilde. Estamos hablando de la aristocracia verdadera, y esto fue a causa de ello". Comentó David en voz baja y grave. Su mano temblaba, causando que el té hirviente cayera en su mano.

A pesar de esto, no tuvo reacción. Su semblante no cambió, mientras observaba atentamente el té en su taza.

"Hablas de lógica... Bueno, hemos jugado con fuego y por lógica, nos hemos quemado". Dijo David mientras se levantaba.

"No sé altere, Señor David". Dijo Sifu, intentando calmar el ambiente de manera ineficiente.

"Así como mí brazo fue cortado y desintegrado, dispongo que así sea con nosotros, tres gatos locos". Dijo David sarcásticamente, con una risa con tintes de locura temprana.

Cuando David se retiró, ninguno de los otros dos participantes se levantaron de sus asientos.

Fan Liu sudaba.

Sifu mantenía un semblante muy diferente.

"Tranquilo, todo mejorará". Dijo Sifu con una voz escalofriante.

Se levantó hasta la posición de Fan Liu, acercándose íntimamente.

"Lo juro, lo juro, lo juro". Sifu repitió con locura, sus ojos fanáticos.

"Gracias, Sifu". Agradeció Fan de forma mecánica, mientras le plantaba un beso en la frente arrugada de Sifu.