Ante la pregunta Martin se quedó unos minutos en silencio, pensando y reflexionando por unos cuantos minutos, los cuales ciertamente parecieron horas para el nerviozo Abel quien creía que había terminado de ofender a este pobre joven lunático. Finalmente, Martin rompio su silencio y comento:
—No se como Klein lo hacía, pero recuerdo verlo visto una gran cantidad de vece salvando a los animales que traía para jugar. Pero tienes razon, no lo habia pensado, yo interfiri en tu mundo al abrir la puerta, no obstante eso solo fue asi por que yo me habia metido a esta habitacion pensando que te enontraria aca dentro, no obstante no estabas aca adentro y cunado comencé a preguntarme si me habia confundido tus instrucciones escuche la puerta ciendo golpeada, con bastante miedo espere un rato, hasta que reconoci tu voz gritando desde el otro lado.
—Por que te tardaste tanto en abrir la puerta si reocnociste mi voz?, casi me matan!—Grito Abel inconscientemente.
A lo cual el aparentemente joven demente, no desespero y con calma respondió :
—Hazte un favor y por primera vez ponte en mi lugar. Yo entro a esta habitación para ver que hay adentro y me encuentro con un hombre misterioso el cual aparentemente sabe muchísimo de este lugar, al punto que sabía cuándo es que yo vendría a esta habitación y me asegura que solucionará todos mis problemas y matara a Klein, a cambio el hombre misterioso me pide que cuando yo compruebe que Klein está muerto regrese a esta habitación a contarte lo que te estoy diciendo y entregarle esa pintura rara. Luego salgo, con muchísima dudas verificó que Klein no arruina mas mis planes y con felicidad regresó a esta habitación para encontrarla vacía, entonces escucho la puerta siendo golpeada y luego unos gritos raros pidiendo ayuda. La gran pregunta que cualquiera tendría es por que carajos la persona que me acababa de ayudar a mi ahora necesitaria mi ayuda en algo tan sencillo como entrar en este cuarto. La respuesta ahora es obvia, pero antes no comprendía por qué me dijiste que te contara todo esto, pero sabiendo que perdiste una buena parte de tus recuerdos para matar a Klein ahora entiendo perfectamente por que necesitabas mi ayuda.
—Pero incluso si yo te dije eso, como es que sabías la fecha exacta cuando requeriría mi ayuda?, además que gano yo de todo esto?, yo quería matar a Klein?, probablemente sería ciertos si hubiera descubierto que el mato a mi hija, pero por tu descripción este sujeto es el héroe de la historia y yo el villano—Cuestiono Abel sin dudas realmente, dado que entendía que el lunático era otra pobre víctima y el hombre gordo debía ser otro cómplice de Klein aun activo en la tarea de arruinar vidas ajenas. Sin embargo, Abel estaba decidido a denunciar a este cómplice nomás tuviera la oportunidad, por lo que sus verdaderas intenciones en estos momentos era estar toda la información que Martin tenía sobre Klein, pese a ello la tarea no era nada simple, puesto que el pobre no estaba en sus cabales.
Martin puso las dos manos atrás de su cuello y acomodando contra la pared, demostrando la falta de apuro, explico con detalle lo que creia que habia pasado:
—Klein era una molestia para todos y probablemente su idea de creerse un héroe capaz de salvar a todos los condenados terminó provocando que molestara a alguien que no debía molestar y esa persona fuiste tu, la razón la desconozco. Por lo demas, la razon por la cual nos cruzamos en esta habitación en el momento oportuno ya te la había explicado, en la paradoja de tiempo en donde vivimos, el tiempo es redundante, somos protagonistas de una historia, los años que pasaron en tu historia son segundos en la mia y lo contrario también pasa. Por lo que no es una cuestión de tiempo, es cuestion de que nuestras dos historias se conectan y al entrar a esta habitación nuestra historia deben conectarse, lo interesante es que es un deber y no una opción, por lo que pasaron años desde la última vez que no vimos en tu historia y en la mía esos años fueron unas cuantas horas. La primera ves que me contaste esta tonteria yo tenia tu misma cara que cuando ahora la escuchas desde mi boca, por lo que no me molesta si me miras con un demente o un idiota…en definitiva el tiempo me va a dar la razon.
—Yo no te miro como idiota, creo que estas batante cuerdo y que tus palabras son muy utiles para ayudarme…—Comento Abel forzando a disimular que pensaba exactamente lo contrario a lo que estaba diciendo—Pero volviendo a lo importante, este Klein, el heroe de las historias esta muerto y por tanto los villanos ganamos, pero lo importante es que tu mencionaste que Klein era un salvador, la ultima gran esperanzas de las pobres almas condenadas por los enfermos mentales que protagonizan este mundo. Pero al mismo tiempo, también recuerdo que mencionaste que las personas que son condenadas a venir a este mundo mueren en la realidad, como se supone que Klein las salve?, es decir, si de verdad este guia hubiera salvado a una sola alma, por ejemplo el de una niña, rubia, de casi 7 años y de ojos celestes, entonces esa niña debería haber podido escapado de este lugar y podría haberle advertido a la policía lo que verdaderamente ocurre en este lugar maldito.
—No, los protagonista secundarios salvados por Klein no pueden escapar de este mundo, lo unico que hacia Klein era salvar sus almas de la condena impartida por los por crueles protagonista principales—Responidio Martin
—Es decir que Klein mataba a estas alamas condenas para evitar una muerte peor?—Pregunto Abel con dudas.
—Eh…no, estimo que no…sino hubiera visto los cadaveres de los animales, por lo cual lo mas probable es que el se los llevará a su mundo para mantenerlos con vida en ese lugar, lejos del alcanze de los protagonistas—Respondio Martin con dudas
Tras escuchar la respuesta que no esperaba escuchar, Abel se abalanzo como un demente al joven sentado con comodidad sorprendiednolo y tomandolo de los hombros lo sacudio mientra gritaba con depreciación:
—¿Dónde?, ¿dónde carajos está ese lugar donde Klein dejó a las víctimas?, como encuentro el mundo de Klein? viste a una niña que se me parezca a ese lugar, muchacho?, viste a mi hija?
—No…tranquilízate y te darás cuenta de que ya sabes la respuesta, como te mencione: Klein murió, tu lo mataste…—Respondió el joven con más calma de la quedeberia tener en la situación, empujando Abel de un manotazo, provocando que el hombre rodara por el suelo.
—Lo siento,muchacho, no quería incomodarte, solo es que la posibilidad escuchar que mi hija este sana y salvo en un lugar me dio algo de esperanzas…—Respondió Abel de inmediato, sabiendo que si o si necesitaba obtener información de esta joven víctima—Sabes por casualidad que ocurre como el mundo de alguien cuando este muere?
—Si termina la historia, desaparece el mundo, la misma se repite incansablemente siempre y cuando un lector quiera malgastarse en leerla—Respondió Martin con calma.
—Es decir que con la muerte de Klein todos los personajes secundarios mueren con él?, acaso no hay historias con finales felices donde todos viven felices para siempre lejos de los villanos?—Preguntó Abel tratando de seguir la lógica de este joven.
Martin no se molestó por el arrebato de Abel y buscando mantener su postura de que tenía la situación bajo control volvió a poner sus dos manos atrás de su cuello y con calma comentó:
—Supongo, puede ser, no lo se, nunca fui al mundo de otro, no se como Klein lo hacía y tampoco conozco a otra persona que sepa como hacerlo y mucho menos sé que es lo que ocurre de verdad con los protagonistas secundarios cuando un protagonista muere. Si esa es la gran pregunta que viniste a responder con tu retorno a Golden Valley entonces deberías buscarla, al menos sabes que Klein entraba a otros mundos a interferir en las historias de los demás, por lo cual no es imposible lograrlo.