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¿La luz de mí corazón?

Se dice que cada sueño tiene un significado para cada persona, otros tienen la idea de que son visiones de tus vidas pasadas o futuras. ¿será cierto? La incógnita que una joven llamada Amanda se planteará al comenzar a tener sueños que continúan con una historia que no tendrá sentido para ella tanto como su vida, pero al conocer a un joven de cabellos dorados sus pensamientos cambiarán llevándola a enfrentar un mundo en el cual deberá sufrir un cambio por los 4 seres que ayudaron a crear la vida. Entre lágrimas y sangre deberán afrontar al mal que acecha y trata de desviarlos del camino del bien para hacer caer al mundo, pero gracias al poder de los míticos seres elementales que renacieron nuevamente para detener el mal aún que cambiando sus vidas. Elementales contra Jinetes del Apocalipsis. ¿quién ganará la batalla?

Soul_diamond · Fantasy
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40 Chs

Capítulo 1: ~ ¿Quién eres? ~

La fresca ventisca de la mañana, daba por hecho que ya era otro día más de esa maldita estación que él odiaba más, el invierno.

Como todos los días a la primera hora del día, el joven Ethan, debía hacer sus deberes, y uno de los primeros con los que debe cumplir es el colegio.

Después de alistarse para el colegio se despidió de su madre quien solo sonreía con alegría al saber que su hijo estaba a punto de concluir la preparatoria.

Mientras que por otro lado, el joven de tan solo 18 años se encontraba pensativo ante un sueño que había tenido noches anteriores donde hablaba con una joven, (de la cual desconocía por completo).

Ni con el frío aire de la mañana sus pensamientos no se veían interrumpidos, ya que él solo quería saber el motivo por el cual "esa joven" aparecía en cada sueño, no es que fuese frecuente soñar con ella por que no era así, cada cierto tiempo podía soñar con esa chica y este mismo día la volvió a ver en ese mundo tan fantasioso y misterioso.

Mirando al cielo.— ¿Quién serás?....— se preguntó así mismo mientras el viento hacia bailar su cabello dorado.

Ethan no logró evitar sonreír al sentir una calidez en su pecho la cual era seguida por un pequeño cosquilleo en su estómago, dándole a entender que algo en tenía esa joven para que le provocara esa reacción involuntaria por parte de su cuerpo.

— Esto es un poco extraño, no puedo recordar tu rostro, por más que lo intente no puedo olvidar de ti y de esa dulce voz llamándome...— el pensó.

El pobre joven solo se mantenía tranquilo, o eso suponía transmitir, ya que por dentro sus pensamientos eran un caos a causa de aquel sueño, aquello si que le dificultaría prestar atención a las clases.

Mientras que en algún lado del mundo, se encontraba una joven castaña a punto de irse a su dormitorio, pero esa sensación de calidez la invadió, provocándole una sonrisa boba, cosa que a su madre le preocupó.

— Hija, ¿te encuentras bien?.— interrogó su madre.

Desvió la mirada.— Claro mamá.— contestó para darse la vuelta y llevarse las manos a su pecho.

— ¿Estas segura?, últimamente has estado muy distraída y... como decirlo..— dijo con un tono de preocupación.— rara...

Ese fue un golpe un poco duro para la joven, pero poca importancia le tomó ante aquellas palabras de su madre ya que siempre se lo decía o criticaba su forma de ser, así que solo sonrió y se despidió de ella para irse a dormir.

Al subir a la segunda planta de su hogar, solo se dirigió hacia el pasillo para ir a su habitación. Con el sentimiento de calidez inundando su ser, solo se dejó caer en su cama y con una sonrisa solo abrazó su cachorro de peluche.

— No sé que es esto..— desvió la mirada.— pero, me gusta mucho esta calidez, me hace sentir que no estoy sola.— soltó al peluche y miró al techo.— incluso me da seguridad.

Aún con una leve sonrisa plasmada en su rostro, solo se cubrió con sus sábanas parra tratar de conciliar el sueño ya que al día siguiente tenía que ir a la preparatoria.

Tardó un poco para dormir pero cuando al fin logró caer rendida en los brazos de morfeo, se encontró con aquel joven, quien le causaba felicidad, pero no sabía el por qué siempre quelo veía él le hablaba con tanta confianza.

— ¡Hey!, Amy .— él joven saludó un poco emocionado.— ven te quiero mostrar algo...

Dudó un poco en seguirlo, pero el muy descarado tomo su mano y la llevó hacia un templo que se encontraba en medio de una selva. Al estar frente aquel monumento subieron las escaleras para admirar aquella hermosa vista del lugar, mientras aún sostenía la mano de Amanda, Ethan solo se sentó en el escalón, acción que ella imitó.

— Amy...— dijo aún tomando su mano.— ¿recuerdas lo que nos habían dicho aquellas personas.— le preguntó el joven muy entusiasmado.

La chica solo tomó un tiempo para pensar en lo que se refería aquel rubio, lo cual solo fijó su mirada hacia la nada para después hablar.

— Dijeron que nos pondrían una prueba...—habló mientras mantenía su semblante lleno de seriedad para después dirigir su mirada al joven.— pero que no estaríamos solos, según ellos, habían mencionado que habría otros jóvenes compitiendo por los mismos 4 puestos....

El joven rápidamente tomó ambas manos de Amanda para mirarla a los ojos, Amy se confundió por aquella acción de su parte, ya que su comportamiento cambió drásticamente.

— ¿Y si...?.— la voz de él se cortó, provocando preocupación en ella, quien solo se acercó a él para abrazarlo.

— Tranquilo, se que podrás pasar esa prueba...— en esos momentos trataba de alegrar a aquel joven que le había estado siguiendo durante la extraña travesía de sus sueños. Desde que se acercó a ella y le habló con mucha confianza se convirtió en su amigo y debía ayudarlo a tranquilizarse como el siempre la ayudó.— te lo aseguro Ethan....

— ¿Pero... tú?.— con gran fuerza la abrazó, provocando un ligero rubor por parte de la contraria.— no se, pero quisiera que tu también pasaras la prueba, porque.... yo...

— ¿Tú?.— interrogó Amanda ante la pausa que  había tomado el chico.

— Es que tu...

Las palabras del joven fueron interrumpidas por aquella fastidiosa alarma, que la había despertado de aquel sueño, que a su parecer era raro, por así decirlo.

Amanda solo se levantó de su cama para después ponerse las pantuflas y dirigirse al baño a lavarse la cara. Cuando el agua cayó en su rostro, ella fugazmente pudo recordar el rostro de aquel joven de sus sueños, provocando un leve rubor en su rostro.

En un susurro casi inaudible dijo;— Ethan.... lindo nombre.— al pronunciar aquel nombre el rostro de aquel joven se hizo presente, provocandole curiosidad.— ¿quién serás?...

Aquellos pensamientos fueron interrumpidos por su madre quien la estaba apurando, ya que se le estaba haciendo un poco tarde para ir a la preparatoria.

— Ya me voy mamá.— dijo para despedirse y salir corriendo de su casa, ya que en poco tiempo pasaría el camión que la llevaría a su colegio.

Al abordar el camión, seguía perdida en sus pensamientos, tratando de recordar el nombre y la apariencia de aquel joven, quien le había desconcertado por aquellas palabras:

—"Quisiera que tú también pasaras la prueba"...

Palabras que resonaban en su cabeza, la oración de la que no sabía lo que significaba, provocando que no se diera cuenta de que ya había llegado a su destino, que si no fuera por sus amigas, Amanda aún seguiría en el camión.

Al llegar a su aula, trató de contarles a sus amigas sobre aquel sueño, pero para su desgracia, ya no recordaba el nombre del joven ni su apariencia, cosa que la desesperó un poco y más aún al tener a sus amigas haciéndole preguntas respecto al joven.

— Ya les dije que no recuerdo...— dijo por tercera vez a una de sus amigas, quien quería saber más sobre aquel sueño raro.

— Entonces.. ¿lo conoces? ....— interrogó otra de sus amigas.— ¿si lo vieras hablarías con él?, ¿nos lo presentarías?. ¿es guapo?

En ese momento se sentía frustrada, o mejor dicho fastidiada, ya que cada pregunta que le hacían no la podía contestar, y más cuando se trataban de aquel joven.

— Es mejor que dejemos esto de lado...— suspiró pesadamente para prestar atención a su maestra quien seguía explicando un tema que en ese momento Amanda desconocía.

El día paso lentamente, provocando mayor irritación en ella, llegando al punto de que casi quería regañar a una de sus amigas por hacer una pequeña broma, pero solo se contuvo.

— Quisiera dormir para volver a ese chico...— pensó, ya que ese tema de la prueba desconocida la había dejado con cierta curiosidad.