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Volumen 1: Capitulo 3

"Obviamente la culpa es tuya, madre."

Eso la sorprendió.

¡No!, en realidad la dejo sin palabras.

"Fuiste tu la que nos envió a comprar tan tarde."

Seguido de la seriedad y tristeza de la madre pasa a una sonrisa acompañada de pequeñas risas.

Las hermanas también ríen y el padre que estaba algunos pasos atrás de la madre también lo hace.

"Vaya, lo siento. Perdón por ser muy olvidadiza."

La madre se disculpa con pequeñas risas.

Freya se alegro de haber cumplido con su objetivo.

El ambiente se tranquilizo y todos parecían felices.

"¡Disculpa aceptada!."

Con eso el pequeño escándalo se terminó.

El padre de las dos hermanas se acerca un poco y pregunta en tanto se toca la barbilla "Por cierto, ¿Saben que fueron esas explosiones raras que se escucharon hace unos minutos?."

Las dos hermanas iban a dar un explicación con una sonrisa…

Sin embargo, en el momento que iban a hablar otra explosión se escucha a las afueras de su casa, pero esta se oyó mucho más cerca y fuerte.

Freya había notado la diferencia de la explosión de ahora con la que había escuchado del barco.

A diferencia de la de los barcos, esta fue demasiado fuerte, por lo que pensó que había sido mucho más cerca.

Aunque no sabia lo que estaba ocurriendo, la hermana menor estaba asustada y con mucho miedo.

Su padre con barba y cabello rubio se acerca a Freya y le pregunta desesperado sobre lo que estaba ocurriendo haya afuera.

Ver esa expresión en su padre le fue complicado no tener miedo.

Al darse cuenta de cómo estaba actuando su padre le pidió disculpas y esta vez preguntó con mucha más tranquilidad que hace unos segundos.

Por mucha paciencia que mostrará por fuera, por dentro estaba acelerado y asustado

"Cuando veníamos de hacer las compras, de repente dos de los barcos pesqueros explotaron y las personas que estaban sobre el se tiraban al agua mientras ardían.

Las palabras asustaron un poco a todos lo de la familia, en especial a la hermana menor.

Seguido, otra nueva explosión se escucha cerca y la ráfaga del viento llega hacia ellos.

Por suerte la casa no se destruyo y nadie salió herido.

No obstante, aquella ráfaga había sido tan gran, que el viento entró por las ventas y causo que muchos de los platos y vasos se rompieran.

No solo eso, alguna de las ventanas quedaron completamente destrozadas.

Tras eso Freya y su padre corrieron hacia afuera.

Su madre les pidió que no salieran, pero ninguno de los dos hizo caso.

Cuando el padre estaba apunto de salir de la casa, en el suelo ve como una sobra gigante, algo similar a un ave se logra apreciar.

Eso lo dejo un poco impactado y al instante miro hacia el cielo pero no vio nada.

"¿Qué sucede, papá?."

Le pregunta Freya un tanto preocupada.

"Nada, solo creí haber visto algo en el cielo."

Esas fueron suficientes palabras como para dejar de preocupar a su hija.

A lo segundo, detrás de ellos apareció la esposa con su hija en brazos.

La mujer estaba un poco asustada y su hija no dejaba de abrazarla.

Todo la familia miro hacia los alrededores y se dio cuenta de que no era la única familia preocupada y asustada.

Muchas personas habían salido de sus casas a observar lo que estaba ocurriendo.

No obstante, no había nada extraño.

Lo único que llamaba la atención era ver como todos los barcos pesqueros estaban en llamas y soltaban mediante perdidas el petróleo al agua.

También había columnas de humo saliendo al oeste y este.

Eso era preocupante, pero aún no sabían lo que ocurría.

A instantes empezó a sonar una alarma.

Esa jamás había sido usada.

Se supone que estaba en caso de un Tsunami, pero jamás había habido uno, así que esta era la primera vez que se hacía oír por toda la ciudad.

De repente desde donde están ven como a lo lejos, precisamente en el mar varias cosas extrañas y negras empiezan a salir del agua.

No había duda que eran cosas raras, pero al no poder observar bien debido a lo lejos que estaban de las playas no les causo tanta impresión, ya que, lo que más les provoco miedo fue ver como casi todo el mar en frente de ellos se había llenado de todas esas cosas negras nadando hacia donde se encontraban.

El miedo de ver eso provoco que la gente gritara.

Otros se quedaron duros observando la cosa loca que estaba ocurriendo.

La familia de Freya se quedó paralizada viendo esa escena terrorífica.

Muchos empezaron a correr hacia el lado opuesto de la playa.

Sin embargo, el verdadero terror hizo que todos se detuvieran al escuchar los gritos que venían desde las casas que yacían mucho más abajo y cerca de las playas.

El fuego de esas casas se empezó a ver y el grito de todas esas personas se convirtió en un de sufrimiento.

Un minuto fue suficiente para que la parálisis del miedo se fuera y las personas empezarán a correr como dementes hacia el sur de Vadso.

La familia de Freya aún seguía ahí, observando y con pensamientos desconcertados.

De repente la hermana mayor ve un pequeño brillo en el cielo.

Con los segundos ve otros brillos idénticos a esos.

"Papá, mira hacia arriba."

Dice confundida.

Cuando el padre mira hacia arriba y ve como un montón de esos reflejos o brillos caen desde el cielo en picado hacia donde estaban grita inconsciente "¡Escóndanse!."

Las palabras no sirvieron debido a la velocidad con la que esas cosas venían.

Esos "pequeños reflejos", en realidad, eran tramos de rayos.

Varios de esos rayos cayeron en varios lugares de la ciudad causando explosiones por todos lados.

Por suerte, ninguna callo encima de ellos, pero tantos rollos como esos fueron suficientes para hacer llorar a la ciudad entera.

Gritos por doquier y fuego por todos lados.

El padre dirige su mirada a su familia.

"¡CORRAN AL AUTO!."

"¡TENEMOS QUE IRNOS DE AQUÍ YA!."

Al principio no reaccionaron, pero después si lo hicieron.

La familia se subió al auto negro y huyeron de su casa sin nada.

Mientras estaban en el auto, Emma no deja de llorar y hacer preguntas en los brazos de su madre.

"¡¿Qué esta ocurriendo mamá?!."

"¿Por qué nos estamos yendo?."

"¿Por qué toda la gente llora y grita?."

Nadie sabía como responderle eso a una niña inocente y de  nueve años.

Freya estaba en los asientos de atrás preocupada y con la cabeza baja.

No sabia que decir.

Todo parecía un sueño.

Nada parecía real.

Al fin toma ánimos y decide hacerle una pregunta a su padre…

"¿Qué crees que este ocurriendo?."

-CONTINUARA-