webnovel

¡Séptimo Elemento! Guerra de realidades.

Alex Strong es un joven que habita en uno de los Sectores más pobres de una inmensa fortaleza que fue construida para soportar todo tipo de tempestades. En un mundo que fue cambiado con la aparición de grades cristeles a los cuales se le llamo “Elementos” Y por ellos fue que se crearon estas ciudades “Elementales” que tenían como tarea general, dar refugio y aguantar cualquier tipo de catástrofe que amenace a la humanidad al completo. Pero si bien el mundo está dejando atrás este miedo... hoy se enfrenta a un sistema que está matando a miles, destruyendo cientos de familias y sus sueños. Alex podrá experimentar la injusticia en su propia carne y terminará cayendo en la desesperación de asesinar para sobrevivir. Un joven común o quizás algo antisocial, tendrá que estar frente a una de las mayores masacres civiles de que ha dado el Alto Mando y tendrá que escapar de cualquier forma posible. Esto solo será el inicio de un largo camino que buscará generar un cambio absoluto o destruirlo todo y balanza. Pocas son las opciones donde la brecha es muy corta y nuestro protagonista entrara en la disputa de ser un héroe o un cruel villano... Sin importar cual sea el motivo, deberá decidir avanzar o morir.

vitalparalle4 · Fantasy
Not enough ratings
12 Chs

Viajero de recuerdos-Parte 5

¿Cómo decirte más acerca de este mundo?

¡Historia eterna llenada de eslabones modificados que se unen para crear una gran pirámide donde el primer eslabón es considerado el poder más increíble y capaz de moverlo todo!

¿Sirvió?

No lo creo ¿Verdad?

Mejor vamos poco a poco desenterrando un mundo que se vio obligado a cambiar y experimentar cosas que nunca imaginaron.

Agarrados de la cola y pescados del pescuezo. Una nueva vida que parecía mejor... pero era patrocinada por muros y rejas que no podías cruzar.

Muchos fueron los factores, que llevaron a que terminara de esta forma...

Y el primero de todos...

Tiene que ver con...

El día...

O más bien la noche que es azotada por una gran tormenta, expandiendo sus fuertes lluvias con unas feroces ráfagas de viento que a cualquiera haría temblar... Los techos son testigos de su impecable poder.

Los Elementos causan estas potentes tempestades. Pero todo era resultado de algo mucho más complicado.

La tierra se volvió un habitad muy difícil, de terrenos cambiantes en forma y alturas, con cielos que se nublaran de un momento a otro y podrían dejarte en medio de una gran inundación.

Como es de esperarse, se cree que fuera de las ciudades que aquí lees no existe la vida humana, porque es imposible sobrellevarla.

Y tampoco es que existan muchas de estas ciudades.

Pero ni con eso la humanidad estuvo dispuesto a dejar caer la espada y ahora al igual que la Familia Strong... Todos son protegidos por estas duras estructuras fabricadas para enfrentar las catástrofes y tempestades.

Las fuerzas de la naturaleza se podrían activar en cualquier momento. Es una realidad que ya todos asimilaron.

La humanidad prácticamente ya no mira hacia el cielo... Estudia la tierra, para poder sobrevivir.

Todas las respuestas están bajo ellos.

Y los más extraño... es que no estamos mirando el presente, pues nuestra visión sobre esta tormenta está ocurriendo porque cierto muchacho de pelo negro anda vagando por los recuerdos.

Sus recuerdos.

Es Alex el que ahora mismo está en una situación un tanto complicada, pues es presa de un gran número de incertidumbres y emociones cruzadas.

Donde predomina la rabia al enterarse de que está dañando a sus seres queridos sin haberlo sabido.

No quiere dejar ir la oportunidad de recordar cosas que no recordaba... pero tampoco tenía en mente lastimarse de esta manera.

—¡Hermanooooo!

Quien llama es Mia Strong, hermana menor del intruso que vaga por los recuerdos.

Una chica que en este lugar pareciera tener uno 14 años y de pelo castaño completo que le llega un poco más abajo de los hombros.

Lleva un short negro con una polera holgada del mismo color como parte de una apariencia cómoda para la casa.

<Solo debo mirar.... ¿Verdad? ¿No puedo interferir?>.

El Alex intruso se acercaba lento al escritorio para observaba lo que estaba a punto de pasar.

El otro Alex empieza a moverse terminando sentado sobre su cama... Se nota que estaba completamente dormido pues la moverse, parecía algo demacrado en sus ojos y su estado anímico.

—¿¿Que ocurre?? No golpes de esa forma la puerta, estas molestando...

Finalmente hablo y no de una manera amable.

Mia no respondió directamente a lo que Alex reclamaba.

Solo espero un poco, quizás para tomar fuerzas...

—Venía a decirte....

—P-Papá trajo helado de chocolate...

—Y estamos esperando a que bajes para comer.... ¡Ya sabes! Mamá quiere que comamos los cuatro, juntos...

Alex no demoro y...

—No quiero... No estoy de humor para comer helado.

Respuesta muy clara que hizo que volviera a acostarse y ahora recogiendo las sabanas, se terminó por tapar.

< ¡¡¿Aaaaah?!! ¿Eso es todo? ¡El helado de chocolate es mi favorito!>.

Mientras que Alex mira indignado a su contraparte más joven, Mia esperaba en la puerta con la mano apoyada en la misma. Se notaba que sus labios tiemblan por si seguir intentándolo o no.

Pero quiso intentarlo una vez más...

—E-Este... A-Alguien llamo preguntando por ti.

La joven de ojos cafés, sentía una gran presión en el pecho, pero siguió...

—Al principio no le reconocí la voz ¡Pero resulto que era Denis! Ese chico de ojos verdes y mujeriego... Él quería i-invitarte a una reunión de a-amigos en la casa de David.

Era muy insegura con sus palabras, se notaba plenamente.

—Y él vive muy cerca de nuestra casa... M-Mamá y papá lo saben y están de acuerdo en que vallas...

Quizás este idiota no le toma atención... Pero yo estoy escuchando cada una de sus palabras.

No la estaba mirando, no podía ver cómo es ella a esta edad y aun así siento todo ese temor en su voz, por intentar ayudarme de alguna forma.

Podía sentirlo...

Una voz cortada y oraciones que le costaba terminar.

<Si que se está esforzando>.

Aprete con fuerza el puño.

<Pero tú...>.

Un gran calor emanaba de mi interior... era la rabia de verme ahí tirado mientras ella sufría por mi causa.

Sin poder ayudarla, sin poder consolarla.

—Como es posible que Mia se esfuerzo tanto para ayudarte... ¡Y tú! ¡¡Ni siquiera te paras!!

Quería gritarle de todo, llamarlo de todo...

No solía ser dominado por la ira porque yo era quien quería ayudar a todos.

Mas es el caso contrario cuando yo mismo soy el problema. Cuando mi interior no aprende nada.

—¡¡¡¡Y-Yo creo!!!!

Mia volvía a insistir.

—Q-Que deberías ir para recobrar tu relación con ellos. ¡Debes recordarlos! Son los amigos con los que siempre jugabas.

—Aquí, en la calle, en el colegio y en ese puente que esta junto al arroyo. ¡¡Yo sé que los recuerdas!!

—L-Los cuatro siempre estaban juntos...

Estaba conmovido por sus esfuerzos. Me resultaba doloroso ver que no llegaban a ningún lado.

<Mia... Debes estar sufriendo.>.

Alex tenía razón y al otro lado de la puerta, la joven de cabello café, estaba apoyada en el marco, con una mirada decaída y apunto de pasar a las lágrimas.

Se movió un poco al notar que Alex seguía son responder y...

Mia pego la frente directamente a la puerta...

—Si no vas... Si te rehúsas a verlos o a responderles...¡¡Ello van a terminar olvidándote!! ¡¡Y te vas a arrepentir por toda la vida!!

Grito, dejando claro que estaba dando su último esfuerzo...

<¡¡Esto es algo que no puedo aceptar!!>.

<¡¡Tú!! No deberías aceptarlo.... Mia tiene razón, ellos no están obligados a recordarte o esperarte. ¡Tienes que poner de tu parte!>

—¡¡¡No me interesa!!!

Ese Alex volvió a hablar, fastidiado...

—No me importa que se olviden de mi si yo tampoco quiero recordarlos. ¡¡Y no los recordare!!

Esa fue la respuesta que escucho Mia y Alex. Ambos completamente desconcertado...

Completamente impactados por tan fría e inexpresiva actitud que no parecía recapacitar con nada, ni sentir las palabras tan vacilantes de su propia hermana.

—¿Q-Que estás diciendo? No puedes hablar así de ellos hermano. N-No... N-No puedes...

—¡¿Como?! ¿No quieres recordarlos? ¿A tus amigos de la infancia?

—¡¡No es justo!! Y-Yo si quiero r-recordarlos y no voy a dejar que... ¡Por tu culpa! no, no... ¡Debo hacer que los veas!

Ambos, quedaron afectados por la respuesta tajante de Alex, que, sin más palabrería termino con un...

—Estoy cansado... Solo voy a dormir y no tengo intención de salir.

Levantando las sabanas, termino por taparse al completo y se dio vuelta para acomodarse e intentar dormir nuevamente.

Alex se apoyó en el escritorio con una expresión trágica que era producto de solo pensar en perder a sus amigos.

Solo pensar en que quizás el día de mañana, ellos ya no regresan por él y seguirán avanzando...

Por otra parte, se escuchó...

—¿No acepto?

—No...

Es voz, es claramente mi madre que debe estar hablando desde la escalera. Y Mia era quien negó.

—¿Le dijiste que Denis lo trato de ubicar?

—Si. Pero no le importo...

La joven se daba vuelta totalmente derrotada.

—M-Mamá... ¡Ni siquiera le importo!

La chica soltaba las lágrimas que, sin un llanto, solo caían desde su cara mostrando lo apenada que esta por la situación y su madre fue directamente a abrazarla.

—¡Ohh! No... No... No llores mi pequeña. No debes rendirte todavía.

—Alex abandonara su cuarto ¡Ya lo veras! Ya volverán esas tardes con nuestra familia reunida y ya volverán los dos hermanos más unidos y bellos de todo el Distrito 3.

—¡¡P-Perooo!!

—Mia...

—Tu abuela... siempre me enseño que más allá de una simple comida, una reunión o de estar en contacto todo el día. Las familias tienen esa conexión de lazos que no los romper ni la distancia... El amor de una familia nunca se romperá.

—Tú amas a Alex, como tu padre y como yo lo hago. Y él nos ama a nosotros.

—Solo será obra del tiempo para que vuelvan las expresiones y conversaciones de antes. Confía en tu madre y déjalo todo en mis manos.

—E-Esta bien... N-No perderé la esperanza....

Palabras de consuelo para su pobre hija provocan el efecto contrario en el intruso del recuerdo.

—M-Madre... E-Esas palabras... Las había olvidado también...

Miro primero al suelo... desconcertado.

Luego levanto la vista hacia el Alex real.

—¿Como les puedes hacer esto... a ellas? Las dos mujeres... ¡Mas importantes y que juraste proteger!

—¡¿¿Que te cuesta pararte y conversar con ellos??! ¿Por qué no puedes sonreír? ¿Por qué no... puedes salir?

—Te vas a arrepentir... ¡Tú y yo vamos a sufrir el arrepentimiento ¡

—Y eso no está bien... Porque no es justo para mí.

Se que no es justo y que no tiene sentido que este Alex no quiera ver a sus amigos... pero tampoco podía hacer mucho.

Apoyado al escritorio, yo no soy visible para él.

Mi presencia es efímera y eso lo sé.

Yo no puedo cambiar nada en este recuerdo y tampoco pude volver al principio. Me limito a esperar mientras miro el frio, oscuro y sucio piso de madera.

Con la tristeza e impotencia que me inunda.

Un silencio y calma eterno... Supongo que Mamá y Mia ya volvieron a la sala.

Los recuerdos sobre ellas, fueron tan cortos en comparación a este maldito lugar.

Es frustrante.

<Ya no quiero seguir aquí... ¡Quiero salir y arreglarlo todo! Antes de que sea muy tarde>.

La verdad es que tenía lagrimas cayendo, porque para mí... cada momento era crucial para arreglar las cosas.

Y fue todo lo que pude hacer... Llorar en silencio. Sabiendo que ellos en este momento están reunidos en la casa de David y mi familia abajo come helado...

Yo no puedo estar con ellos. Pero las ganas no me faltan...

Una fuerte ráfaga de viento remeció las ventanas y por un instante levante la vista para observar el cristal que fue azotado.

—Que... ruidoso.

Pero repentinamente un fuerte brillo paso entre las cortinas que se volvieron nada ante tal potencia y acompañado de un ensordecedor sonido, el cuarto se ilumino tomando un tono azulejo.

Que solo duraría un breve momento.

Mis ojos observan esa ventana y por ese pequeño milisegundo... Pude ver que alguien estuvo parado justo frente a mí. Alguien que tenía una sonrisa gigante y terrorífica en su negra figura.

—¡¡¿Q-Que?!!

Fue todo lo que vi y me levanté de inmediato de tal espanto instantáneo. Mas lo que sea que allá estado ahí, había desaparecido por completo en el mismo segundo.

—¿Q-Que fue eso? ¿Quién estaba ahí?

No pude respirar por la tensión que creo aquella sombra.

Mirando desconcertado por toda la habitación su intrigante figura no estaba por ninguna parte y solo se escuchaba los movimientos de Alex que seguramente también sintió el gran rayo que cayo.

Mis ojos eran forzados a mirar en cada rincón por si algo se me escapa... pero nada lo hace y nadie además de los dos está en este cuarto que tampoco es que sea muy grande.

—¿Fue mi imaginación? ¿O de verdad había alguien parado frente a mí?

Tenía pegado en mi mente, la sonrisa desquiciada que por momentos vi.

<Era como una sombra, pero que tenía una boca de un hombre y estaba sonriendo muy raro.>.

Secando un poco mis lagrimas que seguían pegadas a mi cara, me encamine hacia la ventana y para que, en un movimiento brusco las abriera completamente. Sin importar ese maldito del depresivo Alex.

Y al voltear no vi nada más que una muy desordenada habitación.

Volví aun con el miedo latente en mi interior y desconfiando de mi propia sombra.

Me pare en el centro del cuarto y ahí estuve esperando...

Observando cada pequeño crujido por más mínimo que sea, cada partícula de polvo que se moviera.

Entre tantos desvió para todas las direcciones termine llevando los ojos nuevamente al ventanal.

Observe con detenimiento.

—¡¡Espera!!

Me di cuenta de algo que inmediatamente me alerto a tal punto que se creó un vacío terrorífico en mi persona...

Una duda que llego al punto de aterrarme.

Porque por primera vez en todo este viaje reflexione sobre quien estaba viendo los recuerdos...como era mi cuerpo.

Yo, Alex Strong.

Y de ello no supe que pensar...

—¿Alguna vez me vi de esta forma?

—¿Yo tenía mis manos tan grandes? ¿Yo viví todo esto?

—¿Cuándo tuve el pelo tan desordenado y largo?

<Todo llego como un recuerdo perdido>.

En el reflejo del cristal, me veo grande, con el típico pelo que tenia de un negro total, pero peinado muy levemente hacia la derecha y algo largo, con los ojos negros y con facciones que representarían de cierta forma mi edad.

Me veo mayor que este Alex, que todos los Alex que he visto. Por ello me pregunte.

—¿Qué edad tengo?

<Quizás todas estas cosas... no las recordaba porque no las viví>.

Caí en una crisis existencial donde mis ojos se fueron a negro.

Cosas tan simples como recordar algo que hiciste ayer o como ves a los que te rodean... No las puedo visualizar.

Puede parecer estúpido, pero...

—No puedo pensar en nada... No puedo ver a nadie... No sé en qué momento estoy viviendo o si sigo vivo.

<¿Dónde estoy ahora? ¿Este es mi pasado? ¿Es mi futuro? O ¿siquiera he nacido?>.

—No sé cómo me veo o lo que hago en el día a día. No recordaba a mis amigos y a Mia.... ¿Dónde estaba?

<¿Que está pasando? ¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando?>.

Ya no puedo entender nada y nada es lo que define mi cabeza en estos momentos.

Me come la idea de intentar recordar, por más mínimo que sea... Alguna cosa que haga en el presente.

<¿Sigo depresivo? ¿Sigo en mi cuarto? ¿Estoy estudiando o trabajando? ¿Sigo ignorando a Mia o a mamá?>.

Finalmente...

Solo pude pensar en algo.

<¡Sé que este sentimiento es mío! Y estoy seguro de que los he usado>.

El mensaje emotivo y desesperado de Lisa por intentar saber de mí.

Las invitaciones de mis amigos que son respondidas con un "No me importa".

Y los intentos de Mia por sacarme que la llevan a las lágrimas y la tristeza de verme tan deprimido.

Yo sé que ella no es tan fuerte, que terminara llorando a escondidas, por eso lo que menos quería en este mundo era preocuparla a ella.

Y mira lo que estoy haciendo... Ella estaba deprimida y yo ahí acostado.

Jamás hubiera hecho en la vida y todo lo que quería era poder ayudarlos a cada uno.

—¡¡Quería ser útil para ellos y que me vieran como un amigo!!

—Ayudando a quien podía y aunque el miedo me detuviera muchas veces, siempre avance. ¡¡Por eso no puedo ser yo!! ¡¡¡Yo debo existir!!!

Cuando grito lo último, pareciera que se dio cuenta de algo.

—Y-Yo debo existir.

—Y-Yo existía... Existía en algún momento.

—Pero... Ahora tu eres el Alex a quien Mia le habla. Por eso...

Alex Se tocaba la cara y miraba su cuerpo.

—¿¿Dónde estoy yo??

Se quedo viendo aquello que le servía como espejo.

El joven de los ojos negros, miraba el ventanal para poder ver su reflejo y observar su cuerpo y expresiones.

Fue por eso que se dio cuenta de algo muy aterrador y es que detrás de él...

Había alguien.

Una persona parada muy similar en estatura y que no se movía ni un solo milímetro. Verlo, provoco que se espantara de inmediato quedando petrificado.

Por segundos, el miedo no le permitió girar y no lo hizo. Miraba la ventana en un intento por verlo más claramente y saber quién es.

Pero se alteró más cuando quien estaba parado detrás de él, entono una siniestra sonrisa y dejo ver sus propios ojos... con esos mechones negros sobre ellos.

—¿Es el espejo o eres una broma?

—Ninguna de las dos...