Temiendo que su corazonada se volviera una realidad, Abel se camino lentamente por el sendero hasta que finalmente pudo comprobar que desgraciadamente estaba en lo correcto
—...—Completamente consternado con lo que estaba viendo, Abel se quedo paralizado y en silencio, apreciando lo que la niebla acaba de revelar.
Adelante del viudo, podía observarse una simple y gastada valla de madera, la misma estaba bastante corroída por el paso del tiempo, por lo que cada una de los tablones que constituían la valla estaban en pésimas condiciones, algunos con musgos, otros con hongos y prácticamente todos partidos, dejando a la valla prácticamente inutilizable más que para indicar que la propiedad delante de alguien le pertenencia a alguien en particular.
Abel aprecio la vaya de madera por unos cuantos minutos, entendiendo el problema en donde se encontraba ahora mismo, puesto que no recordaba ninguna parte del pueblo que tuviera vayas de madera, dado que las pocas que habían fueron hechas con piedras sacadas de las minas. El viudo trato de hacer memoria por un tiempo, sin embargo siguió sin recordar ver estas vayas en el pasado, pese a que realmente paso mas de una década desde su anterior visita a este lugar, por lo que no seria raro que se haya olvidado de este detalle.
—De todas formas, algo esta mal en todo esto…—Comentó Abel mirando el suelo con cuidadosa atención y efectivamente sus sospechas se confirmaron: El sendero dirige a una vaya, pero no había puerta alguna en la vaya y la misma se extendía hasta donde la visión de Abel alcanza a ver gracias a la niebla, por lo cual la pregunta nacía en cualquier persona con cordura : Por que había un sendero que diriga hasta esta zona?, quien caminaba tan frecuente por este lugar?, y si lo hacia, por que nunca se molesto en construir una puerta en la vaya o al menos sacar unos tablones para simplificar el paso por la misma?.
Con muchas preguntas pasando por su cabeza, Abel procedió a acercarse a la vaya de madera hasta tocarla. Sintiendo la humedad y el musgo en los tablones, el hombre trato de levantarlos, pese a ello los mismos eran bastantes pesados incluso estando secos y con tanto musgo y hongos claramente no eran faciles de levantar, por lo cual Abel desistió de la idea, temiendo romperlos en el proceso de hacer fuerza y incrementar asi la multa que probablemente se veria forzado a pagar una vez que alguno de los guia lo encontrara.
Abel miro a la vaya por unos cuantos segundos y finalmente noto que dos tablones de madera estaban lo suficientemente rotos como que uno pudiera pasar por abajo de la vaya agachandose con algo de cuidado, siguiendo esa idea, el hombre descubrió que el sendero parecía continuar pasando la vaya por lo que lo mas inteligente ahora mismo era terminar este sendero y llegar al lugar a donde se suponia que debia llegar al seguir este camino, probablemente ese sitio sea mas seguro que estar perdido en el medio de la intemperie entre esta densa niebla. Si por casualidad pisara mal y se rompiera una pierna, o si por desgracia una serpiente salia a modelo por caminar descuidadamente cercano al arbustos donde se escondía, entonces Abel temía que nadie podría acudir en su rescate.
Con cuidado de no lastimarse, Abel paso una pierna entre el espacio entre los tablones de madera y luego agachándose logro pasar al otro lado de la vaya, mirando el piso con preocupación de no perder el bago camino en el suelo, unicamente por que el pasto verde en el suelo parecía mas pisado que en los alrededores, el hombre reanudó su lenta caminata, esperando que tras este sendero se encontrara realmente un lugar donde pudiera sentirse a salvo de los eventuales acidentes.